María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas muy buenas noches soy María Virgen madre de
Dios y madre vuestra. Reciban hijos amados presentes y en la distancia, mi
bendición, la bendición de Dios Padre Todopoderoso.
La bendición de sus hogares, de sus familias en el nombre del Padre,
del Hijo y Espíritu Santo, amén.
Los corazones hijos de mi alma se endurecen porque poder sobrevivir a
tantas experiencias difíciles requiere muchas veces de un corazón fuerte y en
ocasiones un corazón se endurece tanto no logra diferenciar el amor, no logra
perdonar; pídanle a Dios
mis hijos que les dé la oportunidad de ablandar su corazón y entender que si
esperan el perdón de otras personas ustedes deben aprender a perdonar y
comprender que la vida todos están caminando este proceso haciendo lo mejor que
pueden y que bajar la guardia y abrir el corazón no es dejar que todos
les hagan daño si no poder realmente poner en confianza su voluntad en el amor
mismo, en Dios y en que se siente mucho mejor la vida cuando han dejado de
desconfiar, cuando han dejado de vivir pendientes desde el corazón de quién
puede estarles haciendo daño o lo más
difícil aún el que alguien en algún momento les hiciera daño vale la pena que usen ese bálsamo cicatrizante
que es el perdón para que su recuerdos lleguen a su mente ya sin toda esa
situación interna de sufrimiento por cosas que ya sucedieron y que ya
ustedes no van a poder ir al pasado a cambiarlas.
Entendemos que en muchos momentos cuando la vida sido dura han tenido
que aferrarse a ese corazón amarrado en una mano para seguir con su vida, para
poder continuar, pero para que haya transformaciones mis hijos es necesario
dejar que ustedes se eleven a un nivel donde ya la violencia, donde ya el
castigo, donde ya la indolencia no sea parte de su vida y por eso abrir el
corazón es volver a sentir porque cuando cierran el corazón para no sentir
dolor, para no sentir traición, para no sentir sufrimiento, también se pierden
la oportunidad de sentir muchas cosas hermosas que también tiene la vida; por
eso quiero que oren porque su corazón pueda ser ablandado, porque su corazón
vuelva a sentir, porque ustedes se llenen de ilusiones y puedan tener la
compasión en el corazón para otros pero especialmente sean compasivos con
ustedes mismos ante sus temores, ante sus equivocaciones, para que de esa
manera sientan que está la compasión a su alrededor porque algo que deben tener
totalmente claro es que la compasión de Dios está y la comprensión de Dios está
porque Dios sabe cuál es su sufrimiento, Dios sabe todo lo que ha pasado en sus
vidas y Dios sabe cómo han estado mortificados y por eso también perdonarse es
entender que en momentos para poder seguir adelante decidieron no creer en
nadie, decidieron incluso pensar que Dios no estaba ahí y Dios siempre está,
está tanto en los momentos más dolorosos como en los momentos más hermosos de
su vida y de cada ser humano está el poder despertar hacia ver que si bien
todas aquellas cosas buenas y malas hacen parte de la vida puedan sentir que
detrás de todas las cosas siempre hay algo maravilloso, siempre hay una
comprensión amorosa y siempre hay algo en su corazón que les haga sentir que
todo eso ya no tiene un poder sobre ustedes y ya no tiene por qué repetirse.
Por eso al abrir su corazón y pedir que el corazón de los demás se
abra, la guerra desaparece, la violencia desaparece, el sentir que son buenos
que al serlo los demás se aprovechan de ustedes y sentir que tienen que hacer
algo en medio de la violencia haciendo parte del conflicto pueda bajar y puedan
sentir que hay otros caminos. Créanme que sí hay caminos diferentes a los de la violencia, sí
hay caminos diferentes a los de la guerra, sí hay caminos diferentes a los de
educar un hijo a golpes, a los de enseñarle a una pareja a violencia, con
dureza, con imposición, con rabia, hay caminos más amorosos para lograr las
cosas en la vida, caminos mucho más sencillos que el sentir que tienen que
hacer las cosas de formas duras y difíciles y pídanle a Dios que ustedes mis
hijos puedan hallar esos caminos fáciles, que Dios pueda hacer más fácil su
camino de vida y que si bien en muchos momentos ha habido momentos difíciles
pídanle a Dios que les enseñe cómo vivir una vida fácil, cómo tener una
relación bonita, cómo tener un trabajo que les guste, que les deje tiempo para
vivir otras cosas, que le pidan a Dios que ya no les duela más, que ya no
tengan que aprender por el dolor físico, por el dolor emocional, por la tortura
mental; pídanle a Dios que Él haga su obra en ustedes y puedan recibir esa
tranquilidad que les ha sido esquiva y ese amor que también en muchos momentos
no han podido recibirlo como ustedes quisieran y que ha sido totalmente
complicado, difícil, porque recuerden que ustedes crecieron en una sociedad que
les dice que porque los quieren los aporrean, que porque los quieren tienen que
tratarlos mal para que otros cuando los vayan a tratar afuera ustedes sean
fuertes en una sociedad que les enseñó amor como traición y amor como
sacrificio y como dolor.
Por eso hemos venido hoy mis hijos a llenarlos de ese amor comprensivo,
compasivo, que desde Dios tenemos para ustedes, les entrego mi Manto Sagrado para
que lo porten siempre, para que lo porten en todo lugar, les entrego el
espíritu Santo de Dios que desciende para darles paz, tranquilidad y bendecimos
los alimentos que consumirán esta noche para que los llene de alegría, de
confianza, que los llene de tranquilidad y de perdón.
Reciban hijos de mi corazón mi bendición, la de Dios Padre
Todopoderoso, con todo mi amor y el de Dios soy María Virgen muy buenas noches
mis hijos hasta siempre.
Jesús de Nazaret
Buenas noches hermanos. En
la Gracia de mi Padre Jesús de Nazaret.
Yo sé que ustedes a veces
sufren más por otros, sufren porque una persona que aman está enferma, porque hijo
está en problemas porque un Papa puede tener enfermedades, puede tener
conflictos económicos, problemas de pareja, porque tuvieron un disgusto con
alguien o más bien esa persona se disgustó con ustedes y ¿cómo poder realmente
pedir por una persona que está mal?
Es importante que le pidan
a Dios haciendo antes del pedido como tal una revisión de que su dolor y su
sufrimiento no le sirve esa persona; cuando ustedes están sufriendo por una
persona queridos hermanos le están entregando a ese ser más sufrimiento, le
están entregando esa persona más dolor. Cuando ustedes están preocupados por
alguien sé que no es un camino de fácil decir sencillamente “no me preocupo” deben elevarse un momento
y pedir a Dios por ustedes para que primero les quite a ustedes su preocupación,
su angustia, su tristeza, su pesar, su rabia, su inconformidad por estas
personas o por esta situación y cuando ya se sientan más tranquilos, cuando se
sienten más en paz pídanle a Dios por esa persona y usen el poder de su
imaginación para ver esa situación solucionada, para ver a esa persona en paz,
para ver a esa persona tranquila y así es como deben pedir.
Es que lo que ustedes
pidan para otras personas primero deben pedir que ustedes lo sientan en ustedes
para que así ustedes se sintonicen en paz con esa persona, no se sintonicen en
mortificación y que al sentir en ustedes la paz sea su paz la que entreguen, la
que le faciliten a otro. Por eso yo siempre les digo “Mi paz les entrego, mi paz les doy” para que ustedes puedan también
una vez les haya entregado mi paz entregarme la suya también y pues no se trata
de hacer intercambios. Muchas veces se piensa que Dios necesita esos
intercambios de sufrimiento con tal de que una persona se sienta bien. ¿Cuántas
veces escuchan a otra persona que no se separan por unos hijos? O que aceptan un
trabajo que no les gusta por unos padres o por unos seres queridos, cuántas
personas sienten que el sufrimiento de ustedes es la voluntad de Dios y que
ustedes lo entregan a Dios con tal de que Dios tenga en cuenta las peticiones que
ustedes están haciendo por el bienestar de otras personas, pero cuando ustedes
miran el trasfondo esa situación queridos hermanos pareciera que Dios es un
tirano que necesita verlos sufrir con tal de que las personas estén bien. ¿Cuántas
veces una persona que llega a ustedes en sufrimiento les dice yo les entrego
esta blusa que tengo y me voy desnuda con tal de que tu cobijes a alguien? ¿Cuántas
personas ofrecen de regalo un anillo que les dio su mamá, y les dicen te lo
dejo aquí para que lo tengas porque no me quiero separar de él pero con tal de
que me ayudes económica y financieramente yo me sacrifico? Fíjense que en las
veces que esa persona les hablaba esa manera ustedes se sienten mal, que pueden
ayudar sin necesidad de pasar una factura, sin aprovecharse de esa persona.
¿Ustedes creen que Dios están
en un momento muy duro va a aprovechar para decir ¡arrepiéntete!, que Dios va a aprovechar para decir ¡eso te pasa por haberte portado mal! o ¡eso te pasa por no haberme hecho caso! No.
No funciona así, cuando ven que una persona está mal se les olvida todo lo mal
que se pudo haber portado, ustedes lo que quieren es que esa persona esté bien
y si en sus manos está ayudarle, su compasión que era de lo que hablaba la Señora
Del Cielo y su apertura de corazón hará que en esos momentos estén ayudando a esa
persona incluso si alguien les dice “usted si es sinvergüenza, si ese hijo la
llama y está mal, ¿usted por qué acude a él?” “si ese hombre le llama ¿por qué acude
a verlo?” Pero es que juzgar es muy fácil queridos hermanos y muchas veces en pos de eso que llaman la dignidad las personas endurecen su
corazón y dejan de usar el sentido del amor y de esa fuerza superior espiritual
para entender que hay cosas que es necesario hacer con cariño, yo no les
estoy pidiendo que se esfuercen a hacer algo que no quieren hacer, les estoy
pidiendo es que reflexionen y miren cuántas veces han dejado que sea su
orgullo, que sea su rabia, que sea su venganza la que pueda decirles “yo
primero muerto que descolorido pero no bajo la guardia bajo ningún aspecto”
porque hay que escuchar al corazón y hay momentos en que ustedes quieren que
las cosas sean diferentes pero para no ser una víctima de alguien por su buen
corazón vayan siempre con Dios por delante, vayan siempre con su verdad por
delante y créanme que si ustedes van a ayudar a una persona que realmente no
esté dispuesta a recibir de buena manera su ayuda no se la podrán dar y esa
persona no la podrá recibir y para ustedes quedará un mensaje claro que ustedes
con su mejor disposición quisieron ayudar a esa persona pero que era esa
persona la que tenía el corazón duro y no quería recibir.
Por eso queremos
queridos hermanos que sigan en esa tarea de conocimiento y de exploración de la
vida, siempre queremos que la pasen bien, que se den regalos, a veces los
regalos en apariencia se los deben dar ustedes solitos porque trabajaron
durante un tiempo, porque se lo merecen, pero cuántas personas aún mereciendo
un descanso, aún mereciendo una buena comida, aún mereciendo una buena cama se
niegan, se niegan un colchón así sepan que lo necesitan porque tiene los
alambres por fuera, cuántas personas se niegan darse cosas bonitas porque de
alguna forma son duros y también si en ese proceso logran amarse dejarán que Dios les mande muchas
bendiciones y que muchas cosas que ustedes no se han ganado pero que son buenas
que son amorosas desde Dios, puedan llegar como regalos de vida porque
así como hablamos del día de hoy como un presente Dios tiene muchos presentes
para ustedes y Dios nunca olviden queridos hermanos tiene mucho más que darles
que ustedes que pedirle.
Los bendecimos en esta
noche y nos sentimos felices de podernos ir en esta fría noche a acostarnos en
sus camas, a acompañarlos, a quienes están tristes abrazarlos, a quienes tienen
la cabeza confundida pasarles la mano para que se aclaren, a quienes tienen el
corazón herido, a ponerles la mano en el corazón y a quienes tienen frío pues a
calentarlos.
Dios los bendiga, en la Gracia de mi Padre Jesús de Nazaret.
Liú Meditación “Muy buenas noches yo soy Liú, vamos a sintonizarnos
con esta noche fría y maravillosa, vamos a dar gracias por el techo, vamos a
enviar nuestro amor a todas las personas que tienen dificultades con su techo,
les mandamos todo nuestro amor para que sus goteras se tapen, nos imaginamos
viendo esas personas cálidas que puedan tener una taza de chocolate caliente,
de agua de panela, y nos sentimos felices de poder tener abrigo en esta noche;
escuchamos el sonido de la lluvia, y nos sentimos felices porque esta lluvia
representa el alimento de los ríos, representa que podamos tener agua dulce,
representa lo que la Madre Tierra necesita para humedecer los campos, para
traerles los alimentos que requieren. Nos sintonizamos en este momento con el
elemento agua y decretamos que esta agua maravillosa, dulce que está cayendo
desde las nubes se homologue también viéndola limpia, en su pH perfecto,
totalmente ozonizada, oxigenada, como ella sintoniza con sus aguas internas.… ” (sigue
el ejercicio.)
Próximo Conversatorio:
junio 1 de 2019 inscripción previa
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