Habla por
teléfono con tu Ángel de la Guarda. Tu mensaje o mensaje para tus hijos, o de
Pareja, o hablas con alguien del Cielo.
Un Arcángel.
María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas queridas buenas noches, soy María
Virgen madre de Dios y madre vuestra, reciban todos ustedes en su corazón mis
hijos amados mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, la bendición de sus
hogares, de sus familias, en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo
Quiero mis hijitos que cuando oren a Dios y le pidan algo lo
hagan no solamente con la ansiedad de que eso pueda llegar sino de que cuando
eso suceda puedan regocijarse en ello y puedan llenarse de la gratitud suficiente de la plenitud
para disfrutar aquello que le han pedido tanto al Padre.
¿Cuántas veces mis
hijos piden con anhelo algo y cuando ya lo tienen pierde valor? es necesario que puedan recordar esos momentos antiguos en
que no tenían todo lo que tienen hoy para llenarse de valor, de gratitud frente
a eso que piden y puedan regocijarse mis hijos sabiendo que el Padre del Cielo siempre
escucha las oraciones y desea totalmente ese cariño, ese disfrute que ustedes
deben tener por aquello que le piden al Padre del Cielo. Quiero Por eso mis
hijos de mi alma que visualicen eso que anhelan manifestado y que todos los
días puedan sentirse felices frente a haberlo logrado, que tome valor esos
hijos que tanto pidieron, que tome valor esa pareja que tanto pidieron, que
tome valor ese deseo que tuvieron en un momento de poder reencontrarse con sus
padres, ese valor sobre su trabajo y no pretendemos que se queden en algo que
en un momento ya no representa la respuesta externa que ustedes quieren; es que
muchas veces están en lo que más quieren y aún así no lo pueden disfrutar.
Yo los invito a mis hijos a que se unan a esa energía de la
gratitud, se unen constantemente a esa plenitud de sentir que todo en esta vida
llega en abundancia y que al contemplar estos momentos difíciles sabiendo que
le han pedido al Padre que se cesen podrán llegar a una etapa nueva en la cual
podrán sentirse plenos y dejarán de sentirse aburridos en la vida, dejarán de
cuestionar si realmente esta vida tiene ese valor para ustedes, se sentirán
totalmente conectados con nosotros y podrán sentirnos cerca de ustedes no como
aquellos que venimos a criticar sus actos, no como aquellos que venimos a dañar
esos momentos que pueden tener de intimidad o a decirles qué lo que tienen que
hacer sino como aquellos que venimos
a acompañarlos cuando esas cosas están siendo tan difíciles de entender, cuando
necesitan de la comprensión y cuando están tan cansados, tan mortificados, que
necesitan un abrazo, que necesitan sencillamente el amor tan incondicional que
Dios tiene porque ustedes son sus hijos, porque ustedes lo merecen, porque Dios
siempre lo anhela.
Mis hijos de mi alma reciban mi Manto Sagrado para que lo porten
como un símbolo del amor que les tengo y de esta posibilidad de a través de mi Gracia
como madre ayudarles a que puedan recuperarse; recuerden mis hijos que para
Dios no existen enfermedades incurables, que para Dios no existen problemas que
sean demasiado grandes o situaciones que sean tan triviales como que Él no se
ocupe de ellas porque tenga cosas más importantes que hacer, recuerden que
ustedes son infinitamente valiosos para Dios y que el milagro de la vida, el
milagro de ustedes está sustentado a cada segundo y cada segundo puede haber
solución frente a todo aquello que ustedes sienten que no lo hay.
Reciban todos ustedes mis niños presentes en la distancia mi
bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, con todo mi amor y el de Dios, yo
soy María Virgen muy buenas noches mis hijos hasta siempre.
Jesús de Nazaret
Buenas noches hermanos. En la Gracia de mi Padre Jesús de
Nazaret.
Vengo invitarlos a orar
queridos hermanos. Orar al Padre es hablarle con la franqueza de su ser,
es hablarle como lo harían con el ser de su mayor confianza y aunque ustedes
realmente puedan sentir que Dios lo sabe todo hablar con Dios es desahogarse,
hablar con Dios es que ustedes se escuchen a ustedes mismos y se aclaren y
sientan que realmente Él puede estar ahí.
Voy a enseñarles a orar. Cierren sus ojos queridos hermanos sintonícense con su
corazón y dígale a DIOS:
“Señor tengo miedo, estoy cansado estoy muy preocupado, siento
una inmensa angustia por lo que va a pasar, siento mucha rabia porque he vivido
cosas injustas, me siento culpable porque a veces no sé si he hecho lo
suficiente.
Tengo rabia contigo Señor, tengo rabia porque a veces siento
que no me escuchas, a veces siento que nos dejas solos a veces Señor siento que
este mundo es un caos y a veces siento que no existes; te pido perdón porque me
siento culpable de sentirme así, me siento culpable de hablarte como te hablo y
a veces me siento desagradecido porque miro todo lo bonito que mi vida tiene y
no lo reconozco, no lo siento, no lo puedo disfrutar.
Me entrego a ti y te pido que todo esto que me aleja de ti,
todo esto que me hace sentir tan confundido casi como loco tú puedas
organizarlo puedas tallarlo en mi ser para darle sentido, quiero que me enseñes
tu amor, quiero conectarme con toda esta vida desde un orden diferente a como
lo he hecho hasta ahora. Ya no quiero sentirme más a prueba, ya no quiero
sentirme más sólo, ya no quiero sentir que no me amas, ya no quiero sentir que
estás lejos de mí, ya no quiero sentir que no soy digno de ti, me entregó porque
he hecho lo mejor que puedo, porque siento que dentro de mis capacidades ya no
hay más que hacer, que pienso todo el tiempo en qué podría hacer para merecer
ser amado, para merecer tener una vida maravillosa y no lo encuentro.
Es Señor que una parte de mí se siente insignificante frente a
ti pero sé que cuando acudo a mi corazón y estoy acá sé que tú también lo estás
y por eso necesito que muevas mi mundo, yo sé que si vas a mover mi mundo habrá
cambios pero quiero conectarme con lo mejor de esos cambios porque quiero
sentir tu amor, porque sé que mis guías, mis maestros, mis Ángeles, mi familia,
mis amigos, me han dicho que me aman, ¡que tú me amas! pero quiero reconocer y
sentir ese amor en mí.
Me entrego a ti para que me transformes, para que transformes
esta realidad para que yo pueda dejar de sentirme en contravía de lo que sucede
y empiece a ver que mi vida se transforma en algo diferente; no te lo pido Señor
con prepotencia, incluso cuando te hablo esta manera con esta pasión es mi
sinceridad y desde ella sé que tú me comprendes y que me conecto contigo porque
te estoy hablando como un hijo que necesita de tu presencia.
Gracias Señor de antemano y me quedo en este espacio, en este
sitio donde sé que voy a poder observarte mostrándome, ayudándome, rescatándome
como yo lo necesito. Amén”
Entonces queridos hermanos cuando le hablan así a mi Padre, cuando le
cuentan sus cosas, cuando incluso en esos momentos tan bonitos se apartan un
poco y dicen “aquí estoy, está pasando lo mejor de la vida, se está gestando
un hijo, se está gestando un negocio, se está gestando la vida, amanecí vivo, ¡Gracias!”
ese compartir también esos bonitos momentos hará que en esa empatía puedan
realmente sentir que pertenecen y que son realmente importantes para el Padre porque lo son,
los entendemos queridos hermanos porque a veces este juego de la vida es tan
intenso que se les olvida que hay algo más que esta realidad virtual que es la
vida, les hace en momentos olvidar que es un alto espiritual, un momento
espiritual, una experiencia espiritual pero que como espíritus vienen desde un
lugar y vuelven a él, y vuelven a esa forma en la cual ya no habrá un cuerpo,
ya no habrá una tierra para ustedes, pero que mientras están aquí queremos que sientan que están
acompañadas y que todo está contemplado dentro de la voluntad de Dios porque ni
una sola hoja se mueve sin su voluntad y porque todo lo que está pasando es
parte de ese juego estratégico de la vida del cual ustedes son protagonistas
para salir más fuertes, para salir más capaces, para que todo esto sea una
aventura y ustedes puedan sentir que realmente vale la pena y créanme que
tienen las herramientas pero que estamos enseñándoles a usarlas.
Dios los bendiga queridos hermanos en la Gracia de mi Padre, Jesús
de Nazaret muy buenas noches.
Liú Meditación
Muy buenas noches yo soy Liú. Voy a hablar de la voz
precisamente con lo que está sintiendo Giovana en este momento con su voz,
vamos a sintonizarnos un momento con la voz como decreto y vamos a permitir que
la voz represente esa forma de decretar, esa forma de conectarse también con
una vibración superior.
Ponen sus manitas en actitud de oración, vamos a vibrar el Om
Shanti.
Om es Dios, Shanti la
paz que transmite. Vamos a vibrar Om hasta la mitad del aire Shanti hasta el
final y eso nos va a permitir calentar esa voz, nos va a permitir sintonizarnos
también con esa creación divina y con esa conexión con la Tierra.
Toman aire profundo…..
“Om Shanti”
Permitan que su respiración sea más profunda, llenen toda su caja torácica de
aire, permitan que su vientre se expanda para llevar oxígeno ese alimento
vital, ese alimento universal hacia las fibras más lejanas de su cuerpo, hasta
las más profundas.
Toman aire profundo…..
“Om Shanti”
Nos sintonizamos con el poder de la palabra, nos reconciliamos
con el poder de la palabra, transformamos la palabra desde la reactividad del
grito, de la angustia, del desespero, a la confianza, a la expresión de la
verdad, del grito de angustia, al grito liberador, de la expresión de su fuerza
básica terrena, ponemos las manos sobre el corazón, hacemos la tarea de
sintonizarnos con nuestro ritmo cardíaco, permitimos que nuestro corazón se
relaje, se tranquilice, que sintamos la paz suficiente ahí en nuestro ser para
transmitirlo a nuestro cuerpo en general, físico, para envolver ese cuerpo
emocional de alegría, de tranquilidad, para despejar nuestros pensamientos,
nuestros temores que manifiestan una realidad limitada y angustiante, nos
sintonizamos con la fuerza del espíritu nuestro, encarnado, conectado con
nuestro yo superior y el Espíritu Santo que es el Dios en Creación.
Con la mano en el corazón dicen: “Yo soy el que soy”,
“Descubro mi potencial”, “Reconozco la
Fuente en mi ser y me expando en luz creadora, en luz proactiva para liberarme
y liberar a otros de esos límites que empequeñecen mi ser y evitan mi plenitud
reconozco lo vivido como mi grandeza, como lo que he superado y como lo que he
aprendido como una máxima de un ser, lo recibo, lo entrego y me vuelvo una
fuente activa de dar y recibir en forma amorosa”,
Llevo mis manitas enfrente en actitud de oración, me lleno de
paz y me lleno de tranquilidad, me lleno de regocijo, de confianza y dejo que
todo lo que había evitado esa tranquilidad se quede fuera de mí, lo entregó a
la luz, lo disuelvo porque sé que también la luz de la guía lo transformará en
las oportunidades y en todo lo que he pedido.
Respiren profundo.
Les dejo mi mejor energía, me llevo la de ustedes, yo soy Liú.
unahistoriadeangelesparati.blogspot.com
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