Rosario 16 de
Diciembre de 2021
María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas queridas, buenas noches, soy María
Virgen madre de Dios y madre vuestra, reciban todos ustedes mis hijos amados mi
bendición y la de Dios Padre Todopoderoso.
Inmensamente feliz de ver esta alegría de estos hermosos niños
de corazón y de estos niños que nos acompañan en esta oración; la alegría de
poder escuchar sus cantos, de poder sacar esas tristezas a partir del canto
también nos une a ustedes para que estas oraciones representen para nosotros
esta alegría de acompañarlos y de poder facilitar el proceso de Gracia.
La Gracia mis hijos es la oportunidad que mis hijos tienen
para poder pedir en el nombre mío, en el nombre de mi hijo todo lo que quieran
por encima de si han hecho un atributo o han hecho un merecimiento para poder
lograrlo; la Gracia es el permiso que El amor da para poder pedir lo que
ustedes quieren en su vida, la alegría facilita más sus peticiones, sabemos que
hay momentos en que hay situaciones difíciles, en que es muy complicado poder
estar felices, pero también sabemos que al pedirle a Dios que se vaya ese dolor,
que ha dejado las pérdidas, ese dolor que ha dejado el pasado también permite
que sientan esa alegría natural de la vida sabiendo que un día se reencontrarán
con esos seres amados que se han ido, sabiendo que en ese acompañamiento divino
Dios enviara espíritus que les ayudarán a que su vida sea más fácil, que les
ayudarán a que vuelvan a recuperar la alegría que un día perdieron porque todas las heridas mis hijos
pueden sanar y va a llegar un momento en que la aceptación de esas
pérdidas los llevará a recordar esos bonitos momentos, esas bonitas navidades
que compartían junto a sus seres amados y que al recordarlas ya no duelan como
antes sino que haya una sonrisa de cómo se portaba ese papá, de cómo cocinaba
esa mamá, de cómo esa abuelita podía bailar, de cómo este tío podía reírse, de
todos esos recuerdos hermosos que quedan guardados en su corazón especialmente
cuando se permiten mis hijos que esos recuerdos bonitos empiecen a hacer
comprender aquellos momentos duros y difíciles que también en momentos eclipsan
las relaciones, esos momentos que les hacen olvidar las cosas lindas que un día
vivieron al lado de los suyos.
Asegúrense mis hijos de atesorar hermosos momentos, asegúrense
de trabajar en regalarle a sus hijos esos hermosos momentos, trabajen porque la
unión sea el respeto entre ustedes no en una apariencia sino en un deseo
contundente de entregarles a los suyos lo mejor de ustedes, de criar a los
hijos en la complicidad de los padres, no en los golpes o las peleas, las
discordias, de llevarse de una forma muy diferente donde el valor de una
palabra, de una sonrisa, de jugar con sus hijos, de sacar tiempo para compartir
con ellos represente también para ellos la oportunidad de compartir y saber más
de ustedes; hablen con sus
hijos, hablen sobre aquellas cosas que vivieron en su niñez si pretenden
que sus hijos se abran con ustedes abran ustedes primero su corazón y recuerden
aquellas cosas bonitas y aquellas cosas que también se volvieron aventuras para
que puedan aprender sus hijos de sus aciertos y de sus errores y puedan
sentirse también viendo a padres humanizados a su lado, que las historias de
los abuelos se atesoren y sea importante también para esas generaciones lo
bonito que eran sus viejos tiempos en aquellos recuerdos del valor de la
familia y de también la forma como ellos veían la vida en ese momento
entendiendo que todo instante cuando se atesoran son bonitos en el amor y que
ningún tiempo pasado fue mejor ni ningún tiempo moderno es peor sino que sencillamente la vida cambia y
evoluciona.
Reciban todos ustedes mis hijos y mis hijas mi amor infinito,
mi Manto Sagrado para acompañar estos rituales que hacen que la unión de la
familia este para orar juntos, para cantar juntos, compartir la abundancia de
la comida, darse un tiempo para parar y descansar y hacer los balances de fin
de año.
Reciban todos mis niños y niñas de mi corazón mi bendición y
la Dios Padre Todopoderoso mi bendición, con mi amor y el de Dios yo soy María
Virgen.
Jesús de Nazaret
Buenas noches, hermanos en la Gracia de mi Padre
Jesús de Nazaret.
¡Por los méritos de mi
infancia! eso quiere decir
que ser niño tiene privilegios y crecer no hace perderlos hermanos;
cuando crecen la vida No tiene por qué volverse jarta. No tiene por qué
volverse aburrida, crecer no significa perder esa inocencia y esa aventura de
aprender; estas épocas pretenden que a ninguno se les olvide que fueron niños y
que deben prevalecer en la energía de lo que hoy tanto se habla que es el niño
interior y no solamente la sanación del niño interior sino el recuerdo de que
ante los ojos de Dios como humanidad son niños y que todo esto que venimos a
hacer con ustedes es un acompañamiento para que cuando estén preocupados, para
cuando la vida se torna difícil recuerden que los acompañamos, que no están
solos y que venimos a ayudarles a hacer su camino más fácil, a ayudarlos a que
se levanten en esos momentos, incluso cargarlos en esos momentos en que la vida
se vuelve amarga, se vuelve difícil y dura, pero también para festejar con
ustedes tantas cosas lindas que se eclipsan como lo decía ahorita Mi Señora Del
Cielo, en medio de los resentimientos, en medio de los dolores, en medio de las
nostalgias, en medio de todas las cosas que los hacen sentirse ofendidos y que
no les permite volver a retornar a la Luz y a la alegría de la vida.
Sabemos queridos hermanos
que pueden tener miedo a muchas cosas en la vida, que el miedo se hace grande
al sentir que tal vez las cosas ya no van a ser iguales, que en algún momento
la vida cesará para quienes aman pero deben tener en cuenta que mientras están
vivos, que mientras tienen a esos seres a su alrededor llenarse de la alegría
de poder hacer parte de su vida, llenarse de la alegría de que ahí están hará
que ustedes puedan sentirse contentos y tener siempre una luz y una razón por
la cual festejar y seguir en la delante y seguir en la vida.
Hoy hermanos quiero que
sientan mi compañía para alegrar sus corazones para permitirles que ahoguen esas penas en el amor;
los tragos de amor siempre son dulces, los tragos de amor de Dios siempre
vienen mezclados con un poco de sonrisa, con un poco de ternura y también con
un poco de locura a veces se necesita un poco de esa locura para
recordar que esta vida es un juego, para recordar que deben volver a reír y
volver a hacer esos juegos que se perdieron dentro de la seriedad de la vida,
de esos hábitos antiguos de poder jugar y de poder chancear como lo
decían en estos tiempos con esos aguinaldos que eran tan divertidos y se fueron
perdiendo de la seriedad en la vida; asegúrense de recibir regalos como niños pequeños, asegúrense hermanos de que las
grandes cosas de la vida no les hagan olvidar los pequeños detalles, la
oportunidad de recibir pantaloncillos y medias y festejar sentir que pueden
recibir también en esas cosas sencillas el amor de alguien, saber que en
momentos particulares de la vida un buñuelo es un bendición y una natilla es
tal vez el mejor regalo que podrían recibir.
A veces lo que una persona
necesita es una sonrisa, es un abrazo y poder también ser compasivos al dolor
ajeno, ser compasivos de lo
que otra persona en forma difícil pueda estar viviendo pues también es abrazar
el corazón de esas personas para que ellos puedan recuperarse, para que
ellos puedan estar bien y puedan sentir que no están solos y que siempre hay un
acompañamiento maravilloso en todo momento.
La vida queridos hermanos está diseñada para que vivan bien
y en bienestar, para que puedan sentir
que ante esos retos difíciles que pueden haber, un año con nuevos aprendizajes
con nuevas personas para conocer también es la oportunidad de sentir que por
cada persona que es harta y aburrida hay cien personas que son chéveres, cien
personas que quieren ser sus amigos, cien personas que quieren compartir su
conocimiento con ustedes y que quieren también pasarla bien a su lado.
Entonces si hay alguien
que no los quiere, si hay alguien que no quiere ser su amigo ustedes pueden
decir pues no tengo problema con que tú no seas mi amigo porque yo soy amigo
de todos y estoy tranquilo con eso de que tú no quieras ser mi amigo y entiendo
que a veces puedes estar poniendo mala cara porque quieres verte más grande y
porque sientes que de esa manera te vuelves más interesante; algunos juegan
a los niños malos y les gusta jugar a los niños malos porque les gusta sentir
que pueden recibir el respeto de otros niños para que no les hagan bullying,
pero también puede en darse cuenta que tomar una decisión de funcionar
internamente como buenas personas es saber que también le pueden decir a esas
personas con su actitud que no tienen miedo y sentir que pueden también hablar
en su momento lo que no les gusta.
Entonces ¡Claro que
tenemos un mensaje aquí para todos! que tenemos mucho para compartir, la
bendición de lo que van a comer, que algunos están diciendo ¡Ay! Jesusito que
estos buñuelos no me engorden, ¡Ay! Jesusito que no termine engordando este fin
de año, ¡Ay! Jesusito que me den vacaciones, y bueno venimos a que bendigan los
alimentos, se den la oportunidad de comer en la sanidad interna de lo que eso
significa cualquiera que sea la visión que ustedes tengan de la comida,
reconcíliense con la lechuga que es rica, reconcíliense con la zanahoria que
también es importante, reconciliarse con el brócoli, con el sushi, con todas
las cosas que han decidido comer y sentir que también para ustedes son un gran
alimento y que los hace sentir contentos y los hace sentir conectados también
con el amor a la vida.
Los acompañamos en estas
novenas hermanos y los dejamos que vayan y se echen una bailadita, que vayan y
hagan sus compras de fin de año, que no las hagan con angustia, lo bonito de
fin de año es que la abundancia está, que los regalos llueven y que dejar de
arrepentirse hará que por el dinero en enero y en febrero no se estén dando
golpes de pecho, sino que estén sintiendo que valió la pena el haber dado
regalos y quieren recibir regalos, que valió la pena haber hecho una cena navideña,
que valió la pena el haber compartido o haberse ido de viaje, no se arrepientan
hermanos de darse gusto, ustedes merecen buenas cosas y en la ley de abundancia
todo lo que ustedes dan llega multiplicado.
Dios los bendiga queridos
hermanos en la Gracia de mi Padre Jesús de Nazaret
Meditación
de Liú
Vamos a cerrar nuestros ojitos y
vamos a hacer la carta al Niño Dios, a Santa Claus, imagínense viendo esa
carta, con los recortes de las cosas que quieren pedir…. Dibujando todo lo que han
querido, bicicletas, los carros a control remoto, la ropa nueva, algunos están
poniendo talla 8, un Poný el carro o camioneta nueva, el celular nuevo y que me lo dejen usar, están
poniendo un dron, hay que darse la licencia de poder soñar como niños, las
cosas materiales de niños grandes como lo dice San Nicolás que es la forma de
poder alistar su corazón en la tranquilidad de lo que quieren y en la ilusión,
en ese secreto del gran amor, el secreto de ese hijo que esperan a futuro, de
ese matrimonio que no ha llegado, de esa recuperación total de esas dolencias,
todas esas cosas trascendentales pero también de los pequeños grandes regalos
de la vida.
Se imaginan poniendo en un
gran árbol allá en la cima de ese árbol donde está esa estrella de David, su
carta como ella será recogida por los seres de luz para hacer posible eso que
ustedes quieren y que ustedes desean para permitir que esa carta que han hecho
espiritualmente esta noche, esa gran lista también se vuelva física y la pongan
en su árbol para sintonizarse con la alegría de pedir sin razones, de pedir sin
límites y de pedir sin cuestionamientos, llevan esa alegría al corazón pone sus
manitas al corazón con una enorme sonrisa que les hace sentir que eso ya está
que eso ya está hecho y que las hace sentir la alegría previa de que esas cosas
que han pedido, esos viajes pueden ser posibles.
(ver el ejercicio completo
en el video de you tube canal magio
ángeles ii.)
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