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Rosario Agosto 20 de 2020
María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas buenas
noches, soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra, reciban todos ustedes la
bendición de sus hogares, de sus familias, en el nombre del Padre del Hijo del Espíritu
Santo, amén.
Sabemos mis hijos que en
estos momentos están presos de la tristeza, algunos del temor frente a todo lo
que está sucediendo en el mundo y lo que aqueja tanto hogar en el proceso de la
enfermedad y de la muerte pero también quiero mis hijos que pueda sentir que sobre todas esas situaciones
difíciles están las elecciones espirituales y la intercesión divina para
comprender, para que aquellos que perdieron sus seres queridos se llenen
de toda la fortaleza y puedan seguir su camino sabiendo que el reencuentro en
ese futuro será seguro, por eso quiero enseñarles mis hijos que en el Cielo hay
esa libertad de desplazamiento, hay esa libertad del encuentro no solamente con
Dios si no con aquellos seres queridos que se han ido, que desde esa distancia
también hay ese acompañamiento aunque ya no haya un cuerpo y es esa
representación del amor que existe y que siempre será un hilo conductor para
que a través del amor sientan a sus seres queridos muy cerca para que puedan
compartir espiritualmente con ellos a través de sueño de la noche, a través de
los recuerdos y a través incluso de esa presencia que bajo el amparo de Dios se
hace manifiesta en la necesidad de sentir a ese ser amado cerca de ustedes.
Invitarlos mis hijos a que
se llenen de esperanza como les hemos dicho en otro momento en que todo esto
terminará, que puedan aprender también a entender el Valor de lo que ha pasado y
bendecirlo como una posibilidad de transformación personal pero también como
algo que les está haciendo recordar que el camino es transitorio en esta tierra,
que les hace encontrar también que siempre en su proceso evolutivo pueden llegar
como humanidad a que todas las cosas puedan mejorar en ese mañana y puedan
tener una respuesta en el beneficio de la calidad de vida de todos, por eso
siendo la salud una herramienta tan importante y una necesidad tan importante
para el ser humano, brindarle esa responsabilidad no solamente en responder a
los niveles de la enfermedad que se manifiesta sino a los actos preventivos
para que el ser humano esté sano es también algo supremamente importante; que
esta sociedad humana entienda al ser humano como un ser integral que necesita
vivir en forma armónica y que en ese proceso de su ser interior se conectan sus
emociones, se conectan sus pensamientos con su cuerpo y que se manifiesta
muchas veces en la enfermedad como una manera de parar y como una manera
también de sanar heridas que no siempre se pueden sanar en el proceso de la
mente o que no siempre se pueden sanar en el proceso como tal de la emoción.,
Hoy los bendecimos mis
hijos envolvemos aquellos seres que están en medio de la enfermedad en nuestro
Manto Sagrado, envolvemos a todos aquellos que están viviendo el duelo de la
pérdida de un ser querido, de un trabajo, de una relación de pareja, oramos
también porque puedan sentir que este núcleo familiar se puede restaurar, que
pueden empezar a retomar el camino del volver al hogar como una posibilidad de
restablecer la importancia de la familia y de poder sentir que en algún momento
si desde su corazón ustedes desean que su condición de trabajo pueda cambiar
para darle prioridad a su casa, para que su trabajo pueda estar integrado a ella
también lo puedan hacer y puedan sentir que todo es posible.
Si algo se está aprendiendo en estos tiempos es que se
pueden cambiar las reglas del juego, que se pueden hacer concesiones, que se
pueden mejorar las cosas y para aquellos para quienes su situación ha sido más
difícil en estos momentos hagan un alto, entreguen todo lo que les preocupa al Padre
del cielo, dejen de luchar contra la
corriente y confíen en que desde esa mano divina siempre hay una respuesta más
grande de lo que pudieran ustedes hacer.
A veces mis hijos las
penas son tan grandes, los temores son tan grandes, la incertidumbre es tan
grande que es difícil poder levantarse y seguir y cuando eso pasa, cuando sus fuerzas se han ido
recuerden que estamos ahí y que les estaremos siempre mandando ángeles
también terrenos que son como actores que llegan a interceder en nuestro nombre
a ayudarles y a facilitarles el camino cuando más lo necesitan.
Bendecimos las manos de
todos aquellos que ayudan a otros, bendecimos sus manos para que esto que
llaman trabajo sea la vocación de su ser al servicio de otros y que la
hermandad pueda seguir siendo algo que restablezca el concepto de que todos son uno, restablezca
la verdad de que si alguno está mal es también la potestad de todos ayudarle
y sentir que pueden estar ahí también para facilitarle el camino y que si
alguno de los que están mal en algún momento les hizo daño, en algún momento se
equivocó o fue una persona mala o difícil pueda también de ustedes recibir el
proceso de la comprensión y de entender que nunca deben pagar con la misma
moneda, que pueden enseñar a esa personas desde su bondad que se puede ayudar,
que se puede restablecer el camino de la hermandad y que se puede ser gratos.
Reciban mis niños en mi
alma mi Manto Sagrado para que lo porten siempre, para que en todo momento
pueda sentir ese poder que pueden acudir a esta luz celestial y que puedan
sentir tanto milagro que lo vean, que lo perciban como la voluntad del Padre del
cielo evidente de sus vidas. Reciban mis niños de mi corazón mi bendición la de
Dios Padre Todopoderoso con mi amor y el de Dios yo soy María Virgen muy buenas
noches mis hijos.
Jesús de Nazaret
Buenas noches hermanos. En
la Gracia de mi Padre Jesús de Nazaret.
Nazaret como siempre es un enorme placer conversar acercarnos
a sus hogares para transmitirles Paz, recuerden que nunca llegamos a imponer,
que nunca llegamos a decirles qué es lo que tienen que hacer, les respetamos
enormemente su libertad pero que también cuando nos dan el permiso de llegar a
sus vidas lo primero que hacemos es empezar a que ustedes revisen su camino
para que la vida deje de pesar; empezamos a revisar todo ese equipaje de
tiempos dolorosos, de circunstancias que los tienen atados al pasado para que
puedan sentirse nuevamente conectados en el presente con la vida.
¿Cuántos de ustedes queridos hermanos sigue mortificados por
algo que les hicieron en el pasado? ¿Cuántos de ustedes se aferran al dolor, al
sufrimiento y a personas de ese pasado que aunque no estén ahí los mortifican y
les traen los peores momentos a su vida en el recuerdo? por eso llegamos a que
puedan empezar a fortalecerse, a que se construyan en su carácter y en su libertad para poder comprender
que eligen los caminos que son responsables hermanos de lo que les está pasando
pero no culpables, que pueden también en estos momentos de esa
responsabilidad compartirla y dejar que podamos iluminar su camino desde mi Padre
para que la experiencia sea más grata, para que de los frutos que ustedes
quieren, para que sea una experiencia completa.
Porque si están sumidos queridos hermanos en una vida que no
quieren, económicamente preocupados, angustiados porque alguien no los quiere,
porque no saben si esa persona está ahí por amor, si están mortificados por
alguien que viene a torturar su camino es el momento de realmente hacer una
liberación y delegar en nosotros que también podamos hacer ese camino más
sencillo; a veces pareciera en esa construcción interna que todo se pone peor, que
todo es más complicado pero funciona igual queridos hermanos que cuando ustedes
empiezan a limpiar una casa y empiezan a sacar todo lo que tenían guardado
dándose cuenta que había mucho desorden que estaba allí pero que necesitan
clasificarlo para saber con qué se quedan o no. Ustedes están revisando en su
vida con qué se quedan y deben establecer que se deben quedar con aquello que
les guste, que los haga sentir bien, que les traiga bonitos recuerdos porque
muchas veces las personas siguen guardando personas, situaciones, experiencias,
cosas que lo que traen es dolor y sufrimiento cada vez que las ven y por eso
asumir esta verdad como primer capítulo de su vida es también empezar a retomar
el verdadero sentido del estar en este mundo.
No nos cansaremos de
decirles que vinieron a experimentar, que pueden experimentar en el dolor y el
sufrimiento como parte del contraste y del panorama de la vida pero que la
voluntad elevada del Padre del Cielo es que disfruten este camino, que
sientan que vale la pena y que sientan igualmente que pueden sentir que siempre
hay un camino que los ilusione, también venimos a acompañarlos para que se
ilusionen, para que sientan en su camino de vida que siempre hay algo nuevo que
puede subir su energía para levantarse con ganas cada mañana no importa cual edad
tengas, cuando pides esa intercesión para que haya ilusiones siempre
encontraremos personas, encontraremos situaciones, crearemos eventos en los que
ustedes puedan estar para que puedan sentir que estas ilusiones renacen en su
vida, por eso tampoco
queridos hermanos deben perder esa esperanza pero también sabemos que momentos
necesitan ver muchas cosas que no pueden verlo con los ojos de la mente sino
con la evidencia del corazón de Dios, a veces necesitan que Dios los deje
callados no para que teman sino para que sepan de su existencia y empiecen a
recibir tantas cosas que empiezan a sorprenderlos pero que también empiezan a edificarlos
para que ustedes también en esa luz del Padre del cielo puedan elegir un camino
diferente.
Venimos igualmente queridos hermanos a planear cosas juntos, a
sentir con ustedes la vida, a través de ustedes aprendemos aún más de lo que
pudimos haber aprendido cuando hicimos de alguna forma parte de este mundo; nos
sentimos felices cuando nos hablan, cuando nos responden, cuando se dan cuenta
que la oración siempre ha tenido una respuesta que no has podido ver y que a
veces no has podido festejar y no has podido agradecer lo suficiente, por eso
queremos que se conecten queridos hermanos de aquí en adelante con la gratitud,
con lo bueno de la vida, con aquellas cosas que han podido vivir, han podido
manifestar y sientan también que todo hasta las cosas más difíciles que han
podido pasarles ha sido parte de la aventura, ha sido parte de algo a lo que ya
sobrevivieron que tal vez dejó heridas, unas grandes que todavía están
intentando sanar, pero que venimos con este bálsamo bendito de Dios a que
puedan sentir que ya no les duele más; así que tranquilos, confíen que seguirán
encontrando como comunidad, como seres creadores conjuntos al mismo tiempo el
que todo esto pueda terminar, el que toda esta situación pueda también verse
distinta para cada persona y pueda seguir siendo parte de esas elecciones de
vida.
Los bendecimos, bendecimos los alimentos que alguien me decía
que hace mucho tiempo no los bendecíamos pero no lo hicimos esta manera pero
siempre estamos compartiendo su cena, estamos compartiendo su almuerzo, estamos
celebrando alimentar su cuerpo, los acompañamos también al final del día para
que puedan descansar bien y recuerden que siempre deben acostarse con un bonito
recuerdo, acostarse con la esperanza de que el entregarle a Dios a sus
problemas, esos miedos, esas incertidumbres hará que las situaciones mejoren y
tengan el resultado más lindo que ustedes realmente merecen en el nombre de
Dios.
Hasta pronto queridos hermanos en la Gracia de mi Padre, Jesús
de Nazaret
Liú Meditación
Muy buenas noches yo soy
Liú. Vamos a poner las manitas en las piernas, van a pensar en todo aquello que
los ha hecho sentir mal, van pensando en personas y en situaciones y a medida
que lo hacen aprietan sus puños, sienten como recogen en esos puños toda la
rabia, toda añoranza, toda la desilusión, toda la soledad, el miedo, la
desesperanza, el dolor, la tristeza, la injusticia, la desilusión y dejan que
de todo su ser salga hacia sus puños esa enfermedad, pueden sentir que duele un
poco y buscan estirar sus manos y que ellas apunten hacia la tierra, abren sus
manos y sienten como un imán a la Madre Tierra que se empieza a llevar todo
esto que condensaron en sus manos, van sintiendo como ella se libera y hacen
una respiración cada vez más profunda y tranquila para entregarle a la Madre Tierra
esa enfermedad, ese temor a la enfermedad, ese miedo a la vida, ese miedo a la
muerte, entregan la tristeza, el llanto, el agobio, la preocupación, la
desilusión, entregan a la Madre Tierra el pasado doloroso, el futuro
angustiante, empiezan a sentir cómo se va liberando de todo eso negativo y
habiendo entregado a la Madre Tierra todo esto llevan sus manitas a su corazón
y reciben de la energía universal el amor, la alegría, la esperanza, la ilusión,
la paz, la tranquilidad, la comprensión, la sabiduría, la tolerancia, la
tranquilidad, la abundancia, sienten como con sus manos izquierda y derecha
activan la energía en equilibrio del dar y del recibir. Activan en su mano
izquierda el estar dispuestos a recibir, el entender que el recibir es
importante para darle la oportunidad a otro de dar, es aceptar ese primer paso
de la hermandad, de la interacción de unos con otros en el amor.
Se conectan en su mano
derecha con la energía del dar, y en esa energía del dar en su mano derecha
empiezan a sentirse conectados con los demás dispuestos a entregar lo mejor de ustedes,
dispuestos a compartir; al haber recibido empiezan a sentirse abundantes,
empiezan a sentirse llenitos y empiezan también a querer compartir con otros;
entender que ese dar no los hace superiores a otros, que les permite sentirse
útiles, valiosos, que les permite entregar su cariño en su mejor dimensión y
pueden hacer felices a otros y ayudarles en su calidad de vida de muchas formas,
que son capaces de dar desde la sonrisa en adelante en el amor de otros sin el
prejuicio propio.
Ponen ambas manitas en el
pecho, se empieza a generar un proceso de abundancia. Entre más das, más
recibes, entre más recibes, más das y empieza a fluir la energía alrededor tuyo
abundante en todos los aspectos: salud, amor, dinero, el propósito de la vida, llevan
sus manitas enfrente en actitud de oración para fijar el ejercicio que hemos
hecho esta noche.
Les dejo mi mejor energía,
me llevo la de ustedes, yo soy Liú.
unahistoriadeangelesparati.blogspot.com
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