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Rosario Agosto 13 de 2020

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María Virgen

Mis hijitos y mis hijitas buenas noches, soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra, reciban todos ustedes la bendición de sus hogares, de sus familias, en el nombre del Padre del Hijo del Espíritu Santo, amén.

El poder de la oración mis hijos da en el alma una posibilidad de recordar que vienen desde Dios de alimentarse de una manera maravillosa donde entran en un estado de paz, en un estado de tranquilidad, donde también empiezan a facilitarnos esta conexión con ustedes y en los lugares donde se ora mis hijos hay transformaciones.

En este momento estamos haciendo, bajo la oración, esta sanación de aquellas personas que les importan, que están en este momento recluidas en sitios hospitalarios, por aquellas personas que están solitas en casa, por aquellas familias que están en la incertidumbre sus seres queridos enfermos para también recordarles que siempre estamos apostando a la vida y que nuestra responsabilidad frente al ser humano es que siempre hallen una razón para seguir en este mundo y que recuerden que en esa voluntad espiritual individual cada persona siente cuando

 haya dado su hora de volver al Padre del cielo.

Oramos para que puedan recuperarse también emocionalmente aquellas personas que están sumidos en el miedo, en la desesperación, en la tristeza y que se han sentido solos y abandonados para que sientan este cariño del cielo, para que sientan este acompañamiento y puedan recuperar su alegría de estar vivos, de estar tranquilos, de sentir que también todos esos momentos difíciles pasan y que puedan mis hijos de mi alma acostumbrarse a estar en paz, en tranquilidad, a que la vida les regale muchas más cosas bonitas que desventuras, ayudarles a que dejen de enfocarse en ese futuro bajo la angustia de lo que puede pasar, de la destrucción del mundo, de todas aquellas cosas que los agobian para llenarse de esperanza, para llenarse de tranquilidad, para llenarse de confianza en un Dios que sí sabe cómo hace las cosas, que las hace magníficamente y que no ha perdido la potestad del mundo para poder hacer de este lugar un lugar viable para la vida y para que el ser humano siga encontrando su grandeza como hijos de Dios; hoy quiero que me sientan muy cerca de ustedes mis hijos y se envuelven en mi Manto Sagrado para que puedan recuperar esa salud, esa alegría, esa tranquilidad y especialmente para que aquellos que están agobiados en la culpa en los errores, en las cosas que los

llevan a sentirse mal se comprendan y entiendan que todo el mundo se equivoca, que para aquellos que están llenos de odio puedan recuperar ese sentido de la comprensión y de entender que muchas veces inconscientemente las personas hacen daño y que a veces incluso personas con las mejores intenciones pueden agobiarlos y pueden mortificarlos en algún momento.

Les entrego mis niños mi Manto Sagrado y mi alegría proyectada en que todos unidos bajo la oración, todos unidos bajo la fuerza del amor podamos lograr que todo este miedo, que todas estas situaciones dolorosas se superen y que entren en un estado mucho mejor de lo que han vivido hasta ahora y de que lo que los ha llevado hasta ahora a estar en conflicto, en guerra.

Yo sueño mis hijos con un mundo sano, pero no solamente con un mundo sano físicamente sino sano en su forma de compartir la vida, en su forma de vivir, en su forma de respetarse a sí mismos, en su forma de respetar la naturaleza, esta tierra entregada por Dios, de respetar a sus hermanos, de tratarse con el cariño suficiente que Dios espera que puedan tener unos por otros.

Los bendigo mis hijos y recuerden que cuando están mortificados y necesitan respuesta, la mejor forma como Dios puede actuar ante su mundo y que podemos

 actuar como sus emisarios es la e videncia, porque la fe niños de mi corazón se construye precisamente en poder ver lo que otros no ven y poder vivir lo que en algún momento fue imposible para ustedes y que les hizo sentir en su realidad que eso no era posible.

Los bendigo, bendigo sus alimentos, bendigo es agüita bendita del Padre que los va a sanar, igualmente bendigo la vida y les doy la fuerza que requieren para superar esas pérdidas para poder comprender esas pérdidas que han tenido y también poder confiar en que todo va a estar bien.

reciban mis hijos de mi corazón mi bendición y la de Dios padre todopoderoso con mi amor y el de Dios yo soy María virgen muy buenas noches mis hijos hasta

Reciban mis hijos de mi corazón mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso con mi amor y el de Dios yo soy María Virgen muy buenas noches mis hijos.

Jesús de Nazaret

Buenas noches hermanos. En la Gracia de mi Padre Jesús de Nazaret.

 Hace un buen tiempo hermanos le dijimos al ser humano que el momento más

 sagrado, más maravilloso es ese momento en el que aparece la vida, en que hay una conexión mágica entre Dios y el hombre para poder ser creadores de vida, por eso les enseñamos en ese momento que cuando dos personas se unían en ese proceso sagrado hacían el amor. Y es que hacer el amor querido su hermanos es un concepto mucho más amplio que aquel concepto de dos cuerpos que se unen, son dos almas que están recibiendo en ese legado del Padre la posibilidad de traer a un ser maravilloso al mundo desde el amor; es saber que se les da un regalo para llevarlo en su vientre, para que esa semilla masculina también lo acompañe en el vientre de esa mujer y hacer posible que esa obra de dos, donde Dios está también, pueda seguir prolongando la vida en este mundo e igual bajo ese mismo sentido maravilloso se unen esas especies inferiores también para seguir dando la posibilidad de que la vida se prolongue.

Ahora si ampliamos queridos hermanos ese concepto de hacer el amor yo los invito que de ahora en adelante se tomen un segundo de reflexión para dar las cosas con amor, para entregar desde el amor lo mejor de ustedes, desde el amor queridos hermanos todos los seres humanos pueden ser sanadores, cuando una persona acaricia a otra, cuando una persona abraza a otra, cuando una persona consiente a otra, cuando una persona le dice palabras sinceras desde el corazón a otra ese amor le sana, ese amor le hace sentir a ese ser que es valioso, que es importante y para eso queridos hermanos no se necesitan estudios, no se necesita un Magíster, no se necesitan diplomas; para entregar el amor lo único que se necesita es esa  d isponibilidad de conectarse al otro d esde lo que tienen dentro de su ser y también

 desde lo que ustedes quisieran que otros hicieran por ustedes y cuando ustedes echan a rodar esa bola del amor y lo hacen con el respeto y el cariño por todo lo creado, la vida hermanos se vuelve a bundante.

La vida se vuelve no una cadena de miedos, de decepciones, de daños, enemigos, sino una cadena de experiencias sorprendentes donde se retroalimentan también de ese amor, donde también los demás se conectan con ustedes de la misma manera porque créanme que si ustedes entregan con amor lo mejor ese mismo hilo conductor hará que el amor en todas sus formas se manifieste en su vida en abundancia y cuando hablamos de esa abundancia hablamos de salud, hablamos de Progreso, hablamos de bienestar emocional, de poder sentir que muchas personas los aman, los quieren, de poder estrechar sus lazos desde un modo constructivo y al mismo tiempo sentir que en esa abundancia todo lo que hacen se magnifica y le

sirve a otras personas, que se vuelven ustedes una fuente de amor y de abundancia para otros y que también se unen de la misma manera con las otras personas porque cuando ustedes se entregan desde el amor la comida nunca les falta, cuando se unen en esa ley abundante de saber que siempre hay un techo, de querer compartir y dar lo mejor de ustedes a otros, Dios también les ayuda que en esa ley amorosa práctica puedan ustedes recibir el cariño y el respeto.

Por eso hoy nos unimos a esta ley abundante y les ayudamos a que puedan también abstraer el amor; muchas veces están enfocados en lo peor de los demás, en defenderse de lo peor de los demás, hablan de mis enemigos y cuando ustedes miran a los demás como sus enemigos, o como personas a quienes juzgar empiezan a encontrar lo peor de esas personas y esas personas se manifiestan también con ustedes de las peores formas porque el amor también embellece, el amor también entiende los errores ajenos y cuando ustedes entienden esos errores de los demás también ellos entienden los de ustedes, pero creo que s i se habla del amor deben

e ste mundo por eso quiero que se amen hermanos, quiero que se respeten, que si

 se han equivocado en el pasado se perdonen, se comprendan y después de perdonar queridos hermanos que se sintonicen con lo bonito de la vida. La gratitud les permite sintonizarse con todo lo bueno de la vida para poder sentir que hay cosas valiosas que pierden sentido y pierden valor cuando están enfocados en aquellas cosas que todavía no tienen, en aquellas grandes empresas en aquellas dificultades también que tienen y por eso nunca deben perder la perspectiva de saber que así la situación esté tan dura como éste, s iempre hay algo bueno.

Por eso siempre les vamos a decir qué tuvo de bueno algo malo; hay personas que en lo malo del coronavirus se están conectando con su familia, que en lo malo del coronavirus están estrechando sus lazos familiares, están aprendiendo a confiar en un Dios que siempre provee, que siempre abre puertas y alternativas.

 transformados en seres más fuertes, más capaces pero también más conectados con su capacidad creadora para elegir un camino diferente y mejor hacia ese futuro hermanos.

Quiero que sientan el amor que tengo por ustedes, que sientan que lo que realmente vine a enseñarles es el amor, es cuánto los ama Dios, es cómo la vida se transforma cuando se para se paran ya no en el camino del miedo, ya no en el camino del sufrimiento sino que aprenden a pararse en ese camino del amor donde ya no se sienten más solos, porque si ustedes se sienten solos queridos hermanos es porque no se aman, si ustedes se sienten solos es porque les cuesta poner sus ojos, sus gafas, en ese modo de Dios, en ese modo observador para darse en cuenta que hay tantos regalos para ustedes, qué hay tantas cosas maravillosas, que hay tantas cosas tan lindas que pasan desapercibidas sencillamente por estar enfocados en lo que ya se fue, en lo que hoy no tienen y en lo que desean tener pero que están buscando desde la desde la agresividad, desde la angustia, desde el desespero, desde el sufrimiento y desde el dolor.

Por eso venimos queridos hermanos a bendecirlos en el amor del Padre a como es mi tarea acercalos a Él para que entiendan El amor nunca juzga, q ue el amor nunca

 amor y cuando ustedes practican ese amor en todas sus formas la vida empieza a

tener sentido y cuando aman queridos hermanos nunca mueren y dejan una historia maravillosa que contar para que otros puedan aprender de ella.

Dios los bendiga queridos hermanos en la Gracia de mi Padre, Jesús de Nazaret

Liú Meditación

Muy buenas noches yo soy Liú. Vamos a ponernos la mano en el pecho, una manito sobre la otra, nos vamos a sintonizar con los latidos de nuestro corazón y con nuestra respiración; empezamos a permitir que un rayo de color rosado descienda del universo, de todo es amor de Dios, de la divinidad, expande su corazón, que les hace sentir felices, hace sentir paz, que les da un sentido de pertenencia, escuchen en su ser interior: “Eres mi hijo amado en quien me complazco” eso te llena de plenitud, saca una sonrisa de tu ser profundo que hace que el miedo se vaya, que la soledad se vaya, el desamor, que el dolor que ha quedado de las heridas del pasado en su corazón, de las palabras dolorosas, de los eventos tortuosos se disuelvan en ese amor y sientan que nada de eso tiene un poder sobre ustedes, empiezan a sentir que el pasado no duele, empiezan en esta energía a sentirse felices y a sentir que en este amor sus ojos se transforman para mirar la vida diferente, todo les parece

lindo, se sienten agradecidos por su respiración, por estar vivos, entienden los

 contrastes de la vida como parte de la aventura de experimentación, todo aquello que dolía y los sumió en un concepto de víctima hace que ustedes se quiten esa visión de ustedes mismos de perdedores, de frágiles y vulnerables frente a seres malignos en su vida para entender que trajeron a su mundo a esas personas para poder levantarse en un momento, aprender de su vulnerabilidad, pero también aprender a ser fuertes.

Empiezan a sentir que ya no son más víctimas, que tampoco deben levantarse como victimarios a hacerle daño a nadie y se declaran libres para con toda esa experiencia y esa aventura retomar su camino sintiendo que pueden usar su libertad y pueden decir “No, no quiero eso, no lo necesito en mi vida” y que se pueden amparar en la luz del amor divino para sentir que es el momento de vivir todas esas cosas bellas, esas cosas bonitas que merecen vivir; empiezan a aparecer las renuncias: la renuncia al sacrificio, la renuncia al dolor, la renuncia a la desesperanza, a la enfermedad, al agobio, empiezan a conectarse desde el amor con todas las expresiones maravillosas, la libertad del pensamiento, la proactividad para actuar en pos de sus ideales, para amar sin herir, para amar sin hacer daño, sin doblegar, para amar sin tener enemigos y permitirse recibir el amor de la misma manera.

Respiran profundo llevan sus manitas enfrente en actitud de oración para fijar el ejercicio que acaban de hacer.

Les dejo mi mejor energía, me llevo la de ustedes, yo soy Liú.

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