Rosario 20 NOVIEMBRE de 2025

 

María Virgen

Mis hijitos y mis hijitas queridas muy buenas noches, soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra; reciban mis hijos amados presentes y en la distancia mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, la bendición de sus proyectos, de sus hogares, de sus familias, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, amén.

 

Estamos como lo decía Giovana en una energía muy bonita, la época de adviento, la época de las cosechas del mundo que históricamente se celebraban a partir de finalizar octubre, era muy bonito porque daba la oportunidad de festejar la abundancia, de festejar la madre tierra, del festejar la conexión con el buen Dios del amor y los corazones en esta época donde se ha homologado este nuevo comienzo con el nacimiento de mi hijo, es el Renacimiento de cada uno de ustedes, es la alegría de saber que todas esas luces de la alegría deben permanecer dentro de ustedes.

 

Sabemos que hay etapas de la vida donde no hay mucho que festejar en un sentido de las circunstancias difíciles que pueden estar pasando, pero a pesar de todo lo difícil que pueda pasar en el mundo, a pesar de las pruebas complicadas que han decidido ustedes vivir desde el espíritu en la Tierra es importante saber que esos malos momentos pasarán y que a pesar de todo lo malo que pueda estar pasando siempre hay algo nuevo, están naciendo hijos al mundo, y pueden también tener la fe y la esperanza en que todo eso es difícil va a cesar.

 

Cuando están pasando mis hijos de mi alma por momentos tan duros por tener miedo, por circunstancias complicadas, saben que se pueden envolver en mi manto sagrado, saben que vengo a cuidarlos y les doy también ese poder para que ese manto sagrado mío lo puedan colocar encima de esas personas que sufren, por las que aman, de esas personas que son difíciles con ustedes y que desde ese manto sagrado empieza a suceder la reconciliación; es una época para entender que aunque tengan diferencias en sus formas de creencias, en sus formas de ver la vida, pues pueden hacer procesos de reconciliación y pueden mirar de otra manera a quienes pueden pensar diferente a ustedes.

 

Pídanle a Dios que puedan superar lo insuperable, que puedan perdonar lo imperdonable, que puedan aceptar que hay personas que no tienen la conciencia suficiente de cómo pueden vivir las cosas y es importante que dejen de generalizar sobre si todas las personas son iguales o sobre de qué manera tienen que actuar porque cuando vibran en la crítica, cuando vibran en el juzgamiento, cuando vibran en la presión del mundo, se olvidan que es importante salirse de esos conflictos, que pueden mantener una posición sabia pero que siempre deben conservar su paz, su tranquilidad y su alegría, que si las personas llegan a su mundo y su verdad es una verdad más sabia, esas personas puedan ser conquistadas desde el amor y no ser rechazadas desde su crítica.

 

Hoy les ayudamos a que puedan mandar luz a esos lugares de sufrimiento, a esas personas que tal vez no son oficialmente personas en riesgo, que tal vez nadie sabe lo que sufren, manden luz a esas personas que están sufriendo en secreto, a esas personas que tienen un dolor que nadie sabe, a esas personas que no son marginales para que la sociedad les apoye, para que esas personas tengan luz y si ustedes han estado sufriendo sin que nadie les ayude, sin tener los privilegios que quieren tener más allá de su merecimiento, hoy es la puerta abierta para los regalos.

 

Cuando hablamos de regalos, hablamos que no hay una razón para que alguien les regale algo, ábranse a los regalos de la vida, ábranse a todo lo bueno que Dios tiene para darles y recuerden mis hijos que no hay que convocar en primera instancia la justicia frente a Dios o si ustedes lo merecen o no, sino que le abran la puerta de esos regalos que tienen que ir aunados a esa dignidad que ustedes tienen como hijos de Dios; recuerden que el hecho de que mi Hijo les diga hermanos y que yo les diga mis hijos significa que ustedes son nuestra familia y que ustedes son parte muy importante esta familia.

 

Hoy venimos a cuidarlos, hoy venimos a que recuperen la tranquilidad y la alegría de vivir, hoy venimos a mostrarles alternativas y que si la vida no los está llenando puedan recibir este acompañamiento en nuestra mano para dar ese salto a esos cambios importantes de poder sentirse bien internamente y de poder generar caminos nuevos; a veces mis hijos remodelar pretende quedarse con cosas, quedarse con personas que son gratas en su vida, pero a veces también necesitan sentir que en el proceso se irán personas que en un momento ustedes esperaban que se pudieran quedar.

 

Los cambios y este año cargado de cambios estará llevándose personas de su vida no porque necesariamente se mueran esas personas, sino porque ya como ustedes lo han dicho han cumplido un ciclo y ya no hay esa misma empatía que podía haber antes, pero así mismo llegarán otras personas, así mismo se abrirán la puerta a seres con quienes compartir y poder quedarse con los bonitos recuerdos del pasado, con las cosas bonitas que han vivido con esas personas que se han ido de su vida, también abrirán la puerta a conectarse con lo bonito de las personas que hay. Atrás debe quedar que ustedes se abran con resentimiento y con angustia entregando en forma limitada su amor; atrás quedó el que se conecten con todo lo duro que las personas tienen y ahora lo bonito es saber que esta época en que los niños internos de ustedes están pidiendo regalos más allá de si pasaron el año en el colegio, de si hicieron un balance bueno y se portaron bien el regalo del Padre es el entendimiento de que ustedes todo lo hacen bien frente a Dios y que nunca Él está pasando una factura y que hoy pueden decirle a Dios, “Padre si yo estoy buscando que la vida me trate mal, si yo estoy buscando problemas, si muy en el fondo estoy queriendo pasar factura especialmente a mí mismo sobre todo lo que soy, sálvame de eso y muéstrame Señor que no tengo que esforzarme tanto y que así como me das el aire y no me lo cobras y no tengo que sufrir por saber si lo va a haber, hoy te pido Señor que me envuelvas en esa luz”.

 

Hoy te pido Padre por todos mis hijos, por aquellos que están necesitando un nuevo trabajo, mejor trabajo, una mejor paga, te pido por mis hijos que han estado pidiendo que puedan crecer como familia y tener un compañero, una compañera de vida, te pido por mis hijos que están deseando tener hijos, te pido por aquellos que tienen dificultades económicas que no tienen un techo estable, para que puedan tener sus cosas materiales y puedan también padre esos hijos, comprender que ellos merecen una tierra, que merecen donde vivir bien, que administrar la tierra es saber que será suya mientras ustedes estén aquí y que podrán bendecirla para que también pueda ser heredada a aquellas personas que también tienen el derecho sobre ella y que puedan sentir que se da desde el amor, desde el sentido amplio y desde la hermandad que hace que de una generación a otra puedan entregar lo mejor y es el momento de sentir que no es necesario pelear por una tierra, matarse por una tierra, matarse entre hermanos o tratarse mal o dejarse de hablar porque alguno está queriendo ser ventajoso con el otro.

 

Cuando acuden a la justicia divina el acompañamiento de un padre o una madre hace que  puedan esos hijos merecer en iguales circunstancias el afecto y lo que materialmente esos padres han querido dejarles.

 

Hoy los acompañamos para que se eleven del bien y el mal y empiecen a retomar una nueva etapa de su vida de gratitud, por lo que todavía no tienen, de esperanza en que van a llegar a ese proceso y de complicidad para saber que estamos trabajando para ustedes.

 

Reciban cada uno de ustedes mis hijos de mi corazón mi manto sagrado, mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, la bendición de los alimentos que consumirán en estos días, del agua, del fuego, de un buen descanso, de poder disfrutar el día de la noche y de poder conectarse en forma amorosa con sus semejantes con todo mi amor Yo soy María Virgen muy buenas noches mis hijos, hasta siempre.

 

Jesús de Nazaret

 

Hermanos buenas noches de la gracia de mi Padre Jesús de Nazaret.

 

Ser apasionados hermanos es entender que para que las cosas se materialicen en la vida necesitan pasión, ¿cómo madurar La pasión de la vida sin que necesariamente tenga que haber esa rabia?, sin que necesariamente tienen que hacer esa lucha, pueden administrar ese deseo a partir del amor, del ideal de un sueño, pero también de la pasión de usar su tiempo favor y poner al cielo de su parte para que sea posible lograrlo.

 

Es necesario que bajen esas banderas de la lucha y de la guerra, es importante que dejen de sentir que lo meritorio es lo que se sufre; por supuesto que han venido a esta vida a hacer, a ser, a cuidarse; todos los días tendrán que bañarse y hubo momentos en que no se pudieron bañar y alguien los bañó, hubo momentos de la vida donde vinieron tan vulnerables que tenían que depender del cuidado de alguien más, la vida ha venido cambiando para que ustedes cuiden a otros, pero poder entender que la vida está en movimiento en un hacer continuo de propósitos, de sueños, de actividades tan simples como bañarse los dientes en la mañana, de poder comer, de poder tender una cama, de todas esas cosas que muchas veces se dan por descontados o que termina siendo la monotonía que no terminan de bendecir.

 

Bonito poder tener dientes para bañar porque algunos ya no los tienen, bonito poder tener alguien con quien levantarse en la mañana tal vez para un beso, tal vez para arrearlo para que se levante temprano y haga la tarea o se vaya para el colegio porque en un momento esos hijos van a crecer o esos seres no van a estar o tal vez ustedes no van a estar.

 

Reconciliarse con el hacer en la vida es poder disfrutar las cosas simples, poder todos los días estar maravillados en ese movimiento y por supuesto que también tienen el derecho de contemplar la vida, de descansar también y disfrutar su descanso; es el momento queridos hermanos de hacerse un propósito ya de fin de año, cómo quiero vivir este resto de año, lo voy a vivir en la angustia de si voy a tener con qué pagar mañana, lo voy a vivir en la hartera de que esta no es la relación que yo quiero, de que esto no es lo que yo quiero como trabajo, de una quejadera continua que, por supuesto, tienen derecho a tener y a veces a veces necesitan decir ay, ay, ay me duele, pero cuando les está doliendo también venimos con ustedes y poder parar porque a veces se quedan en el pensamiento de que me sigue doliendo algo que pasó hace 5 años, 10 años, 20 años, 30 años, ¿no creen queridos hermanos que es el momento dejar de sufrir por algo que ya pasó? las heridas se mantienen vivas porque muchas veces están alimentándolas, están alimentando el odio, están alimentando la rabia, están alimentando la crítica, están todo el tiempo arrepentidos por el pasado molestos por lo que hicieron o no hicieron, ¡ya suelten eso hermanos! como quiera que hayan hecho las cosas, como quiera que lo hayan vivido, porque si sintieron que ustedes eran los malos o que ustedes sintieron que eran las víctimas de otros ya quedó atrás y si en este momento alguien los está victimizando, si en este momento ustedes son crueles con alguien, paren, digan es el momento de soltar esto, es el momento de liberarme de esto, es el momento de parar de sufrir, porque parar de sufrir queridos hermanos es una elección.

 

Hoy los queremos acompañar para que puedan darse cuenta que hay muchas cosas bonitas que pueden elegir vivir y que si algo auténticamente les está afectando hoy, algo sigue molestándoles hoy, vendremos a desenterrar todo eso que les afecta, vendremos a sanar lo que les afecta y les ayudaremos a que ustedes puedan llenarse de la gratitud de la vida. Basta de quejarse hermanos, basta de quejarse todo el tiempo de sus padres, basta de quejarse de su pasado, basta de quejarse de los dirigentes, basta de quejarse de los niños del mundo, basta de quejarse de si hay sol, de si hay lluvia, basta de juzgarse a ustedes mismos sobre si han hecho o no lo suficiente o sobre si Dios les ha dado o no les ha dado lo suficiente.

 

El camino del perdón queridos hermanos los libera a ustedes, les da el bálsamo que necesitan como una gracia divina para decir “Ya esto no me duele” es la cirugía espiritual que se lleva de ustedes toda mortificación, porque mientras ustedes alimenten una venganza, mientras ustedes alimenten sus resentimientos y todos los días tengan a alguien para odiar, a alguien del pasado para renegar y sentir que fue culpable, mientras tengan personas que ustedes estén señalando para culpar o se culpen ustedes mismos, es difícil que la vida evolucione y es difícil que tengan cambios.

 

Siempre los invitaremos a que se gocen la vida, siempre los invitaremos a que hallen nuevas razones para estar en este mundo porque lo cierto queridos hermanos es que no van a estar aquí un día, porque la vida no dura más de 100 años y cómo van a vivir el resto de su vida: planifíquenlo, pero no lo planifiquen solamente sobre si tengo una casa, si tengo una pensión, si tengo una pareja, si tengo hijos y tengo un buen empleo, planifíquenlo dentro de ustedes en nuevas bases, el planificar la vida sobre una angustia continua, sobre un dolor continuo sobre una rabia continua, sobre una lucha, son arenas movedizas que aunque construyan en alto y tengan todo para ser felices y hayan logrado todas sus metas, no podrán serlo si no han trabajado las bases de si yo me voy a gozar esto o no, porque pueden renegar de a qué hora se levantan, de si se levantan temprano o no, pueden estar renegando de todas las cosas de la vida o pueden parar para dar gracias y decir cómo quiero vivir.

 

Si se me fue la mano, me perdono; si se me fue la mano perdono a quienes me han hecho daño, renuncio, pero no a la vida necesariamente, aunque nadie los tiene presos en esta vida; renuncien a sufrir, renuncien a las pruebas, renuncien a trabajar por necesidad, renuncien a la desconfianza, a la angustia, las obsesiones que tienen de si hoy comí no sé si mañana voy a comer, de si hoy pagué no sé si mañana voy a poder pagar, de si hoy tengo a alguien no sé si esa persona me va a dejar, de estar todo el tiempo asustados porque hoy los invitamos a respirar profundo y a decirle al Padre “llévate este miedo, llévate estas esta agresividad, llévate esta falta de alegría de vivir, llévate todo lo que me hace sufrir Padre y transformarlo para mí porque a eso venía” así que cuentan conmigo y si al momento ustedes sienten que al lado mío tal vez las cosas se hacen un poco más difíciles, será porque los estamos soltando de estar pegados a algo que no es, de estar justificando quedarse al lado de alguien a pesar de que ahí no son felices, de que estén justificando el creer que es mejor malo conocido que bueno por conocer para empezar a soltar lo que les hace sufrir, porque si tienen una casa y la lloran todos los días y todos los días los hace sufrir los ayudaremos a que se vayan de ahí, si tienen una relación que no funciona, los ayudaremos a que la terminen, porque ahora las bases queridos hermanos son las de Quiero que todo me dé bienestar y todo me haga bien y esta es una época de bienestar, así que cuentan conmigo para empezar a encontrar esos nuevos caminos y renunciar como forma de aprendizaje continuo a todo lo que tiene dolor y sufrimiento para ustedes.

 

Dios los bendiga queridos hermanos en la gracia de mi Padre Jesús de Nazaret muy buenas noches.

 

Meditación de Liú Buenas noches, Yo soy Liú,

 

Vamos a sintonizarnos con nuestro chakra del corazón, vamos a abrir como si fuera una copa nuestras manos y vamos a permitir que se llene de la luz de Dios, abrimos la puerta y la llama trina que nos permite conectarnos con el amarillo de la sabiduría divina, con la exploración que estamos haciendo en este mundo para hacer de lo desconocido lo conocido, para poder sentir que hemos venido a experimentar y que podemos experimentar sabiamente protegiendo nuestro cuerpo, protegiendo nuestra vida, que podemos llenarnos de luz, de amor, de valentía, que podemos sentir que esa exploración también tiene el acompañamiento de huestes celestiales y de una hermandad sólida, que cuando tú la usas a tu favor está sirviéndote porque de hecho es una sociedad donde unos sirven a los otros y esa es la esencia del trabajo, esa es la esencia esa hermandad donde todos trabajan, los unos por los otros, empiezan a sentir en esa conexión con la llama trina ese color rosado que los impregna de un amor incondicional que viene desde la luz del Padre para que pueda irradiarse en su pecho y puedan expandirse en el amor que va más allá de los cuestionamientos, que les permite poder liberarse de su agresor, que les permite amar a su prójimo independientemente de si un momento les hizo daño, que les enseña la estrategia de amarse para protegerse y de amar a los demás tratándolos de la forma como ellos lo merecen, como ustedes esperarían que el prójimo los tratara a ustedes y de la manera como ustedes quisieran que el prójimo también los tratara en un sentido de una energía que fluye entre el dar y el recibir.

 

Se conectan con el color azul que los envuelve en el infinito, ese azul del cielo, de esa certeza de que son ustedes infinitos, de que han venido a hacer un acto y una parada a esta Tierra para explorar esta maravillosa tierra, de la conciencia de que ustedes son eternos, de la conciencia que vienen de una fuerza divina y que si han creado límites en la tierra ha sido para que el juego sea más divertido.

 

Se expande esa llama trina entre ustedes empiezan a unir sus manitas para que ustedes se expandan en esa energía de la luz de Dios en ustedes, de la fuerza del Padre, Hijo y del Espíritu Santo de la certeza de ese yo soy importante, de la importancia que ustedes tienen vamos a vibrar por hoy Om Shanti en una bocanada de aire, Om Dios, Shanti la paz que transmite.  Sigue en video…

 

Llevan sus manitas enfrente en actitud de oración para fijar los beneficios del ejercicio que han hecho hoy, les dejo mi mejor energía y me llevo la de ustedes yo soy Liú.