Rosario 10 ABRIL de 2025

 

María Virgen

Mis hijitos y mis hijitas queridas muy buenas noches, soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra; reciban mis hijos amados presentes y en la distancia mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, la bendición de sus proyectos, de sus hogares, de sus familias, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, amén.

 

Llegó el momento mis niños y mis niñas de recoger de lo que se ha sembrado y no se ha sembrado; entender que frente al amor de Dios el merecimiento está totalmente asociado a un derecho como hijos de Dios de recibir todo el bienestar y todo el amor que ustedes se merecen.

 

Ahora cuando pueden sentir ese amor de Dios en un reconocimiento de gratitud por estar vivos, en un proceso de gratitud por hacer parte de esta Tierra empezarán a darse los primeros resultados que les hará tener la conciencia de todo este amor divino y de como todo lo que hasta ahora ha sido un problema una dificultad empezará a tornarse fácil y empezarán a ser acreedores de esos milagros que necesitan en cada aspecto de su vida; y si bien muchas cosas mis hijos no han estado funcionando de la forma como ustedes lo requieren, es el momento de sentir que le dicen al Padre desde el corazón que internamente vaya a su ser profundo y transforme todas aquellos eventos y situaciones que ahora están siendo dolor y padecimiento en su vida y un entrenamiento hasta el sufrimiento.

 

Hoy queremos que sientan que estos días de Semana Santa tienen varias intenciones importantes sobre que puedan entender las enseñanzas de mi Hijo de una nueva manera para que se liberen de la culpa del sentir que están viviendo en el pecado original y para que puedan sentir que igualmente cualquier error, cualquier equivocación, cualquier padecimiento de la vida no va a seguir siendo parte de un proceso de un canje del sufrimiento y que las elecciones de su camino van a estar ahora trazadas en una forma diferente al sufrimiento de estar acá.

 

Se están liberando los acuerdos, los pactos con Dios de sentir que con Él hay que hacer acuerdos de sufrimiento para que alguien sean bendecidos; hoy pueden darse cuenta mis hijos que su propio bienestar, saldrá el bienestar de aquellas personas que aman, que de su propio bienestar saldrá la armonía y que empezarán a sentir que el privilegio de vivir bien ya no será el egoísmo de otros, no será la envidia de otros, sino será el mostrar en ustedes las bendiciones y el amor de otros para que otros los sigan y puedan creer que ellos también son los siguientes en todo lo bonito que ustedes tienen para no sentir que pueden ser ustedes merecedores de una envidia que no necesitan.

 

Hoy los envuelvo mis hijos en mi alma en mi Manto Sagrado y traigo la luz del Espíritu Santo para ser liberados de sus sentimientos de culpa, de esa sensación de no merecimiento, de esa conexión con Dios en pobreza para empezar a sentirse ricos desde el espíritu en amor, en sabiduría y en comprensión de que hasta ahora frente a todo lo vivido ustedes han hecho todo lo mejor que han podido y que ahora vienen tiempos buenos donde ustedes recogerán pero también habrá para todos tanto mis hijos que no necesitarán ustedes angustiarse en cuanto de lo que ustedes puedan recibir es realmente algo que tienen que canjear con Dios teniendo miedo de que los que ustedes aman no estén bien.

 

Hoy bendecimos sus generaciones anteriores y se hace el proceso de convocatoria espiritual para que lleguen a su vida sus padres, sus ancestros y hagan una reconciliación con ellos; hoy descienden a ustedes sus colaterales, sus parejas, sus hermanos, sus primos, todos aquellos partners de trabajo, de vida, con los que también van a empezar a sentir que hay reconciliación.

 

Descienden igualmente en esta conexión del amor de Dios sus futuras generaciones, para que ustedes sean memorables, sean recordados con cariño cuando ya no estén en este plano y que igualmente mientras estén en el plano de la Tierra acepten las bendiciones, acepten la compañía y ustedes empiecen a hacer en forma amorosa el centro de atención de los suyos para recibir el cuidado y el amor que se merecen y puedan ustedes sentir que se titularizan como matriarcas, como patriarcas y que pueden tener esa honra y esa dignidad que se merecen.

 

Los bendigo mis hijos y les entrego con todo mi amor mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, la bendición de los alimentos que consumirán en esta noche, igualmente la bendición de una semana que para alguno será de ir a descansar y que queremos que sientan que también en el descanso está Dios, en el contacto con la naturaleza, en el contacto con el mar, en los tiempos de reflexión y de hacer un alto para que estos días sean unos días de conexión espiritual donde quiera que estén, donde ese bienestar suyo sea también la alegría de decirle al Padre “aquí estoy Señor para ti y me estoy dando una oportunidad de descansar para estar más en contacto contigo” porque no deben olvidar que Dios está igual en la montaña, está igual en las iglesias, está igual en sus casas, como en otras actividades que lleguen a hacer con ustedes en todos los lugares donde estén yo soy María Virgen muy buenas noches mis hijitos, hasta siempre.

 

Reciban mis niños y mis niñas mis bendiciones y la de Dios Padre Todopoderoso, con todo mi amor Yo soy María Virgen muy buenas noches mis hijos hasta siempre.

 

Jesús de Nazaret

Buenas noches hermanos en la gracia de mi Padre Jesús de Nazaret.

 

Bueno, feliz porque se están completando tiempos de celebrar, de celebrar cómo la humanidad empezó a tener un cambio, cómo se hicieron acuerdos de ustedes como humanidad con Dios y de Dios con ustedes para que hubiera el arcoíris, para que hubiera tiempos diferentes y que ustedes pudieran crecer en forma protegida y amorosa.

 

Las cosas que no pueden hacer hermanos no es porque Dios en su imposición quiera someterlos, ha necesitado la humanidad crecer en forma segura, ir haciendo experimentaciones en la Tierra que les permitan también a ustedes encontrar un camino de comprensión de Dios y que ustedes hechos a imagen y semejanza de Dios puedan crecer donde el sueño es que ya no necesiten la guerra, que aunque haya brotes de guerra los que vengan a este planeta puedan tener todo lo básico, que ya lo que los mueva para trabajar, que ya los que los mueva para actuar en este mundo no sea el camino de sobrevivir sino que los que los mueva sea el que puedan trabajar en equipo y aunque pasen cosas difíciles, esta gran humanidad unida pueda hacer que se sanen las heridas, que pueda haber comida para todos y créanme que contrario a lo que les han enseñado, hoy el mundo siendo más codependiente está trabajando como un solo ser para que pueda haber una evolución.

 

Hoy muchos de ustedes no tienen que cultivar su comida porque alguien lo hace por ustedes, muchos de ustedes no tienen que defenderse porque alguien lo hace por ustedes, muchos de ustedes no tienen que preocuparse de dónde va a salir el agua porque hay todas unas instituciones y todo un proceso de trabajo de muchas personas para que no les falte nada y eso se lo deben hermanos a sus ancestros, se lo deben aquellas personas que pensaron en una idea, que tuvieron una idea para que ustedes pudieran tener un lugar mejor y aunque ustedes puedan creer que no están haciendo nada bueno, deben honrar sus trabajos, deben saber que como parte de un equipo ustedes han trabajado para que ese esa estructura total pueda funcionar y que aunque su trabajo para ustedes pueda ser modesto o pueda no ser tan, tan, grande y representativo lo es porque como es en lo pequeño es en lo grande.

 

Hoy los estoy convocando para que esta semana como lo decía mi Madre sea una semana especial, sea una semana de comunión, de acompañamiento, sea una semana de renuncia al sufrimiento, pero también de renuncias a las expectativas del futuro que les pueden hacer sentir que no están en el mejor momento de su vida; ustedes hermanos están en el mejor momento de su vida porque no hay un mejor momento que éste presente y por supuesto que venimos a ayudarlos para que se hagan responsables más no culpables de las decisiones tomadas, pero que ya no lloren sobre la leche derramada y puedan darle la vuelta a lo negativo y decir qué me enseñó para que esa misma experiencia negativa se vuelva algo que los catapulte a una solución y sientan que no necesitan padecer ni días, ni meses, ni años las malas decisiones que hayan tomado en un momento de su vida.

 

Los acompañamos igualmente para que puedan ver mis enseñanzas de una nueva manera, para que sientan que mi compañía es la de poder llevarlos a un estado de remanso y de paz interior pero también de comprensión de que conmigo no tienen que tener ustedes ningún tipo de culpa, que ustedes no deben sentirse mal por mi muerte porque mi muerte fue una elección sabia de vida y de humanidad. Necesitaba conocer la muerte, necesitaba irme por el camino que todos mis hermanos se fueron pero también llegar de la misma manera a través de una madre, de un padre, como ustedes lo hicieron y experimentar una vida natural como ustedes lo han hecho, pero también les tracé un camino, un camino de retorno de creer que no merecían el cielo, un camino de retorno a la casa del Padre con la comprensión de que siempre son acompañados, son acompañados para elegir la vida, para en ese no tiempo establecer un acuerdo con cómo van a interactuar y elegir los padres perfectos y que ellos elijan los hijos perfectos que han sido ustedes; los acompañamos para que aunque hayan hecho elecciones en algún momento como puntos estratégicos y difíciles de la vida puedan en el presente recibir también el apoyo para que cuando algo ya tuvo la enseñanza lo suficientemente dura o difícil ustedes puedan sentir que pueden trazar un camino diferente y que pueden retornar a la confianza de que no estamos juzgándolos, que no tienen que portarse de una forma específica para sentir que pueden ser merecedores de un cielo porque lo son independientemente de cómo se hayan comportado .

 

Mi paso por la Tierra fue mostrarles a ustedes su grandeza, fue mostrarle ustedes de quién están hechos, de qué están hechos y cómo ustedes son magia, como ustedes son un milagro, cómo que ustedes hubieran nacido, llegado a esta tierra cada uno en forma individual no fuera un accidente si no fuera un regalo de Dios y aunque tal vez en momentos quienes venían delante de ustedes no supieron darles el lugar, Dios siempre estuvo y Dios siempre camufló su camino para que lo que tuvieran en experiencia de todo eso difícil tuviera la dosis necesaria que sus espíritus necesitaban para poder sentir que iban a ser valientes, que iban a recibir ayuda y que iban a salir de ese proceso.

 

Es el momento de dejar el sufrimiento mental, porque si muchos hoy están enfermando, si muchos hoy están deprimidos, si muchos están sintiendo que no le hayan sentido a la vida, fue porque compraron un patrón de felicidad que les hizo creer que ese era el sentido de vivir y no pretendemos que no pidan nada, no pretendemos que se acostumbren a vivir mal, pero cuántas veces teniendo la posibilidad interna estar bien, están buscando cuántas cosas les hace falta, cuántas cosas están mal hechas o le están buscando cinco patas al gato cuando realmente todo está bien en su mundo y cómo se desacomodan en una obsesión de sufrir como si fuera el prerrequisito de la vida.

 

Hoy los bendecimos para que sientan que si hay una renuncia, que si hay un proceso de reflexión en estos días es para renunciar a la vida como una lucha, renunciar a Dios en el sentido de la obligatoriedad de creer que Dios es el que elige camino difícil por ustedes y asumir la confianza del acompañamiento del Padre para acoger un Dios amoroso que no ha hecho otra cosa que amarlos y dejarlos ser, pero que ahora en su acogida ustedes le digan a ese Padre Celestial “Quiero que sanes en mí lo que hace que yo siempre vuelva a los mismos hábitos, lo que hace que yo me haga daño, lo que hace que yo establezca hábitos peligrosos para mí, lo que hace que yo dañe a otros y esté en una continua actitud de sufrimiento” hablen con Dios y díganle “Padre llévate todo este desorden de mi vida, llévate todos estos patrones que aunque yo me esfuerce hacen que vuelva a la pobreza, aunque yo me esfuerce siempre haya enemigos en el camino, aunque yo me esfuerce siempre termine sintiendo este enorme cansancio de que aunque hago lo mejor que puedo no me dan el resultado, no me dan la valoración y no me dan el amor y el respeto que yo me merezco”.

 

Hoy también pueden sentir que en esa acogida con el Padre entenderán que no son una carga, que no son unos desagradecidos con el que Dios está cansado de darles y que ustedes no agradezcan; el Padre no se cansa nunca de ustedes, el Padre comprende que a veces están tan metidos en esas creencias difíciles y en esos patrones de comportamiento, que necesitan momentos mágicos y de luz, que necesitan refuerzos, que necesitan personas que se vuelvan ilusiones en su vida y que por supuesto necesitan éxito y que cuando le dicen al Padre “Dame esa respuesta de que estás conmigo no como una prueba sino como un regalo”, las cosas empiezan a cambiar y empiezan a sentir que no solamente es uno, dos o tres, sino que todas las cosas de la vida se vuelven un milagro para ustedes.

 

Dios los bendiga queridos hermanos y estoy con ustedes y no se angustien porque a mí ya no me duele nada, porque aunque ustedes sientan que estoy sufriendo porque tengo heridas en mis manos, porque se revive el proceso de cómo estuve en una cruz, de cómo tuve una corona de espinas, fueron menos de 24 horas de un padecer y yo los invito hermanos a que renuncien al sufrimiento continuo de la vida, se den la oportunidad de soñar y creer pero también se den la oportunidad de sentir que su construcción actual está siendo un presente como un regalo de grandes bendiciones y transformaciones para ustedes donde todo estará llegando y dónde estarán viendo que todo esos nudos que los han tenido atados al pasado y en sus ancestros en forma dolorosa, se Irán para empezar una vida majestuosa, de progreso y de prosperidad como ustedes los merecen.

 

Dios los bendiga hermanos en la gracia de mi Padre, Jesús de Nazaret, muy buenas noches.

 

Meditación de Liú Buenas noches, Yo soy Liú, muy buenas noches,

 

Con el sonido de la lluvia para quienes están en esos espacios donde está lloviendo hoy, vamos a permitir que en ese sonido la imaginación del llover haga que el elemento agua que está fuera empiece a darnos calma y tranquilidad; nos sintonizamos con que los líquidos dentro de nuestro cuerpo, los mares, las zonas dulces como ríos en nuestro cuerpo y las zonas saladas de nuestro cuerpo tengan el equilibrio necesario; empezamos a sentir como esos ríos de sangre a través de nuestras venas, de nuestras arterias que van y vuelven desde el corazón, desde nuestros vasos sanguíneos, se van equilibrando y que con nuestra respiración profunda bombeamos desde nuestros pulmones el aire necesario para que esa agua corra por nuestro cuerpo con la espesura correcta.

 

Sentimos cómo se equilibra nuestra tensión arterial, cómo podemos equilibrar nuestros glóbulos rojos, nuestros glóbulos blancos y empezamos a hacer con nuestra intención un proceso de restablecimiento de nuestra salud total, vamos a niveles profundos de nuestro sistema, llegamos a nivel celular a hacer reparaciones en cualquier zona de nuestro cuerpo y toda esa farmacia interna que tenemos empieza a restablecernos para darnos una sensación de salud integral.

 

Empezamos cada vez más a sentirnos más tranquilos, cualquier dolor físico, cualquier dolor emocional, cualquier obsesión o preocupación o pensamiento tortuoso, va cediendo a una sensación de tranquilidad, nos ponemos en modo descanso para prepararnos para el descanso de la noche y permitimos que cada mañana nos levantemos con un acto de gratitud y con la confianza de que hoy será un día diferente y que no tendré que pujar para que sea distinto.

 

Desaparece la sensación de que Dios los tiene a ustedes a prueba o que ustedes lo tienen a prueba a Él y de sentir la decepción que puede pasar en su mente de qué tal que no se den las cosas y qué tal no se den los cambios y los miedos que los controlan y los hace sentir decepcionados que les hacen llenarse de emociones densas que corren por su cuerpo dándoles una sensación de agobio y de ansiedad.

 

Empiezan a irse a sus sistemas de excreción todo este tipo de emociones que los hace padecer y empiezan a sentir también como la creatividad de su mente en la inspiración de su yo superior, de su espíritu en conexión con su yo encarnado empieza a hacer posible en Padre, Hijo y Espíritu Santo que ustedes restablezcan su poderío; empiezan a recuperar su valor su dignidad y su honra como hijos de Dios y aceptan el título, reconocen el título importante que es ser hijos de Dios, reconocen el título importante que tiene saber que ustedes son perfectos y puros en la esencia divina y que aunque vivan la experiencia de la Tierra nunca pierden ese valor de la experiencia divina sino que ganan en la conexión con el entendimiento de la Tierra para entender que lo han sido todo, que aunque hayan sido buenos, regulares o malos a sus ojos propios o a los ojos de los demás hoy están entendiendo que han vivido, que han experimentado que han hecho lo mejor posible y se honran en esa experimentación y de la misma manera honran a quienes hicieron sus pasados y pudieron venir antes de ustedes para poder arriesgarse a vivir y poder dejarles una experiencia de lo que ellos hicieron en mejor forma y no salió como querían, de lo que pueden aprender de ellos para no repetir esa historia, pero de la misma manera de reconocer todo lo bonito que hicieron y darles el valor y el amor suficiente para agradecer y poder repetir esa historia sobre lo bueno que ellos hicieron para ustedes.

 

Empiezan a salir de su ser todas esas sensaciones de dolor, de tensión, depresión, cómo empieza a salir de ustedes el desespero, la angustia, la impotencia, la desolación, el desamor, la rabia, la ira, la desilusión, el desconsuelo y toda esa cantidad de emociones que tienen un título y que sencillamente lo que hace es hacerlos sentir desconectados de su gracia.

 

Llevan sus manitas en actitud de oración para seguir esa transmutación y en la conexión de la gracia divina y de la voluntad del cielo y de toda su corte de recibir el apoyo y de la misma manera de abrir su corazón en la energía del recibir, a que las personas adecuadas lleguen a su mundo facilitando su vida, a la conexión con dar y que ustedes sean las personas estratégicas que puedan ayudar a otros sin perder su equilibrio interior entre lo que dan y reciben.

 

Llevan sus manitas en actitud de oración para fijar los beneficios del ejercicio que han hecho hoy para potencializarlo con el paso de los días

Sigue en el video….

Respiran profundo.

Les dejo mi mejor energía me llevo la de ustedes yo soy Liú.