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miércoles, 31 de diciembre de 2025

 Rosario 30 OCTUBRE de 2025

 

María Virgen

Mis hijitos y mis hijitas queridas muy buenas noches, soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra; reciban mis hijos amados presentes y en la distancia mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, la bendición de sus proyectos, de sus hogares, de sus familias, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, amén.

 

Hoy los saludo mis hijos de mi alma con la alegría de poder ver los unidos en familia, de poder reconectar con Dios en tantas formas diferentes; hoy quiero recordarles que para Dios ustedes son infinitamente valiosos y que en el amor de Dios nunca hay una comparación de un hijo con otro, los bendecimos para que puedan encontrar sus talentos individuales, que puedan empezar a conectarse con ustedes mismos en su propia grandeza y pedirle a Dios que ustedes se revistan en la certeza de que lo que son ya es perfección. Así que los invitamos a que puedan seguir encontrando un sentido nuevo de la vida a partir del comprender que no vinieron a sufrir a este mundo, a partir del comprender que cada experiencia vivida es algo que debe contribuir a su espíritu, no importa si ante los ojos terrenos eso es un error o es una equivocación, porque ante los ojos de Dios no existen los errores como les hemos enseñado, existen las experiencias.

 

Retomar el camino sintiendo que todo en este mundo está contemplado bajo Dios, hará que puedan vivir tranquilos y saber que cualquier decisión que tomen tendrá acompañamiento para que puedan sacar de esas decisiones el mejor resultado.

 

Oren por aquellas personas que se sumen en su oscuridad y pierden el sentido de la vida, por aquellos que se están cuestionando sobre si vale la pena vivir, aquellos que están tristes y se sienten solos porque deben recordar que ustedes son una familia frente a Dios y sus hermanos en la Tierra siempre querrán ver los felices y en muchos momentos esos hermanos en la Tierra vendrán a ayudarles cuando ustedes más los necesiten.

 

A veces los ángeles que Dios convoca no solamente son los ángeles del cielo, muchas veces ustedes pueden llegar como Ángeles en la Tierra a ayudarles a personas que no son de su familia terrena, de su sangre, llegan a participar en sus actividades y trabajos de la manera más especial y única para acompañar los procesos de la gente; no hay un solo trabajo que no tenga un sentido o un valor, porque aunque pueda parecer extraño, aquellas personas que trabajan en la maldad, que trabajan en hacer daño a otros, son personas que las atrae ese ser como víctima y que son seres que necesitan la experiencia del dolor y las condiciones más extremas para aprender; y queremos decirles que hasta el último segundo se le está preguntando al espíritu de esa persona si realmente quiere ese papel tan difícil bien sea el papel de la víctima o bien sea el papel del victimario y lo que pone en movimiento en la vida mis hijos es que siempre están pasando cosas y el mundo siempre será mundo porque siempre estarán encontrando en este mundo una razón para mejorar, para indignarse en momentos con todo lo malo que puede pasar, pero también para darse cuenta que el ser humano tiene bajas pasiones, que todos los seres humanos tienen lo peor y lo mejor y que a veces ser bueno por miedo hace que las personas se contengan tanto que en algún momento pierdan ese sentido de si vale la pena vivir y hacer cosas buenas cuando tantas y tantas personas pueden hacer cosas malas, pero cuando son buenos por convicción saben realmente poner límites y elegir el camino no porque alguien los presione,  la religión se los pida no por el miedo a la justicia terrena sino que lo harán en la certeza de que ustedes no quieren esa experiencia tan difícil para ustedes o para los que les rodean.

 

Les agradezco mis hijos sus oraciones por el mundo, que visualicen el mundo mejor, que tomen un tiempo para imaginar sus países en paz, iluminen a sus dirigentes en lugar de desearles todo lo peor, iluminen las decisiones de ustedes mismos y pidan que otros también los iluminen en las labores que hacen para que puedan funcionar de las mejores maneras y puedan realizar sus objetivos sin sentir que pueden haber personas a su alrededor deseándoles todo lo peor.

 

Hay como una comunidades evolucionadas donde llegan a un punto de responsabilizarse socialmente sobre cómo criar a un niño a una niña y de qué manera creció con la violencia o el olvido de una sociedad, para asumir la responsabilidad social que eso implica, pero también como debe existir responsabilidad social, debe existir mis hijos la responsabilidad individual sobre sus vidas, porque no se pueden quedar en el pasado ni estar en el genérico de todos iguales, sino el sentido individual de su responsabilidad de vida.

 

Los iluminamos para que puedan tomar las mejores decisiones y a pesar de todo lo malo que pueda estar pasando en el mundo, encuentren paz y tranquilidad bendigan estar bien y no se sientan culpables por tener un plato de comida así otros no lo tienen, por tener el techo si otros no lo tienen, sino poder ser compasivos con el dolor ajeno y cuando puedan ayudar a hacerlo y cuando no orar y desear porque esos espíritus evolucionen y encuentren caminos diferentes a los del dolor y el sufrimiento.

 

Hoy bendecimos mis hijos de mi alma los alimentos que van a consumir en esta noche, el agua, sus sueños, su descanso, su cuerpo, los acompañamos para hacer posible que ustedes se sientan sanos; hoy la luz del Espíritu Santo, la luz de El arcángel Rafael desciende sobre ustedes para poder bendecir aquellos vientres que esperan ser madres, aquellos hogares que necesitan nuevas ilusiones, los bendecimos para que puedan encontrar los trabajos que les gusten, las actividades que quieren, las parejas que tanto han buscado y enfóquense en ver lo bonito de ustedes para que otros los vean y ya no mirar con la retrospectiva de si un día sufrieron o cómo pudieron ser sus ancestros con ustedes sino reconquistar el camino del amor y de volver a empezar con la certeza de que Dios los quiere ver felices y que tienen en nosotros la complicidad para que eso suceda en todas las áreas de su vida.

 

Reciban todos ustedes mis niños de mi corazón mi bendición mi alegría de acompañarlos siempre y en todo lugar, Yo soy María virgen muy buenas noches mis hijos hasta siempre

 

Jesús de Nazaret

 

Hermanos buenas noches de la gracia de mi Padre Jesús de Nazaret.

 

Hoy hablando del bien y el mal, hablando de cómo son las reglas del juego de la vida y desde octubre que para tantos tienen el festejo del oscuro, el festejo de poder los niños ver el disfraz que pueden hacer hasta de las cosas más oscuras, para nosotros es un recordatorio de que la muerte hace parte de la vida, es un recordatorio de que no deben temer a la muerte, es un recordatorio de los roles que hacen en esta existencia y en estos días especialmente se abre la puerta de los cielos para tener ese contacto espiritual con esos seres que se han ido para el cielo, para que ustedes tengan el recuerdo de que ellos siguen vivos, tengan la certeza de que el día que ustedes se mueran no va a haber un juicio condenatorio, que el día que ustedes vayan al Padre habrá una fiesta y créanme que les estaremos ayudando a que ese día que lleguen al cielo se les dé lo que más les gusta y aunque no estén en el plano de la Tierra no se pierde la conexión con la forma del recuerdo de lo que pueden escuchar, la música que puedan escuchar, la comida, se encontrarán con los seres que aman, estarán recibiendo mucho más esa maravilla de la paz y de la tranquilidad que muchas veces perdiendo en la vida.

 

Hoy los acompañamos para hacer posible que cualquier tipo de diagnóstico que tengan terrenamente pueda ser sanado; para que puedan sentir que no hay enfermedades de tipo incurable para Dios y poder tener la confianza en que mientras se ama la vida y se sigue adelante son El milagro mismo y la respuesta de que cuando ustedes tienen integralmente en su corazón el deseo de disfrutar esta vida, pueden seguir sintiendo que son la sorpresa y que tal vez hasta su propia mente, su propio cuerpo puede estar sorprendido de cuánta sanación y cuántas bendiciones pueden recibir para ustedes.

 

Hoy quiero que sepan que nosotros lo validamos todo, acompañamos a las personas en medio de la oscuridad y en medio de la oscuridad también hay seres que Dios manda porque a veces a nosotros no nos escuchan en la luz y si no nos escuchan en la luz a veces necesitan la oscuridad para que su oscuridad sepa qué es lo que ustedes están pensando, sintiendo iluminar esa soledad, iluminar esa oscuridad entendiendo que incluso en los lugares más oscuros del mundo, incluso en esas condiciones del espíritu más infernales, siempre hay un acompañamiento divino y siempre hay una energía compasiva para ustedes, por eso les he enseñado queridos hermanos el camino del perdón y el camino del perdón es sanación, el camino del perdón es entender que en todo lo que hasta ahora ha sido intransigente se va de su vida en el momento en que se pueden hacer flexibles frente a todo lo que ha pasado.

 

A veces engañar a su mente dando gracias por lo que no ha llegado, engañar a su mente creyendo o engañándose en que todo está bien hará que de una forma maravillosa puedan sentir que hay momentos en que eso que para ustedes no es una realidad, se vuelva y se vuelva una certeza; gozar la vida no tiene más que una decisión que puede venir de esa comprensión de que no están en este mundo obligadamente, pero también es importante que sientan que este acompañamiento está dado también para que puedan liberarse de todo lo difícil que pasó.

 

Hermanos lo que pasó, pasó; lo que sucedió fue una experiencia buena, regular, mal, que le da potencia a su espíritu para entender que vinieron a jugar y que muchas veces los seres humanos deciden jugar de las formas más difíciles porque Dios no castiga y no hay una sola cosa que Dios no les dé que no haya tenido un acuerdo de su parte, pero también pueden levantar las sentencias pueden levantar los acuerdos, pueden levantar los votos “per sécula seculorum” para darse el permiso de generar cambios en su vida, así que sabemos que hay momentos donde el miedo es muy grande, tienen la oportunidad de sentirnos más cerca de ustedes de sentir que vale la pena la vida, de sentir que aunque muchas veces han sentido que el propósito de la vida tiene que ser sufrido guerreado y luchado pueden empezar a sentir que ya fue suficiente eso pero también darle gracias a Dios por estar aquí.

 

A veces es necesario sentir que tanta expectativa del futuro, tanta angustia del futuro se va en el eterno ahora de cómo voy a vivir en adelante y si lo voy a disfrutar y no hay nada diferente que la oportunidad de permitirnos trabajar en crear y recrear las ilusiones y las cosas bonitas que van a empezar a sentir, porque a veces lo que mueren son los sueños y las ilusiones y cuando viven de esa manera quedan muertos en vida sin realmente poder encontrar el propósito de algo nuevo que los pueda maravillar.

 

Así que los bendecimos que Dios hermanos, los acompañamos para que no tengan miedo de todo lo malo que pueda pasar, para que entiendan que Dios no los quiere como unos guerreros peleando con la oscuridad pero que si quieren pelear con la oscuridad pues también lo pueden hacer, porque también es parte de la libertad de como ustedes generan un mundo de batallas, de cómo ustedes generan la aventura de saber que pueden enfrentar sus propios miedos pero también como se los hemos ofrecido que pueden empezar a tener una vida fácil sin ser mal habida, que pueden empezar a que las cosas fluyan y tienen el derecho de pedir que Dios mueva cielo y tierra por ustedes.

 

Dios los bendiga queridos hermanos con todo mi amor y mi alegría de hablar de esta manera a veces necesitan encontrarme de unas formas diferentes a las habituales y recuerden que voy a muchos lugares, a muchos espacios, pero que también me alegra poder venir con palabras nuevas y muy personales que no son el genérico de la magia que tenemos que usar en un mensaje en grupo, pero que muchas veces también funciona en la magia del Padre hablándote a ti aunque le esté hablando a miles de personas.

 

Dios los bendiga queridos hermanos con todo mi respeto por ustedes en la gracia de mi Padre Jesús de Nazaret muy buenas noches.

 

Meditación de Liú Buenas noches, Yo soy Liú, vamos a poner nuestros piecitos en  tierra para entregarle a la madre tierra todo lo que hemos tenido emocionalmente guardado en nosotros, el estrés del futuro, de la preocupación, el cansancio de la vida, la sensación que han tenido de esa calificativo que se hacen a ustedes mismos sobre si lo hacen bien, si sobre lo hacen mal, empezamos a liberar lo electromagnético en su cuerpo para fortalecer su campo energético en este momento, para generar el equilibrio de su ser para que las conexiones que han estado viendo de la angustia, el estrés, de la preocupación, de la responsabilidad y de todo lo que los lleva a correr por la vida empiece a tener tranquilidad en este momento naturalmente.

 

Empiezan a sentir que la responsabilidad con ustedes mismos es estar bien, descansar, es poder establecer la tranquilidad en su mundo de que todo lo que están haciendo es perfecto, pero que también hay acompañamiento para que puedan sentirse mejor.

 

La madre tierra llega con sus elementales en este momento para recordarles que ella los cuida, para recordarles que ella los alimenta para que se reconcilien con el aire, con el fuego, con el agua, con la tierra, para que su cuerpo restablezca las funciones del placer, porque aunque el cuerpo pueda soportar dolor y sufrimiento no está diseñado para vivir en él, empiezan a sentir que todos los químicos dentro de su ser, los neurotransmisores, las hormonas, en su ser empiezan a equilibrarse.

 

Empezamos a desdoblar en su ser las proteínas, todo lo que necesitan que ubiquen tranquilamente el funcionamiento biológico de su cuerpo y se dan la oportunidad de comprender que esta maravillosa creación que es el cuerpo físico está diseñado para sanarse …

  (sigue en el video)

 

 

Llevan sus manitas enfrente en actitud de oración para fijar los beneficios del ejercicio que han hecho hoy, les dejo mi mejor energía y me llevo la de ustedes yo soy Liú.

 

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