Invitaciones:
Encuentro
con el Arcángel Rafael. 15 de noviembre. 7 a 10 pm inscripción previa hasta el mediodía
del martes. cupo Limitado. Vr indivudual $100 mil. Pareja $150 mil.
Magio, mensaje del Rosario noviembre 10 de 2016
María Virgen
Mis hijitos queridos muy buenas noches, soy María Virgen madre de Dios y
madre vuestra. Reciban todos ustedes mi bendición y la de Dios Padre
Todopoderoso. Y todos ustedes en la distancia esa bendición del Padre y
recordarles mis hijos que Dios está en todas partes, que pueden llevar a Dios a
la paz de su corazón y entender que el Padre Celestial está en el momento en
que ustedes oran y que Él está escuchando cada una de sus oraciones y está
viendo cada uno de sus actos y cuando les hablamos de que Dios los ve en sus
actos no es aquel Dios que está teniendo en cuenta en qué pueden equivocarse o
cómo pueden estar mortificados en la vida sino que es aquel padre que los ama y
los comprende.
Muchas veces mis queridos hijos la vida se vuelve un clamor angustiante,
triste y difícil; empiezan a vivir la vida olvidando de dónde vienen, olvidando
la fuerza del espíritu que es el que alienta la vida y sintiendo también muchas
veces la vida como una cárcel. Cuando la vida se transforma en una cárcel
empiezan a tener un secreto deseo de partir, un secreto deseo de que el
suplicio de la vida pueda terminar, que alguien los rescate, que alguien los
saque de esa cárcel y muchas veces la respuesta que hay para que esa cárcel no
se viva es realmente empezar, pasarse las manitos por los ojos y quitarse el
velo que tienen que hace que vean la vida como una experiencia de obligaciones,
como una experiencia dura, como una experiencia obligada.
Dios no los trae este mundo mis hijos a que sufran, que tengan que
aprender por dolor, a que tengan que aprender a partir de su propio dolor o el
dolor de las personas que les rodean; Dios
los trae a que esta experimentación tenga la responsabilidad de su parte en que
todo lo que viven pueda ser feliz, es cierto que tiene sueños, es cierto
que tienen ideales, es cierto que tienen problemas, es cierto que hay cosas que
hoy pueden no estar funcionando bien en su vida pero ¿cuántas cosas funcionan?,
¿cuántas veces tienen que llegar al límite de la muerte propia o de un ser
amado para hacer una reflexión sobre el valor de la vida y sobre las cosas
lindas que pueden tener?. A veces es ver esa vida desde el dolor de las cosas
que ya pasaron y que no pueden solucionar y también es ver esa vida desde esa
tristeza que les hace contemplar la existencia de forma difícil, de forma
desagradable, por eso les decimos mis hijos que busquen el encanto de la vida, que ustedes puedan realmente ver
en la vida esa Gracia que significa vivir, acuérdense que soy llena de Gracia
porque vengo a ustedes a llenarlos y a colmarlos de bendiciones, a interceder
por ustedes y esa Gracia me la ha dado Dios para acercarme a su corazón para
que ustedes puedan sentir mi intercesión ante ustedes y ante Dios como algo que
pueden lograr, que pueden tener y que merecen.
Hoy mis hijos estamos limpiándolos de todas esas enfermedades que
tienen, las enfermedades del espíritu, las enfermedades mentales, los estamos
limpiando en este momento de todas esas enfermedades emocionales, de todas esas
enfermedades físicas que les impide contemplar la vida con tranquilidad y con
esos ojos bonitos por eso hoy los bendigo mis hijos y le pido a mi Dios del Cielo que le permita a cada uno
de ustedes hallar un asidero en la vida de gratitud, una razón para ser
felices, le pido a Dios que les de aquello que hoy están pidiendo desde su
corazón, le pido al Padre en el nombre de esta intercesión y de la Gracia que
me ha concedido que me permita traer a ustedes todas esas bendiciones, todas
esas soluciones a sus problemas, todas esas circunstancias amorosas para que
puedan ser felices, para que puedan hallar el amor de una pareja, para que
puedan hallar el trabajo que quieren, para que puedan hallar la salud que
requieren, para que puedan tener todas aquellas cosas materiales que desean y
sientan que para Dios no hay una cosa que sea indigna, no hay uno sólo de
ustedes que sea indigno y nunca es
demasiado; los que pueden sentir que algo es demasiado en la vida son
ustedes porque a veces se les olvida lo
valiosos que son y todas las cosas lindas que pueden merecer de este padre
amadoque vive enamorado de ustedes y que en silencio como nosotros
muchas veces en la libertad que les ha dado les permite vivir en tristeza, les
permite vivir en agonía pero con la esperanza de que un día ya no tendrán que
vivir de esa manera.
Esperamos que no encuentren para la paz para
partir de la vida sino que encuentren la paz para vivir en ella y para
hallar razones para seguir viviendo; los bendecimos queridos hijos y
bendecimos todo lo que consumirán en esta noche, bendigan sus alimentos a
diario, no se duerman sin haber dado gracias, sin haber mirado ese día qué
aprendieron, no inicien el día sin consagrarlo a Dios y pedirle a Dios que
hagan en ustedes la posibilidad de que ese día sea bello, de que ese día puedan
sentir en forma contundente la presencia de Dios en su vida y que al dormir al
terminar el día, no tengan la más mínima duda que Dios los acompañó y no tengan
la más mínima duda que Dios ha estado mandando ejércitos de ángeles de
Arcángeles, de guías, de maestros para hacer su vida más fácil.
Reciban todos ustedes niños de mi alma mi bendición y la bendición de
Dios Padre Todopoderoso, nuestra inmensa alegría de poder compartir con ustedes
muy buenas noches mis hijos, hasta siempre con ustedes María Virgen.
Jesús de Nazaret
Hermanos buenas noches, Jesús de Nazaret.
Cuando yo llegué a este mundo hace más de 2000
años el mundo estaba sumido en el silencio de Dios y aunque esperaban un Mesías lo esperaban para acabar el
mundo, no
lo esperaban realmente para darle a la vida una nueva razón y una nueva visión,
no lo esperaban para rescatar al mundo de las diferencias y del desprecio
humano, vine para realmente dignificar al hombre, fue lo que vine a hacer y en este momento muchos pueden dudar de
que lleguemos no en carne y hueso sino a través de esta cadena amorosa que
viene de seres que permiten transmitir la palabra de Dios en su voz; cada uno de ustedes ha sido es y será mensajero de mi
palabra, tienen la potestad de
volverse apóstoles, y ¿qué significa volverse apóstoles queridos
hermanos? significa conectarse con la
verdad de su corazón y con la disponibilidad de trasmitir esas palabras
edificantes certeras que vienen de la sabiduría de Dios.
También son mensajeros de Dios cuando hacen su
trabajo con cariño, cuando pueden realmente mostrarle al mundo en su propia
evidencia de vida que Dios está ahí, que Dios está en su corazón y que ustedes
son hijos de Dios y son esa nueva generación de hombres y mujeres que tienen a
Dios en su corazón. Que no tienen por qué tener miedo de Dios ni
tienen por qué tener miedo de la vida. Por eso cuando tengan miedo de dar un
consejo recuerden que hay una fuerza en
ustedes que los impulsa a hablar, los impulsa a ayudar, no desoigan
cuando algo dentro de ustedes les dice “ayuden a esa persona, llamen a esa
persona”, no hagan oídos sordos cuando esa voz aparece a decirte “ésta
no es tu obra, ésta no es su tarea, ésto no te toca a ti” porque así como
les estaremos diciendo “ésto te corresponde” habrá momentos en que les
estaremos diciendo “déjalo pasar” y entiende que ésa no es tu tarea.
Dios sabe lo que cada hijo lleva en su corazón y cuando Dios está
contemplando un hijo realmente cansado desde el espíritu, Dios le permite a ese
hijo descansar no importa si ese hijo tiene un mes de nacido, no importa si ese
hijo tiene cinco años, no importa si ese hijo tiene veinticuatro, o tiene
cincuenta, sesenta, setenta, y sé que a veces los entristece la muerte y
sé que muchas veces los entristece el dolor bajo el cual las personas eligen
irse; muchas veces en su propio mirar y en su propia existencia viven la
tristeza de sentir que esas personas pudieron haber vivido más cosas buenas por
supuesto, pero también sé que pueden entender que sólo hay razones que esas
personas comprenden y sólo hay razones que Dios puede comprender que hacen que
Dios corte el hilo de la vida y nunca lo corta de forma arbitraria, como nunca
los lleva a vivir una experiencia sea la que sea de forma arbitraria.
Dios no los somete queridos hermanos a una vida de dolor.
Dios no los somete a una vida de soledad.
Dios no los somete a estar sin trabajo, a no tener pareja.
Dios quiere, Dios siempre
quiere.
Y entonces ¿cómo se rompe el velo que los separa de lo que quieren?
AMAR, amar éso que quieren. Tómense el tiempo de realmente creer que eso que
piden es una realidad; tómense el tiempo de visualizar aquello que ustedes
piden como si ya estuviera
hecho en su vida y de dar gracias; den
gracias por el trabajo que no tienen ahora, porque ¡lo tendrán!
denlo como si ya lo tuvieran. Den gracias por
esos hijos que vendrán, den gracias por
esa pareja que vendrá, den gracias por
esa casa que tendrán, den gracias todo
aquello que están pidiendo y desde la
gratitud queridos hermanos el velo que separa a su ser de lo que quieren
desaparece porque la sensación de angustia, la duda y esa famosa
palabra ¿será? también desaparece para decir “yo lo sé” y ¿cuantas veces
ustedes han sabido cosas que su mente no sabe?, sólo su corazón lo sabe.
Amar a una persona queridos hermanos no requiere
de razones, sólo se ama y ya. ¿Cuántas veces han dejado de intentar amar a alguien?, ¿cuántas veces
han intentado odiar a alguien? ¿cuántas veces han intentado despreciar a
alguien?, ese amor se anida aún así en su
ser.
¡Amen queridos hermanos todo!, amen el tiempo libre que tienen, amen la
libertad que Dios les ha dado, amen a su espíritu y miren a su espíritu y
díganle a su espíritu “puedo aprender de otra manera, quiero aprender de
otra forma, sé que me has estado diciendo todo este tiempo que puedo dejar de
temer, que puedo enfrentar mis temores más grandes para hacer que ellos ya no
me gobiernen, para dejar a un lado que ellos me saboteen la vida y hagan de mi
experiencia algo duro y difícil”.
Vengo a traerles alegría a su corazón, la alegría
de estar vivos, la alegría de lo que
llegará en la promesa de Dios de que Él hoy les está diciendo “Yo
quiero, realmente YO QUIERO, quiero verlos felices, quiero verlos progresando,
quiero verlos contentos, quiero verlos en paz, quiero verlos realizados
profesionalmente, quiero verlos sintiendo que lo económico ya no los agobia
nunca más, que ya su problema no es si tienen plata o no, que ya su problema no
es si tienen pareja o no, que ya su problema no es si tienen hijos o no, desde
hoy vayan y visualícense al futuro confiando, confiando en que si Dios ya ha
hecho bendiciones en su vida y les ha dado la vida de ahí en adelante puede
darles muchísimas cosas más.
Acuérdense queridos hermanos que esta época del año es hermosa porque
los corazones se pacifican y porque la energía de la gratitud que se concentra
en grupo para recordar que se acerca la Navidad, que se acerca el fin de año
hace que ustedes puedan pedir sin tanta resistencia y que muchas luces también se iluminen por ustedes,
cada vez que vean una luz encendida recuerden que esa luz no solamente está
brillando sólo por una persona, sino ¡para todos!. Cuando la luz ilumina, la
luz no es algo que a unos los ilumine y a otros no, el sol sale para todos y
brilla para todos y por eso queremos que sepan que desde esa nueva visión que tienen
de la gratitud y de prender una luz en su corazón no solamente por ustedes sino
por sus hermanos en la Tierra muchas cosas empiezan a darse con mayor
facilidad.
Reciban queridos hermanos la bendición de Dios y la conciencia que
requieren para entender que aceptaron estas reglas de la vida porque los retos
de la vida son ricos cuando los logran superar y cuando saben que lo
entendieron porque se vuelve la vida como un acertijo y cuando lo resuelven ven
que es maravilloso saber que no renunciaron al reto, hasta pronto queridos
hermanos en la Gracia de Dios Jesús de Nazaret.
Liú meditación, (en sonido de fuerte lluvia): lluvia y cambios en el
cuerpo. Limpieza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario