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domingo, 3 de marzo de 2013

Rosario febrero 21 de 2013


Rosario  febrero 21 de 2013

Mis hijitos queridos, muy buenas noches soy María Virgen Madre de Dios y madre vuestra. Reciban cada uno de ustedes mis hijos amados mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso. La bendición de todos ustedes mis hijos en la distancia en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo amen.

Hemos querido esta noche hijos de mi corazón hablar sobre esa pureza del corazón, sobre superar los conceptos de lo que está bien y de lo que está mal, porque deben saber mis hijos que todo lo que se hace con amor y con la intencionalidad limpia de su corazón aunque no pueda tener siempre el mejor resultado, siempre es bueno y lo que mide el Dios de los cielos no son los resultados de los hombres si no realmente esa pureza de su corazón, de esas buenas intenciones.

Por eso no deben pensar nunca más mis hijos que aquel que inocentemente peca, inocentemente se condena como les han enseñado porque nunca hay una condena del Dios de los cielos, todos ustedes mis hijos han sido dotados de una conciencia que se encuentra en la puerta de su corazón. Es aquel medidor mis hijos de mi alma que les lleva siempre a saber en su ser cuando algo es realmente malo, cuando algo no lo están haciendo con la limpieza de ese corazón, ese medidor mis hijos proviene de esa parte de su corazón que les lleva a hacer esas cosas bajo esa perspectiva.

Se equivocan mis hijos cuando las cosas las hacen bajo el miedo, bajo el sentido de la venganza, bajo el sentido de la lógica que no siempre les da la respuesta de lo que es mejor porque lo que la mente siempre les mostrará son dos elementos contrarios de la vida para bajo los conceptos sociales que les han enseñado puedan elegir el mejor camino y deben saber mis hijos que siempre que hacen algo amparados en la fuerza de su corazón, hay un sentido de paz, hay un sentido de tranquilidad en ustedes, porque allí desaparece la rabia, desaparece el miedo, desaparece ese sentido social que les lleva a juzgarse sobre si están siendo muy duros con alguien en algún momento o de si están siendo muy blandos con alguien en un momento.

Hay un medidor mis hijos que siempre también está en ese corazón que es ese espejo bajo el cual ustedes también quisieran ser mirados. Tratar a ese prójimo como a ustedes mismos y siempre que pueden dar al otro lo mejor de ustedes con la conciencia de que siempre esa es la mejor forma de actuar, así los demás en este mundo no actúen en justicia, no actúen en amor, no actúen en verdad ustedes estarán sintiendo esa conciencia en paz y en tranquilidad por haber actuado de la mejor forma posible. No se sumen ustedes mis hijos en la oscuridad y en la injusticia o en la ceguera espiritual de otros para despertarlos. No se unen a la guerra para hacer la paz. No se unen mis hijos a la oscuridad para que haya luz, y si pueden entender mis hijos que esa claridad está dentro de cada uno de ustedes, siempre va a haber una indisposición en su ser, en lo más profundo de ustedes cuando algo no lo están haciendo de la forma amorosa que debería ser.

No es bajo la justicia divina, es bajo una fuerza del amor y de la convicción que empezarán a ver cuando un paso que están llevando a cabo es el paso correcto y no crean mis hijos y mis hijas que ser bueno es siempre decir que sí, ser bueno hijos de mi alma también es confrontar a la verdad de otros y establecer esa posición clara en convocatoria con Dios que les llevará siempre a mostrarles que el camino que han tomado es el correcto.

No esperen mis hijos un juzgamiento del Dios superior recriminador; ustedes todo el tiempo están haciendo un balance a través de su consciencia aunque no siempre la quieran oír. Estarán al final del proceso de su vida viendo toda esa película de su existencia no para juzgarse o para ser juzgados por Dios sino para ver en qué momento de su vida realmente actuaron amparados en ese amor porque a partir de ese amor hay justicia, a partir de ese amor hay verdad, porque a partir de ese amor hay perdón, a partir de ese amor hay la luz mis hijos.

Por eso no duden en establecer posiciones frente la vida que ante todo sean amorosas y buenas para ustedes. Porque no pueden ser luz para otros siendo ustedes oscuridad en su propia vida. No pueden ser buenos con los demás olvidándose de esa bondad que deben tener hacia su propia verdad, hacia su propia vida, yo vengo hoy mis hijos a llenarlos de mi amor infinito y de mi agradecimiento infinito a cada uno de ustedes por acudir a esta oración que estamos haciendo en tantos lugares y tantos días al mismo tiempo, como siempre les pido que no oren solamente por ustedes, les pido que oren hermanos como raza, que oren por el proceso evolutivo de este mundo, por la verdadera paz que es la paz del corazón.
Créanme mis hijos que cuando ustedes empiezan a encontrar esa paz dentro de ustedes, ya no tienen que actuar en forma violenta o defensiva frente al mundo y ya no van a encontrar quien actúe en su contra. Sólo aquel que olvida su conciencia de su fuerza espiritual cae preso del otro, cae víctima del otro, es dañado por el otro.
Ser bueno mis hijos no es ser débil. Ser bueno mis hijos no es permitir que los demás hagan contigo lo que ellos quieran.

Ser libre mis hijos es tener la estrategia, la inteligencia, la fuerza espiritual suficiente para que nada de ese mundo adverso les pueda hacer daño. ¿Y cómo se va ganando eso todos los días mis hijos? Con el alimento espiritual, en la convicción continua en que yendo de la mano de Dios, nadie les puede hacer daño y todos los días en esa fuerza de la oración pueden andar entre el peligro, pueden andar en la maldad, pueden dar su ser en cualquier condición difícil de la vida y nunca podrán ser dañados.

Deben saber mis hijos que hay personas que cumplen sus ciclos y que algunos de estos lo hacen en unas condiciones que signifique también el liderazgo de un héroe porque lo han elegido de esa manera. Oramos por todos ustedes mis hijos, oramos por la paz de este país, oramos porque puedan sentirse realmente como hermanos y más que el dolor de sus hermanos, puedan sentir que pueden obrar bajo una fuerza contraria que es la de la reconciliación, que este mundo cambie, que este país cambie y que vuelvan ustedes a sentirse en un espacio totalmente lleno de paz.

Reciban este Manto miedo mis hijos para que lo porten siempre en todo lugar y al mismo tiempo puedan otorgarlo otras personas: aquellos jefes que les molesta, aquellas personas con quienes han tenido conflictos en el pasado, aquellas personas con las que tienen proyectos, aquellas personas que son tanto sus amigos como sus enemigos, los que ven frágiles como aquellos que ven fortalecidos.

Desciende sobre el Dios superior sobre ustedes y sobre lo que van a consumir esta noche el espíritu Santo de Dios lleno de paz, lleno de luz, de amor, de progreso, de comprensión, de todo lo mejor de la vida.

Siempre que reciben el Espíritu Santo mis hijos hay una fuerza y hay una parte de Dios que recae sobre cada uno de ustedes para fortalecerlos en el espíritu. Acepten el espíritu Santo y entiendan que es un regalo que Dios les da, el Espíritu Santo que llega a ustedes es la fuerza renovada que Dios les da para multiplicarse en energía y ver en la tierra un camino profundo. Hasta pronto hijos de mi alma, con ustedes María Virgen buenas noches.

Jesús de Nazaret
Hermanos muy buenas noches con ustedes Jesús de Nazaret al habla.
Como siempre queridos hermanos es una alegría para nosotros desde el cielo establecer con ustedes conversaciones cada vez que podemos; esas conversaciones créanme que las estamos teniendo más seguido de lo que ustedes se imaginan aunque no siempre las puedan percibir de esta forma.
Hoy quiero hablar sobre la corrupción queridos hermanos y sobre los grados de corrupción que encuentran ustedes en el mundo. Es importante que puedan pensar sobre que esa corrupción es un total estado de inconsciencia del ser humano sobre el bien ajeno, sobre el bienestar ajeno y sobre esa necesidad que hay de proteger lo que es de todos.
Hay una inconsciencia que sigue estando frente a la responsabilidad social que hay hacia la naturaleza, hacia los animales queridos hermanos, hacia los más frágiles, los más viejos, los más niños, hacia todos aquellos seres que han decidido nacer y han decidido estar en esas condiciones de vulnerabilidad.
Y entonces cuando ustedes se indignan queridos hermanos por esos grados de corrupción y de inconsciencia que encuentran, por esos grados de fuerza violenta que siempre han visto en la historia de la humanidad y que siguen viendo que es el pan de cada día, queremos que puedan ustedes queridos hermanos darse cuenta que si esos seres pueden actuar de esa manera oprimiendo otros es porque hay toda una inconsciencia social que se los permite.
La conciencia de ustedes como lo decía ahora mi Señora del Cielo no es combatir fuego con fuego, no es combatir violencia con violencia u oponerse queridos hermanos a la violencia u oponerse queridos hermanos al robo y a la corrupción reiterada de sus dirigentes, el objetivo queridos hermanos es que puedan entender que hay un poder y una fuerza espiritual que ustedes tienen para hacer posible que puedan elegir en condiciones diferentes y puedan ser cada vez más de ustedes los que puedan actuar en forma correcta y elegir el mundo donde los que dirigen sean aquellos que tengan el deseo del bien común.
Y cuando ustedes ven el grado de corrupción queridos hermanos que hay en esta sociedad, lo ven desde aquel ser más pequeño que se lleva un esfero de su oficina queridos hermanos hasta aquel ser que lo que se lleva son miles y millones hacia otros lugares en islas para paradisiacas y es importante que sepan queridos hermanos que el mayor engaño que toda esta sociedad y que toda esta humanidad les hace a ustedes es el hecho de creer que no tienen nada que hacer, es el hecho de creer que ustedes solos no pueden obrar ese cambio, es el hecho de creer que para obrar ese cambio tienen que unirse y pelear y luchar para poderlo obrar, realmente queridos hermanos los más grandes cambios que se dieron frente a los derechos humanos, no se dieron en el momento de la confrontación como tal, fue en el momento en que hubo un ser que mostró unas ideas que eran totalmente humanas, viables y superiores y que fueron acogidas en todo el mundo y se sembraron y se regaron y se propagaron por todo el mundo y fueron acogidas por la gran mayoría. Entonces cuando ustedes callan queridos hermanos y sienten que no pueden y no tienen nada que hacer con este país, se hacen a un lado frente a estas decisiones y frente a esa propia intencionalidad de ustedes y sienten que ustedes están oprimidos por un sistema corrupto y por un sistema difícil y que ustedes no van a poder progresar dentro de él a no ser que se porten como todos ellos.

Es el momento de que muchos de ustedes despierten queridos hermanos y pidan ese poder superior para actuar cuando lo tengan de una forma distinta y puedan ustedes bajo el poder, poder sentir queridos hermanos que lo van a usar de la forma amorosa y correcta porque el poder nunca es para oprimir y ponerte por encima de otra persona. Sino para servir. Entre más esa persona te sirva hermano, y más esté a tus pies más debes agradecerle y besarle los pies por el beneficio y el servicio que esta persona te brinda.
Y entonces si ustedes se quejan queridos hermanos de que la gente con plata y con poder se transforma, es porque muchos en su engaño creen que tener poder es oprimir, es mandar sobre otros y es usar esa fuerza para que en su creencia los demás le teman, los demás hagan lo que ese ser poderoso cree que es lo correcto.

Y cómo hacen ustedes queridos hermanos para no perderse dentro de ese poder?, el poder que tienen frente a sus hijos, el poder que tiene frente a sus empleados, el poder que tienen frente a quienes abren la puerta de su casa, frente al poder que tienen frente a la persona que les hace aseo, a la persona que les contesta el teléfono, tantas personas que dentro de esa cadena de tareas y de servicios en apariencia están por debajo de ustedes?, agradeciéndoles, amándoles y entendiendo que si estas personas han estado en esa posición donde en apariencia y entre comillas están por debajo de ustedes, es porque esas personas han elegido servirte de esa manera.
Y para que sepas si realmente estás actuando bajo esa perspectiva del amor que te hablaba mi mamá, piensen queridos hermanos si al estar en la otra condición a ustedes les gustaría ser tratados de esa manera. Entonces si ustedes pueden llegar a tener todos quienes me escuchan desde aquel que tiene el poder más pequeño de respetar la vida de una persona y elegir el proceso de la vida o la muerte frente a alguien que va a atracar, puede también llegar a tener la también frente aquellos que están oyendo y que están teniendo muchos empleados y muchas personas bajo su mando. Piensen en qué no se van a ser pobres si realmente pueden marcar unas condiciones sociales mejores, el miedo de que los pobres tengan más, el miedo de que todos sean iguales, es lo que hace que haya estas condiciones sociales que los tienen oprimidos queridos hermanos.
Ese mismo temor que infunde esta sociedad sobre aquellos que se creen menos, es precisamente lo que les hace a esas personas que están por debajo aceptar unas condiciones que no son, que no son buenas y no son dignas, porque si esas personas que los dirigen, si esas personas que son sus jefes, si esas personas que tienen cualquier tipo de poder sobre ustedes los oprimen, es porque ustedes se dejan oprimir.
Entonces en este mundo dual queridos hermanos para que haya una cosa, como parte de una misma vibración y de los opuestos tiene que existir exactamente la otra en el lado contrario, porque no existiría ese juego del sube y baja si uno de los dos extremos se perdiera. Y si ustedes llegan a deshacerse de tanto prejuicio que generan esos dos extremos, hay conceptos y hay vibraciones que pueden desaparecer de este estado, de este mundo para llevarlos a un mundo donde todos ustedes puedan ser felices con las condiciones que eligieron y no hay una posición más amorosa y más hermosa para aquel que decidió dirigir y para aquel que decidió ser dirigido por otros.
Sean conscientes queridos hermanos sobre su responsabilidad social, no solamente su responsabilidad social está al momento de votar y elegir a sus dignatarios, está al momento de cómo actúan frente a las demás personas, qué energía están llevando dentro de ustedes al momento de subirse a un taxi y hablar con ese ser humano. Qué energía están llevando ustedes frente a aquellas personas que son esos representantes de un sistema y que son parte de ese sistema como empleados y que están recibiendo de ustedes toda esa agresividad.
Traten queridos hermanos siempre de antes de dejarse llevar por esa rabia y de dejarse llevar por esta energía adversa, siempre actuar bajo sus condiciones de justicia y de verdad que ejerciendo esa justicia y esa verdad sin necesidad de llevarse por delante a otra persona por esa energía adversa que esas personas también pueden representar
Revisen sus condiciones de vida personales, revisen las condiciones de su familia, revisen las condiciones de su país y entiendan que cada una de esas situaciones que se repiten como familia, que se repiten como país y que especialmente que ustedes repiten cíclicamente en forma personal ustedes las han aceptado y las han vivido de esa manera creyendo que no hay salida y que no hay una posición diferente.
Les daremos en esta semana queridos hermanos la iluminación para que ustedes puedan ser conscientes de qué cosas pueden estar fallando frente al proceso de su felicidad y sentirse plenos frente a la vida. Queremos que puedan sentir el agradecimiento y la plenitud de la vida como tal y sentir que esta vida vale la pena por el sólo hecho de existir. De ahí en adelante queridos hermanos todo lo que quieren y todo lo que son retos dejan de tener un sentido bueno en la vida cuando ustedes empiezan a sufrir y a desesperarse y angustiarse por ello. Queridos hermanos mi paz, la paz de mi Padre, el calor de mi alma para cada uno de ustedes y mi compañía y mi hermandad continua, con ustedes Jesús de Nazaret al habla, muy buenas noches.

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