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Magio  envía enseñanzas del Rosario Agosto 20 de 2015

María Virgen

Mis hijitos muy buenas noches yo soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra, reciban mis hijos amados mi bendición, la de Dios Padre Todopoderoso.

Hoy es de mi interés mis hijos poder llevar a ustedes la reflexión sobre el trabajo que realizan; el trabajo al que ustedes se dedican como actividad es en cualquiera de las áreas un servicio que desde su corazón están haciendo a otros, por eso es importante que sobre lo que ustedes trabajen haya una vibración de su parte en un amor infinito y en un placer que debe significar ese trabajo en su vida.

Les han enseñado que hacer una profesión, que dedicarse a una actividad y saberla hacer es algo que tiene que ser para toda la vida, pero cuando algo deja de ser satisfactorio en su vida es necesario revaluar los conceptos de qué manera están llevando a cabo ese trabajo para que en lugar de ser una actividad placentera sea algo complicado en su vida, algo que les genere dificultad a nivel económico, algo que les genere una dificultad de avance y que en muchos momentos puede volverse una esclavitud.

Por eso hacer un alto en el camino para reflexionar sobre esa actividad, sobre si realmente ese trabajo que realizan les gusta es lo prioritario. A veces ustedes consideran mis hijos que la misión de la vida es algo que Dios les pone en lo cual el beneficio de los demás está atado a una actividad donde no hay una retroalimentación económica o sin ningún tipo de interés pero siempre deben hacer posible que ese trabajo esté dado a la conciencia del servicio y la labor que significa.

Si los seres humanos hicieran su trabajo con amor, hicieran su trabajo con la visión de que ese trabajo es su misión de vida frente a otros al dar durante muchas horas de su día y de su vida su tiempo a esa actividad al beneficio de otros serían más conscientes de disfrutarlo y de hacer posible que esa energía amorosa representara para otros un servicio en el cual ellos se sintieran retroalimentados y hablamos que no importa cuál sea esa actividad si está dada en un orden de salvar vidas, si está dada en un orden de establecer justicia, si está dada en un orden de construir un espacio, de llevar las cuentas claras, de comercializar, de cualquier actividad que ustedes realicen deben tener la visión de siempre amar eso que hacen, estar seguros de lo que están haciendo es para su beneficio y es para el beneficio de otros y lo están revistiendo del amor, ¡amen su trabajo mis hijos!, amen su negocio, aprendan a ver ese trabajo como esa posibilidad diaria de sentirse útiles, como esa posibilidad diaria de transformar el mundo porque sabemos que cada uno de ustedes quiere hacer de este mundo algo más fácil y lo hacen con la dignificación de su trabajo, con la conciencia de él y de la retribución que un trabajo puede significar en su vida.

El primer paso que hay en esa retribución es el poder sentirse valorados, que ustedes sientan que las personas a su alrededor están realmente viendo ese trabajo forma amorosa y se lo están agradeciendo que en un segundo punto reciban la paga que se merecen la que ustedes consideran que los lleva a sentirse bien a sentirse conectados con esa calidad de vida, ustedes mis hijos son los que deben establecer los tiempos en los cuales necesitan trabajar. Cuando se exceden en el trabajo y deja de haber en la vida la posibilidad de descansar, la posibilidad de generar actividades diferentes, hobbies de vida, posibilidad de conectarse con su familia, el trabajo tarde o temprano termina dejando de ser agradable por el cansancio que representa y por el sacrificio que en algún momento significa el no poder estar en esa condición de familia, en esos espacios bajo los cuales el artista muchas veces necesita mirar de lejos su obra para observarla.

Queremos invitarlos mis hijos a que hagan un alto en el camino, que aprendan a descansar; saben que cuando tienen esos días de descanso que son tan importantes para ustedes, cuando vuelven a su actividad vuelven despejados, vuelven llenos de luz y de energía; aprendan mis hijos a hacer silencio, hacer silencio significa dejar de juzgar todo significa dejar de pensar todo el tiempo en la supervivencia, significa empezar a preguntarse ustedes mismos si realmente la vida está representando lo que debe ser ante Dios que es una experiencia feliz, que es una experiencia satisfactoria, que es una experiencia constructiva.

Por eso quiero hoy entregarles mi deseo profundo de que cada uno de ustedes se pueda sentir satisfecho en todos los aspectos en las actividades que han elegido realizar y que si ven que esas actividades no están dando el punto que ustedes quieren, entreguen su trabajo a Dios, se asocien con Dios frente a ese trabajo, a esos negocios y puedan dejar que Él les guíe en el camino hacia cuál es ese don de trabajo, esa misión y esa posibilidad de tener esa vida tranquila y plena, esa vida económicamente tan bien retribuida que cada uno de ustedes merece sobre su trabajo.

Los dignificamos, los amamos, amamos poder acompañarlos en sus actividades diarias, y que cada uno de ustedes puedan sentirse útiles y puedan sentir que están bajo ese trabajo aportando a la calidad de vida de un país, a sus hermanos; reciban mis niños mi bendición y el Manto Sagrado de la Virgen Santísima el Espíritu Santo que desciende sobre ustedes y en el nombre de Dios y el nombre de mi Hijo, del Espíritu Santo y en el mío propio puedan consumir bendecidos estos alimentos para llenarse de luz y de tranquilidad, reciban todos ustedes hijos de mi alma mi bendición y la bendición de Dios Padre Todopoderoso con todos ustedes mis hijos, yo soy María virgen buenas noches.

Jesús de Nazaret

Hermanos muy buenas noches,  con ustedes Jesús de Nazaret al habla.

Buenas noches hermanos Jesús de Nazaret al habla, ¿cómo están ustedes?. Eso realmente es satisfactorio poder ver que cada uno de ustedes está pudiendo mirar el lado positivo de la vida; hacer un acto de contrición como les he hablado en otros momentos no es un acto de juzgamiento a ustedes mismos ni es un acto de juzgar otros sino de elevarse hacia la comprensión. ¿Qué es lo que ustedes están viviendo?, ¿cómo se están sintiendo internamente que está haciendo que ustedes estén bloqueados la vida?. ¿Cuántas veces piensan una cosa, hablan otra y hacen otra y no pueden realmente cambiar esos hábitos? cambiar esos hábitos es algo que requiere fuerza de voluntad, requiere darse cuenta queridos hermanos que si esas situaciones reiterativas de sus actos están generando los mismos resultados es porque algo dentro de ustedes no han comprendido y no es porque Dios no quiera y no es porque Dios quiera enseñarles en forma difícil.

Dios tiene dos maneras de hacer las cosas: Una por la vía fácil y dos, las hace por el camino que ustedes piden que es el camino duro porque cuando ustedes ven a ese Dios duro y difícil es porque ustedes creen que Dios es así y es porque ustedes muchas veces creen que eso es lo que merecen y todavía la humanidad sigue creyendo que la letra con sangre entra y que de esa manera es que la persona aprende más. ¿Cuántas veces ven a una persona sufriendo en medio de situaciones reiterativas y algunos se alegran al decir “eso está bien para que aprendan”? y resulta que el aprendizaje más importante de la vida funciona a partir del amor, del perdón y de la comprensión.

Por eso a veces juzgar es fácil, es fácil juzgarse a ustedes mismos, es fácil juzgar los actos de sus hermanos y hacer ese acto de contrición es entender que si una persona se equivoca reiteradamente es porque no ha entendido y algo está pasando en su vida que hace que esa persona gire alrededor de lo mismo continuamente.

Por eso si algo deben hacer es pedirle a Dios que le den luz a esa persona, es pedirle a Dios que esa energía de ustedes o esa actitud de rechazo y de molestia frente a esas personas que se equivocan que usualmente son personas muy cercanas a su vida deje de irritarles, deje de molestarles y deje de significar para ustedes una continua oración a Dios sobre que cambie esta persona; no se trata de qué otra persona cambie porque sí; se trata de que esa persona comprenda y que ustedes también puedan comprender que cada cual hace con su vida lo que le venga en gana. Y que si una persona quiere sufrir ¡hay que dejarla sufrir! y no es abandonarla, es entender a esa persona en esos actos, pedirle a Dios a ustedes que les de la sabiduría de cuándo deben actuar y ser esas personas que le pueden decir a ese ser “te estás equivocando y estás actuando de esta manera..” no en una forma crítica sino en una forma constructiva que significa “yo veo las cosas de esta manera, a mí me ha funcionado de esta forma, mira si tú crees que este consejo que puede funcionar…” por eso también queridos hermanos quiero que puedan revisarse ustedes mismos pidan luz; ustedes, cada uno de ustedes está haciendo luz en su camino, ya sus problemas no los ven tan grandes, ya no sienten que las cosas las están haciendo ustedes solos, ya saben que tienen un Padre a quien acudir, que tienen un Padre a quien quejarse y tienen un Padre que les está mostrando con muchas evidencias cómo la vida se está mostrando para que ustedes renuncien a una forma de vida que está siendo complicada en su camino.

Habitúense queridos hermanos a actuar de forma distinta, a dejar de mentir, a dejar de actuar de una manera que pueda ser crítica con ustedes y que pueda estar en el deterioro de la vida de otras personas. Midan esa consecuencia de sus actos y pídanle a Dios que ilumine cada día su camino para que sus actos sean de amor para que sus actos sean integrales y puedan actuar diferente a los extremos en forma distinta a si ustedes sean unas víctimas o son unos victimarios.  Dejen de verse en alguno de los extremos, dejen de verse como la víctima o el victimario o dejen de ver a los demás como la víctima o victimario porque ese “pobrecito” frente a otros no le hace bien; la gente no necesita su lástima, necesita su compasión y su misericordia y que su oración ilumine el deseo de que esa persona salga y si esa persona está enredada pídanle de Dios que solucione sus problemas, que pueda pagar sus deudas, que pueda lograr el bienestar mayor porque ustedes muchas veces ni siquiera saben qué puede ser lo mejor para esa persona pero Dios sí porque a veces ni siquiera ustedes mismos saben qué puede ser mejor para ustedes y cuando llegan a esa encrucijada de la vida donde la duda los acompaña y donde ustedes no saben qué hacer díganle con certeza Dios “muéstrame, hazlo tú, muéstrame el camino, ábreme las puertas, permite que conozca a las personas adecuadas, permite que el mundo se mueva ante mí de la manera como yo lo necesito”. Están aprendiendo a dejar de ir de una vida dura de golpes y de complicaciones a una vida más tranquila, están aprendiendo a vivir bajo el goce del vivir; el goce del vivir queridos hermanos no llega como consecuencia de que en su vida todo este bien o no pase nada; llega como consecuencia de su actitud frente a la vida al comprender que en esta vida están de paseo y que ustedes no son de acá y que todo lo dejan; su casa es la casa del Dios; el espíritu es su esencia real (enfático) y vienen y toman en este mundo porque lo han pedido a Dios un vestido que es su cuerpo físico y hacen un paso por esta Tierra para poder llenarse de aventura, para poder llenarse de comprensión, para poder hacer de su vida algo magnifico y vivir experiencias que sólo se pueden vivir encarnados, que sólo se pueden vivir estando en este mundo y no en el plano celestial en el cual nosotros estamos.

Se los digo queridos hermanos porque viví y ¡vivir es rico!. Vivir es importante, es maravilloso, si sufres, si te ríes, si tienes rabia, si en algún momento la vida puede ser difícil habrá valido la pena el que hayas pasado por estas cosas pero no te hayas quedado en la limitación de una de estas situaciones sino en la comprensión espiritual que significa saber que es parte del juego de la vida todo lo que están viviendo y que ustedes son capaces de superar esos problemas, esos retos, esas dificultades y que desde el orden espiritual tienen toda la fortaleza para poder superarlo y que no están solos en ese caminar. Respetamos su voluntad queridos hermanos porque nada de lo que ustedes están viviendo créanme que ha sido impuesto por Dios. En forma inconsciente ustedes han traído sufrimiento dolor y dificultad a su vida que muchas veces los superan y los hace sufrir demasiado por eso vengo a decirles ¡renuncien al sufrimiento!, renuncien a que todo se les enrede, a que todos estanque a que nada sea para ustedes, a que se queden en esas mismas situaciones del pasado que no les permite avanzar.

La única regla para que esto funcione es abrir su corazón y dejar de temer a lo que Dios les abre cómo puertas, el cambio siempre llega de la mano de Dios y todos los cambios son buenos porque los cambios siempre te llevan a un nivel superior de comprensión donde la vida tener trae una nueva aventura y donde la posibilidad de crecer es maravillosa.

Los acompañamos queridos hermanos para que sigan haciendo ese cambio propio, para que sigan siendo la luz de sus familias, de la comprensión, para que puedan entenderse que si hacen en su acto de vida un proceso pasional de diálogo frente a otros lo deben hacer desde su corazón para poder hacer que se llegue a una conciliación sobre todas aquellas cosas que no han estado funcionando bien; aunque las personas que lleguen en un momento a su vida sean extrañas y nunca las hayan conocido ¡son hermanos! a veces son personas que vienen a enseñarles algo, ustedes también llegan a la vida de ellos a enseñarles algo y a sentir que por qué no, de ese encuentro con esa persona puedan hacer una gran amistad, de ese encuentro con esa persona puede salir una gran enseñanza y por qué no, hasta un gran amor.

Reciban mis queridos hermanos mi bendición, reciban mi cariño de hermano incondicional y mi compañía para acompañarlos siempre, con ustedes en la Gracia de mi Padre Jesús de Nazaret al habla.