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viernes, 5 de enero de 2018

Rosario en Enero 4 de 2018

Conversatorio sábado 6 de Enero 2018,  3 pm a 5:30 pm.


María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas queridas muy buenas noches, soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra, reciban mis hijos amados presentes y en la distancia mi bendición, la bendición de Dios Padre Todopoderoso.

Con cada año que finaliza mis niños finalizan también vidas, quedan recuerdos dolorosos, difíciles que los lleva a reflexionar sobre el valor del presente y de la vida. Detrás de cada año quedan experiencias que si pueden realmente verlas como lo que son, como experiencias que construyen no dejarán un mal sabor de boca y aunque inicialmente pueda ser de esa manera el permitirse hacer los duelos en la vida, el permitirse perdonar les da la oportunidad de poder superar todo lo duro. Lo bonito y saber que algo termina es entender que algo comienza también.

La vida representa ciclos, así como un año se va y tiene para ciertas personas muchas experiencias bonitas y constructivas para otros son años que se abren con dificultad; lo importante es que puedan siempre confiar en Dios como aquel Padre Amoroso que los protege, los guía y les permite entender que si han tenido dificultades o si van a tener dificultades será parte precisamente de esa elección espiritual de transformar lo que han estado posponiendo en su vida como una enseñanza importante que podrán superar; no hay un solo reto en la vida mis hijos que no puedan superarse y que no los construya a ustedes como seres más capaces de enfrentar la vida.

Este año queremos que esté lleno de bendiciones no solamente para ustedes y sus familias sino para un país que necesita paz y reconciliación y para un mundo que necesitan dirigentes maduros que puedan entender la vida desde ese concepto del respeto y del valor por quienes han depositado su confianza en ellos. Pidan iluminación para aquellos dirigentes del mundo, pidan que estas personas que lleguen a este poder como tantas veces se los he dicho sean personas que establezcan el bienestar común y no por el beneficio propio por encima de ese bienestar común.

Tienen la responsabilidad de desear y soñar un mundo mejor y ustedes mismos tener cada día en su corazón la certeza de que Dios estará de su parte para hacer posible que este mundo se vaya transformando cada vez en un lugar mejor no solamente para sus futuras generaciones sino para ustedes también; el mundo ha venido pasando de la barbarie a una civilización, no fría sino donde los sentimientos del hombre se están purificando para entender que la fuerza del amor y el perdón es mucho más grande que el odio el rencor y la venganza, al irlo entendiendo cada vez más la humanidad siente que no tiene deseos de pelear una guerra y cada vez más están evolucionando para entender que la guerra es absurda y que sólo genera muerte, destrucción, desolación. Pidan porque cada día más se despierte en los corazones de los seres humanos esa disponibilidad de amar, de perdonar y comprender las propias equivocaciones y las equivocaciones de otros; oren mis hijos para que cada uno de ustedes siga teniendo esa luz en su corazón de la esperanza, de la confianza en Dios, para que cada día en la vida tenga una nueva ilusión, un nuevo propósito no pierdan la esperanza de que las cosas van a cambiar, no pierdan la esperanza en que cambiarán para mejorar, que podrán estar al lado de la persona que realmente pueda dar amarles, quererles y valorarles como ustedes necesitan, no pierdan la confianza en que van a tener ese trabajo digno, esa actividad que les permita dedicarse a lo que les gusta y que puedan volver a sentirse activos y puedan sentirse igualmente proactivos frente al mundo, no pierdan la confianza en que van a sanar, en que van a estar bien, en que esas complicaciones físicas que han estado teniendo con su salud van a mejorar en la Gracia de Dios, no pierdan la esperanza en que aquellos seres queridos que no han vuelto a ver por diferentes razones volverán a verlos y que podrán vivir en la unión de una familia cuando muchas veces pueden sentir que su familia no se entiende, no se comprende, confíen en que tendrán esos hijos en su vientre como lo desean y podrán tener el hogar que han soñado porque Dios hijos de mi alma siempre está dispuesto a darles lo mejor y cada día más bajo las enseñanzas de amor recibidas ustedes comprenden que ver Dios no van a recibir un castigo, que no merecen un castigo y que Dios siempre quiere lo mejor para ustedes porque el merecimiento esta exclusivamente en ser hijos de Dios y no en el desacierto o en el acierto que puedan tener en la vida.

Reciban mi Manto Sagrado para que lo porten siempre y en todo lugar y de la misma manera desciende este espíritu de Dios sobre lo que consumirán en esta noche para revitalizarlos para llenarlos de esa energía, ese calor de la vida y de ese amor que Dios tiene por ustedes; reciban todos ustedes hijos de mi alma mi bendición la bendición de Dios Padre Todopoderoso, con todo mi amor yo soy María Virgen buenas noches mis niños, hasta siempre.


Jesús de Nazaret

Buenas noches hermanos. En la gracia de mi Padre Jesús de Nazaret.

Bueno, unos menos rumberos que otros este fin de año, realmente para estos ambientes fríos la rumba no fue tan grande, para otros la rumba representó peleas, discordias de familia porque muchas veces el desinhibirse también trae desacuerdos pero tuvieron un fin de año que en medio de todo fue tranquilo y cada día más está el ser humano aprendiendo a celebrar en paz y calma.

Ahora, me gusta que por lo menos pudieron hacer una tregua frente a las preocupaciones del nuevo año y las alzas que siempre lo reciben. Las alzas no deberían ser en enero, deberían ser en junio, quién dijo que debe comenzar año con tantos impuestos nuevos, con tantos requerimientos económicos, pero también yo quiero hacerles caer en cuenta de algo: el mundo solamente se transforma cuando las personas empiezan a pensar en un mundo mejor, si ustedes creen firmemente en que puede existir para este país un salario mínimo más justo créanme que podrá suceder de esta manera sin que tenga que haber manifestaciones en las calles o revueltas, pueden ustedes a soñar con un mundo más equitativo sin que tengan que romperse los esquemas de unos que puedan tener más. La idea es que esa equidad venga realmente de la conciencia de quienes tienen para darles a otros y también de la disponibilidad de quien no tiene de poder no sólo recibir sino también entender que tiene muchas cosas importantes que dar.

Cada vez aprenden ustedes más que ayudar a otros no es necesariamente ganarse la lotería para solucionar el problema a alguien, están entendiendo cada vez más que el dinero no es todo y no es la respuesta para todo en la vida; ustedes han tenido momentos muy difíciles en la vida donde lo que menos pueden necesitar es un billete, necesitan los enfermos que los visiten en una clínica, necesitan las personas que se sienten solitarias un abrazo, una palabra, que los llamen, que compartan con esas personas en estas épocas especiales, que reciban esas personas una llamada el día de su cumpleaños, o el día en que esa persona está pasando por un duelo difícil, por un momento doloroso; por eso queridos hermanos ampliarse en la vida para entender que muchas veces estar ahí puede ser la solución para alguien más que lo que puedan hacer incluso es también entender que en ese proceso dejar también en las manos de Dios que Él pueda solucionar muchas dificultades para hacer más fáciles las cosas en sus hogares, en sus casas, en su trabajo, también es entender que ustedes están dando un voto de confianza a Dios y que le pueden creer a Él en que Él pueda hacer que las cosas mejoren.

Sabemos que no es fácil y sabemos que bajo el sentido inmediato de su preocupación que ustedes ven pasar los días y pareciera que todas esas promesas no se van a realizar pero quienes han podido empezar a recibir bendiciones saben que cuando les hablamos de problemas solucionados ustedes eran los primeros escépticos y aunque algo en ustedes les hacía sentir alegría de decir “qué rico que pueda hacer eso” en el fondo no creían que pudiera ser verdad. Cada palabra cada diálogo que tenemos con ustedes los va llenando de confianza, de certeza hasta el punto de que en un momento están totalmente convencidos de aquellas bendiciones que les hemos venido a anunciar sobre el futuro y esas cosas buenas.

Pedirle a Dios con la angustia hace que el sentimiento de preocupación actúe como dinamita en su ánimo y de la misma manera actúe en una fuerza contraria llamada resistencia que es la que hace que las cosas se demoren y puedan ser más difíciles; ¿se han dado cuenta que entre más preocupados están menos se dan las cosas? y no es porque Dios no lo quiera, es porque dentro de las reglas de la creación hay una forma de pedirle a Dios y es desde el corazón por encima de la preocupación por encima de la rabia, por encima de la justicia para que ese corazón se una a Dios y lleguen esas peticiones manifestadas a su vida de la manera como quieren. Así que no renuncien, a veces ustedes están renunciando a la vida porque están viendo la vida como una carga sobre sus hombros.

En el momento en que la vida queridos hermanos deja de ser divertida sencillamente empiezan a sentir este paso por esta tierra como una cárcel, como un infierno, como un purgatorio del cual quieren salir porque se les olvido realmente que hay demasiadas cosas buenas que pueden disfrutar y en el redescubrir el valor de las cosas sencillas de la vida también empieza a haber el combustible necesario para disfrutar lo grande porque el que sabe disfrutar lo pequeño el que sabe valorar lo pequeño, el que sabe valorar las cosas simples de la vida será también el que da valor a lo grande porque quien no logra encontrar en lo sencillo de la vida ese sabor siempre sentirá que lo que recibe no es suficiente y querrá más y que aunque lo que haya logrado haya sido muy grande mirará hacia atrás y sentirá que faltan aún muchas cosas o mirará hacia una montaña más alta para darse cuenta que lo que lograron parecía antes que era muy grande pero que les falta mucho más en el camino y siempre en la vida queridos hermanos va a haber una montaña más alta que trepar, siempre va a haber un objetivo nuevo pero ¿por qué no sentarse a disfrutar lo que tienen sabiendo cuánto le costó llegar a ello? por eso denle valor a su presente, denle valor a la vida que tienen hoy, a la salud que tienen hoy para que de aquí a mañana no estén malhayando la salud que no tienen porque un día no la apreciaron y no la valoraron; valoren a las personas, a la familia que tienen hoy para que después no estén malhayando las personas que se fueron de su vida, valoren el trabajo que tienen hoy para que después no estén malhayando un trabajo y que sientan que después les puede servir cualquier cosa en medio del afán; valoren a sus hijos porque después crecerán y no tendrán la oportunidad de devolver el tiempo y volverles a tener en los brazos como niños pequeños, valoren queridos hermanos la soledad, porque la soledad tiene enseñanzas y tiene regalos maravillosos que el ser humano no acostumbra ver porque en la soledad el ser humano se conoce a sí mismo y a través de la reflexión el ser humano conoce a Dios y empieza a descubrir un potencial inmenso que le hace darse cuenta que realmente nunca estás solo.

Empezamos un año con esas esos propósitos que tienen de hacer cosas pídanle a Dios que esa llama de la ilusión que genera el comienzo de un año no se les acabe en febrero, no se les acabe en marzo, no se les acabe en junio, no se les acabe en septiembre, que ni siquiera se les acabe en diciembre, que tengan esa alegría ese deseo en la vida y que si hay circunstancias difíciles que están minando esa llama de esperanza, le digan a Dios que la avive, que Él haga cosas contundentes, claras y manifiestas en su vida y en su realidad para que ustedes puedan aferrarse de eso, puedan avivar la llama y puedan sentir que realmente Dios está allí para ustedes.

Los bendecimos queridos hermanos y les agradecemos mucho que nos hayan hecho partícipes de estar con ustedes este fin de año tan cercano. Dios los bendiga en la Gracia de mi Padre Jesús de Nazaret.

Liú Meditación   “Muy buenas noches yo soy Liú, vamos a frotar las manos primero que todo para mover la energía y vamos a rascarnos, vamos a empezar a rascarnos por todo lado. La rasquiña tiene algo muy bueno y el rascarse genera un movimiento en el campo vibracional, hay zonas donde ustedes se rascan o se tocan que da cosquillas o que les da escalofríos, en aquellas zonas donde sientan algo diferente hagan mayor énfasis porque seguramente en esas zonas hay un represamiento de energía. Rásquense por todo lado, rásquense la cabeza y se dan cuenta que esa rasquiña en su cabeza les da algo muy raro sienten algo extraño porque tienen demasiados pensamientos, si se rascan no es tan fácil pensar, van a rascarse su cara para generar un movimiento, sus orejas, su cuello, su pecho, sus axilas, sus codos, sus manos y estamos moviendo toda la energía de su cuerpo; ahora se van a acomodar en esa silla donde están sentados van a respirar profundo, hacen conciencia de su cuerpo y en este momento visualizamos en forma maravillosa un recorrido por toda la columna vertebral, dentro de la columna vertebral hay un líquido gelatinoso maravilloso llamado Médula Espinal, dentro de esa médula hay una cantidad de células incluyendo las llamadas Células Madre; imaginen con toda la impresión que pueda darles que van a ir a la base de la columna a la altura del coxis ahí encuentran un depósito mucho más grande al comienzo y al final de la médula donde se concentra información. Usaremos imaginariamente una jeringa con una larga aguja e iremos con cuidado desde su espalda en esa zona donde están esas células madre y vamos a sacar 1 cm, llevamos esas células madres a hacer una regeneración celular, llevamos a los riñones y depositamos parte de ese líquido que acaban de sacar y lo depositan en su riñones …”     (sigue)

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