El sábado 3 de septiembre tendremos el siguiente conversatorio. Dos
horas para hacer preguntas. Valor $40.000 x persona. Cita 2:45 pm para sortear la ronda de preguntas y para iniciar 3 pm en punto.
Magio, mensaje del Rosario Agosto 25 de 2016
María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas queridas muy buenas noches, soy María Virgen
madre de Dios y madre vuestra, reciban mis hijos amados presentes y en la
distancia, de su familia mi bendición y la bendición de Dios Padre
Todopoderoso.
Este Rosario mis queridos hijos tiene un significado muy importante para
nosotros y para su país, han hecho una labor
importante de apostar por la paz y de empezar a trabajar con paciencia en un
proceso de reconciliación;entenderlo es
darse cuenta que se necesita valentía, se necesita de la compasión, del perdón
y de la tolerancia para hacer posible que puedan llegar a ese nuevo lugar que
han soñado.
Nunca mis hijos deben sentirse mal en el terreno
que pueden ceder a soñar por un ideal, nunca se deben sentir mal de apostar a
un bien superior para todos y saben que no hay una mayor veeduría que la que
puede venir de Dios. Muchas
veces es fácil juzgar, es fácil creer que son los ambientes del castigo, de la
justicia los que pueden establecer realmente un cambio pero históricamente se
han dado cuenta mis hijos quedesde la violencia
no se obtiene paz, que desde los procesos de castigo es difícil poder
apagar la resistencia que viene de ejercer una lucha donde siempre están
enfrentándose a una fuerza contraria que puede ser menor en un momento, que la
pueden aminorar, que incluso la pueden apagar pero que despierta con mayor
fuerza después para mostrarles que esa guerra sigue vigente que esa guerra se
anida en el corazón de los hombres.
Por eso cada uno de ustedes mis hijos hoy empieza
a ser responsable de ese voto de confianza, ese voto de confianza no es a un
partido o un color o a un ser humano, es un voto de confianza que deben hacer a
Dios para creer en que Él está por delante de todo esto.
Hoy quiero mis hijos que puedan seguir soñando
con un país donde puedan tener lugar todos sus hijos, todos sus hermanos, donde
puedan llegar a esa equidad, donde puedan sentir que desaparecen los castigos,
que desaparecen los procesos de llevarse unos por delante a otros con su poder,
unos por delante a otros en su fuerza o en su violencia para empezar a dar
pasos mis niños a una forma de un país tolerante, respetuoso de las
reglas, respetuoso de las verdades, respetuoso de las libertades y de los
derechos de todos.
Hoy por eso mis hijos le pido a Dios junto con ustedes esta intercesión
del cielo, le pido a Dios que toque el corazón de todos los colombianos para
que cada uno sea cual sea su corriente política, sea cual sea su color pueda
establecer en su corazón ese deseo de la armonía, del valor y del respeto como
hermanos. Te podemos por te ponemos por delante a tí Señor para que seas tú con
tu Corte de Verdad para que seas tú con tu Corte de Tolerancia y de Amor el que
puedas hacer posible que todas estas cosas que soñamos sean una realidad para
este país, de la misma manera les sigo pidiendo mis hijos que pidan por la paz
del mundo, que pidan por cada uno de estos países que hoy sufre por diferentes
razones, algunos por opresores, otros por desastres naturales y que puedan
pedirle a Dios que les de la fortaleza a esas personas de superar esos males y
de entender qué sentido ha tenido que pasen estas cosas y cuál es la enseñanza
que hay detrás de estos procesos difíciles y dolorosos para los habitantes de
esos países.
Ustedes han entendido que son más fuertes como comunidad a partir de
todo el dolor que han vivido, de todo por lo que han tenido que pasar, todavía
hay heridas abiertas, todavía hay heridas que sangran, pero es el perdón,
el perdón de Dios, el de una justicia amorosa superior de
comprensión y de liberación la que hará posible que se sanen esas heridas y que
se aprenda de todo lo que se vivió y
sean ustedes un ejemplo de transformación al futuro para que ya no alberguen guerra en su corazón, para que tengan la paz en su corazón y para que de
esa misma manera sean actores de paz en el futuro.
Reciban todos ustedes niños de mi corazón mi bendición y la bendición de
Dios Padre Todopoderoso con mi amor y mi alegría de poder acompañar este nuevo
camino para ustedes en forma conjunta y en forma individual, yo soy María
Virgen muy buenas noches mis hijos hasta siempre.
Jesús de Nazaret
Buenas noches hermanos, Jesús de Nazaret al habla.
Como siempre es una alegría como lo decía mi Madre poder conversar con
ustedes tan cerca, poder traerles nuestros consejos, nuestra compresión,
nuestro deseo de que cada uno de ustedes pueda obrar en verdad y pueda
encontrar un camino diferente al que en forma dolorosa han podido tener y este
beneplácito que tenemos es porque sabemos que ustedes a pesar del temor que
puedan tener a que se creen espacios de injusticias, espacios cínicos en el
mundo saben que obrar como buenas personas
y actuar como buenas personas en la confianza de Dios siempre logrará
resultados favorables.
Hoy quiero también queridos hermanos invitarlos a cada uno de ustedes a
que hagan una reflexión.Reflexionen sobre sus
actos, reflexionen sobre la manera como han estado viviendo su vida, la manera como se han estado tratando ustedes mismos, como han estado tratando otras personas y que empiecen
en ese proceso de transformación a entender que no se trata de cambiar a otras
personas, se trata de que ustedes puedan cambiar para asumir en su vida nuevos
espacios.
La paz queridos hermanos no es algo que solamente compete al país, es
algo que compete a cada ciudadano; esa paz se vive dentro de los hogares, se
vive en las empresas, se debe vivir esa paz principalmente dentro de ustedes y
si ustedes están viviendo en estadios violentos, si ustedes están viviendo en
situaciones de guerra de familia, si están viviendo en situaciones de pareja
que no están representando el respeto, el valor propio, el valor de la otra
persona, deben hacer un alto definitivo, deben entender que sí están siendo un
proceso de conflicto para generar en sus futuras generaciones un conflicto
mayor y entregarles al mundo personas conflictivas.
Hagan esa reflexión queridos hermanos de si un amor es lo
suficientemente bueno de la vida como para herirlos, como para tratarlos mal, como
para humillarlos; hagan una reflexión en la vida sobre si realmente un trabajo
puede valer lo suficiente como para que con ese trabajo ustedes pierdan su
alegría, su libertad, si con ese trabajo pierdan su autonomía y sientan que así
es como son las cosas, así es como Dios las quiere y así es como ustedes deben
o como Dios quiere que ustedes vivan.
Hagan una reflexión de la manera como se están
dejando doblegar y en
cierta forma se están dejando llevar por personas con quienes ustedes no
deberían dejarse afectar tanto y que son personas que no los están tratando de
la forma como ustedes merecen; qué les puede importar un chisme de alguien que
no los ame, qué les puede importar una persona que no los conoce y que no sabe
la manera como ustedes son y lo que ustedes le importan a Dios. Por eso cuando
ustedes escuchen esos comentarios hirientes, cuando escuchen esas actitudes
difíciles de personas frente a ustedes, cuando haya actos discriminatorios,
cuando haya actos de personas que no encuentren el valor y el respeto,
recuerden que es necesario poner a Dios por delante y entender que esas
personas no comprenden, no saben y que lo
que hay que tener es compasión por esas personas y no pagar odio
con odio sino sencillamente hacerlos a un lado y saber que Dios es el Dios de todos y que Dios no les faltará.
Empiecen por perdonar todo lo que han sufrido
empiecen por perdonar a todas aquellas personas que les han hecho sufrir, no para agachar la cabeza frente a esas
personas, no para que se sigan repitiendo episodios de lo mismo sino para que
sencillamente ustedes no vuelvan a vivir esas situaciones con esas personas ni
con nadie. Hablen frente a Dios y díganle a dios “Padre, si yo tenía que
aprender de la humillación para no humillar, si yo tenía que aprender del dolor
para no hacer sufrir, si yo tenía que aprender de la injusticia para ser justo,
si yo tenía que aprender del desamor para aprender a amarme, ¡ya lo he
aprendido! y ya no quiero volver a vivir lo mismo”es el momento queridos hermanos que crezcan y maduren y se den la
posibilidad de sanarse y de pedirle a Dios que los sane, no hay una
manía, no hay una discriminación, no hay una fuerza mayor que ustedes porque
muchas veces la dificultad más grande que ustedes viven es el temor que llevan
dentro, es el dolor que llevan dentro y es la rabia que llevan dentro.
Si las personas no los respetan, no los valoran, es porque ustedes les
han dado ese permiso para actuar de esa manera, porque si la primera vez una
persona te hirió y tú sigues ahí viviendo lo mismo y aceptando las mismas
condiciones que esa persona te plantea, debes poner un alto en el camino y
darte cuenta que el responsable o la responsable no es la otra persona
sino que tú eres el responsable de lo que vives.
Responsabilizarse los actos queridos hermanosno es
culparse,
responsabilizarse los actos es tener una perspectiva más alta para darse cuenta
que si ustedes son las víctimas de alguien es porque ustedes han decidido
actuar de esa manera y volver a esas personas sus victimarios; no le den el
poder a ninguna persona para que se vuelva su victimario; no le entreguen las
llaves de su vida a alguien más para que sea capaz de robarles la paz, para que
no sea más capaz de robarles su dignidad y su valor de seres humanos.
Hablen con Dios y díganle a Dios que les permita encontrar ese valor y
créanme que ese valor no es levantarse contra esas personas para humillarlas
ustedes también, para gritarles más fuerte o de alguna manera para establecer
una venganza, es para trascender a eso y
elegir que en su mundo no se repitan esas mismas situaciones, que no
siga habiendo una puerta abierta al dolor en su vida sino que empiecen a vivir
algo diferente y que el tiempo que ustedes ocupan en defenderse de los demás,
el tiempo que ocupan en sobrevivir, el tiempo que ocupan en solucionar
problemas sea un tiempo que puedan dedicar
a realmente construir un mundo bonito, se han acostumbrado demasiado a
vivir mal, se acostumbraron tanto vivir
en la guerra que le temen a la paz, se acostumbraron tanto a vivir
en el conflicto que no saben cómo vivir de una forma diferente, se
acostumbraron a tratarse tan mal unos a otros creyendo que el amor es eso,
golpear, herir, abandonar, dañar de alguna manera a los demás o dañarse ustedes
mismos y no saber el valor que ustedes tienen; cuando ustedes hacen daño
queridos hermanos a ustedes mismos ustedes no están haciendo nada más que
representar externamente la forma como se odian, la manera como se detestan a
ustedes mismos, por esoempiecen a amarse todos
los días y si van a visualizar en algún momento una enfermedad, si
van a visualizar en algún momento un accidente revísenlo para decir “Señor
no quiero eso en mi vida, no necesito aprender por dolor, no necesito aprender
por sufrimiento, no necesito que una enfermedad sea mi maestra, no necesito que
el dolor o la locura lo sea. Libérame, ayúdame. Permíteme encontrar un nuevo
camino donde mi energía puede estar puesta en mejorar, donde mi energía pueda
estar puesta en hacer cosas buenas primero por mí mismo y después por los demás”,
porque si ustedes piensan en ustedes mismos, hacen cosas buenas por ustedes
mismos y se valoran tendrán de qué dar pero si ustedes piensan hacer cosas
buenas por los demás negándose a ustedes mismos lo bueno que pueden recibir se
vuelven mendigos, se vuelven vacíos, empiezan a sentir el desgaste que
significa en la vida dar, dar, dar y nunca recibir; por eso permitan que el día
a día los conecte con Dios porque Dios es
el dador universal, todos los días a cada segundo Dios les está dando
algo maravilloso, cosas que aparentemente son tan sencillas pero que son ¡tan
grandes y tan imposibles de pagar como el aire que respiran! y como la vida de
la que hoy gozan.
Hoy quiero mis hermanos bendecirlos, permitirles
que se iluminen y se permitan hacer compromisos;no son los compromisos externos que se vuelven
palabra muerta, letra muerta, es un compromiso interno, no es una promesa que
le pueden hacer otra persona o una promesa que le puedan hacer a Dios
sino una promesa que ustedes mismos se
hacen para cambiar, para tratarse bien, para renunciar a la pobreza, para
renunciar a la falta de oportunidades, para renunciar al abuso, para renunciar
a todo lo doloroso en su vida y empezar a vivir un paraíso en la Tierra.
Desciende el Espíritu Santo, desciende el espíritu de mi Padre lleno de
luz sobre cada uno de ustedes, sobre los alimentos que consumirán para
permitirles sentirse mejor cada día, para permitirles encontrar y hallar esa
paz del corazón, encontrar ese valor y liberarse del miedo a Dios. Dios nunca
ha querido que ustedes le teman, Dios nunca se pone bravo con ustedes sea cual
sea el error o la equivocación que cometan cuan más grande pudiera ser; ustedes son dueños de su vida, son
tan dueños de su vida que pueden vivirla en dolor, que pueden echarla a perder,
que pueden vivirla en negación, que pueden hacerse esclavos de alguien
más o pueden empezar a vivir una vida
libre entendiendo que Dios siempre
los respeta. Con ustedes queridos hermanos en la Gracia de mi Padre para
acompañarlos en este fin de semana maravilloso, en esta semana que está
terminando y en una nueva semana llena de oportunidades, enseñanzas y de nuevos
procesos amorosos de vida donde al involucrar a Dios en su camino empiezan a
encontrar la luz y empiezan a encontrar el progreso; yo soy Jesús de Nazaret
muy buenas noches hermanos, hasta siempre.
LIU, meditación coordinación hemisferios cerebrales.