Inscripciones abiertas al encuentro con San Nicolás.

16 de Diciembre. Primer Dia de Novena. Ese día, a través de Giovana viene Santa, nos habla, nos motiva y nos enseña de la Navidad, del Amor a Dios, y que al pedirle nuestros regalos sentados en su pierna, hablándole al oído, y con la contundencia de un niño, el regalo llega .  Adulto $60.000 niños $25.000 Cierre inscripción viernes 11 diciembre. Estricta inscripción

 Para descargar enseñanzas del rosario:

 www.magioangeles.com  y en el BLOG.   http://virgenmariayjesusdenazaret.blogspot.com/

Magio, enseñanzas del Rosario Diciembre 3 de 2015

María Virgen

Mis hijitos y mis hijitas queridas muy buenas noches, soy María virgen madre de Dios y madre vuestra reciban todos ustedes mis mis niños y mis niñas amadas mi bendición, la bendición de Dios Padre Todopoderoso. Todos ustedes mis hijos en la distancia de este lugar pero en la cercanía de nuestra presencia y nuestro corazón. En el nombre del Padre,  del Hijo, del Espíritu Santo,  amén.

Hoy han escuchado mis hijos la importancia que tiene el poder orar; hay una fuerza inmensa que el ser humano tiene en forma individual y en forma colectiva que es la oración. Son más ustedes mis hijos los que tienen el poder de cambiar el mundo a partir de su buen corazón, a partir del amor que deben tener por todas esas causas individuales y las causas colectivas; por eso cuando les hablen del desastre del mundo, de una tierra que se acaba, de unos recursos que están finalizándose, de una guerra en el mundo o en sus países, deben unirse bajo el poder de la oración para hacer posible desde ella que esa fuerza creadora más grande que la fuerza de la violencia, que más grande que la fuerza de la imposición o la fuerza de una tecnología o de una bomba pueda hacer mis hijos que ocurran esos cambios en las voluntades de otros y el desarme de aquellos que están actuando bajo esas formas arbitrarias en el mundo.

Tienen la oportunidad a través de la oración de hacer la magia de la transformación, la magia de su propia transformación interna para al llegar a la paz del corazón, al amor que deben tenerse, a la dignificación de ustedes como la obra más hermosa de Dios y que cada uno de ustedes pueda sentirse únicos, realmente bellos, y realmente especiales para Dios. Y desde esa fuerza de la oración pueden hacer posible que sus sueños se hagan realidad, que todo lo que un día han anhelado, han soñado, pueda ser posible para ustedes, pueden lograr mis hijos que la fuerza de esa actitud fuerte desde el sentido del ser congruentes con Dios y con su voluntad haga que al unirse unos con otros, esa unión, ese círculo de oración haga realidad que puedan vivir en un mundo en paz bajo unas fuentes inagotables de prosperidad, de comprensión, de luz, de trabajo, de alegría, de éxito, de realización, de paz.

Hoy quiero mis hijos unirme a su oración, a su oraciones personales y desde esa oración personal a la oración del mundo por ustedes. Les pido con todo mi corazón que esa oración de ustedes se extienda hacia su familia, hacia aquellas personas por quienes han tenidos diferencias que han obrado mal en su contra para que ese perdón de ustedes pueda obrar como una liberación propia y como una liberación de aquellas personas que les han hecho daño.

Hoy quiero pedirles mis hijos que de la misma manera oren por la paz de su país, por la comprensión como hermanos, por la paz del mundo en aquellos lugares donde vuelven a ver esos despertares de diferencias, de imposiciones de unos cuantos sobre los otros.

Son más los que bajo esa actitud de fortaleza espiritual del deseo de la paz pueden obrar en que esos brotes pequeños de aquellas personas que quieren actuar en contra de otros pueda perder fuerza y pueda perder poder, como aquella vela que quieren encender en medio del viento o en medio del mar y ustedes son mis hijos amados ese viento y ese mar para apagar esos fuegos violentos, para apagar esas imposiciones del mundo. No se unan ustedes a los lamentos de otros, a esos lamentos que no llevan a otra cosa que a que ustedes se llenen de desesperanza, que a gobernarlos en el temor de un mundo que de una u otra manera han querido sentenciar que se va acabar cuando el buen Dios de los cielos no quieren nada de esto para el mundo más que seguir regalándoles el paraíso de la Tierra para que puedan seguir habitándolo y puedan seguir pasando por él generaciones tras generaciones; cada día tienen cada uno de ustedes la responsabilidad mis hijos de obrar bajo su propia paz, de permitirse bajo esa paz también pensar en paz frente a otros, deséenle todo lo mejor a los demás, especialmente a aquellas personas que han obrado en su contra, aquellas personas que han sido difíciles en su camino, deséenles que se sanen, que se sanen de su rencor que se sanen de su dolor que se sanen de su envidia, de su imposición, de la manera como los han visto a ustedes como sus enemigos para sentir que de alguna manera tienen que destruirlos por eso no le den el título de enemigo a nadie, ¡libérense de tener enemigos! porque si se liberan de tener enemigos esos enemigos no tendrán un poder para ustedes, por eso es bueno y es inteligente cuando llegan a hablar de “mi nuevo mejor amigo”, cuando llegan a entender mis hijos que volver amigos a sus enemigos es empezarlos a tener de frente a estas personas para mostrar quiénes son ustedes en su poder amoroso y de qué manera también ellos pueden ver en ustedes que no tienen por qué temer, que no tienen por qué atacarlos porque solamente son los débiles, los cobardes, los que no tienen la fuerza del amor sino un temor inmenso los que sienten que tienen que atacar y quitar a otros lo que no pueden obtener por una fuente diferente, por eso quiero que todos ustedes puedan escuchar, los presentes en la distancia, que no deben envidiar lo que otros puedan tener, que pueden ver eso que otros pueden tener en su camino como la luz y el faro guía para decirle a Dios: “Padre, ahí es donde quiero estar, eso es lo que yo quiero tener” y si Dios les muestra mis hijos que alguien pudo, el mensaje es claro, es que Dios puede y es que Dios lo va a realizar para ustedes también y que lo único que Dios está esperando al mostrarles esto no es que ustedes puedan sentir que no lo merecen sino que ustedes puedan sentir que ustedes pueden llegar también allí y también lo pueden lograr.

Por eso mis hijos deben seguir orando por esos sueños, por esos ideales que tienen y que puedan sentir que ya la oscuridad, la tristeza la desesperanza, los enemigos, las dificultades no tienen que hacer parte de su vida; si algo les tenía que enseñar todo eso, ustedes ya pueden entender que han comprendido mucho de todo esto y se han transformado y que ya no necesitan seguir aprendiendo por dolor o por sufrimiento y tienen en ese momento la oportunidad de sentir que no es su temor, que no es su rechazo, que no es su fastidio el que les está pidiendo un cambio sino que lo es sentir que ya cumplieron esa labor de esa escuela y que como aquel niño que ya entendió ya no necesita permanecer más en ella y puede evolucionar a un nuevo camino; por eso hoy quiero que todos ustedes mis hijos puedan decirle a Dios que ustedes deciden y eligen aprender sin dolor, que eligen el camino fácil de la vida que no es el camino mal habido, sino que eligen un camino que no signifique piedras para ustedes; créanme mis hijos que hay un camino diferente a través del cual el mundo se puede transformar de una forma más fácil. Es más fácil aprender con cariño, con amor, con buenos tratos que con la letra que se impone, que con la actitud ofensiva y difícil porque ustedes saben que un niño al que se le enseña con cariño aprende más fácil que un niño al que se le enseña con violencia, con miedo e imposición.

Hoy quiero mis hijos invitarlos a que esta navidad pueda ser diferente en su camino; les hemos hablado de una época de cerrar un ciclo de un año, de poder sentir que ese balance les deja a algunos un mal sabor de boca, tristezas, partidas de seres queridos, dificultades económicas pero que también pueden sentir hoy la alegría de saber que todo eso ya lo vivieron, ya quedó atrás, que ustedes eligen mirar hacia delante y empezar a sentir que merecen un panorama diferente, un panorama hermoso, un panorama bello en sus vidas y que nosotros estaremos con ustedes viéndolos renacer, viéndolos caminar en un camino bello y hermoso y saber que un día van a sentir que todo eso quedó atrás y que van a sentir incluso la alegría y el orgullo de haber sobrevivido a eso y sentir que pudieron lograrlo y que pudieron pasar a una nueva época en su vida en la cual todo lo bonito puede empezar a ser parte de ustedes y que siempre, siempre lo han merecido y siempre lo van a merecer. De parte de Dios siempre merecerán lo mejor aunque Dios en su respeto sabe que ustedes pueden caminar por senderos diferentes y Dios comprende que también a veces la oscuridad permite ver la luz y que a veces el aprendizaje doloroso y difícil también los lleva en algunos momentos a poder disfrutar más, saborear más lo que un día llegará y sentir que todo lo valorarán más cuando puedan llegar a esa forma de vida plena que tanto le han pedido al Padre.

Los acompañamos mis hijos amados con este Manto Sagrado para que puedan sentir mi presencia de madre para que la vez puedan entregar este Manto a quienes ustedes consideren les entregamos desde Dios el Espíritu Santo lleno de paz y de luz, les entregamos a todos ustedes la bendición de estos alimentos que consumirán, la bendición en Padre, Hijo  y Espíritu Santo, con mi amor y el de Dios el Espíritu Santo sobre ustedes yo soy María Virgen, muy buenas noches mis hijos hasta siempre.

Jesús de Nazaret

Hermanos buenas Noches,  Jesús de Nazaret al habla.

Volviendo al tema de la oración que ha sido el tema del día, el que ustedes puedan comprender que pueden pedirle al Padre llorando, sufriendo, en forma dramática, y que el Padre los escucha pues también empieza a generar el que ustedes puedan empezar a buscar una actitud diferente ante Dios, a veces las súplicas, el dolor y sufrimiento y especialmente creer que lo que están pidiendo al Padre es demasiado, pedir en medio de sus propias turbulencias internas hace que la vida sea más difícil y que las peticiones puedan complicarse y no llegar de la forma más clara precisamente porque ustedes han llevado su vida a ese punto dramático; cuando le piden a Dios con la alegría de un niño, con la inocencia, con el sentir que aquello que merecen no está distante ustedes, si no que lo hacen con la convicción de que es algo que ustedes quieren en su vida con una sonrisa, con ese sentimiento de gratitud previa ante el Padre pues Dios les traerá de una forma más contundente lo que ustedes quieren y es poder sentir la emoción debe ser auténtica, que desde dentro de ustedes deben sentir en todas sus entrañas, en todo su ser una condición frente al Padre a veces imaginarse frente al Padre y hablarle y sacar fuerza de voluntad para hablarle y decirle “Señor esto es lo que yo pienso, es lo que yo siento” y hablar con Dios es la mejor forma como ustedes pueden llegar a conectarse con Padre y no es que el rezo sea malo, orar al Padre es una forma de diálogo personal, el rezo o la oración que alguien inspira en tu camino es hermoso cuando puedes identificarte con cada una de las palabras que están escritas ahí y puedes decir “este es mi caso”. Pero a veces la oración necesita un acto de contrición profundo donde ustedes puedan en ese diálogo con Dios ir encontrando y desentrañando cada vez más qué es lo que les molesta, qué es lo que los agobia, qué los hace estar bravos con Dios, con la vida, qué les hace estar tristes, qué los que es lo que realmente desean para que puedan llegar a ello, y hay una llave importante antes de la oración que es la GRATITUD; el agradecimiento te sintoniza con lo bueno que tienes y te permite ver las cosas de una forma más fácil que cuando solamente estás viendo el problema. Cuando haces una revisión previa para dar gracias por lo que hay, te das cuenta que tal vez sí hay una circunstancia que está funcionando mal en tu vida pero que hay otras que también están funcionando muy bien y que vale la pena darles el peso y el valor para que puedan fijarse en tu vida y no por estar fijados en el problema le den peso sólo a lo malo que encuentran.

Hay personas que llegan a decir al Padre “si tú me das esto yo no te pido nada más, te doy esto pero llévate aquello” y son canjes que el Padre no necesita. Dios no necesita llevarse algo de ustedes para traerles algo, porque Dios no necesita que ustedes le den nada, Dios no necesita un trueque de su parte para que ustedes puedan tener algo. Y si pudiéramos llegar a hablar de un trueque tal vez el trueque es el agradecimiento, tal vez lo único que el Padre quiere es verlos contentos, verlos felices, verlos gratos frente a la vida, y cuando ustedes pueden darse cuenta que hay muchas cosas que funcionan bien, pues empiezan a sintonizarse con una tranquilidad mayor en esa oración al momento de pedirle con todo su corazón a Dios y con todas sus entrañas.

El agradecimiento les hace recordar que las cosas que tienen ustedes un día tal vez no las tenían y que Dios se las trajo y las hizo una realidad para ustedes y que al tener todo ello pues empiezan a darse cuenta que esas circunstancias que tienen no están tan lejanas de solución, ese problema que tienen no está lejano de arreglarse y Dios lo puede solucionar y puede hacer posible que todo esto que ustedes le piden llegue y muchísimo más porque Dios da en abundancia, pueda llegar a su camino mucho más de lo que un día pidieron e incluso magnificado a lo que un día pudieron pensar; ahora, si lo que ven en su panorama es desolador y es difícil y es muy complicado y les cuesta dar gracias por algo porque todo está mal, la gratitud hacia el futuro es algo que también los lleva a sentirse mejor; cuando ustedes se imaginan comiendo aquello que le están pidiendo hoy al Padre porque tienen hambre y dan gracias por los alimentos que van a comer adelante, eso significa confianza en Dios y desde esa gratitud todo se hace mejor, todo se hace más fácil para ustedes. Agradezcan lo que ha de venir porque Dios siempre puede, Dios quiere, y ustedes se lo merecen.

Hoy les agradecemos a ustedes hermanos está posibilidad de acompañarlos, de guiarlos en el camino, les agradecemos que nos acompañen en la oración, en esta oración conjunta que aunque tiene palabras que pueden sonar repetitivas generan en ustedes una sintonía de paz y de tranquilidad. Han notado que cuando ustedes rezan u oran hay tranquilidad. Y el rezo es el mantra del que estabas hablando (mirando a Mauricio).

El rezo es la posibilidad de permitir que te pacifiques internamente y llegues a un proceso donde la oración empieza a ser más fácil. Cuando ustedes rezan cantan, bailan, y después oran hay una diferencia bastante grande a cuando lo tratan de hacer en medio de esa angustia la que hablaba en medio de esa tormenta.

Hoy quiero orar por ustedes a Dios, orarle a Dios y decirle con todo mi ser: “Padre, te entrego a cada uno de mis hermanos que hoy han venido a orarte, te pido que les permitas hallar su paz, su paz interna, la paz a su alrededor, te pido porque les permitas alcanzar sus sueños, los más lejanos pero también te pido porque puedan solucionar aquellos problemas que hoy les aquejan, sus problemas de salud, sus problemas económicos sus problemas afectivos, sus problemas familiares, laborales, sus problemas sociales, jurídicos, te pido por cada uno de ellos para que despiertes en ellos la luz de la confianza en tí y que tú puedas hacer realidad y en este momento darles lo que ellos merecen que es la solución de esos problemas y la realización de sus sueños, te lo pido con mi corazón Padre, amén.”

Hasta pronto queridos hermanos, en la paz de mi Padre, les entrego también mi paz, Jesús de Nazaret al habla muy buenas noches.