Rosario febrero 28 de 2013
Mis hijitos queridos, muy buenas noches soy María Virgen Madre de Dios y madre vuestra. Reciban cada uno de
ustedes mis hijos amados mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso. La bendición de todos ustedes mis hijos en la distancia
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo amen.
Para quienes todavía mis hijos de mi alma no comprenden el poder de la oración y el poder
repetir continuamente esas mismas frases que llevan el mérito desde hace tanto
tiempo una energía de unión de cada ser humano con Dios y de cada persona que
profesa la fe hacia mí, el poder repetir esa oración para llenar su vida, su
corazón de paz y su corazón de tranquilidad.
Cuando ustedes logran conectarse con la oración y logran hacer un
silencio para que esa oración se vuelva un mantra, más que la palabra como tal
la intención de esa palabra lleva paz a su ser, lleva tranquilidad, lleva luz.
Y la oración mis hijos amados se vuelve una energía que no solamente llegará su
corazón, sino que también toca a todas aquellas personas a su alrededor, a
todos aquellos lugares donde ustedes están realizando esa oración, a todos
aquellos seres que son compañeros también de esa oración.
Y aunque la oración más
efectiva sea la oración que se tiene directamente con el Dios Superior y con el
poder de la palabra que establecen con Él, que establecen con mi Hijo Amado,
que establecen conmigo o con cualquiera de sus ángeles o de los Guías Superiores
del Cielo, el hacer el Rosario mi hijo, y mi hija, el poder de la
oración a través del Rosario tiene el mérito de todo un misterio hermoso que
hay a través de la fe y de una promesa del Dios Superior que me hizo a mí
frente al poder a través de esa oración bendecir a mis hijos y bendecir los
hogares, bendecir los lugares donde se realiza el Rosario. Es una unión mis
hijos.
Y entonces cuando pueden darse cuenta que esa oración no solamente
les da la paz del corazón, sino que empieza a establecer la claridad y el
silencio que ustedes requieren para aprender a pedir desde su paz, para
aprender a pedir desde su tranquilidad y no desde su agobio; la oración lo que hace es que
empieza a mostrarles ese camino para que sus posibilidades de tener lo que
pidan a través de esa oración sean más efectivas.
Cuando ustedes mis hijos piden desde la angustia y desde la
carencia mis hijos, están reproduciendo en el tiempo más de esa angustia y de
esa carencia. Cuando
logran mis hijos aprender a orar dando gracias por aquellos que no tienen aún,
dando gracias por aquello que ha de llegar, están enseñándole a su mente pensar
en forma diferente, están enseñándole a su ser a llenarse de paz al momento de hacer
ese proceso creador. Deben agradecer mis hijos las condiciones presentes
que les enseñan el tiempo que requieren para poder confiar en la gracia de un
Dios que como da la vida da la posibilidad de sostenerse.
Sabemos que todos ustedes mis hijos han evolucionado mucho en esa
comprensión y que aunque a veces todavía reine en ustedes el miedo a cómo van a
hacer para vivir, a cómo se van a dar aquellas cosas que le piden a Dios y que
son sus preocupaciones, sus anhelos, sus decepciones, deben saber mis hijos que si ustedes pueden
contemplar por un momento en su mente ese problema solucionado, significa que
ese problema se podrá solucionar.
De igual manera mis hijos si
pueden saber que hay una energía superior a su favor que les ama profundamente
y que es éste Dios de los cielos, comprenderán mis hijos de mi alma que éste
Dios Superior puede mostrarles lo que ni siquiera su mente ve o su lógica les
pueden decir, porque Dios es el hacedor de dos mundos, Dios es el hacedor de lo
imposible, Dios es el hacedor de la vida que de la nada lo crea todo. Y si Dios
puede crear de la nada todo mis hijos de mi alma, ¿no podrá ese Dios de los Cielos
darles lo que le piden?
Así mis hijos que si para ustedes no hay salida, aunque para
ustedes el límite de sus fuerzas se haya acabado, así para ustedes no haya
solución frente a aquello que han pedido, o lo vean como un imposible en su
camino, deben saber mis
hijos de mi alma que al entregar esos problemas y esas frustraciones, esas
preocupaciones a Dios, éste Dios de los Cielos estará haciendo por ustedes lo
que ustedes lo ustedes no pueden.
Lo único que Dios les pide
mis hijos es que ustedes puedan darle ese voto de confianza y puedan llegar a
darse cuenta que cuando pueden amar a ese Dios y agradecer en ese Dios la vida
que les ha dado y la libertad que les ha dado de atraer esos problemas, esas
pruebas, esas vicisitudes, esas soledades tan sufridas, esos infortunios, ese
Dios también tienen la posibilidad de traerles la solución a todos los
problemas de su vida.
La oración mis hijos les está enseñando ese desprendimiento a
Dios, esa entrega a Dios. Y si alguno de ustedes mis hijos amados presentes o
en distancia, duermen mientras empiezan a orar, deben saber que la misión que
tenía esa oración de generar la paz en ustedes para que pudieran relajarse,
obró en sus corazones.
Así mis hijos no se preocupen si inicialmente en ustedes el hábito
de la oración no está presente y todavía no lo comprenden. Su corazón lo
comprende. Su espíritu lo sabe porque como lo decía mi hijo amado "no
solamente de pan vive el hombre" y el espíritu se alimenta de la oración,
de la comunión con Dios y aunque muchos de ustedes no lo vean de la esa manera
y algunas corrientes religiosas no lo vean de esa manera, la oración, el Rosario, también es un acto meditativo. Es un acto que les lleva la
alineación con el Dios de los Cielos, a la alineación con su espíritu supremo,
con ustedes mismos en su esencia más elevada, porque deben saber mis hijos que
siempre su espíritu tiene la respuesta a todos sus problemas.
Deben saber que su espíritu
sabe cómo solucionarlo, lo que deben permitir mis hijos y deben llamar es la
sabiduría de ese espíritu creado por Dios y del propio Dios para que les
permita a través de esa capacidad espiritual, poder solucionar, poder darle
cabida a su paz en su mente, en su corazón, en su acción, y que estos actos de
la vida puedan mostrarse mis hijos en concordancia con su espíritu y con esa
sabiduría de la voluntad de Dios.
Quiero mis hijos de mi alma darles las gracias a todos ustedes por
sus oraciones y la obediencia frente a hacer el Rosario en tantos lugares del
mundo. Darles gracias mis hijos porque han podido entender que la
espiritualidad no es una institución. No es una iglesia. No es un lugar. La
espiritualidad y el templo mis hijos de mi alma los llevan cada uno de ustedes
en su corazón. Mantengan ese templo limpio, limpio mis hijos de preocupaciones,
limpio mis hijos de ansiedades, limpio mis hijos de bajas pasiones, de
envidias, de maldades, traten de en ese lugar sagrado, hacer que solamente
estén ustedes y esté el Dios de los Cielos porque cuando pueden encontrarse
ustedes con el Dios de los Cielos en ese corazón mis hijos empiezan a caber
muchas personas y empiezan a sentir que ese corazón se amplía cada vez para más
seres alrededor de ustedes.
Les agradezco infinitamente mis hijos de mi alma esta hermosa
posibilidad que me dan de llegar a ustedes para traerles el espíritu de Dios Padre
lleno de fuerza y de esa sabiduría espiritual.
Queremos que cada uno reconozca su misión, queremos que cada uno
de ustedes sepan que la misión está asociada hacia el ser pleno en cada una de
las actividades que hagan, que en última instancia mis hijos como lo es en
primera la misión es vivir y vivir bien.
Recuerden mis hijos que ese vivir bien es algo que Dios les puede
dar en esa gracia en espíritu, para que ustedes sepan que no necesitan nada ni a nadie a su alrededor
para hacerlo, que la felicidad es un acto profundo individual de plenitud
frente a sus vidas, no de necesidades frente a otros.
Les agradezco hijos de mi alma su amor infinito, y que acudan cada
vez a esta convocatoria para alimentar sus espíritus de esa fuerza y de esa
sabiduría.
Reciban mis niños de mi corazón, mi bendición, la de Dios Padre Todopoderoso
y este Espíritu Santo lleno de luz, lleno de paz, lleno de plenitud, lleno de
respuestas, lleno de amor frente a ustedes mis hijos y de realización. Confíen mis hijos; cuando
la noche esta oscura, lo que deben siempre saber es que si pueden ver un
amanecer, recordar un amanecer, presagiar un amanecer, van a tener el mejor
amanecer de todos.
Dios los bendiga mis hijos, con ustedes María Virgen buenas noches.
Jesús de Nazaret
Hermanos
muy buenas noches con ustedes Jesús de Nazaret al habla.
Es
grato queridos hermanos venir a dialogar con cada uno de ustedes y leer un poco
en sus pensamientos, un poco en sus corazones. Poder conectarnos con sus
sentimientos y poder queridos hermanos llegar a llevarlos a la comprensión de
esos sentimientos para que ustedes a través de esa comprensión, puedan sentir
que se pueden elevar y que pueden trascender a todo aquello que ven en caos, a
todo aquello que ven en debilidad, a todo aquello que ven en dificultad de la
vida.
La
insistencia del cielo queridos hermanos frente al proceso de sanación del
hombre especialmente en los tiempos recientes por intención de mi Padre, no es
la de solamente la sanación de sus cuerpos como ustedes lo tenían creído hace
tiempo.
La sanación queridos hermanos es todo
aquello que significa un despertar en la calidad de vida del ser a nivel de sus
sentimientos también y de su comprensión a través de su mente, de esa sabiduría de la que hablaba mi Señora del Cielo. Y queremos que sepan
queridos hermanos que lo que buscamos es sanar este mundo y sanar al ser humano
de la complejidad y de la magnificencia que lleva frente a esas emociones
difíciles de la vida.
Cuando
adquiere más peso frente a la vida queridos hermanos el miedo, la tristeza, el
dolor, la nostalgia, la rabia, la ira, la culpa, la desesperanza queridos
hermanos, y todo el tiempo están vibrando en lo mismo, lógicamente pierden la
ilusión, pierden la alegría de vivir, y este mundo que mi Padre creó para que
ustedes lo experimentaran en forma buena, empieza a adquirir ese color gris y
empieza queridos hermanos a tener esa dificultad frente al poderlo vivir de una
forma maravillosa.
Hemos
venido a sanar a la humanidad de ese exceso de magnificencia frente a todo lo
que los turba, frente a todos los que les duele, frente todo lo que los daña,
frente a todo lo que les minimiza y les hace sentir impotentes, les hace sentir
incapaces, y les hace olvidar su naturaleza como hijos de Dios hechos a imagen
y semejanza de este Dios Superior.
Y
deben saber que esta frase hermosa queridos hermanos tiene un magnífico y un
hermoso mensaje que está asociado a que si ustedes han sido hechos a imagen y
semejanza de Dios como sus hijos, son hijos de ese Dios que son Dioses en
potencia. Y deben saber mis hijos y mis hermanos que al serlo, tienen toda la posibilidad
creadora que mi Padre les da para poder establecer en su mundo un camino donde
ustedes pueden sentirse felices y puedan sentirse plenos pero ¿qué se
los impide queridos hermanos? ¿Qué les impide ser felices? ¿Qué les impide
sentirse plenos frente a la vida? No son las cosas que no poseen, no son las
cosas que no tienen, sino la manera,
como ven las cosas que tienen sintiéndolas como insuficientes. Porque
cuando lo que hay no es suficiente para ustedes queridos hermanos, cada vez
tienen más de lo que no hay. Y entonces hemos venido a sanarlos queridos
hermanos para que ya dejen de hacerle la fiesta al drama, para que ya dejen de hacerle
la fiesta al dolor, para que ya dejen de hacerle la fiesta del miedo, para que
ya dejen de sentirse víctimas frente al mundo, para que dejen de pelear con
ustedes mismos y con sus semejantes, para que dejen de sentirse en esos
sentimientos a prueba todo el tiempo frente a Dios, frente a la vida, frente a
los demás.
No
pretendemos que se vuelvan fríos, que dejen de vivir y de sentir que es lo más
hermoso del ser, queremos es que ese sentir en su ser esté en forma armoniosa y
puedan ustedes entender que si la paz les hace sentir bien a su ser, ¿por qué
van a permitir que algo o alguien perturbe su pasa? Que si estar felices les
hace sentir bien, ¿por qué dejen que la tristeza de alguien perturbe su paz? Y
pareciera queridos hermanos que les estoy diciendo que sean indolentes ante el
sufrimiento, el dolor y la preocupación ajenas, les estoy diciendo que trasciendan a ella y la comprendan
y lleven desde su vibración a esa persona que sufre, a la alegría, no que te
pongas a sufrir con esa persona.
Que si ves a esa persona irritable, no
lleves esa irritación a tu corazón sino que asciendas a esa persona a tu paz, a
tu tranquilidad.
No puedes querido hermano desde la
tristeza hacer a alguien feliz.
No puedes desde tu soledad acompañar a
alguien.
No puedes desde tu culpa no juzgar a alguien.
Por
eso queridos hermanos hoy llegamos a ustedes para sanarlos, para que entiendan
que hay una vibración de Emociones Superiores que se siente realmente hermosa,
¿quién de ustedes no ha sentido el amor y saben la fuerza magnífica que da cuando
están enamorados? ¿Quién de ustedes no ha sentido la alegría? Y sienten la
inmensa energía que se mueve cuando ustedes están alegres. ¿Quién de ustedes
queridos hermanos no ha sentido la tranquilidad y saben lo hermoso que es estar
en paz y sentirse bien frente a la vida?
Y
si el estar bien es tan magnífico, y les hace anhelar todo el tiempo esos
sentimientos elevados, ¿por qué queridos hermanos una y otra vez, están
descendiendo al nivel de alimentarse de todas esas cosas negativas? ¿por qué se
alimentan de la violencia? ¿Por qué se alimenten de la mentira? ¿por qué se
alimentan del chisme? ¿por qué se alimentan de la desesperanza? ¿por qué se
alimentan y ven siempre alrededor de ustedes lo peor.
¿Cuántos
de ustedes queridos hermanos lloran y claman a mi Padre cada vez que hay un
desastre natural? y ¿cuántos
de ustedes queridos hermanos dan gracias a Dios y se alegran infinitamente cada
vez que hay una señal hermosa en el cielo como un arco iris, como una luna
hermosa, como un amanecer?.
Y
saben que ante todo el tiempo mi Padre está dando señales de amor y de
reconciliación, de vida y de paz haciendo que muchos nuevos niños lleguen al
mundo, se empeñan queridos hermanos en sentir pesar por sus hijos, a sentir
pesar por esta humanidad y a sentir pesar por ustedes cuando ese Dios que da la
vida da cómo sustentarla, da cómo mantenerla.
Entonces queridos hermanos lo que les invito es a que
sean fuertes y despierten en la sabiduría de ustedes mismos para transformar
sus creencias frente a la vida y empezar a dejar vibrar las emociones más altas
de su ser. Es una elección ser feliz. Como es una elección ser víctima.
Es
una elección que en el lugar donde ustedes están, como lo dice mi amado
Francisco, haya paz.
Que
donde ustedes estén haya luz.
Que
en su mundo la gente no mienta.
Que
en su mundo la gente no robe.
Que
en su mundo los hombres que lleguen o las mujeres que lleguen no lleguen a
dañarlos, no lleguen a mentirles, que puedan en su mundo tener los jefes que
quieren, los empleados que quieren, que en su vida las cosas vayan bien.
Entiendan
queridos hermanos que lo
natural y la
percepción suprema que tenemos desde el Dios superior entendiendo la dualidad
de la vida, es la de la plenitud, la de que ustedes tienen todo el
derecho de estar mal y de vibrar en su vida a través de las cosas negativas
porque mi Padre creó este mundo para que ustedes al estar mal, lo
suficientemente mal, se harten y se harten de un mundo donde todo funciona mal para elegir en su conciencia
interna un mundo donde las cosas funcionen bien y donde lo natural sea apostar
a la vida y no a la muerte. Donde lo natural sea vivir bien, progresar, donde la vida sea fácil,
donde ustedes puedan sentir que se enaltecen y enaltecen a otros.
Entonces
cuando se preguntan si la voluntad de mi Padre es verlos sufrir, desde una
esencia superior y del amor, está la de dejar experimentar lo que ustedes
quieran hacer, pero desde esa voluntad de un padre amoroso quiero preguntarles
¿qué padre querría que su hijo aprendiera sufriendo?
Pueden elegir queridos hermanos que
aprendan de la vida sin darse golpes, que aprendan de la vida sin sufrir o sin
necesidad de ver sufrir a otros, que puedan
sentir que si algo tenían que aprender de una humanidad en sufrimiento, revisen
sus libros de historia, revisen esas novelas que ven todo el tiempo y si las
van a ver, véanlas para elegir no ser esos protagonistas sufridos, queremos
queridos hermanos que puedan saber que siempre, siempre es su elección
y que lo que deben ser es contundentes frente a la vida desde el amor para
saber que son soberanos y elegir a través de ese amor una vida plena.
Claro
que hay siempre la posibilidad de que sufran y de que las cosas se pongan peor
pero pueden entender queridos hermanos también que si Dios les ha dado el Libre
Albedrío es para que elijan que su vida sea buena, que su vida sea magnífica,
que su vida sea plena y
nosotros apostamos por ustedes, creemos en ustedes y los amamos infinitamente.
Pero como sus hermanos desde el cielo, entendemos que es la voluntad de mi Padre
el dejar que ustedes hagan su voluntad.
Todas nuestras palabras desde el cielo
no están asociadas a asustarlos y deben saber queridos hermanos que si han oído
en mi nombre algo que les lleve a sentirse mal como humanidad, deben saber que
deben filtrar bastante esa información para saber que mi Padre no quiere verlos
limitados y no quiere ver más un mundo asustado, más un mundo que lo reverencie
por miedo, más un mundo que se distancia de Él por miedo. Él quiere verlos a
ustedes libres y soberanos para crear este mundo mejor y administrarlo en mejor
forma pero que lo hagan desde una fuerza superior y desde una fuerza plena.
Pueden
seguir algunos de ustedes magnificando la importancia de que algo esté mal para
que después esté bien, y es el sentido relativo de la vida, son los retos de la
vida, el no tener para tener. Pero cada uno de ustedes pone el límite para
saber hasta dónde fue suficiente y hasta dónde resisten esas pruebas que
ustedes mismos se ponen de dolor, de desventura, de sufrimiento. Lo único que necesitan mi Padre
para que su vida cambie es que ustedes digan no con rabia a Él, sino con la
certeza de que ya fue suficiente: "ya basta" y digan desde ese ya
basta queridos hermanos que ya lo que tenían que aprender de esa situación
difícil ya lo aprendieron, que elijan con la confianza en la convicción que ya
para ustedes fue suficiente y quiere un panorama en su vida diferente.
Sabemos que la convivencia entre
ustedes no es fácil y no es fácil porque no se saben poder ustedes mismos los
límites de aquello que es bueno y van a aceptar en su mundo y aquello que no
quieren y por eso tampoco le ponen esos límites y esas reglas a los otros.
Entonces si ustedes tienen claro en su
mundo a quién no quieren a su lado y que prototipo de persona no quieren, o qué
prototipo de experiencia no quieren en su vida y son contundentes frente a ello
en el amor y la supremacía de la libertad que mi Padre les dio, nunca llegará a una persona a
ser y a confrontarlos.
Si esa petición tiene miedo, si esa petición
es suplicante, si esas peticiones están viciadas en la convicción de su ser,
créanme que va llegar aquella persona o esa situación que justo les va a hacer
vivir aquello que no quieren vivir.
Quiero
queridos hermanos que lo comprendan para que cierren tanto ruido que hay a su
alrededor y se pregunten a ustedes mismos si son felices, se pregunten a ustedes
mismos si están siendo libres y soberanos. Si la vida que están creando
individualmente para ustedes mismos les gusta, porque si les llega a gustar esa
vida queridos hermanos estarán trascendiendo para mostrarles ese ejemplo a
otros y ser ese legado también para otros.
Les
dejo queridos hermanos estas reflexiones que les hago con mucho cariño, con
todo mi amor y les dejo todo lo que representa lo que es hoy lo que consumirán
esta noche para que reciban el alimento espiritual y físico que requieren,
reciban queridos hermanos la bendición de mi Padre, mi paz infinita y mi
infinito amor por cada uno de ustedes, soy muy cercano a ustedes, soy su hermano. Con
ustedes Jesús de Nazaret al habla, muy buenas noches.
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