Enseñanzas del Rosario enero 24 de 2013

Rosario enero 24 de 2013

Mis hijitos muy buenas noches soy María Virgen. Reciban cada uno de ustedes mis hijos amados mi bendición  y la de Dios Padre Todopoderoso. Todos los niños presentes física y espiritualmente en esta reunión sagrada tienen mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso.

Es una gran alegría venir desde el cielo mis hijos a los enseñarles lo importante que es en la vida poder comprender lo que es la PACIENCIA; poder llenarse de toda la sabiduría que como adultos tienen para comprender los niños y para poder entender que tienen toda la magnificencia de su edad y la voluntad de Dios para poder unirse en ese proceso de crianza de sus hijos en ese proceso de mostrarles a estas futuras generaciones un camino mejor.

Llegamos a ustedes mis hijos de mi corazón para mostrarles lo importante que es que cada uno de ustedes obre a través de su sabiduría, que obre a través de su comprensión hacia la formación de sus futuras generaciones y hacia la comprensión que deben tener de ver en ellos la evolución que está teniendo el mundo a partir de los niños, a partir de los jóvenes.

Queremos mis hijos que puedan bendecirse a ustedes mismos y puedan saber que cada uno de ustedes son lo mejor de sus padres y que sus hijos son lo mejor de cada uno de ustedes. ¡Qué bonito es celebrar con ustedes la inocencia de los niños y qué bonito es poder celebrar con ustedes la alegría de la vida!

Quiero hoy mis hijos especialmente hablarles de la enfermedad y hablarles de la enfermedad como una manifestación de ese proceso inarmónico de su ser interno; cuando el cuerpo enferma mis hijos es porque ha guardado en su ser durante mucho tiempo causas emocionales causas mentales y situaciones repetitivas que les han venido a hacerse sentir enfermos en un momento y ésa manifestación niños de mi alma es una oportunidad de hacer un alto y descubrir las señales y descubrir las alertas que su cuerpo les está mandando en ese momento; muchas veces mis hijos no logran escuchar esas alertas de su cuerpo, muchas veces mis hijos se les olvida atender su cuerpo y lo predisponen de tal manera a una presión tan grande que olvidan que su cuerpo es el vehículo de su ser que necesita atención, que necesita protección, que necesita ser liberado de la angustia contínua y al mismo tiempo que les está mostrando algo mediante la necesidad que tiene de parar.

Yo sé niños de mi alma que este mundo va muy rápido y que todo este avance de la tecnología y de los requerimientos de la vida les hace ir muy avanzados frente al mundo pero también mis hijos deben saber que en este proceso tan avanzado de la vida donde quieren hacer tantas cosas al tiempo, la sociedad pide tanto de ustedes y necesitan sentir que están todo el tiempo a prueba, deben también recordar que hasta Dios descansó un día y deben por eso mis niños recordar que su cuerpo es sabio y que todo lo que su cuerpo está manifestando en ustedes, no es otra cosa que la necesidad de que ustedes hagan un alto y escuchen lo que su cuerpo les está diciendo.

La enfermedad mis hijos es una oportunidad que tienen de encontrar las causas profundas que los llevaron a enfermar; no se enferman ustedes mis hijos por casualidad, no se enferman porque sí, se enferman porque esas causas profundas los llevan a estar en esos procesos inarmónicos que complican sus cuerpos y que les hace sentir mal en diferentes momentos de la vida y deben saber hijos que como el cuerpo se enferma, también hay la posibilidad de ser sanado.

Aquellas enfermedades crónicas que aparecen mis niños que no tienen ese proceso de ser sanados definitivamente, aparecen porque hay situaciones y causas que logran adormilarles por momentos pero que vuelven y aparecen que hacen que su cuerpo se restablezca por un tiempo pero que vuelva a sentirse mal por las mismas cosas; lo que llaman ustedes enfermedades incurables mis hijos, realmente desde el ámbito espiritual nunca lo son. Porque siempre tienen la oportunidad de así como en un momento su cuerpo estuvo bien, que vuelva a estar bien y se restaure y se sane y que puedan tener ese milagro de la salud en sus vidas.

Quiero que reflexionen hijos y escuchen lo que la enfermedad les está diciendo, escuchen mis hijos lo que el sentirse mal les está diciendo; no solamente la enfermedad física sino la enfermedad emocional que está apareciendo; siempre hay una razón para todo, siempre hay una razón mis hijos por la cual han estado tristes, una razón por la cual han estado deprimidos, una razón por la cual han estado bravos, han estado asustados, han estado limitados frente a la vida pero si logran hacer ese silencio para escucharse a ustedes mismos y logran centrarse en ustedes mismos olvidando tantos ruidos a su alrededor encontrarán niños de mi alma que verán que su cuerpo y que ser, su ser espiritual, les mostrará esa causa, les mostrará esa razón de su enfermedad.

Igualmente mis hijos si logran hacer ese silencio, entenderán la causa de por qué aquellas cosas que han querido, por qué aquellas cosas que han suplicado, que han pedido a Dios, que le han pedido a la vida por las que han luchado tanto no sean dado. Siempre hay una respuesta, siempre en ustedes en su ser interno van a encontrar mis hijos la respuesta que los limita la respuesta que no les permite avanzar en el desarrollo de aquello que piden en su vida física, en su vida emocional, en su vida mental y material.

Quiero mis hijos que sepan que el Señor de los Cielos el día de hoy les otorga a todos ustedes la potestad y la sabiduría, la iluminación para que puedan encontrar las razones de sus enfermedades y permitan su sanación, para que encuentren la razón de sus tristezas, de sus dolores y de sus sentimientos negativos y puedan ser sanados en su corazón, que puedan ver y encontrar las razones que los limitan en su proceso evolutivo y de éxito en la vida para que puedan ser sanados en la posibilidad de ser y en las metas de la vida.

Reciban todos ustedes niños amados mi Manto Sagrado para que lo porten siempre y para que lo porten en todo lugar; reciban niños de mi alma el Espíritu Santo de Dios lleno de paz, de luz, de sabiduría, de progreso, de comprensión, de sanación, recíbanlo para que puedan empezar a tener la sabiduría de la vida y romper todos los bloqueos que hay en ustedes, reciban niños de mi corazón mi bendición y la bendición de Dios Padre Todopoderoso con todo el amor de Dios, yo soy María virgen, muy buenas noches mis hijos Dios los bendiga a todos, gracias por acudir.

Jesús de Nazaret

Hermanos, buenas noches con ustedes Jesús.
Es una gran alegría que hayan podido acudir todos ustedes a esta convocatoria espiritual que nos hace sentirnos muy alegres de poder transmitirles la luz de Dios y poder compartir con ustedes gratas enseñanzas.
Hoy hemos querido hablar sobre diferentes temas y voy a estar saltando de unos temas a otros para casi que hablar a el corazón de cada uno de ustedes; quiero primero que todo muchachos que crean en ustedes, que crean en lo que han decidido estudiar, en lo que han decidido hacer, en esos retos que han decidido asumir porque podrían escoger caminos más fáciles en la vida pero ustedes eligieron un camino que fuera un pico más elevado para ser diferentes y para sentir que están haciendo cosas importantes. Nosotros los estamos acompañando y créanme que si para algunos de ustedes las cosas han sido más difíciles es porque ustedes han pedido que Dios las pongan en forma más fuerte para ustedes pero créanme que no hay un reto, que no hay una circunstancia de vida que ustedes no puedan lograr y que ustedes no puedan superar; nos tienen a nosotros para ello, para facilitarles el momento en que esa cuesta tan empinada que han decidido ascender se esté volviendo difícil, puedan recibir nuestro punto de apoyo y puedan recibir la ayuda que requieren también para escalar más de esos escalones, subir más de esos escalones y poder llegar a esa meta que han establecido.

Nada hay más hermoso que saber que lograste hacer aquello que era tan difícil en un momento y lo veías como imposible; quiero por eso sintonizarme con todos ustedes queridos hermanos y estimular que no abandonen lo que les gusta, que así a su alrededor pareciera que es muy difícil lograr esos resultados, tener el apoyo económico que requieren, el apoyo familiar que requieren, tienen el apoyo de un Padre del Cielo que quiere ver que esas metas se cumplan; no se rindan, tengan tesón frente a lo que quieren porque ustedes han elegido que sea de esa manera un tanto más difícil que para tantos muchachos que se han rendido en el camino porque ni siquiera han tenido una meta tan alta y no han mirado para arriba para poder lograrla. Les vamos a ayudar queridos hermanos recuerden que siempre pueden contar conmigo como su hermano desde el cielo.

Quiero hablarles queridos hermanos sobre la responsabilidad de su verdad y de sus palabras. Aquí no se trata queridos hermanos de hacerle buena la vida a otros teniendo ustedes una vida difícil, no se trata queridos hermanos de pensar en los demás por encima de ustedes mismos aunque muchas veces les hayamos hablado de la importancia de pensar en el próximo, pero cuando piensas en el prójimo por encima de ti mismo lo que sucede es que estás traicionando tu ser y tu verdad y estás dejando de ser amoroso y respetuoso hacia tu propia verdad.

Hoy a una gran mayoría de los que me escuchan no solamente en esta reunión son en muchos sitios donde están leyendo mis palabras en tiempo presente, yo los convoco queridos hermanos a que asuman propia verdad, no se autoengañen; al decir su propia verdad entenderán que esa verdad los hace libres y que si las otras personas los aprecian, los quieren y los comprenden van a aceptar que tienen derecho a decir su verdad, y que es lo que su corazón les está diciendo en sinceridad, creo que la verdad nunca daña a nadie y muchas veces por sostener una mentira tácita en la vida, que es una mentira de silencio, que es una mentira de no querer hacerle daño al otro sacrificando lo que eres, tu futuro o tu verdad, finalmente tampoco le está haciendo el bien a la otra persona porque en el fondo queridos hermanos cuando ustedes callan su verdad están engañando a la otra persona.

Quiero que lo reflexionen para que digan lo que sienten y se liberen del temor a qué actitud la persona va a tomar frente a lo que ustedes digan o si van a perder a alguien.

Realmente cuando ustedes logran decir su verdad y la dicen con sinceridad amor y respeto el otro lo agradece. Y sin este momento no lo agradece, tendrá que procesar toda esa información y en algún momento tendrá que aceptar el hecho de que tú eres libre de expresar tu verdad y que nadie puede decirte qué es lo que tú tienes derecho a sentir o no sentir.

Quiero que esto lo comprendan queridos hermanos para que puedan asumir esa verdad en sus vidas y puedan empezar a centrarse en ello para dejar de vivir en las verdades o en las mentiras de las otras personas y empiecen a centrarse en ustedes mismos a hacer lo que les corresponde frente a su vida dejando de hacer o no hacer las cosas pensando en el qué dirán o pensando en hacerle fácil la vida a las otras personas por encima de ustedes mismos.

Hoy quiero que sepan queridos hermanos que la luz en mi Padre siempre está sobre ustedes y que aunque a veces pareciera que sus oraciones no son escuchadas, aunque a veces pareciera que Dios no estuviera con ustedes o que tal vez lo que están pidiendo no es adecuado, Dios se sintoniza con ustedes para poder ir quitando todos sus baches, todas sus limitaciones frente a aquello que están pidiendo.

Hoy quiero pedirles que su oración sea intensa, que su oración sea convencida y su oración permita que todos los días se disuelvan en ustedes las tinieblas del escepticismo. Créanme queridos hermanos que cuando oran no están convenciendo a mi Padre de que aquello que ustedes piden se lo merecen, mi Padre está totalmente convencido de ello. Cuando oran, la lucha de la oración en sí lo que están pidiendo es correcto, la lucha de la oración frente al sentido de la realidad y del sentido común terreno que les dice que lo que piden es difícil o imposible no es ante Dios, no es para convencer a Dios, no es para romper lo que Dios no quiere para ustedes; es para romper sus propios miedos, es para romper sus propias limitaciones, porque como en otros momentos les he dicho queridos hermanos que si no hay más milagros en la vida es sencillamente porque su limitación no permite que esa luz de los milagros se de para ustedes. Vuelvo y repito queridos hermanos, “todos son merecedores de milagros”, todos ustedes son merecedores de ser felices, todos ustedes son merecedores de tener una buena vida, pero entiendan que ustedes decidieron venir a esta tierra donde hay retos, y dificultades, hay dolor porque ustedes pidieron en su fuerza espiritual y desde su libertad espiritual venir a este mundo olvidado, venir a este mundo donde ustedes olvidan quienes son para llegar y recordarlo porque no hay nada más hermoso que estar perdido para después encontrarse y saber que realmente nunca estuvieron perdidos.

No hay nada más hermoso que pasar del no saber al saber para entender que la mayoría de las veces lo que están haciendo al saber, es recordar lo que ya sabían. Es también la tierra una oportunidad de recibir y de vivir el desamor y la soledad para recordar y saber que nunca están solos y que ustedes en su misma esencia son AMOR; por eso cuando ustedes creen queridos hermanos que no tienen amor y mis queridas señoras y señoritas especialmente que creen que no tienen amor, es porque han olvidado que ustedes de por sí son amor
y el amor despierta amor,
suma amor
y da como fruto AMOR.

Entonces recuerden queridos hermanos que no deben hacer de su vida un suplicio por lo que no llega, que no deben hacer de su vida una amargura por lo que hoy no hay, deben desear siempre y nunca les estamos diciendo que no deseen, deben seguir teniendo nuevos retos en la vida porque si no tuvieran ilusiones si no tuvieran retos qué sentido tendría la vida, perdería toda ilusión y ya querrían estar aquí, pero deben saber queridos hermanos que cada ilusión, cada sueño, es alcanzable y que cuentan con nosotros para lograr que ese sueño se realice, cada vez que ustedes oran están quitando una piedra del camino, cada vez que nos piden ayuda, están quitando otra piedra que el camino y nosotros estamos de su cavando hacia abajo para rescatarlos y ustedes están cavando hacia arriba para ser rescatados. Pero mientras todo esto sucede en los nuevos retos de la vida nunca se deben olvidar que ya hay cosas que han alcanzado y que deben darle valor a esas cosas. Denle valor a la vida que tienen, la salud que tienen, a los hijos que tienen, a los compañeros, compañeras que tienen, a las novias, novios que tienen, denle valor al estudio que quisieran tener, denle valor a la ignorancia, denle valor al desamor, denle valor a todo lo que hoy es carencia porque la carencia busca ansiosamente llenarse.

Entonces si lo puedes ver de esa manera y saber que hoy algo no lo tienes en la vida pero en lugar de volverlo una frustración lo vuelves un reto y una meta alcanzable y empiezas a decir “yo puedo”, y empiezas a decir “yo merezco” y empiezas a decir “yo se”, y “yo soy” empiezas a acortar las distancias del tiempo y del espacio para poder lograr aquellas cosas que quieren.

No estén tristes queridos hermanos por aquellas personas que se han ido de una u otra forma en su vida, los que se han ido de su vida porque han decidido hacerlo, deben saber que son personas transitorias en su camino que así hayan tenido unos lazos muy importantes, hoy ya esos lazos no los unen y deben evolucionar hacia conocer nuevas personas y que igualmente hay un cariño, y un efecto y hay un amor y una gratitud que debe haber sobre lo vivido y deben centrarse en eso para entender que así como con esas personas compartieron o una amistad o una sociedad o una relación afectiva o una relación de padres e hijos, llegarán nuevas personas para vivir formas de vida y para vivir situaciones diferentes, nuevas y hermosas relaciones.
Quiero que igualmente frente a los que han perdido seres querido en la luz de Dios, porque han finalizado su proceso de vida, ellos están vivos y están en la esencia natural del ser y saben que los pueden atraer a su vida no solamente queridos hermanos con el recuerdo, sino con la luz de su corazón.

Hay una llave hermosa en la cual pueden hallar ese cariño y el reencuentro con las personas que se han ido y son los sueños, los sueños permiten abrir una puerta entre los vivos y los muertos para comunicarse; los sueños queridos hermanos abren una puerta frente a aquellas almas que se conocen y se buscan para que esas almas puedan reencontrarse en el proceso de la vida, por eso a veces sueñan con esas personas que han amado y se han venido ido de su vida a otro país, a otros lugares, porque es una forma como sus almas se encuentran de una forma sublime, de una forma más limpia.

Recuerden queridos hermanos que cada uno de ustedes tiene mi amor infinito, que los admiro a todos ustedes por darle a su vida un nuevo sentido que no es solamente el material de una carrera frente a la vida para poseer cosas o poseer  cosas o poseer personas o poseer éxito o poseer poder o fama; ustedes están encontrando un valor en su vida sagrado que les está haciendo sentirse orgullosos de lo que son, orgullosos en el buen sentido de la palabra de lo que han sido y serán no en forma comparativa con otras personas si no en forma sublime sabiendo que ustedes realmente son únicos, son muy especiales y que son irrepetibles.

Los amo con todo mi corazón queridos hermanos y les dejo mi cuerpo y mi sangre representado en lo que consumirán esta noche, reciban queridos hermanos la bendición del Padre y mi paz para cada uno de ustedes. Muy buenas noches con ustedes Jesús de Nazaret al habla.