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Magio,
mensaje del Rosario Agosto 18 de 2016
María
Virgen
Mis
hijitos y mis hijitas queridas muy buenas noches, soy María Virgen madre de
Dios y madre vuestra, reciban mis hijos amados presentes y en la distancia mi
bendición y la bendición de Dios Padre Todopoderoso.
Hagan
todos los días mis hijos y mis hijas el
deber de bendecir lo que tienen, bendecir a sus familias, de desearles
lo mejor a las personas. Pedir que Dios
bendiga a las personas es desearles lo mejor que podrían desear por alguien, es
trasmitir sus mejores deseos, los más elevados; bendigan igualmente a
aquellas personas que están sufriendo, que de alguna manera se están oponiendo
a ustedes y que de alguna forma están significando una piedra en sus zapatos
porque si los bendicen pueden esperar que en momentos de diferencia también
esperen de esas personas que han sido difíciles una bendición.
La bendición busca armonía, busca comprensión, busca que pueda haber
caminos diferentes, caminos de diálogo para que las diferencias se sanen y cada
día pueden aprender más, aceptar la voluntad de los
otros, atender esa libertad entendiendo que si ustedes se molestan por la
actitud de alguien, porque no cambia, por la actitud de alguien respecto su
propia vida, ustedes mis hijos están llenándose de un sufrimiento innecesario,
están llenándose de una inmensa mortificación porque lo que más le deben pedir a Dios, más que la otra persona llegar
a cambiar, más que esas situaciones que están viviendo con esas personas
cambien, es que ustedes puedan entender la libertad de las personas de
vivir bien regular o mal su vida y
que ustedes no pueden hacer nada más que respetarlos y pedirle a Dios que los
ilumine, que los ayude, que les muestre a estas personas un camino diferente y
si lograron herirlos en algún momento y si algo de lo que esas personas
hicieron fue difícil para ustedes, parar nuevamente, poner nuevamente a esas
personas en su frente imaginándolas allí, imaginando que ese poder que le
dieron a esas personas para descomponerlos, para mortificarlos, puede
desaparecer y se pueden ir en la paz de Dios.
Nunca se
ha pretendido que el perdón signifique seguir aceptando situaciones
mortificantes, personas mortificantes, pueden
pedirle a Dios que en el perdón haya una liberación. Cuando no se perdona dos personas se atan. Cuando no se perdona se atan a ese pasado y a esas
situaciones que aunque pasen los días, que aunque pasen los meses, que aunque
pasen los años siempre les hará sentir mal y siempre de alguna forma estarán conectados con ustedes así pongan
cientos, miles de kilómetros de por medio y muchas veces ese perdón
se busca viniendo a compartir experiencias muy profundas con personas de las
que es muy difícil que ustedes puedan poner distancia. Muchas veces los
conflictos más grandes con padres, con hijos, con hermanos, como pareja,
obedece precisamente a esa necesidad espiritual que tuvieron de encontrarse
para sanar heridas, de encontrarse para que el
resentimiento que aparece con esas personas pueda sanarse en esta vida y puedan
sentir que ese resentimiento se volvió amor, se volvió comprensión de la
otra persona y se volvió libertad de su parte para que esa persona ya nunca más
tenga el poder de hacerles daño de una o de otra manera.
Hoy
queremos igualmente mis hijos que bendigan
el agua que está cayendo, que se sientan felices en medio de lo difícil
que puede significar el torrente de esta agua que limpia corazones, el torrente
de esta agua que tristemente se lleva vidas, (varias
personas habitantes de calle que dormían en un caño fueron arrastradas por una
creciente) que tristemente se lleva casas, se
lleva lugares, y que puedan entender que esto hace parte el ejercicio de la
vida y muchas veces una elección de permitir que las cosas sigan fluyendo en el
desastre, en ver las cosas difíciles, en no ejercer un proceso social
preventivo, toda una tarea de elección frente a que ya nunca más la bendita
agua que cae del cielo pueda significar una razón más para llorar y que en esa
misma planificación, el bendito sol que sale y que riega la tierra con su calor
ya no signifique nunca más un acto de destrucción, un acto de hambruna, un acto
de desesperación también para el hombre.
Pidan
mis hijos todo el tiempo porque los actores del poder, las personas que tienen
bajo su responsabilidad social que haya un equilibrio sobre el planeta, sobre
la tierra, sobre los recursos puedan usarlos de la forma correcta para el
beneficio no solamente de ustedes como presente generación sino de sus
generaciones futuras y que ellos puedan
despertar a entender que tienen la responsabilidad de darle al mundo una tierra
mejor igual que ustedes cada uno en sus tareas, cada uno en sus
responsabilidades propias, cada uno frente a sus familias.
Hoy los
bendigo mis hijos de mi alma con la alegría del corazón, del amor que nos
conecta, del profundo respeto que tenemos por cada uno de ustedes, de nuestro
deseo honesto, profundo y limpio de ver dibujadas esas sonrisas en su cara, de
verlos logrando las cosas, de verlos logrando el resultado que quieren.
Ustedes saben mis hijos que mi tarea para ustedes es despertar esperanza y decirles que de la mano mía, de la mano de mi Hijo pero
especialmente bajo la voluntad de Dios está nuestro deseo y nuestra tarea
puesta en liberar, desbloquear y permitir que esos sueños puedan hacerse
realidad, por eso no se cansen de orar,
a veces la esperanza es lo que los mantiene vivos, la ilusión de un mundo que
cambia porque en un momento donde ya han dejado de sentir que depende de
ustedes y ha dejado en forma honesta su ser que dependa de la voluntad de Dios,
Dios pueda sorprenderlos y Dios pueda traerles en bendiciones multiplicado lo
que un día le pidieron.
Dios los
bendiga niños de mi corazón, reciban mi bendición, la bendición de Dios Padre
Todopoderoso y la alegría de saberlos y sentirlos humildes ante Dios, de
sentirlos agradecidos con la vida y de sentirlos esperanzados.
Con todo
mi amor yo soy María Virgen muy buenas noches mis hijos hasta siempre.
Jesús de
Nazaret
Buenas
noches hermanos, Jesús de Nazaret al habla.
Hoy
hacía mi Madre mención sobre la
importancia de bendecir el agua no solamente el agua que se toman,
el agua que desciende a la tierra y ustedes saben que mis causas siempre han
sido por los débiles, por los rechazados, por todos aquellos que de una u otra
manera han caído en la vida en desgracia, por voluntad propia, a veces por
conceptos sociales o ideologías, un poco por la terquedad también del espíritu
de castigarse de volverse víctimas, y esta noche se han ido muchos de esos
seres entre anoche y esta noche que son olvidados por la sociedad, que son
alejados de la sociedad y que han caído en ese foso profundo que significan las
drogas, los vicios, esa locura que significa muchas veces sólo tener el sol y
la luna como casa como techo, y cuando
Dios ve ese sufrimiento de sus hijos y esos hijos en un momento se unen para
pedirle a Dios un cambio de vida, Dios los libera.
Lo que
han manifestado hoy algunos con pesar, otros con alivio, otros con molestias
respecto a esos problemas sociales que hay de las ciudades, de la pobreza, de
la hambruna, de las drogas, de la delincuencia y ver que esto lo está
solucionando Dios de una forma que pareciera que es para el beneficio de la
sociedad pero que difícilmente pueden verlo
como lo que realmente es, un acto de amor y de vibración y de
sanación para personas que no han podido encontrar una salida y le han pedido
al Padre que les de la mejor salida que podrían tener que es la de volver a empezar, la de volver al seno
de Dios, la de sanarse y la de en un momento volver a empezar.
Nadie mis queridos hermanos se muere la víspera como dicen ustedes. Éstas personas que mueren todo el tiempo, cada momento, han hecho un
profundo clamor de elección sobre la tarea cumplida en la Tierra y estas
personas han llevado en su corazón un deseo profundo de irse, no es cierto que
una persona se vaya en contra, no es cierto que una persona haya muerto por
equivocación, de todas formas las
personas mueren desde esa elección espiritual el día que sintieron que ya la
vida no representaba la satisfacción y que el futuro y la
esperanza como lo decía mi Madre representara la posibilidad de una salida y
hoy es bueno que ustedes puedan
alimentarse de la esperanza y puedan siempre verle el lado positivo a cada cosa,
darse cuenta que aunque ustedes cada uno maneje un sufrimiento diferente, una
angustia diferente, algo que en menor o mayor grado mortifique su corazón
sabemos que el sólo hecho de creer que es posible que en un momento las cosas
puedan cambiar, orarle el Padre para que las cosas cambien, tener esa luz de
esperanza hace que la vida pueda manifestar un camino diferente y yo quiero hoy
felicitarlos por eso, porque a pesar de que puedan estar pasando algunos por
momentos de estancamiento, que aunque algunos de ustedes sientan que han pasado
años donde han repetido lo mismo y pareciera que Dios no los escucha, donde
otros están comenzando nuevos ciclos y otros se están alimentando de una
esperanza naciente pues créanme que esta actitud que están teniendo de seguir
ahí, de no claudicar a pedirle a Dios, de no renunciar a sus sueños, no
renunciar a un mundo mejor, no renunciar a un progreso personal, familiar,
donde también leo en el corazón de muchos de ustedes una oración sincera y
profunda por personas que casi no conocen, otros por desconocidos, otros de
ustedes por personas muy complicadas en su vida y ese acto bonito de oración,
ese acto bonito de orar por esas personas es muy bello y créanme que se los
agradecemos y agradecemos que depositen en nosotros pero que especialmente
depositen en mi Padre la confianza en la cual cada día pueden crecer para darse
cuenta que si no es Dios, ¿quién? si no es Dios el que puede solucionar un
problema, si no es Dios el que puede darles un trabajo, si no es Dios el que les
puede dar la plata que necesitan, les puede dar un hijo, una pareja, una
familia, que si no es Dios quien les puede regalar un viaje, un estudio, las
cosas que quieren pues ¿quién tiene el
poder sino Dios?. Por eso denle el
poder a Dios. Denle el crédito a Dios entendiendo que el Padre
Celestial sabe lo que hace pero no en la actitud amarga de “Dios sabe lo que
hace” aunque no lo entienda, no en la actitud amarga de que “los
tiempos de Dios no son mis tiempos” y que tal vez de alguna
manera yo estoy pidiendo algo que no debo pedir o estoy
pidiendo algo para lo que no estoy preparado o tal vez no me
merezco tanto; pero poco a poco en esta conexión con el Padre ustedes
van convenciéndose de que la voluntad del Padre es la de romper todos esos
obstáculos, todas las creencias distorsionadas de la vida, de ustedes,
especialmente Dios les ayuda a que sanen
esas heridasde esas experiencias que un día les hicieron no desear amar,
porque fue tan dolorosa la experiencia de amar, fue tan dolorosa la experiencia
de ser hijos, que tal vez quieran no tenerlos para que no sufran y estén mejor
en Dios.
Muchas
personas han elegido no traer hijos al mundo porque sienten que es mejor estar
allá arriba que estar aquí y muchas veces es mejor no desear, es mejor no
querer, es mejor no esperar, porque en el fondo lo que temen es que alimenten
sueños que nunca se realizarán porque en el fondo creen que eso que está
pidiendo es demasiado y que eso tal vez no es la voluntad del Padre, por eso es
díganle a Dios “ayúdame, ayúdame a dejar de creer que tú no quieres, ayúdame
a dejar de creer que me falta tiempo para lograr lo que quiero. Ayúdame a creer
que hay una distancia enorme de lo que quiero, que de alguna forma tengo que
esperar, que de alguna manera tengo que conformarme, que de alguna manera tú me
estás enseñando por dolor, me estás enseñando por sufrimiento que yo debo de
esperar a que un día tú decidas hacerlo y tengo miedo de que ese día sea tarde,
tengo miedo de que se me pase el tiempo y ya sienta que ya ni quiero, que
tal vez ya se me olvidó qué era lo que te está pidiendo y que cuando llegue no
pueda disfrutarlo, no pueda disfrutar de una pareja, de unos hijos, que no
pueda disfrutar de las cosas materiales que yo te pido y te dejo Padre que tú
puedas hacer la magia que yo no he podido hacer en mí sobre mi confianza en mí”.
Hoy especialmente para cada uno de ustedes como don especial que quiero
que entre a la comprensión de su corazón está descendiendo del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es la fuerza que está descendiendo en este momento para que
ustedes actúen como Dios y
sean dioses de su vida y sientan la
fuerza de Dios sin límite, que
sientan que tienen ese poder de Dios, sabio, justo, amoroso, creativo,
inteligente, próspero, y que éste Espíritu Santo llegará a ustedes para hacer
posible que sólo un pensamiento en conexión con el corazón y la alegría del
corazón pueda hacer posible que mañana reciban la respuesta que esperan, que
mañana esté pasando algo especial para ustedes y que incluso esta noche antes
de dormir puedan sentir que están diferentes, que algo en ustedes cambió
y que cuando duerman podrán recibir un mensaje mucho más claro del Padre
Celestial.
Les agradezco sus oraciones por sus hermanos que sufren en cualquier
lugar del mundo y les agradezco que oren sinceramente por ustedes, que no teman de decirle a Dios “yo te pido por mí, te pido que me
ayudes, que me ilumines” y que tampoco tengan reparo en llamar a toda la
Corte Celestial para que todos podamos interceder por ustedes.
Reciban
todos ustedes hermanos en la Gracia de mi Padre la bendición y la paz del
corazón, con mi amor y mi compañía incondicional, Jesús de Nazaret muy buenas
noches hermanos y hermanas hasta siempre.
LIU,
meditación con las manos, aplicación de crema
celestial.
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