EN MAYO CIERRE DEL CICLO
Rosario 13 de Mayo de
2021
María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas
buenas noches en este país, soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra,
reciban todos ustedes presentes y en la distancia la bendición de sus seres
queridos, de sus familias, de sus hogares, mi bendición y la de Dios Padre
Todopoderoso, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, amén.
Hace mis hijos más de un
siglo donde la humanidad estaba hundida en diferencias mucho más grandes de las
que tienen ahora, las responsabilidades de sus dirigentes apuntaban a seguir en
la conquista de los pueblos, a seguir en la tarea del sometimiento de las
diferencias de clases, de condiciones étnicas, de sentir que los poderosos
tenían el camino y el deseo e igual la actitud de doblegar muchos lugares,
aquellos que podían ser vulnerables y frágiles y gracias a esa luz divina y a
todo ese deseo humano me permitieron en la luz de Dios venir y hacer esta
presencia en esta advocación de la Virgen de Fátima; ha habido muchos momentos
importantes en la historia de la humanidad en los cuales he podido llegar a
interceder para hacer ese proceso de reflexión, para hacer ese acompañamiento y
permitir que está evolución de la conciencia humana los lleve a reconocerse a
cada uno en forma individual libres, a reconocer el valor de la vida de la
Tierra y la importancia que tienen en que se preserve esa vida y poder cuidar
esta tierra que Dios les ha dado, poder también cada uno de ustedes hacerse
responsables y no culpables de lo que significa su tránsito por la Tierra
entendiendo que todos coexisten en el equilibrio y en el respeto suficiente y
que de lo que se trata es de no perder ese equilibrio, de no olvidar que son
transitorios en este mundo y que el paso por esta tierra debe significar la
satisfacción del aprendizaje del juego de la vida, entender que pueden
contribuir a ella y que dejar de sobrevivir es dejar de pelear, dejar de creer
que hay otros que pueden someterlos o que hay otros que pueden ser más fuertes;
entender que este alto que se ha hecho en esta pandemia ha significado una
oportunidad de unirse en una sola raza, en la raza humana, de contribuir los
unos a los otros en el cuidado, en la comprensión de que hay que vivir el
presente, en la comprensión de que hay que valorar a las personas mientras
están en esta vida expresando su cariño, en que pueden expresar el amor y la
gratitud por todo lo que tienen, por todo lo que han hecho y ser también
contributivos en el perdón propio, en el aprender a perdonar a otros, en el
comprender que todas las personas incluso teniendo una verdad limitada están
haciendo lo que ellos consideran que es correcto y por eso estamos
intercediendo para que puedan sentir su responsabilidad de sintonizarse a esa
verdad mayor que los debe llevar a encontrar ese equilibrio, que los debe
llevar a entenderse cada uno en sus etapas de la vida, en cada una de sus
edades, entender que si hay problemas, que si hay gente vulnerable que necesita
ayuda también hay que entender y agradecer que todo eso que pasa es una
oportunidad de que ustedes puedan servir y que cuando se encuentren
vulnerables, cuando se encuentren cansados también merecen de esa ayuda y de
esa comprensión porque todo el mundo merece ayuda y todo el mundo merece poder
recibir esa comprensión incluso en los momentos en que han estado actuando de
formas inconscientes.
Hoy quiero por eso mis
hijos y mis hijas traerles la paz del cielo, invitarlos a que puedan unirse en
ese poder magnífico de que cuando son tantos los que se unen en un clamor,
cuando tantos se unen en una petición, todo se puede lograr y que pueden
encontrar esos Caminos diferentes a los que antiguamente han establecido para
hacer un cambio en el mundo; somos conscientes mis hijos de mi alma de que se
pueden lograr cambios a partir de la rebelión, a partir de la imposición de la
verdad, a partir de poder luchar, pero también hemos venido a enseñarles que
hay caminos mucho más fuertes casi que transparentes dentro del orden de la
comprensión de una mente, pero supremamente fuertes de cuando se habla de la
capacidad creadora que tienen todos ustedes como un solo ser, eso significa que
cuando ustedes se unen en un deseo de oración como hoy lo están haciendo
alrededor del mundo pueden encontrar que se están sanando como humanidad, que
aquí no estamos hablando solamente de una sanación de una enfermedad puntual,
que estamos hablando de la recuperación del sentido de la vida, de la sanación
en todo su ser, de la sanación de la Tierra, de usar la inventiva humano en la
creación de un mundo mejor y no de la defensa y no de la guerra y no de las
armas y no de la destrucción y de la lucha de unos con otros sino en la
coexistencia armónica que permita que todos puedan vivir en ese bienestar.
Hoy oro por ustedes y como
hermanos mayores que venimos desde la luz divina trayendo el conocimiento de la
fuente, ustedes mis hijos puedan también sentir que tienen ese poder dentro de
ustedes para transformar su vida y su camino para que cuando se sientan en
condiciones difíciles puedan pedir esa ayuda y esa intercesión porque todos los
problemas pueden ser solucionados, todos los bloqueos pueden ser elevados en un
proceso de recuperación del fluir de la vida e igualmente todas las
enfermedades ante los ojos de Dios son enfermedades que se pueden curar, son
enfermedades que pueden volverse maestras que cuando ya han hecho su labor ya
no necesitan tenerlas más dentro de su cuerpo y que incluso pueden llegar mis
hijos a un momento en que puedan sentir que no requieren la enfermedad como
maestra, como punto de reflexión, de aprendizaje y como punto para parar.
El mundo necesitaba parar.
El mundo necesitaba
reflexionar.
El mundo necesitaba volver
a contemplar el valor de las cosas sencillas y hermosas de la vida para
disfrutarlo, porque estaban agobiados, porque estaban preocupados por la
comida, por el techo, por la supervivencia, por el trabajo, por la
obligatoriedad de una familia, por todo un futuro olvidando que hay demasiados
cosas en este mundo que están garantizadas sólo con poder contemplarlas, como
el aire que respiran.
Así que hoy los
acompañamos hijos de nuestro corazón y en muchos mundos también creados por
Dios ahí está nuestro acompañamiento y este deseo enorme de que haya este
proceso de elevación de la raza humana a su propia conciencia de su valor y de
su dignidad creadora como hijos de Dios.
Reciban todos ustedes mis
hijos las la bendición de este día, la bendición de los alimentos que van a
consumir, que puedan sentir la bendición de sus trabajos, de sus hogares, de
sus hijos, de sus padres, de sus parejas, de ustedes mismos y de todo lo que es
importante para ustedes en el proceso de la vida.
Reciban mis niños de mi
alma mi bendición y la de Dios Padre
Todopoderoso con mi amor, el de Dios, yo soy María Virgen buenas noches mis
hijitos hasta siempre.
Jesús de Nazaret
Buenas noches hermanos. En
la Gracia de mi Padre, Jesús de Nazaret.
Como lo decía ahora mi
Señora del Cielo, parecía que el mundo se iba a acabar hace más de 100 años;
hicieron todo lo posible por las guerras, hicieron un deterioro que hoy están
viendo los investigadores, los científicos, hicieron un daño importante en la
Madre Tierra, pero aún así creo que quedaron muchas cosas en claro para la
humanidad y es el hecho de que razones para hacer la guerra han existido por
siglos y siglos y que el agotamiento que hay humano frente a la experiencia que
ha dejado la guerra, los ha llevado a que muchos están sintonizados en la
energía de la paz y estén sintonizados en el deseo de poder coexistir en paz y
en tranquilidad y realmente el objetivo que ha tenido esta aparición como lo
decía mi Madre, el 13 de mayo hace 100 años fue la de advertir ese fuego del
infierno que significaba la guerra, las bombas que mataron tantas personas, es
darse en cuenta que cuando ustedes realizan los procesos de guerra y de
violencia todos pierden y como también lo decía ahorita mi Señora, claro que se
puede lograr ganar y que los otros pierdan y se pueden lograr avances pero
créanme hermanos que se logra mucho más cuando se hacen procesos de
conciliación en armonía y cuando se hacen los ajustes necesarios para poder
ceder de parte y parte en que las cosas pueden funcionar en una mejor manera.
Mi intercesión ante
ustedes y mi paso por la Tierra tuvo ese objetivo importante con mi llegada:
poder enseñarle a la humanidad que no eran indignos, no eran esclavos, poder
acompañarlos hacia una titularidad frente a Dios como hijos hechos a imagen y
semejanza qué significa que son dioses, dioses en potencia y eso significa que
como dioses tienen la capacidad de ustedes de crear internamente todo lo que
sea: o pueden hacer queridos hermanos de su vida personal y de la vida de
quienes las rodea un infierno o pueden hacer de su vida y de quienes les rodea
un cielo, por eso sabemos que cada cosa que pasa es un reto, que cada cosa que
sucede en este mundo es la oportunidad de experimentarse en los contrastes de
la vida y de experimentarse en la intensidad que tienen esos contrastes de la
vida y saben ustedes que hay personas a las que les gusta la vida de una forma
más dura, más intensa, más difícil, pero que también llega un momento en la
vida en que se agotan, pierden el rumbo, que se les olvidó que están peleando y
jugando en este mundo y que pierden el sentido de la fuerza y la razón de lo
que un día empezaron; por eso oxigenarse para recordar qué sentido tiene estar
acá es dejar la sensación de que están obligados por alguien, es dejar de creer
que alguien es el que está haciéndoles la vida difícil, que son los demás los
responsables de su catástrofe de vida para hacerse responsable de ella y no para
hacerse culpables.
Hoy queremos que se
responsabilicen hermanos de lo que ustedes están haciendo por su propia vida,
de lo que ustedes están haciendo por sus familias, de qué manera informa
contributiva ustedes están haciendo por este país y por este mundo.
Es importante que
prevalezca el equilibrio y cuando estamos hablando de abundancia estamos
hablando de que es igual de importante recibir que dar, que es importante que
si en la vida ustedes se han excedido en dar y se han olvidado de ustedes
mismos aprendan a recibir y que si en su vida han estado enfocados en recibir
de todo el mundo también puedan darse cuenta que siempre se tiene algo para dar
así en apariencia pareciera que no tuvieran nada.
La ley de abundancia
genera movimiento en el momento en que ustedes están dispuestos a dar y a
recibir con humildad en el corazón y no con humillación, eso es entender que
una mano con la otra da calor, es ese sentido de la hermandad de que todo el
mundo necesita de todo el mundo, de que todos están a expensas del otro pero
que todos también tienen algo que aportar y tienen algo que entregar; entonces
¡hagan una revisión de ustedes mismos hermanos! de qué manera ustedes están
siendo a personas que contribuyen en su propia vida, que están logrando esa
satisfacción interna y que también están pudiendo entregar lo mejor de ustedes
a quienes les rodean dentro de sus casas, en sus trabajos, en este país, en el
mundo, que ustedes se den cuenta de cuán importantes y valiosos son y que si el
reconocimiento lo esperan de los demás es necesario que sean valorados ustedes
mismos en su propia visión de la existencia de que están aquí para también
poder valorar lo que otras personas han hecho por ustedes o de lo que necesitan
que otras personas les den y Dios siempre toca el corazón de personas para que
puedan ayudarles en los momentos en que más lo están necesitando.
Hoy quiero también hacerme
partícipe de esta celebración en que están pudiendo hacer un alto de mirar
hacia fuera en el mundo, de mirar cuánto hay que mejorar o cambiar para
internamente conectarse con la luz del espíritu, con el alimento espiritual,
este alimento que les hace darse cuenta que ustedes son eternos, que aunque el
cuerpo muera, que aunque su mente muera, esa mente terrena se quede acá, sus
emociones, todo esto que recopilan va al espíritu y se vuelve una experiencia
que su espíritu ya reconoció y que lo lleva en esa conexión espiritual a
avanzar lo suficiente para que nunca vayan hacia atrás; cuando ya tienen la
experiencia hermanos ya no necesitan volver a ello, ya no necesitan el olvido
de algo que puede ser realmente doloroso porque cuando contribuye todo lo
negativo que en algún momento vivieron a la experiencia y lo comprendieron y lo
entendieron, lo asimilaron ya no tendrán que volver a pasar por lo mismo.
Así que revisen estas
historias ajenas, revisen esas posibilidades que miran en su cabeza y que
visualizan en su ser porque si lo que están es teniendo miedo pueden hacer un
alto y en su capacidad creadora pueden decir “No” no es ésa la experiencia que
yo necesito, no necesito una enfermedad, no necesito una guerra, no necesito
huir de este país. No necesito perderme para encontrarme, porque si ustedes se
pierden es que necesitan perderse y porque de alguna manera han encontrado la
satisfacción de sentirse perdidos, pero no olviden hermanos que para el Dios de
los Cielos nunca hay un alma perdida.
Reciban todos ustedes este
acompañamiento y el deseo profundo de que esta conciencia los lleve a hacer su
tarea personal en paz, en que si en este momento tienen a alguien con quien
están en conflicto, alguna pareja, hijos, nueras, yernos, países, dirigentes,
personas, es el momento de parar y no guardar más ese dolor y ese resentimiento
de su corazón; pareciera que perdonar los debilita, pareciera que perdonar es
fácil pero requiere valentía. Valentía al sentarse a decir “me equivoqué” mirar
desde el corazón a esa persona y decir “si algo que he hecho te ha lastimado te
pido perdón” y se requiere de valentía también para perdonar, para imaginarte
en frente de esa persona y decir “Te perdono. Me hiciste daño” pero tal vez
requiere mucho más valentía mirarse a ustedes mismos y pedirse perdón y aceptar
que se han equivocado, aceptar que han permitido que otras personas les hagan
daño en una elección y hoy pueden hacer ese ejercicio con cada persona con
quien tengan resentimiento en su ser, con cada elemento de la vida que los
lleva a estar mortificados para volver a recuperar su paz y su armonía.
Dios los bendiga hermanos
en la Gracia de mi Padre Jesús de Nazaret muy buenas noches.
Meditación Dirigida por
Liú. Muy
buenas noches yo soy Liú. Vamos a ponerle un poco de dinamismo a este
ejercicio, estamos en un día maravilloso festejando, vamos a sintonizarnos con
los cuatro elementos.
Ponemos los pies a la
tierra, enfocamos nuestra energía del primer chakra base hacia la Madre Tierra
y visualizamos esta energía de la Señora Tierra abrazándonos; nos sentimos
parte de esta tierra, nos sentimos valiosos para ella y entendemos que ella en
su grandeza nos acoge, equilibramos dentro de nuestro ser el elemento Tierra;
cada uno de nuestros órganos, de nuestros huesos asociados hacia la conexión al
presente, igualmente nos conectamos con la energía femenina Tierra Luna.
Respiramos profundo, nos
sintonizamos con el elemento Agua, equilibramos las mareas dentro de nuestro
ser, esas emociones que son líquidas y que muchas veces se quedan condensadas
en nuestro bajo vientre para equilibrar esas emociones densas, liberando la
rabia, la impotencia, el miedo; movilizamos a través de los fluidos de nuestro
cuerpo las lágrimas, la tristeza, la soledad, el desamor, equilibramos todo
nuestro ser interno, el agua que corre por nuestro cuerpo, la sangre que
circula por nuestro cuerpo, nos sintonizamos con el elemento Aire, nos
conectamos con la respiración, con el prana, con la energía que mueve el aire,
con cada uno de nuestros órganos asociados al aire; la comunicación, la
palabra, nuestros pulmones, el aire que desde él estimula el movimiento de la
sangre en nuestro cuerpo, equilibramos la fuerza, la potencia de nuestras
palabras, la intencionalidad de ellas de forma amorosa, limpiamos toda nuestra
vía aérea permitiendo que fluya el aire por nuestro ser sanando nuestra parte
respiratoria, liberando todas esas emociones que se han vuelto líquidas pero
que como formas de pensamiento están asociadas al aire, esos pensamientos que
se mueven por nuestra cabeza como nubes impulsados, las palabras que a veces
golpean, hieren pero que enfocamos de forma creadora nuestra voluntad en este
momento.
Nos sintonizamos con el
elemento Fuego, la potencia, la del deseo, la de la pasión, la de crear, la que
calienta el mundo, la energía que se mueve por todo nuestro cuerpo, la que nos
asocia en equilibrio con la energía femenina para generar el todo; sentimos la
energía vital dentro de nosotros, el juego de nuestra alma con intenciones
particulares, el fuego que crea la vida, la pasión de la sexualidad, la pasión
de la creación, de las metas, de los objetivos, la energía que nos lleva a
comenzar un nuevo día, la energía que nace con el sol muere con la luna y nos
recuerda que todo está en movimiento.
(sigue…ver el ejercicio
completo en el video de you tube canal
magio ángeles ii.) 1000 suscriptores nos permitirán transmisiones en directo)
Llevan sus manos enfrente
en actitud de oración respiran profundo. Les dejo mi mejor energía y me llevo
la de ustedes yo soy Liú.
Maravillosos mensajes para reflexionar, y la meditación hermosa gracias magio siempre dando lo mejor
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