ENVIO
MEDITACION
LIU24demarzode2016.MP3
MariaVirgenJesusdeNmarzo24de2016.mp3
Disponible
hasta 1 de abril de 2016
Magio,
mensaje del Rosario marzo 24 de2016
María Virgen
Mis hijitos y mis hijas queridos muy buenas noches, soy María Virgen
madre de Dios y madre vuestra, reciban todos ustedes mis hijos amados mi
bendición, la bendición de Dios Padre Todopoderoso.
El Espíritu Santo para todos ustedes en Padre y en Hijo.
Hoy quiero mis niños poder agradecer la oración, la reflexión que hacen
continuamente sobre sus vidas, sobre la forma como están viviendo; entregar su
sufrimiento Dios no es para seguir sufriendo, es para renunciar a ese
sufrimiento y poder abrazar una vida diferente. Una vida donde puedan cumplir
la real misión que Dios les dio que es la de su felicidad.
Venimos a ustedes mis hijos para que en esa reflexión profunda puedan
perdonarse, puedan perdonar a todas aquellas personas que de una o de otra
manera los han ofendido, los han herido en el proceso de la vida.
Esa reflexión también los lleva a la comprensión de que Dios ya los
perdonó. Que Dios ha creado este mundo de una forma en que cualquier acto por más complicado, duro o
inconsciente que sea ha sido conocido ya por Dios y ha sido perdonado por Dios;
en esa reflexión empiezan a sentirse más cerca de Dios porque pueden sentir que
no hay un solo velo, no hay una sola atadura, no hay una sola mortificación en
su corazón que pueda hacer posible esa lejanía, que Él siempre está dispuesto a
darles, a amarlos, y que la prueba de ello
es la vida, es haberlos traído a este mundo por eso nuestras enseñanzas
han llegado a ustedes renovadas, llegan renovadas para que puedan dejar de
justificar el dolor y el sufrimiento como la forma de acercarse a Dios para que
puedan renunciar al miedo y a toda la oscuridad que puede gobernarlos, que
puede gobernar el mundo y su realidad para que empiecen a vivir una nueva
realidad, la de un mundo de compasión, de
alegría, de esperanza, la de un mundo de oportunidades donde puedan sentir que no hay algo lo
suficientemente grande o lo suficientemente lejano a la voluntad de Dios para
traerla a ustedes y a sus merecimientos como hijos de Dios.
Esta época que cada año recuerda la muerte de mi hijo tiene varios
elementos para analizar: el poder encontrar en este punto la reflexión y la
cercanía con mi hijo como el Hijo del Hombre, como su hermano, para que puedan
darse cuenta de su obra pero especialmente puedan darse cuenta de la obra que
Él sigue haciendo en sus corazones, en ustedes. Que puedan entender que su muerte fue la elección de una muerte natural
dada en las manos y en la usanza de la época, de la manera como debería
de ser para cualquier otra persona. Él
eligió ese camino y ustedes deben
entender que ese camino fue el que los ha acercado más a Él para
estar en él de forma natural en un nacimiento en este mundo a través de una
madre y de un Padre, de una forma natural donde Él vivió una vida normal como niño, una vida de joven, una vida de
adulto y que quiso enseñarles
que en las cosas naturales de la vida está Dios y está también la grandeza del
hombre.
Hoy quiero mis hijos que hagan esa reflexión en el recogimiento que no
debe hacerlos entristecer por la muerte de mi hijo sino darle gracias por esa forma como Él sigue enseñando
su valor, en de ustedes el de cada uno de ustedes, el de esta humanidad como hijos de Dios; así
que lo que también van a aprender a recordar en estos días santos de ahora en
adelante esla importancia de la obra de mi
hijo que nunca muere. Una obra que los lleva a no temer a la muerte,
a no temer a dejar todo en este mundo y a empezar
un nuevo camino que ha sido el camino real del espíritu que decidió venir un
momento a la Tierra, que decidió venir a experimentar tantas cosas en
esta tierra con el objetivo de que esta
experimentación fuese algo maravilloso, algo intenso pero que pudiera
hacerles felices; por eso el poder
entender que la vida sigue después de la misma vida es el regalo aún más grande
de la obra de mi Hijo.
Entender que van a tener otras experiencias al lado del Padre al volver
a Él y poder sentir la libertad en el proceso de la vida no solamente en la
Tierra sino la del espíritu donde como
hijos de Dios siempre están eligiendo su camino, los llenamos por eso
mis hijos dela conciencia de la libertad, de la comprensión de que esa libertad se lleva en la
vida misma se lleva en la elección de la vida de llegar a este mundo en la
elección del partir y en también en ese retornar al Padre.
Reciban todos ustedes mis hijos de mi corazón mi bendición, el Espíritu
Santo, la comprensión de Dios, con todo mi amor yo soy María Virgen hasta
siempre mis hijos. Bendecimos cada uno de sus alimentos que van a consumir en
esta noche, los bendecimos en esta noche en su salud y en su recuperación mis
hijos con mi amor y el de Dios, yo soy María Virgen.
Jesús de Nazaret
Hermanos con ustedes Jesús de Nazaret al habla.
¡Muy contento, muy feliz! porque todas estas oraciones nos acercan más a
ustedes, nos hacen sentirnos realmente conectados con ustedes aunque siempre
estemos pero ustedes se hacen más conscientes en estos momentos de reflexión
sobre nuestra presencia y sobre la importancia de Dios, sobre esa realidad del
verdadero Dios, del Dios amoroso, del Dios que habla en silencio, del Dios que
lo da todo pero que parece en momentos que todo lo quita; el Dios supremo
compasivo, benévolo, el Dios que es el
verdadero Dios Padre que siempre les quise enseñar, mi intención durante mi paso por la Tierra fue llevar
al ser humano a creer en un Dios verdadero, en la unicidad de Dios, mi tarea fue la de poder acercar el hombre a Dios como
hijo y que pudiera el ser humano reconocer su naturaleza sagrada, su naturaleza inmensa como hijos de Dios.
Fue mi tarea liberarlos del temor, que
pudieran entender que la fuerza más grande es la del amor y no la del temor,
por eso vuelvo y les digo mis hermanos que Dios nunca ha pretendido que ustedes
le teman,Dios siempre ha querido que ustedes
lo amen y ustedes saben queridos hermanos que el amor no se implora, que el amor no se impone, que el amor es algo que se recibe en forma gratuita y
se da en forma gratuita y que en
forma gratuita Dios les da el amor y les da la vida como la manifestación del
amor y la libertad como la manifestación del amor entonces, alacercarse
a Dios con amor empiezan a sentir las mieles de la transformación de
su vida.
Cuando se acercan a Dios con la humildad que solamente puede venir del
amor, Dios hace milagros en su vida, Dios escucha esas oraciones y hace posible
que todos los obstáculos, que todos los problemas, que todos los dolores y las
heridas del pasado, que todas las culpas puedan desaparecer y en ese proceso de
mi muerte tuve la oportunidad de acercarme a Dios como hombre encarnado
entendiendo perfectamente la naturaleza del hombre pero también entendiendo
perfectamente la naturaleza de Dios y de esa Fuente Divina de Dios; al ser
consciente de eso y recibir la fuerza del Espíritu Santo en un momento tuve lo
que algunos llaman el enfrentamiento con el mal, el enfrentamiento con la
oscuridad y cada uno de ustedes debe hacer ese enfrentamiento en algún momento.
Ese enfrentamiento con esa oscuridad no solamente está en la manifestación
externa de un ser sino de una voz que les habla dentro de ustedes para
llenarlos de desconfianza, para llenarlos de odio, para llenarlos de temor,
para desvirtuarlos y lograr el alejamiento de Dios y de su naturaleza
espiritual como hijos de Dios; esa voz aparece en cualquier momento retándolos,
diciéndoles que ustedes no pueden, incluso diciéndoles que Dios no existe, esa
voz les dice que la fuerza de Dios sobre la Tierra no es total y que Dios
perdió el poder y que es más fácil poder atender a esa fuerza oscura que les
puede dar todo lo material que Dios no quiere darles, pero cuando logran
enfrentarse a esa voz y entender que Dios
es el dueño de todo y entender que no hay una división real en este mundo, la fuerza de Dios gobierna todo, les hace
entender que incluso todo lo malo puede transformarse en algo diferente y bueno
en su vida, en una enseñanza, en algo a lo que pueden trascender, que se hacen
más valientes al poder enfrentar esa oscuridad y al saber también que tienen
toda la guía del cielo, toda la protección que requieren para hacer ese camino
más fácil.
Cuando se enfrentan a esa voz oscura que todo el tiempo les amarga la
vida empiezan a ser más conscientes de esa
voz amorosa que también ha estado en ustedes y que les ha hablado y
les dice que todo va a salir bien, que les dice que son maravillosos, que les
dice que confíen, que les hace disfrutar el presente, esa voz maravillosa que
da calma, da alegría, que da descanso, que da paz y donde al identificar esa
paz también logran ser más conscientes de qué les hace sentir esa voz oscura
dentro de ustedes: a veces ganas de morir, destrucción, rabia, y ahí en ese
momento están usando la fuente más amorosa de Dios que es la libertad y el
discernimiento para saber qué voz van a escuchar para elegir la voz y la forma
como quieren vivir y pueden creerle a esa voz bonita para aprender y para
sentir que todo es maravilloso, que todo lo que pasa es bueno incluso lo malo
que en algún momento cesará para hacer algo mejor de ustedes.
Cuando escuchen a esa voz suena realmente dentro de ustedes empezarán a
transformarse en ese discernimiento a tener un poder mayor y es el poder de esa
creación como hijos de Dios donde hacer la voluntad del Padre también
significará que la creación de Dios hará su voluntad y serán más libres y más
soberanos, pero hay una regla para que esa
voluntad cada día sea más grande y es la del amor, porque es la regla
más grande que hace posible que la vida llegue, que ustedes lleguen a este
mundo como fruto del amor.
Cuando morí tuve la oportunidad de ver a la humanidad en todos los
tiempos y poder entender lo que en un momento previo ya había visto, que era la
importancia que tenía la muerte; la
importancia que tenía el abandono de la realidad física de la Tierra y del
vehículo que es el cuerpo para trascender al espíritu y tan pronto
pasó mi muerte pude ir a los lugares más recónditos del mundo, de la Tierra, y
de esos lugares donde seres todavía pensaban que no había esperanza, que había
un infierno, que había un castigo, que había un Dios que los había olvidado o
los había rezagado yfue mi tarea durante esos
tres días hacer muchos viajes espirituales y liberarlos; liberarlos de
la creencia de que iban a morir eternamente y que no había nada más; la
creencia de que tenían que esperar en el tiempo futuro a un mesías que los
despertara de la muerte junto con sus cuerpos físicos y pudieran seguir
viviendo en la Tierra.
Cuando eso sucedió hubo una elevación de almas hacia el paraíso y en esa
elevación de almas hacia el paraíso recibieron todo lo que necesitaban, la
fuente de la vida y del amor de Dios para darse cuenta que habían estado
dormidos, que después de la muerte creyeron que no había nada más y muchos de
esos espíritus que peregrinaron por la Tierra durante mucho tiempo, que
divagaban sin saber si estaban vivos o muertos pudieron ser elevados en la
Gracia de Dios hacia el Espíritu y hacia el paraíso y entonces volví, y volví con el Espíritu Santo a que
pudieran verme quienes me conocieron y pudieran darse cuenta que estaba más
vivo que nunca. Que había abandonado mi cuerpo, que mi cuerpo había
desaparecido totalmente para no volverlo a ocupar, pero que estaba vivo para
poder tener un nuevo cuerpo, un cuerpo incluso más tangible como una
reproducción del cuerpo que ya había dejado y que la vida seguía, por eso
quiero que estos días santos puedan
festejar la resurrección, puedan dejar a un lado la tristeza de mi
muerte y la culpa de muerte, la humanidad NO es culpable de mi muerte no lo
son.Elegí la muerte como la forma de poderlos
llevar a ustedes a la Casa de Dios y
de que ustedes pudieran saber que si yo había pasado por eso ustedes también
podrían pasar de la muerte a la vida, a
una vida más grande, por eso hoy entienden que no hubo un
sacrificio. Hoy entienden que no tienen por qué seguir llorando ese
calvario y esa muerte sino que pueden magnificar y entender la trascendencia de
esas horas de mi sufrimiento que tuvo la necesidad de que ustedes pudieran
darse cuenta que tenía un cuerpo como el de ustedes y que era su hermano y que
iba a sufrir las mismas cosas que la maldad o que la muerte corruptiva le iba a
hacer a cualquier persona.
Por eso, tómense este tiempo de
reflexión para poder conectarse con ustedes y con Dios en espíritu y que sea su
espíritu el que hable por ustedes, el
espíritu desde el Yo Superior que impregna el Espíritu Santo para llenarse de
sabiduría, para llenarse de comprensión, para vivir la vida felices,
para que ya no haya límites, ya no haya circunstancias que los sobredimensionen
y que ustedes sientan de alguna manera que ésa es la voluntad de Dios.
La voluntad de Dios nunca es la de su
sufrimiento, nunca es la de
negarles lo que ustedes le piden a Dios. Si ustedes le piden a Dios salud y se
lo piden con toda la conciencia de su voluntad como hijos de Dios y del amor de
Dios, Dios les dará la salud, Dios les dará esos hijos que piden, Dios les dará
esos trabajos, esas parejas, sus negocios, esos dineros, esas casas, esos
autos, todas las cosas materiales que necesitan, que quieren, que sueñan, todas
las cosas espirituales, todas las cosas que requieren; les dará paz, les dará
tranquilidad, porque sabrán que no habrá y
que no ha habido una sola cosa que ustedes en convicción le piden a Dios que Él
no les dé, por eso cuando
ustedes hacen ese proceso de reflexión en estos días santos es un proceso de
reflexión para llegar a una armonía interna y a un acuerdo interno donde no debe
haber una sola parte de su ser llena de dudas donde pueden ponerse de acuerdo
con ustedes mismos física, emocional, mental y espiritualmente sobre lo que
están pidiendo y trascender al Espíritu Santo para que esos bloqueos del temor,
para que esos bloqueos de la duda, para que esos bloqueos de la inarmonía que
aún persista pueda desaparecer y puedan sentir la tranquilidad de una vida
buena, de una vida donde no haya barbarie, donde no haya enemigos, donde no
haya dolor, donde no haya sufrimiento, donde no haya enfermedad, donde todas
esas cosas que como humanidad ustedes han conocido y han perpetuado y vivido
una y otra vez como la guerra, una y otra vez como la deslealtad de hermanos,
la pelea entre ustedes, los odios, las bajas pasiones, puedan desaparecer para trascender a la conciencia de tratarse a ustedes
mismos con amor y respeto como hijos de Dios y de esa manera hacerlo con todo el mundo, con todos los demás, porque si Dios se
los da todo a ustedes ya no tienen que envidiar nada, ya no tienen que sentir
que no va a haber cosas para ustedes que Dios no les pueda dar a otros porque
lo que Dios les puede dar a otros también se lo puede dar a ustedes y ustedes
lo merecen.
Por ello los invito queridos hermanos a cerrar sus ojos y permitir en
esta noche que el Espíritu Santo descienda sobre ustedes para liberarlos, para
llenarlos del amor de mi Padre, para poder transformarlos y liberarlos de todo
ese temor, de esa falta de fuerza de carácter, de verdad, de todo aquello que
los lleva a sentirse frágiles, desmotivados, enfermos, cansados, que los lleva
a sentirse lejanos a Dios.
Están siendo purificados en este momento en la luz del Padre y van a
recibir esta luz sagrada durante los próximos tres días para bendecirlos cada
vez que cierren sus ojos y le permitan a Dios esa iluminación.
Los bendigo queridos hermanos, los acompaño, y los amo; en la Gracia de
mi Padre, Jesús de Nazaret al habla.