ENVIO
MEDITACION e información del Curso de Magio .
Archivos
(40 MB total)
LIUmarzo10de2016.MP3
MariaVirgenYJesusmarzo10de2016.mp3
Disponible
hasta 18 de marzo de 2016
Magio,
mensaje del Rosario marzo 10 de 2016
María Virgen
Mis hijitos queridos muy buenas noches, soy María Virgen madre de Dios y
madre vuestra, reciban todos ustedes mis hijos amados mi bendición, la
bendición de Dios Padre Todopoderoso.
Hablando mis hijos queridos de la
feminidad, de poder reconciliarse con la energía femenina, la
felicitación del ser mujer, queremos que puedan hacer no solamente esa
reconciliación con su feminidad, que puedan saber que han venido de una madre
pero también que han venido de un padre y los invito hijos de mi alma que la
paz no solamente esté en el corazón o lo que significa el poder establecer esa
unión como país también lo está en la
reconciliación de los sexos; en esa reconciliación mis hijos y mis hijas
que debe haber de lo que debe ser sagrado frente
a ustedes como hombres respecto las mujeres y que debe ser sagrado respeto de
las mujeres hacia los hombres.
Este llamado reiterado que hacemos a la paz es también el llamado
reiterado que hacemos a las mujeres a que se puedan levantar de la actitud de
víctimas frente a los hombres, que puedan elegir que no tengan que sufrir en
medio de la violencia el que sean sus hombres los que más han amado o los
hombres que han deseado en su camino los que procuren dolor, los que les
procuren la muerte y los que les procuren en otros casos la desilusión. Por eso
al levantarse en la reconciliación con lo que significa ser mujer no significa
que ese levantarse hacia el orgullo de ser mujer sea competir con los hombres,
sea medir fuerzas con los hombres o sea mis hijas sentir que tienen que
despreciarlos o sacarlos de sus vidas.
Revisen cuánto dolor traen en su genética por los hombres, revisen
cuánto sufrimiento, cuántos dolores y cuántas generaciones anteriores de
mujeres generaron con su aceptación que esos hombres pudieran obrar en su
contra. Bien es que había toda una estructura social de represión frente a la
mujer, es cierto que durante mucho tiempo no fueron escuchadas, que durante
mucho tiempo no fueron respetadas y enaltecidas como debería ser pero en mí tienen desde el comienzo de los tiempos el
ejemplo de una mujer que fue enaltecida, que fue enaltecida por Dios, y que cada generación siguiente fue
enaltecida por los hombres y quiero
que puedan homologarse a mí frente a ese merecimiento de ser respetadas, de ser
valoradas como mujeres y no ser una
víctima de nadie.
Quiero invitarlas a que se reconcilien mis hijas con los errores que
hayan podido cometer sus padres, por los errores que los hombres históricamente
han cometido en contra de las mujeres y que en ese perdón y en esa reconciliación ustedes elijan traer hombres
nuevos y buenos a su vida, que ustedes elijan que esos hombres se comporten de
la manera como ustedes esperan y que se den el lugar como mujeres para que esos
hombres les den el lugar también.
Los hombres necesitan ser entrenados en el valor
y en el respeto no solamente de lo que significa la condición femenina sino de
lo que significa su propia condición de hombres enalteciéndose, enalteciéndose no solamente en su sexualidad,
enalteciéndose también mis hijos en lo que significa su palabra, su honra, su
dignificación como hombres para que puedan traer a su lado a mujeres que los
quieran, que los valoren, que los respeten, y que ustedes puedan recibir
al mismo tiempo ese valor de sus hijos a futuro, ese valor como jefes de un
clan, de toda una institución alrededor de la energía masculina del hombre.
Por eso hoy quiero convocarlas
también mis hijas para que no pierdan esa fuerza femenina que consiente, que
provee en el hogar la protección, la guía de los hijos, esa conciencia que debe
haber respecto a la importancia y la sabiduría que Dios le ha dado tanto al
hombre como a la mujer en el mundo
como la importancia que un hombre y que una mujer tienen en el proceso de
gestación de un hijo, de procreación de un hijo pero en el proceso de la
crianza y de la guía para los hijos; por ello el que ustedes puedan
mantener esa conciencia y puedan establecer esa conciencia de bajo qué
parámetros van a establecer un hogar y una familia y la claridad de hacerlo en
la guía de Dios hará que no tengan que sufrir separaciones, hará que no tengan
que llevarse hacia el triste desenlace de sentir que la persona que amaron las
abandonó, que ustedes tuvieron que abandonarla y que en ese proceso puede haber
un abandono de sus hijos y que ustedes tienen que asumir el rol de hombres
dentro de su casa.
Por eso muchas veces mis niños y mis niñas les decimos que ésta crianza es compartida. Pídanle a Dios la sabiduría para poder guiar a sus
hijos, para que puedan entender que ese Dios hace posible que haya esa
conciliación y que siempre el camino más fácil es el de la destrucción y no el
de construir: es fácil juzgar, es fácil enfrentarse a los hombres y sentir incluso
que este mundo no debería estar lleno de hombres sino de sólo de mujeres, es
fácil pensar en que Dios se equivoca al haber gestado al hombre y que acertó al
haber gestado a la mujer como mucho tiempo el hombre creía que Dios se
equivocaba al traer hijas al mundo y las despreciaba.
El perdón es entender que hoy ustedes y sus
madres y todo un proceso de conciencia social les está dando el lugar que se
merecen para que puedan sentir que tienen el mismo valor ante Dios frente a los
hombres pero que son distintas como ellos son distintos y
que en ese proceso cada uno fluye bajo una energía diferente que hace que como
pareja puedan fluir y que puedan gestar la vida.
Quiero hijos y mis hijas traerles el Espíritu Santo para que puedan
llenarse de esa comprensión, para que se puedan sentir felices de ser mujeres
pero que se quiten la tristeza de lo que significa ser mujeres frente a los
hombres o en la opresión de los hombres o en la falta de los hombres de tomar
una posición clara frente a ustedes de verlas como unas mujeres a proteger, a respetar,
a guiar, darles el lugar que se merecen dentro de sus vidas.
Pido por cada una de ustedes mis hijas para que puedan encontrar ese
afecto, ese valor y ese respeto que hoy necesitan y requieren como mujeres y de
la misma manera pido por cada uno de ustedes mis hijos para que reciban esa
misma valoración de hombres y puedan sentirse como hombres dignificados de
palabra que pueden establecer en su obra la tarea de poder sentir que son
conscientes de sus actos frente no solamente a la semilla que ustedes pueden
dejar en el mundo si no frente una felicidad profunda donde pueden sentir la
alegría de ser amados por la mujer más especial del mundo que es la mujer que
han decidido traer a su lado.
Reciban mis niños y mis niños de mi corazón mi Manto Sagrado para que lo
porten siempre, para que lo porten en todo lugar, mi bendición y la de Dios
Padre Todopoderoso , con todo mi amor y el amor de Dios yo soy María Virgen muy
buenas noches mis hijos, hasta siempre.
Jesús de Nazaret
Hermanos con ustedes Jesús de Nazaret al habla.
Esta modificación que han hecho sobre el Avemaría el día de hoy*es muy
significativa y es significativa porque ustedes han caído en cuenta de lo que
rezan y de qué es lo que están diciendo y de qué manera ustedes se están
identificando con Dios.
Me gusta que ya no se están identificando con los pecadores y
que entiendan que el proceso de pecado ha sido instaurado desde hace mucho
tiempo como una forma de dominación hacia el hombre; que el hombre pueda sentirse
separado de Dios, que el ser humano como raza sienta que de alguna manera a
través de lo que llaman el pecado original le falló a Dios y
que es una raza impura o una raza poco merecedora del amor de Dios.
Me gusta porque el concepto de ya no verse como
pecadores asume su papel como hijos de Dios y me da el lugar como su hermano y
les da el lugar a ustedes en mi vida como mis hermanos y aunque el proceso de mi concepción
hubiera tenido cierto grado de diferencia frente al hecho de ustedes créanme
que vine en la esencia de la creación de Dios y de la obra que Él estableció
con los elementos de la Tierra de ese hombre y de esa mujer que fueron mis
padres pero que hizo un proceso especial en mí para que pudiera en mi esencia
de hombre ser liberado de ese sentimiento de pecado, de ese sentimiento de
culpa, de ese sentimiento de menosprecio para poder desde un primer momento
referirme a Dios como Mi Padre.
Ahora el poder estar haciendo un proceso de cambio en su química en su
mutación de hombres limitados y de hombres que se ven serviles frente a la
causa del bien y del mal, empieza a cambiarse en ustedes y en sus futuras
generaciones para hacer posible que ustedes puedan sentirse realmente parte de
algo muy importante, parte del todo, y que este nuevo sentido de asumir a Dios
como su Padre los vuelve poderosos, porque asumen el hecho de que han sido
hechos a su imagen y semejanza, asumen el hecho su libertad y de lo que
significa que pueden obrar en su propio nombre o en el nombre de Dios lo que
significa que son más poderosos de lo que les han hecho creer.
Ahora, no olviden que el poder en su mayor
ejecución proviene del amor, de la fuerza que los acerca a Dios en forma
amorosa para hacer posible que sus causas sus sueños y sus ideales y para hacer
posible que todo se impregne bajo esa fuerza del amor por eso hoy quiero festejar el hecho de
que están aceptando su hermandad hacia mí,
que estén aceptando el hecho de ser hijos de Dios y que puedan pregonar el
concepto que han aprendido hoy que les entrega la paz y la tranquilidad que los
lleva a comprender la libertad que Dios les ha dado para ya no permitir que
nadie más les haga sentir impuros, que nadie más les haga sentir que ustedes
son defectuosos, que son personas hechas de una manera diferente a esa Voluntad
Superior de Dios porque vuelvo y les digo, Dios los ama y admira su obra. Eso quiere decir que cada uno de ustedes mis queridos hermanos son
contemplados con los ojos del amor de Dios y cada uno de ustedes en
esa obra de la contemplación con los ojos que solamente un padre puede mirar a
un hijo o una madre puede mirar a un hijo, es como Dios los contempla, con ese
amor, con esa alegría de verlos expresándose, con esa alegría de verlos asumiendo
en la vida una nueva posición, con la alegría de verlos hechos exactamente como
son y si en ese proceso hay seres humanos que vienen limitados en su obra,
nunca ha sido por pagar un pecado sino ha sido por una elección espiritual de
una limitación física, de un proceso doloroso en su vida espiritual que le hizo
venir y creer que tenía que venir a pagar, a sufrir, venir “defectuoso” entre
comillas es su obra porque nada es
defectuoso para Dios y quienes lo comprenden pueden usar esas
formas diferentes de su forma de ser o de su forma de mostrarse o de cómo
fueron engendrados para volver esos supuestos defectos unas grandes virtudes y
despertar la admiración de otros. Y cómo puede una persona en su limitancia, en
la limitación de una enfermedad, de una dolencia, de una malformación,
enseñarles tantas cosas a quienes hicieron la elección de venir físicamente
completos o físicamente sanos y que no logran valorarlo. Por eso cada persona
que elige su camino Dios en forma positiva lo muestra para que ustedes puedan
aprender de ello y puedan aprender a agradecer.
Hoy quiero mis hermanos traerles igual que mi Madre el Espíritu Santo
para que les permita la comprensión de lo que hemos enseñado hoy, la
asimilación y que asuman desde el Espíritu Santo la fuerza de su Yo elevado
frente a lo que anhelan y empiece a dejar de existir la separación con lo que
quieren, que empiece a desaparecer la sensación de no merecimiento, la
sensación de que Dios no puede, la sensación de que Dios sencillamente no
quiere para unirse a la voluntad de Dios y saber
que mi Padre Siempre Quiere.
Bendecimos queridos hermanos a cada uno de ustedes, cada una de sus
hogares, cada uno de sus lugares de trabajo, bendecimos los alimentos que
consumirán en esta noche y los acompañamos día a día en el camino, con ustedes
en la Gracia de Dios para traerles mi paz, la paz de Dios Jesús de Nazaret al
habla.
*Al momento de rezar “ …ruega por nosotros pecadores…” todos
dijimos “ruega por nosotros tus hijos…”
Gracias, como siempre, por ser transmisores de estos mensajes para nuestro crecimiento espiritual. Un abrazo que Dios los siga bendiciendo siempre.
ResponderBorrar