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viernes, 8 de junio de 2018


Rosario junio 7 de 2018

Meditaciones con Liú  lunes 7:30 pm y miércoles 7 am.
CONVERSATORIO. 2 de jUNIO. 3 pm.

María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas queridas muy buenas noches soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra. Reciban hijos amados, mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso.
Es una inmensa alegría mis hijos traerles la luz de Dios y decirles que tenemos muchos lugares y muchas formas de manifestarnos para que ustedes puedan sentir nuestra compañía nos sentimos felices en que puedan estar aceptando esta invitación a la oración; cuando ustedes oran mis hijos las mortificaciones, las tristezas, las desilusiones y muchas de las incógnitas se van volviendo paz y tranquilidad en su corazón. Siempre habrá en la inquietud del ser humano la pregunta de cuál es la verdad, pero deben permitir mis hijos que la verdad navegue en su corazón; todos los hijos de Dios son merecedores de este diálogo y lo que más deseamos es dialogar con cada uno de ustedes en su corazón y que el ser humano pueda volver a estar abierto a hacer silencio para tener un diálogo con Dios.
Queremos que los momentos de conexión con el Padre Celestial no se den sólo cuando ustedes tengan dificultades o necesidades, permítanse hacer un alto en tanto ajetreo de la vida para regalarse a ustedes mismos esa conexión beatífica que significa dejar que Dios hable para ustedes donde debe hablar y es en su corazón.
Venimos mis hijos a decirles que no teman, a decirles que si alguien los conoce totalmente es Dios, sabe sus necesidades, de sus problemas, sabe sus tristezas y que está acompañándolos entendiendo que en su transformación cada día más estarán llenos de ese amor infinito de Dios para poder transformarlo todo; sabemos mis hijos que tienen en su ser la incertidumbre del futuro pero queremos que sepan que ese futuro no está escrito y no está trazado necesariamente por su espíritu en forma dolorosa o difícil.
Cuando hacen un alto y revisan lo que ha sido hasta ahora su vida tienen el derecho a pedirle a Dios que sus dolores, que sus angustias, sus enfermedades y sus heridas del pasado sean sanadas y cuando dejan que Dios hable de la forma más hermosa como Él puede hablar empieza a haber transformaciones, empieza a suceder milagros y ocurren cambios en su vida. La vida a veces pareciera que es un castigo en el sentido de las dificultades que puede tener como retos pero Dios les permitió este acceso a este mundo porque ustedes un día lo quisieron así, un día desearon saber qué se sentía estar en este mundo y le pidieron a Dios que pudieran ser engendrados y tuvieron la complicidad de dos seres maravillosos que como padres les dieron la vida y que así en algún momento hubieran tenido fallas o hubieran cometido errores les dieron ese regalo maravilloso para darles la vida y traerlos como bebés a este mundo, por eso hoy hemos querido hijos que puedan perdonar, que puedan abrir su corazón que puedan dejar de juzgar cuál es la verdad porque cuando dejan que su pensamiento los lleve a saber quién es quién, dónde está Dios o de qué manera pueden llegar las cosas y dejan que su corazón hable todo lo que se vive en la vida aporta, todas las personas que conocen aportan incluso aquellas personas que ustedes últimamente han podido conocer y han sido difíciles en su vida o aquellas personas que significativamente fueron sus verdugos han sido maestros de vida que les han enseñado cómo ser más fuertes, que ustedes les han permitido en su vida para poder liberarse del temor natural que tienen creyendo que no pueden superar las cosas.
Hoy oro por cada uno de ustedes mis hijos y les entrego mi Manto Sagrado y me hago nuevamente en esta acogida cercana a la paz del mundo, saben que cada vez que el mundo necesita de una compañía hacemos estas apariciones, hacemos estas presencias para recordarles que ustedes no están solos en la vida, para recordarles que la vida es un tránsito y que por más difíciles que sean las cosas o por más  aferrados que estén a la vida un día ya no estarán acá, es más el tiempo que se dura en la compañía del Padre y cuando esos seres que ustedes aman van a Dios ellos son recibidos con todo el amor del Padre porque no hay un purgatorio, no hay un infierno, no hay un premio, un castigo, sino un amor infinito que Dios tiene por cada ser humano porque no importa si se han equivocado todos vuelven a casa porque  Dios perdona, Dios es amor y porque todos tienen derecho de volver a casa y si lo pueden tener en cuenta en que un padre ve a un hijo que se fue rebelde o un hijo que se fue y no volvió lo que más añora un Padre es volver a ver a ese hijo y preguntarle un día, cómo le fue.
Les pido mis hijos desde mi corazón que no guarden rencores, que si están mortificados por algo, que si están mortificados por el futuro de su país confíen en que Dios está guiando a quien esté en ese puesto de dignidad y que ustedes también deben pedir que en sus trabajos, que en sus hogares, que en su propia vida ustedes sean dignos y amorosos con ustedes mismos y reciban la sabiduría del Espíritu Santo para poder obrar con los demás de la manera como ustedes esperan que los demás obren ante ustedes y ese es el mayor medidor, a veces sea necesario pararse y contemplar la humanidad de otra persona para ver si están siendo duros, si están siendo fríos, si están siendo difíciles; a veces necesitan contemplar desde su corazón otras actitudes con las personas que les rodean y sé que a veces sienten que tienen que endurecerse porque de esa manera pueden no ser tumbados, de esa manera pueden no ser ofendidos, de esa manera pueden no ser dañados y Dios también les dará la sabiduría para que sepan cuándo pueden abrirse para dar un consejo, cuándo pueden abrirse para confiar en alguien y cuándo desde su corazón llega esa sabiduría para poder protegerse y en amor dejar pasar, dejar pasar personas, dejar pasar oportunidades que pareciera que son esas luces fugaces que realmente no representan lo que ustedes realmente quieren.

Los envolvemos mis hijos en la sabiduría del Espíritu Santo, les traigo mi Manto Sagrado para que lo porten en todo momento, nos sentimos muy felices de verlos acá y recuerden que estamos en los campos que también estamos en las grandes ciudades, también estamos en su trabajo, también estamos en las cosas sencillas de la vida y especialmente estamos en su hogar y su corazón; reciban niños de mi corazón mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, la bendición de todos los alimentos que consumirán en esta noche como símbolo de la paz, como símbolo de la conexión con Dios y como una oportunidad sagrada de poder recibir juntos un momento de paz y tranquilidad. Hasta siempre mis hijos con todo mi amor yo soy María Virgen, muy buenas noches.
Jesús de Nazaret

Buenas noches hermanos. En la Gracia de mi Padre Jesús de Nazaret.

Hoy hablaba mi Madre del anhelo profundo que tenemos en que ustedes puedan vernos y puedan escucharnos pero también muchas veces dicen ¿quién soy yo para que Dios me hable? ¿quién soy yo para que Dios me escuche? a veces tienen manifestaciones del cielo y dudan de si realmente lo son y se preguntan realmente ¿soy lo suficientemente puro para que la Virgen pueda hablarme? ¿soy lo suficientemente puro para que el Maestro lo haga? no estamos hablando de una pureza diferente al deseo del corazón de poder tener un diálogo con ustedes que no obedece a las experiencias de la vida.
Para ustedes la presencia de Dios en su vida significa algo demasiado grande para lo que ustedes no merecen acceder y entonces ¿cómo llamarlos hijos? ¿por qué no pueden realmente asumir su naturaleza como hijos de Dios? ¿qué significa ser hijos de Dios sino es tener lo mejor de Dios dentro de ustedes, en su sangre? cada uno de ustedes tiene lo mejor de sus padres porque es la genética, porque así Dios lo ha dispuesto y Dios ha hecho en ustedes seres maravillosos, en ustedes veo los bebés que un día sus padres tuvieron en sus brazos y que fueron perfectos, yo veo en ustedes la inocencia que ustedes creen que perdieron y veo la alegría que han ido perdiendo con el paso del tiempo por no entender, por no comprender cuáles son los designios de Dios o tal vez pensar que Dios no quiere concederles lo que ustedes piden, pero también los hemos visto de cara al cambio y hemos visto cómo se asustan con lo bueno, ¡están tan acostumbrados queridos hermanos a que les vaya mal!, están tan acostumbrados a vivir en un país en guerra, en un país donde la violencia no están los campos sino que está en los corazones de cada ser humano, los cambios llegan cuando ustedes deciden desde el fondo de su corazón vivir en un país diferente y vivir en un país diferente no es armar maleta e irse a otro lado es contemplar desde el fondo de su ser si quieren vivir en paz y tranquilidad porque ustedes también tienen batallas internas y muchas veces el enemigo reside en ustedes haciéndoles dudar de todo; los hemos visto renunciando, renunciando a la vida, renunciando internamente a si creen en Dios o no, renunciando internamente a sus sueños, diciendo “¿para qué?, ya no quiero eso” los hemos visto renunciando a sus sueños y dejando que la realidad los consuma en una vida apática y en una vida sin luz, no importa queridos hermanos cuántas cosas hayan quedado pendientes en la vida, mientras estén matriculados en la vida hay posibilidad de todo, de absolutamente todo y si sueñan y si se dejan llenar de esperanza empezarán a entender que nunca es tarde absolutamente para nada y tendrán la alegría en su corazón de saber que todo puede ser posible en esa luz celestial, no hemos venido desde Dios a juzgarlos, no hemos venido desde Dios a decirles qué es lo que tienen que hacer porque son libres, hemos venido a tomarlos de la mano y acompañarlos en esas tormentas que ustedes han decidido tener en la vida como una forma aprendizaje pero también hemos venido a acompañarlos en los momentos hermosos porque lo que más nos gusta es verlos felices, es verlos tranquilos.

Hoy velo queridos hermanos porque ustedes tengan un buen sueño, porque ustedes puedan realmente descansar, pido a Dios porque ustedes puedan dejar los problemas, puedan dejar las angustias, puedan dejar la zozobra fuera de su cuarto y en ese lugar sagrado que es su cuarto puedan descansar en la paz de Dios y puedan en la sabiduría del amor de Dios mientras duermen saber que los problemas se solucionarán, saber que mientras duermen pueden ser sanados, que mientras duermen están encontrando la desconexión desde el espíritu con el cuerpo para volver a la esencia de lo que son y empezar a ser libres, queremos que tengan buenos sueños dormidos y despiertos y puedan saber que somos veedores de esos sueños para que puedan hacerse realidad, lo que pasa es que muchas veces la vida tiene tan pequeños milagros que al ser humano le cuesta disfrutarlos en el momento esperando que sean las grandes cosas que Dios manifieste las que pueden hacerles creer, pero cuando empiezan a ver la vida como Dios: el nacimiento del colibrí, un arco iris el comienzo de un nuevo día, cada respiración de ustedes, cada latido de su corazón es una inmensa bendición, los acompañamos para que puedan entender que estamos en esas cosas sencillas de su vida y en las grandes, sabemos que cada uno de ustedes ha traído queridos hermanos estas peticiones de lo más terreno a lo más celestial, de lo más sencillo y que todos ustedes tienen un deseo profundo por ayudar a alguien más. Les decimos que también escuchamos de otras personas sus oraciones por ustedes y que es bonito sentir esa hermandad pero también es importante que oren por ustedes mismos para que sepan con claridad hacia dónde quieren ir; no se olviden de ustedes, no se olviden en su tarea como padres, como madres, como hermanos, como miembros de una sociedad todos los días preguntarse si están siendo felices, si vale la pena.

He venido a poner en jaque sus creencias, he venido a decirles queridos hermanos que EL SACRIFICIO NO ES NECESARIO. he venido a decirles que el sacrificio es algo que no agrada a Dios como una forma de canje para que Dios pueda bendecir a alguien, he venido a pedirles que renuncien a ese sacrificio que se interiorizó en una forma tan grande que todo lo hacen por alguien más así no lo quieran hacer y lo hacen pensando que ésa es la voluntad de Dios; he venido a decirles que mi tarea frente a la humanidad no fue pagarle a mi Padre  un agravio humano, nunca nada queridos hermanos que un ser humano pueda hacer por más grave que sea puede ofender a Dios, no hay manera que un hijo ofenda a un padre sabio y Dios es sabio por eso mi paso por la Tierra fue el paso del encuentro entre el hombre y Dios para que pudiera el ser humano dejar de vivir en las tinieblas y dejar de vivir en el miedo, Dios no quiere que ustedes le teman ni lo necesita, Dios espera que lo amen y cuando ustedes aman a Dios empiezan a sentir aún más del amor de Dios manifestado en el milagro de la vida, manifestado en las necesidades que ustedes tienen en este mundo para poder vivir bien; vengo a pedirles que me entreguen a sus hijos, que me entreguen a sus parejas, que me entreguen sus problemas porque cuando ustedes llegan a un límite en que ya no saben qué más hacer el proceso más sabio, el proceso más amoroso es entregar aquello a lo que han dado tantas vueltas y que ya no saben cómo solucionar, que ya no saben cómo arreglar y deben confiar en que ese ser que les ha dado la vida creador de estrellas, ese ser tan sabio y maravilloso que en donde ustedes lo vean tiene creatividad y una majestuosidad pueda hacer la obra en ustedes, por eso aunque les cueste trabajo naveguen en su corazón y digan “Señor en ti confío y te entrego todo aquello que me tiene preocupado, todo aquello que me tiene enfermo, todo aquello que me tiene aburrido, lo que me tiene cansado, lo que me tiene solitario y me tiene haciéndome sentir la vida triste y difícil”.

Gracias queridos hermanos por darme esta oportunidad de compartir con ustedes un momento, también me voy con la alegría de poder acompañar sus sueños porque sé que a partir de esta noche estaremos más conectados que nunca en esa ventana que el ser humano abre todas las noches que es la ventana de los sueños para poder conectarse con los que se han ido, para poder conectarse con los que usualmente no ven y conectarse con el amor de Dios y saber cuánto les ama.

Dios les bendiga queridos hermanos en la Gracia mi Padre Jesús de Nazaret buenas noches.

Liú Meditación   “Muy buenas noches yo soy Liú, vamos a distensionar el cuerpo, a ser conscientes de todo el cansancio que tenemos, vamos a dejar a un lado como decían ahora los Maestros las tensiones, las preocupaciones, vamos a tocar la frente suavecito con esa intención de limpiar los pensamientos mortificantes, difíciles, esas preocupaciones, vamos suavecito tocando la cabeza, acariciarla el automasaje  queridos hermanos es una forma de decirle el cuerpo gracias, empiezan a sentir que el tocar su cabeza como que los despeja, el cuello cansado, todo ese mundo de ideas porque piensan a 1000 km/h y muchas veces esos pensamientos se atropellan de tal manera en que esos pensamientos no le dan cabida a otros; masajeen su carita, limpien los ojos de todas aquellas cosas que han mirado y les ha producido tristeza, dolor, encuéntrense no con ese llanto que quema sus ojos sino con el llanto que libera y el llanto de la alegría, limpien los oídos de todas aquellas cosas dolorosas, pensamientos que rondan sus cabezas, se dicen que están feos, que están viejos, que son culpables, vamos a seguir haciendo este masaje…”   (sigue)el video está en You Tube, búscalo por  Magio rosario y la fecha



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