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Rosario 19 de noviembre de 2020
María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas buenas noches, soy María Virgen madre
de Dios y madre vuestra, reciban todos ustedes hijos amados en la distancia mi
bendición la bendición de sus hogares de sus familias en el nombre del Padre, del Hijo del Espíritu Santo amén.
Hoy quiero mis hijos enseñarles a hablar con Dios.
Sintonícense en el momento de la oración con todo lo que van a
agradecer, con todas aquellas cosas maravillosas y bonitas; dar gracias porque
están vivos, dar gracias por sus familias, dar gracias por sus trabajos, por
sus hijos, por sus experiencias incluso como lo enseñó mi hijo dar gracias por
aquellas cosas que aún no han pasado pero que en su voto de confianza en un Padre
amoroso saben que será así. Igualmente después de sintonizarse con esa energía
la gratitud empezarán a sentirse mejor para pedirle al Padre no solamente que
les permita tener esas cosas externas materiales importantes para estar
tranquilos sino que les permite internamente recuperar esa confianza, esa
alegría, aprender a entregar aquello que los mortifica y pedir esa intercesión
divina para que puedan sentirse mejor y puedan ver todo ese lado bonito de la vida
que a veces se pierde al ver tanta cosa difícil; sabemos que hay momentos en
que es complicado llenarse de esperanza, de tranquilidad, pero también es
importante que puedan pedirle al Padre que les permita abrir su corazón, que
puedan llenarse de amor, que puedan comprender a aquellas personas que no
solamente vienen a mortificar su vida sino también a entender a aquellas
personas que están sufriendo y que han elegido un camino tortuoso, un camino
difícil.
No solamente mis hijos deben orar y deben pedir por la gente
que aman, deben orar y deben pedir por aquellas personas que se han convertido
en sus enemigos, por aquellas personas que los están torturando, por aquellas
situaciones que reiterativamente les están haciendo llenarse de angustia frente
al futuro y sentir en muchos momentos la experiencia de la vida como algo muy
duro.
Orar por sus semejantes para desearlos bien, para desear que
progresen, para desearlos sanos, para desear que esos niños que están en medio
de los vicios de las calles, aquellos que están en esas condiciones complicadas
de la violencia también puedan volver a su casa y que quienes se han equivocado
en sus errores y han vivido el castigo de la sociedad también puedan
restablecer su camino y puedan sentir que son importantes y valiosos y que todo
el mundo tiene derecho a equivocarse y a redimirse. Todo el mundo mis hijos tiene derecho a cambiar,
no hay una persona perfecta, no hay una sola persona de la que ustedes puedan
recibir un consejo que pueda no tener fragilidades; todos los seres humanos están aprendiendo algo y
están en este mundo para evolucionar en ese crecimiento hacia una comprensión
de la vida más grande que los acerque a Dios.
Después de pedir mis
hijos es importante ofrendarle al Padre todo lo que son, sus perfecciones, sus imperfecciones, ofrendarle
a Dios que puedan hacer de su parte todo lo posible no solamente por ayudar a
otros y facilitarle el camino a otro sino ofrendarle su obediencia, su amor, su
confianza, entregarle a Dios también esas deudas que los tienen mortificados
para que Dios se encargue de ellas; ofrendarle al Padre del cielo aquella
injusticia que ha venido reiteradamente para que Él pueda restablecer el
camino, recuerden que cuando ustedes piden a Dios Él nunca castiga a un hijo
para darle al otro sino que Dios enaltece a ese hijo que en algún momento ha
sido mortificado, ha sido maltratado, que si ustedes han sido mis niños de mi
alma buenos con personas y han sido poco valorados, han sido engañados no se
arrepientan, no se arrepientan de ser buenas personas y pídanle a Dios que les
enseñe incluso a tener esta sabiduría para también aprender a ser buenos, para
también entender que hay momentos donde pueden poner su posición en equilibrio y
en amor por delante para desde esa posición sentir si están preparados para
facilitarle el camino a otra persona o no.
Así que también en momentos tienen el derecho de poder dejar
pasar personas, poder decir “no es mi tarea, no es mi posición, no estoy
preparado,” porque cuando estén dispuestos a ayudar deben estar preparados
para saber que necesitan una fuerza doble porque cuando necesitan ayudar a
alguien vulnerable necesitarán la fuerza para guiarlo en el camino, para
ayudarle a ascender y tendrán también nuestra intercesión para que esa ayuda no
signifique una carga sobre sus hombros y no signifique perder la estabilidad y
la confianza y no sea ese intercambio de energía en el cual entregan lo mejor
de sí pero se quedan con lo peor de las otras personas; por eso es importante
aprender también a decantar en momentos qué cosas no van a dejar pasar en su
vida y en qué cosas no se van a enfocar. Muchas veces se cree que hacer feliz a
otra persona es hacerse infelices a ustedes mismos, que otras personas estén
bien es que ustedes se sacrifiquen pero les estamos enseñando a que en esta ley
amorosa abundante del padre no necesiten sufrir por nadie y no crean que pensar
en ustedes es un pecado sino que deben entender que es su amor, es también la
gratitud que deben tener a Dios por su vida y el cuidado que deben tener por
ella.
Les entrego mis niños de mi alma mi Manto Sagrado a todos los
que están sufriendo en este momento, compartir también las alegrías de aquellos
que están empezando una bonita etapa de su vida, que están conectados con la
alegría de ver cómo las cosas han mejorado, aquellos que se están sanando de
sus tiempos difíciles y están tomando un nuevo aire para poder empezar de nuevo
proyectos, para también restablecer el camino de seguir a pesar de que haya
seres que amen que ya no estén, que se hayan ido del camino de su vida por una
u otra razón, bien sea porque lo hicieron voluntariamente desde su posición de no
quiero estar aquí o de la distancia que a veces marca situaciones como
igualmente de la despedida definitiva de una muerte por lo menos en esta tierra
pero de un reencuentro espiritual donde siempre en el corazón tendrán a ese ser
que se fue en esos bonitos recuerdos y en todo lo que restablece el amor y que
nunca muere. reciban todos ustedes mis niños el Espíritu Santo lleno de amor
lleno de compañía, lleno de plenitud y lleno de esperanza.
Reciban mis niños de mi alma mi bendición y la de Dios Padre
Todopoderoso con mi amor y el de Dios, yo Soy María Virgen hasta siempre.
Jesús de Nazaret
Buenas noches hermanos. En la Gracia de mi Padre, Jesús de
Nazaret.
Me siento feliz de poder conversar con ustedes siempre. Siempre
tenemos cosas nuevas que decir pero en otros momentos volver a repetir lo mismo:
ámense respétense, compréndanse, entiéndanse será algo que seguiremos
reiterando a la humanidad para que puedan entender que todos tienen una cabida
en este mundo para que puedan entender que ayudarse los unos a los otros, ser
condescendiente amoroso, los hace más prósperos, los hace más conectados con su
verdad, con las cosas que quieren hacer y las quieren hacer a partir del amor
porque cuando revisten desde el amor todo es mucho más fácil comprender, es
mucho más fácil estar tranquilos, que puedan sentir que se están conectando con
una elevación y desde esta elevación están trascendiendo para abandonar la
guerra, para abandonar sus manías, para abandonar todos esos actos beligerantes,
para que puedan desarmar su corazón de tanta batalla y especialmente hermanos
vengo a hacerles compañía para que ya no se sientan solos, para que no sientan
que están a prueba, para que no sientan que tienen que demostrarle algo a
alguien y empiecen a enamorarse de ustedes, empiecen a mirarse totalmente
conectados con la forma como Dios los creó, con la manera como el mundo se
detuvo para que pudieran nacer en este mundo en un sentido individual extraño
donde en el corazón del Padre cabe cada
uno de sus hijos, donde en el corazón de Dios no hay competencias, donde en el
corazón de Dios no hay un solo hijo malo, donde los brazos de Dios siempre
están abiertos para ayudar tanto al que hizo tanto mal, cometió tanta
equivocación comprendiéndolo como aquel que ha podido vivir una vida santa, una
vida en contemplación, entender hermanos que la vida es este contraste de saber
que viven en un proceso complementario donde todo lo que sucede viene de Dios y
donde en ese sentido complementario es tan importante el día como la noche, es
tan importante lo bueno como lo malo y para entender los momentos se necesita
de un proceso viral cuando niños para que le dé una fiebre y en adelante
fortalezca sus defensas. ¡Hay
tantas cosas que se pueden contemplar diferente! y contemplarlo así es
entender a Dios, es homologarse con la sabiduría del Padre para empezar a sentir
que hay todo ese acompañamiento, que hay toda esa luz y todas esas alternativas
dispuestas desde Dios porque
no me cansaré de decirles que lo que Dios no quiere no existe en este mundo,
que lo que Dios no quiere
se sale la naturaleza humana y que lo que Dios no quiere no es una imposición
si no es un sistema de protección para el hombre para que el hombre
pueda sentirse más seguro y no nos cansaremos tampoco decirles que cada persona,
que cada ser humano desde el mismo momento de su Concepción incluso pasando el
tránsito de la muerte está acompañado, está rodeado de seres espirituales
amorosos que vienen desde el Padre como guías, como maestros, como cómplices a
ayudarles a que su experiencia de la vida tenga sentido, tenga color, a que
puedan siempre aprender y siempre les diremos ¿qué aprendiste de esto? a
veces los dolores de la vida hace que las personas no quieran mirar atrás, que
no les hablen de eso que les hizo sentir dolor y los respetamos para que puedan
sentir que lloran sus heridas, que lloran sus dolores para en algún momento
levantarse y empezar a comprender todo lo pasado, todo lo sucedido como algo
que los construyó. No serían las personas que son hoy si borraran partes de su
vida; hay personas que quieren borrar esas parejas que hicieron parte de su
vida en el pasado olvidando que les dieron los regalos más grandes, que les
dieron unos hijos por ejemplo, que compartieron momentos bonitos, agradables
porque a veces hermanos es más fácil acordarse de todo lo malo, acordarse de
todo lo difícil, de todo lo duro y olvidar todas esas cosas lindas y
maravillosas que dan un sentido a la vida, la enaltecen y dan ganas de vivir
porque siempre que están mirando lo negativo pierden fuerza, pierden energía,
cuando están pensando en las deudas, cuando están pensando en el dinero que no
hay, cuando están pensando en el futuro en angustia se torturan y entran en un
estado de pobreza, en un estado de dolor y de sufrimiento.
Hoy hermanos como lo decía mi Madre oramos por ustedes, no
significa que si ustedes no están en una situaciones extremas, vulnerables no
importe; a veces los problemas que para algunas personas pueden parecer
insignificantes, para el niño, para el joven que lo está viviendo es inmenso y
los comprendemos, y si ustedes han pasado por ahí, si ya son adultos si ya hana
podido vivir muchas experiencias deben llenarse la comprensión de aquellos que
apenas están viviendo para transmitirles su calma, para transmitirles su
esperanza en que todos los problemas tienen solución y nosotros que hemos
podido hacer parte de esta existencia también ayudarles a ustedes a que puedan
reconocer al Padre y puedan sentir que a través de mi presencia como un puente
los estoy acercando a Él para que ya no le tengan miedo, para que sepan que su
voluntad se une y se funde con la de ustedes, para que puedan sentir el amor
que Dios les tiene y puedan elevarse al sentido máximo de esta experimentación
de la vida como misión que es disfrutarla, que es que valga la pena, que es que
puedan unir en la voluntad a otros en estas causas para sentir que cuando se
unen en un fin es más fácil, que cuando son más personas las que oran, que
cuando son más personas las que desean que un huracán sea desviado, que cuando
oran en que estos procesos de enfermedad y de dolor se superen, todas esas
oraciones, todos sus buenos deseos siempre obran milagros, únanse para desear
que su equipo gane para que se conecten con la energía del respeto y del valor;
siempre hay razones para pelear, siempre hay razones para buscar un culpable,
siempre hay razones para sentir culpa pero cuando se enaltecen en la luz de la
vida es maravilloso porque empiezan a encontrar nuevo sentido, porque empiezan
a sentir en este acompañamiento también que se están obrando cambios porque
empiezan a sentir pazn porque su mente empieza a guardar silencio para observar
tantas maravillas, porque empiezan también a disfrutar todas aquellas cosas
hermanos que en algún momento habían perdido color y luz.
Hoy quiero bendecir sus alimentos, quiero que sientan que
bendecimos su descanso, que queremos que también puedan después de este año
difícil entrar en modo gratitud, en modo Navidad, en modo natividad, en modo
festejo, en que vibremos en los buenos corazones para compartir, para darnos
cuenta que es posible cuando todos nos unimos que no haya un niño en el mundo
que aguante hambre, que no haya una persona que sufra sola porque cuando se
abren en el corazón terminan sintiendo que todos son una hermandad y que no hay
necesidad de estar separados en una actitud de quién vale más o quién vale
menos, de quién puede ser desechable o no porque para Dios no hay personas
desechables, para Dios hay personas que han decidido experiencias muy fuertes,
muy duras como para decidir ser habitantes de calle, como para ahogar su dolor
y su no razón de estar en este mundo a través de los vicios, del licor, que hay
personas que les repitieron tanto que eran un error que decidieron creer que
eran los malos, que decidieron llenarse de venganza pero a ellos hay que revestirlos
en el amor para que se reivindiquen y ustedes sientan que hoy lo hacen por
ellos y no saben quién en algún momento ya oró por ustedes, orará por ustedes,
orará por un hijo, orará por un padre o un ser querido. Los acompañamos
Hermanos con el amor del Padre yo soy Jesús de Nazaret muy buenas noches.
Liú Meditación
Muy buenas noches yo soy Liú. Vamos a sintonizarnos con el chacra corazón;
vamos a poner nuestra manita izquierda sobre nuestro corazón, encima la mano
derecha y nos vamos a sintonizar con la energía que fluye, sentimos el pálpito
de nuestro corazón y sentimos como desde el universo, desde esa energía
universal desciende sobre nuestro chakra cabeza ahí por nuestra coronilla un
haz de luz totalmente dorado…
Sienten cómo entra y empieza a despejar sus pensamientos,
empieza a organizar sus procesos mentales, como desde su mente este rayo entra
y asciende al corazón, asciende a la energía del corazón entendiendo que aunque
biológicamente sea un descenso es un ascenso al amor; sienten como su corazón
se expande y como esa energía del amor abre su pecho para conectarse hacia el
pasado con sus ancestros en forma amorosa sintiendo como en su espalda todo ese
pasado representa gratitud en la enseñanza de esos maestros del pasado.
De la misma manera se expanden al amor al prójimo, a la
conexión del aprendizaje presente, del momento y de su caminar hacia delante
expandiendo su energía del amor para ser guías y maestros al mismo tiempo de
otros y avalar su paso por esta tierra y enamorarse de ese paso de sentirlo
importante y valioso.
Ese rayo penetra en su mano izquierda y se va por toda su
palma hacia su muñeca por su brazo hacia el codo, hacia ese ese hombro y cómo
esa energía empieza a fluir desde el corazón generando un círculo que va desde
el corazón por el brazo por el hombro por el cuello generando una energía que
los conecta con el recibir; se abren a recibir con humildad en el corazón entendiendo que la
energía debe fluir, que aprender a recibir también es importante, de la
misma manera ese rayo en el corazón penetra su mano derecha baja hasta su codo,
sube por el brazo empieza a generar un círculo de energía que los abre con la
energía del dar, se sienten amplios, se sienten abundantes, aprende a dar con humildad en el
corazón entendiendo que dar no es obligación sino es una satisfacción
maravillosa de ver la alegría de alguien que recibe.
Sienten como esa energía en movimiento une ahí en sus dos
manos en un infinito que se forma con estos dos círculos generando una energía
en movimiento continuo entre el dar entre el recibir.
Decretan Me abro a dar con amor, me abro a recibir con amor;
entiendo que hay momentos en mi vida donde estoy con toda la energía dispuesta
a dar con todas las potencialidades para facilitar el camino de otros pero
también recibo, recibo entendiendo que también otros necesitan la experiencia
de retribuir el amor que un día lo que pude ayudar; comprendo que no soy una
carga para nadie, comprendo que nadie es mi carga y me uno en esa abundancia
del dar y recibir a la plenitud de la vida, de las cosas materiales, de las
cosas emocionales, espirituales que tengo de la estabilidad y el bienestar de
mi ser.
Les dejo mi mejor energía, me llevo la de ustedes, yo soy Liú.
Escribe o cuéntanos de tu
anécdota con tu Ángel, la envías al correo unahistoriadeangeles@gmail.com y la publicaremos en el blog
unahistoriadeangelesparati.blogspot.com
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