Adquiere los LIBROS DE MAGIO en Mercado Libre, Autores Editores o en Magio Ángeles
Habla por teléfono con tu
Ángel de la Guarda. Tu mensaje o mensaje para tus hijos, o de Pareja, o hablas con alguien del Cielo. Un Arcángel.
María
Virgen
Mis
hijitos y mis hijitas queridas buenas noches, soy María Virgen madre de Dios y
madre vuestra, reciban todos ustedes mis hijos presentes y en la distancia mi
bendición y la de Dios Padre Todopoderoso la bendición de sus hogares de sus
familias en el nombre del Padre del Hijo del Espíritu Santo, amén.
Recordamos
mis hijitos la importancia que tiene el poder hacer ese recogimiento de familia
que les permita el reabastecerse en esa energía amorosa que proviene de esos
lazos del corazón, de recordar que espiritualmente se eligieron como padres,
como hijos, como hermanos, como parte de una misma familia con el fin de
aprender, con el fin de amarse, con el fin de poder aprender unos de otros y de
poder comprender que todas las equivocaciones hacen parte del caminar en la
vida y que a veces esas fricciones en el caminar necesitan un alto para poder
establecer nuevos lenguajes, para poder entenderse, para poder llevarse
distinto.
Y es necesario mis hijos que estén
muy pendientes de cómo ustedes reaccionan ante los suyos, generar un
ambiente de paz y de tranquilidad no es callar, es poder reflexionar, es poder
mirar cómo se siente cada miembro de la familia, es poder mirar esas
equivocaciones y esos espejos ajenos dolorosos no con los ojos de la crítica o del
chisme o del juzgamiento sino de poder aprender de aquellas cosas que las
personas viven, de aquellas circunstancias que marcan su existencia de las
cuales hay un material hermoso para aprender de ello, pero también para
desearles a esas personas que se lleven diferente.
Si
ustedes mis hijos crecieron en ambientes donde había violencia intrafamiliar,
donde había distancia, donde no había con quién hablar, dense la oportunidad de
reflexionar sobre esas carencias, sobre esas cosas que sus padres no supieron
tener en cuenta para que ustedes se reabastezcan de esta posición nueva dentro
de su familia para retroalimentarse del amor y poder darle a sus hijos, poder
tratar a esas parejas de la forma como ustedes hubieran querido ser tratados
como hijos y de la manera como ustedes hubieran querido que sus padres se
llevaran.
Por
eso tener un espacio de reflexión para mirar todas esas espejos del pasado es
también poder pedir ayuda sobre aquellas cosas que se salen de sus manos, de si
recurrentemente están criticando a su pareja, si recurrentemente están
menospreciando sus hijos, de si recurrentemente están sintiéndose ustedes
mortificados con sus decisiones antiguas y viviendo en culpa para llenarse de
esa tranquilidad suficiente y de esa comprensión suficiente en que todo puede
cambiar, en que ustedes pueden cambiar y especialmente que si han estado
enfocados mis hijos en que otra persona cambie deben entender que primero deben hacerlo en ustedes y
tener una posición en su vida que les de paz, que les de armonía, que les
de confianza porque lo que cambian en ustedes mismos es algo que como reflejo se
ve en una transformación para quienes vienen detrás suyo y para quienes están a
su lado y para quienes llegan después de ustedes, así que cuando sientan que la
vida los está desbordando porque están molestos, porque están asustados, porque
están desesperados, porque sienten que nadie los entiende, envuélvanse en mi Manto
Sagrado y permitan que este acompañamiento de mi parte y de Dios principalmente
como Padre de todos signifique el poder permitir que se sientan más tranquilos
y más confiados en que todo va a mejorar, en que todo va a cambiar, en que
ustedes van a poder sentirse diferentes y que hacer esta reflexión no sea un
látigo sobre todo es mi culpa si no poder parar y reflexionar para entender
por qué a veces ustedes son fuente del conflicto, por qué a veces no son
conscientes de la forma cómo tratan mal a otros, de la manera como se comportan
en la vida repitiendo esquemas que son dolorosos para ustedes o que hacen
sufrir a otras personas.
Traemos
esta luz del Espíritu Santo, bendecimos sus alimentos y bendecimos cada momento
de su vida porque siempre estamos con ustedes pero acuérdense que nuestra intercesión
en su vida en gran medida depende de que ustedes estén abiertos a recibirnos,
de que estén abiertos a que podamos interceder y ayudarles, que estén abiertos
a escuchar y que estén abiertos a transformarse.
Reciban
todos mis niños de mi alma mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso con mi
amor y el de Dios yo soy María Virgen muy buenas noches mis hijitos hasta
siempre.
Jesús
de Nazaret
Buenas
noches hermanos. En la Gracia de mi Padre Jesús de Nazaret.
Me
siento feliz de poder conversar con ustedes esta manera, me siento feliz de la
evolución de la raza humana; alguien decía en días anteriores en ciertos
lugares que tal vez Dios estaba bravo, que Dios estaba arrepentido de haber
creado la raza humana, que Dios estaba supremamente molesto con las decisiones
que el ser humano estaba tomando, pero realmente nada de eso es así queridos
Dios hermanos y ninguna cosa sucede como una retaliación del Padre.
Quedaron
muchas historias en el pasado que les hicieron ustedes temerle a Dios, que le
hicieron a ustedes distanciarse de Dios sin entender que la voluntad del Padre
se suma a su voluntad en su bienestar y que estamos desde Dios ayudando,
respetando esa libertad al poder ayudarles a que vivan con mayor tranquilidad,
vivan con mayor seguridad, vivan en esa paz interior y puedan aprender como
ahora lo decía mi Madre a revisar estos actos que están haciendo, sus procesos
recurrentes de pensamientos tóxicos, esos continuos actos temerosos o
Temerarios en el otro extremo que los llevan a estar siempre armando guerras,
batallas siempre peleando con alguien, o siempre defendiéndose de alguien para
que puedan queridos hermanos sentir que ya ha sido suficiente de eso pero que cada persona decide si vive en
un cielo o si vive en un infierno y es poder entender que sus estados
del alma son estados muy personales, que estas situaciones que están pasando en
este momento en el mundo pueden como se los hemos dicho reiteradamente ser la
unión de la familia o la destrucción de la familia.
Hay
personas que estarán culpando al coronavirus de la muerte de un Padre, estarán
culpando esta cuarentena de la terminación de un matrimonio, de tal vez un
embarazo no deseado, de unas condiciones de despido laboral o de quiebra
económica, pero otros estarán viendo las cosas diferentes y podrán sentir que
son una bendición, que lo mejor que les ha podido pasar es estar en sus casas,
que lo mejor que les ha podido pasar es volver a recuperar ese espacio de
familia, poder tener tiempo para su pareja, poder tener tiempo para pensar,
poder organizar su casa, poder hacer muchas cosas maravillosas que muchas veces
en la incertidumbre del futuro y en estar enfocados en la preocupación no les
permite hacer.
Y
dense cuenta queridos hermanos cuánta energía se desgasta, cuánta plata se
pierde en medio de la guerra, en medio de la defensa y en medio de la
preocupación; pónganse a pensar ustedes cómo cuando se levantan por la mañana y
empiezan a sentir angustia cómo afecta eso sus cuerpos; cuando empiezan a
sentir esa desesperanza cómo sienten el tiempo en contra y como en el
transcurso del día llega el desespero y la mortificación que les hace llevarse
a estados alterados donde incluso la contemplación de la muerte puede ser la
única solución de la vida. Así que es el momento hermanos de poder respirar
profundo, oxigenar mejor sus cabezas, entender que cuando ya hicieron
humanamente lo que pudieron un día, vale la pena acostarse y entregarle al Padre
de cielo en la noche el que Él pueda
traer esas ideas, que Él pueda atraerle a esas personas que buscan, el que
pueda generar esos cambios que desean y que también queridos hermanos no
solamente tengan la oportunidad de lograr las cosas que quieren, sino de
valorarlas, de quererlas, de poder
sentir que si hoy están con una pareja fue la petición que le hicieron a Dios
porque estaban cansados de estar solos y que si tienen una pareja a su lado hay
que dignificarla, hay que valorarla, no aguantarla o no sentir que esa
persona también los está aguantando a ustedes, porque nadie los obliga a nada,
nadie los obliga a estar juntos, nadie los obliga que estén hasta que la muerte
los separe, nadie los obliga a tener que caminar en la vida en una cadena de
obligaciones, una cadena de situaciones obligadas, sino que ahora ustedes
puedan vivir en la tranquilidad suficiente de entender que están haciendo un camino
que está enfocado más hacia esa voluntad del Padre y es vivir en bienestar,
vivir en armonía, hacer que cada día valga la pena en forma amorosa porque fue
un día en que se divirtieron, en que en que pudieron ser útiles en su trabajo,
en que pudieron alimentarse bien, pudieron cuidar su cuerpo, en que pudieron
aprender algo nuevo y que de esa misma manera pudieron tratar a sus semejantes.
Recuerden que la vida es una hermandad y
que lo que ustedes mandan como un bumerán a otros en odio, en rencor, en la actitud
difícil, es lo que vuelve a ustedes; si hay personas que los están tratando
mal, ofendiendo, es porque ustedes le han dado la licencia a esas personas y
porque muy seguramente ustedes también se mueven de la misma manera ustedes y
así mismo también en forma inconsciente tratan ustedes a su prójimo. Entonces dejar de compararse con
el prójimo es entender que toda persona vale: no hay personitas,
no hay gentecita, no hay mujercitas, hombrecitos, no hay
actos o palabras peyorativas que realmente puedan llevar a otros a perder su
valor pero de alguna manera esta forma como ustedes tratan a esas personas en
forma despreciativa es la manera como recibirán el desprecio de esas personas o
de otras porque siempre va a haber gente que se va a creer más, siempre va a
haber gente que se cree menos cuando se trata de establecer esta vida como una
competencia; entonces
encuentren queridos hermanos la paz de su corazón, no se dejen
mortificar por todas las situaciones que están pasando porque dentro de la
voluntad del Padre está contenido que quienes están listos para partir en este
mundo esté muriendo como lo están haciendo, que lo estén haciendo
colectivamente a partir de una enfermedad como es esta enfermedad del
coronavirus, pero también de enfocarse en todas aquellas personas que se están
también sanando y que también están pudiendo recibir el acompañamiento y la
respuesta sobre una necesidad del alto que conlleva la enfermedad; por eso decidan queridos hermanos de qué
lado de la vida van a estar, van a estar del lado de la violencia, del
lado de la crítica, del lado de la irritación, del lado del miedo y la
desesperanza, del lado de sentir que todo es un sinsentido o se van a pasar de
lado del amor de la confianza, de la alegría, de la gratitud, del servicio, de
la plenitud, de la comprensión y cuando logran pasarse a ese lado bonito de la
vida la primera persona beneficiada, la primera que se siente maravillosamente,
la primera que siente esos beneficios de toda esa energía amorosa que viene de
Dios y que viene y vuelve de otros hacia ustedes pues son ustedes mismos; así
que recuerden que ser una onda expansiva es empezar a cambiar su propio mundo, es empezar a sentirse en ese
amor propio que ustedes conquistan desde su propia verdad y que en su
propio ejemplo están pudiendo poner en práctica esa transformación y que si en
ese proceso llegan a fallar y si en ese proceso hay personas que no les creen
todavía o hay personas que los están juzgando y sienten que el cambio no es lo
que ellos esperaban, respiren profundo, pidan la sabiduría del Espíritu Santo y
dejen que el tiempo les de la razón.
Dios
los bendiga queridos hermanos, los acompañamos, los amamos, los entendemos,
siempre de mi parte encontrarán este acompañamiento para hacerles sentir más
seguros y de mi mano poder acercarlos más al Padre del cielo y que dejen de temerle
y lo amen porque cuando logran amar a Dios la vida se vuelve más complaciente,
más amorosa y empieza realmente a ser una bendición para ustedes.
Dios los bendiga la Gracia de mi padre Jesús
de Nazaret. Hasta pronto.
Liú
Meditación
Muy
buenas noches yo soy Liú. Vamos a buscar una posición en la que su columna
vertebral se empieza estirar como si fuera una vela, van a sentir ese
estiramiento donde su cabeza está elevándose intentando tocar el cielo;
sentimos cómo vamos a ese Sol y enfocamos esa energía con un rayo maravilloso
que viene desde el sol en forma limpia, sana, suave, desciende por nuestra
coronilla y va descendiendo por el centro de nuestro cuerpo, por cada uno de
nuestros centros de energía y cómo sale por nuestro primer centro, incluso
descendiendo por nuestros pies en conexión a la madre tierra; sentimos cómo
recuperamos este equilibrio después de estos procesos de temblor, después de
estos procesos de eclipse, de cambios lunares que nos afectan y nos conectamos
en forma amorosa desde la energía universal, la energía que nos conecta con el
cosmos, con la luna, con el sol, con el universo y que en forma tranquila y armoniosa
nos conecta hacia la tierra equilibrando nuestros puntos cardinales.
Sentimos
como del propio núcleo de la tierra asciende un rayo de energía que entra por
nuestros pies, que entra por nuestro primer centro base y que se eleva por todo
nuestro centro y sale por nuestra coronilla conectándonos de nuevo a la energía
universal, a ese Sol.
Sentimos
como inmediatamente nos equilibramos y empezamos energéticamente a reconocer
nuestra naturaleza humana e igualmente reconocer nuestra naturaleza espiritual;
sentimos como por nuestras manos nos conectamos desde el corazón hacia el
entorno, como en el punto cardinal que va detrás de nosotros; nos conectamos
con nuestro pasado, con nuestra genética de nuestros antiguos en forma armoniosa
y usamos toda esa experiencia humana de nuestros predecesores, de esos que
vienen antes de nosotros con su experiencia, su valoración, nuestra gratitud y
como desde nosotros nos conectamos hacia el futuro, con el legado que dejamos,
con lo que pretendemos que otros aprendan de nosotros, con abrir nuestro libro
para que todos aprendan de nuestra existencia conectando nuestros lazos de amor,
equilibramos igualmente nuestro punto en el corazón para conectar así el amor,
el amor que viene desde el universo, el amor que nos dio la posibilidad de
estar en esta tierra, el amor que recibimos de esta tierra que nos sostiene, el
amor que le damos a los demás y el amor que recibimos de todo lo creado.
El
amor que le entregamos a todo lo que nos rodea y el amor que recibimos en una
ley abundante del dar y el recibir.
Nos
declaramos en abundancia, nos sentimos participes de esa ley abundante donde
hay de todo de acuerdo con el plan divino, nos sentimos confiados, nos sentimos
amados, nos sentimos capaces de poder lograr todo lo que deseamos y sentimos
cómo se rompen las barreras de los límites, cómo se superan los temores, cómo
se superan y se sanan las heridas y empezamos a sentirnos listos para seguir
caminando por este mundo con la energía del aventurero, con la energía de la
persona que está dispuesta a aprender, con la energía de la persona que con su
conocimiento está dispuesto a enseñar, que está dispuesto interactuar de forma
amorosa, con el mundo respiran profundo, llevan sus manitas enfrente en actitud
de oración para fijar el ejercicio que acaban de hacer, les dejo mi mejor
energía y me llevo la de ustedes yo soy Liú.
unahistoriadeangelesparati.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario