El jueves 17 Ultimo rosario de 2015 debido a las fiestas del 24 y 31. El conversatorio de enero será el sábado 9 a las 3 pm
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Magio, enseñanzas del Rosario Diciembre 10 de 2015
María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas queridas muy buenas noches, soy María Virgen,
madre de Dios y madre vuestra reciban todos ustedes mis hijos de mi alma mi
bendición, la bendición de Dios Padre Todopoderoso.
Es una inmensa alegría mis niños y mis niñas verlos, poder mirar a
través de los ojos, desde este orden espiritual los podemos ver de una forma
diferente; acudo a cada uno de ustedes para que puedan sentir mi presencia de
madre y el amor infinito de Dios, para que puedan sentir como siempre que la
comunión con Dios también está amparada en un Padre y una madre del cielo que
están velando por ustedes.
Le doy infinitas gracias a Dios por permitirme esa potestad y poder
acudir a ustedes para decirles cuánto los entiendo, cuánto deseo mis hijos que
cada uno de ustedes pueda encontrar la luz, pueda encontrar la alegría, pueda
encontrar la esperanza para sentir que en un momento van a poder lograr lo que
tanto quieren y lo que le han pedido a Dios; llego para poder acompañar esos
momentos duros, difíciles, esos momentos en que lo único que los puede
confortar es la esperanza, pero también vengo a ustedes para que no se vayan
hacia atrás y puedan seguir amparándose en
la fe en la esperanza en la comunión con Dios y que puedan sentir
que todo esto puede ser posible en la gracia del Padre.
Hoy quiero mis hijos llevarlos a que
puedan llenarse de gratitud por todo lo que han logrado hasta ahora y por todo lo que pueden ver como una transformación
interna. Las cosas sólo cambien en
el mundo exterior cuando ustedes pueden hallar esa paz interna y la confianza
en Dios en que Él se está ocupando de los problemas de que Él se está ocupando
de las grandes cosas pero también saber que incluso estamos en las cosas
pequeñas.
Unas cosas importantes que hemos querido enseñarles desde el cielo es
saber que estamos para todo en
su camino, que todo lo que es importante para ustedes es importante para
nosotros y que no es la terquedad de un niño aunque muchas veces alentamos su
espíritu de niños para que a través de esa tenacidad puedan seguir luchando por
lo que quieren y puedan seguirle pidiendo al Padre Celestial lo que ustedes
anhelan, lo que ustedes tanto le piden porque Dios si ustedes le piden ese pan
les da el pan y no una piedra.
Hoy por eso también mis hijos quiero invitarlos a que renuncien a la
tristeza, invitarlos a que renuncien al sufrimiento, a que puedan internamente
cambiar en esa actitud que hasta ahora han tenido ante la vida.Llenarse internamente de una sonrisa, de una
esperanza, de una razón de gratitud hará que las cosas más difíciles en su
mundo se puedan transformar. Ya los veo a cada uno de ustedes con
esa carita ilusión, los veo a cada uno de ustedes entregando todo ese equipaje
pesado al Padre y dejando que Él que puede y Él que quiere pueda solventar todo
aquello que está ahora siendo difícil en su vida, que puedan sentir que lo que
están haciendo en la oración, que lo que están haciendo en el seguir
despertando sus sueños y seguir confiándolos al Padre es llegar a ellos más
temprano que tarde, ¡es lograrlo!
Por eso en esta navidad mis hijos es importante que ustedes puedan
llenarse de ese espíritu de la gratitud, de ese espíritu de poder compartir con
quienes lo requieren no solamente en lo material; un abrazo, una sonrisa, una
compañía, una llamada, y es una época mis hijos también de reconciliación, de
reconciliación con ustedes mismos, con la vida, es una época para perdonar
donde ustedes se perdonan y pueden perdonar todo lo vivido en forma difícil,
todas aquellas personas y situaciones que han sido injustas y poder hablarles y poder decirles “te deseo lo mejor, te deseo una feliz
navidad” y decirle con todo el corazón “te deseo un año hermoso” incluso
desearlo a las personas que más complicadas han sido con ustedes, porque lo que le pueden desear a otro por más difícil que sea
esa persona es lo mismo que pueden desear para ustedes, por eso cuando ustedes
les enseñan el poder del amor y del deseo importante, amoroso a otro, ustedes
están sembrando eso para que otro un día también lo haga con ustedes.
Quiero que tengan la fe de la salud, la fe en su propia recuperación, la
fe de la recuperación de aquellas personas por quienes están intercediendo hoy,
por aquellas personas que hoy están pasando por momentos difíciles en una
clínica, en un hospital, en una convalecencia, en una situación complicada de
la vida a nivel físico, que también oren por aquéllos que emocionalmente están
atravesando circunstancias difíciles, que están mal, que están tristes y que se
llenen también mis hijos de esa comprensión para perdonar a todas esas personas
que están obrando mal en el mundo y que puedan pedirle a Dios que les ayude a
ver la luz de un camino diferente y que puedan cambiar y puedan arrepentirse y
puedan realmente saber que hay otros caminos bajo los cuales obrar, bajo los
cuales seguir.
Les entrego mi Manto Sagrado lleno de amor de madre, el Espíritu Santo
lleno de sabiduría y de comprensión para que ustedes puedan obrar en su vida
con esa inteligencia, con esa sabiduría, con la sagacidad que requieren para
tomar las decisiones en forma amorosa sobre ustedes, sobre la vida, sobre la
renuncia a todo lo que los hace sufrir porque nada es realmente bueno en la
vida si los hace sufrir y desesperarse, por eso siempre les pedimos que antes
que tomen una decisión que se reconcilien, cuando
empiezan ustedes a perdonar y a reconciliarse empiezan a ver las cosas
diferentes y tal vez en esa claridad pueden sentir que ya no tienen
que tomar una solución desesperada o en esa sabiduría pueden sentir que esa
decisión puede ser tomada en la luz de Dios para obrar de la manera como
ustedes se han sentido desde hace un tiempo que deberían de obrar en el amor,
en el respeto, en la claridad y si todo lo que han hecho hasta ahora no ha
funcionado es importante mis hijos y mis hijas que se atrevan a hacer algo
distinto por eso si durante todo este tiempo están cargando el peso de la vida
y actúan de la misma manera frente a los otros y los otros siempre les dan de
lo mismo que ustedes no quieren es el momento de cambiar. Es el momento de empezar
a ver las cosas bajo una nueva energía de cambio y empiecen a actuar de forma
diferente sabiendo que Dios los está enviando hacia ese desarrollo de lo que
quieren y poder ver que las cosas ahí sí cambian cuando ustedes establecen un
camino distinto.
Les entrego mis queridos hermanos la fuerza del Espíritu Santo, la
compañía para cada uno de ustedes en la distancia, para cada uno que en este
momento está recibiendo este mensaje de amor, que puedan saber que los
acompañamos; que aunque algunos de ustedes en la distancia pueden tener una
navidad en soledad, lejos de su familia, unas fiestas alejadas de una manera o
de otra de los que quieren, nosotros no los abandonamos, nosotros los
acompañamos y compartimos con ustedes su cena, su noche de Navidad, su nochebuena,
su noche de nacimiento y estamos compartiendo con ustedes la esperanza de un
nuevo año que abre el fin de un ciclo y las expectativas de un nuevo camino en
su vida.
Reciban niños de mi corazón la bendición de todos ustedes, la bendición
de lo que consumirán en la gracia de Dios, la comunión y la bendición de esa
agua magnífica que llegará a su ser para revitalizarlos, para sanarlos, para
darles la fuerza del amor vital de Dios a través de esa agua, a través del
aire, a través de los elementos de la vida y que puedan sentir que todo ésto
los está alimentando y los están equilibrando.
Hasta siempre niños de mi corazón, con todo mi amor y el de Dios el
Espíritu Santo sobre ustedes para acompañarlos siempre y bendecir todas sus
cosas, bendecir su casa, su trabajo, sus bienes materiales, las cosas que
acaban de adquirir, sus objetos personales para darles el mismo valor que puede
tener la vida misma como un regalo de Dios, yo soy María Virgen muy buenas
noches mis hijos hasta siempre.
Jesús de Nazaret
Hermanos buenas Noches, Jesús de Nazaret al habla.
Me siento contento de poderlos acompañar en esta noche de reflexión,
también de navidad, para compartir la celebración de una familia, para mí todos ustedes son mi familia y sé
que todos ustedes nos sienten en su vida desde siempre de esa manera y es
agradable para mí que ustedes empiecen a compartir también entre ustedes como
hermanos como una sola familia y puedan darse cuenta que aunque en apariencia
no se conocen, al verse están viendo a otros seres humanos maravillosos
haciendo igual que ustedes su mejor esfuerzo, algunos enrollados en la vida con
situaciones que ustedes tienen mejoradas o arregladas y otros hermanos sufren
por razones diferentes. Ahora, se dan cuenta que la constante de la vida es el
sufrimiento y que si bien como tanto lo he insistido hay retos en la vida, hoy tienen la posibilidad de renunciar al
sufrimiento.
Cuando se bañen cada mañana hermanos despidan el
sufrimiento de sus vidas, dejen salir toda esa carga de peso sobre ustedes, toda la
enfermedad; miren, una sola palabra suya basta para ser sanados y no es la
palabra de Dios, la palabra de Dios es su palabra y quiero que entiendan que
Dios solamente puede cambiar su vida si ustedes le dan una palabra profunda y
un voto sincero a través de esa sensación de que ya no más, que ya es el
momento, que ya ha sido suficiente de sufrir, que ya ha sido suficiente de
esperar, que ha sido suficiente de obrar bajo la misma manera y que ustedes
quieren revisar sus hábitos de vida y quieren empezar a obrar de una forma
distinta para que la vida sea diferente.
Por eso quiero que también puedan sentir la esperanza de un año que
puede ser distinto en su vida y que puede venir lleno de todo eso que desean
cada año: de abundancia, de bendiciones, de salud, de paz, de tranquilidad, de
unión de familia, de trabajo, de éxito, progreso y hemos venido con ustedes
queridos hermanos a prender esa luz, esa luz por ustedes.
Esta época es bonita porque ustedes se permiten unirse como una sola
raza para abrirle el corazón a otros. Es una época bonita donde las personas se
atreven a hacer un break en la vida para darle paso a la tranquilidad, al niño
dentro de ustedes, a la esperanza y a la inocencia. Algunos se amargan, algunos
quieren meterse en un hueco donde nadie les recuerde que un día fueron felices
y que ahora no lo son pero créanme queridos hermanos que la única razón que ustedes necesitan para ser felices
a su propia decisión porque en un momento decidieron ya no estar más
contentos, razones, ¡claro que las hay! para estará amargado, para estar
triste, para estar mal, pero con qué se van a quedar, con las razones para
amargarse la vida o con las razones que están encontrando para relajarse y
empezar a ver la vida diferente.
Hoy quiero invitarlos queridos hermanos para que hagan esa reflexión y
ese acto de contrición amoroso y respetuoso con ustedes. Háganse el propósito hermanos de no fregarse la vida
ustedes mismos, háganse el propósito de perdonarse ustedes mismos, háganse
el propósito de no torturarse todo el tiempo, de no obligarse a hacer cosas que
no quieren, háganse el propósito de la verdad en su vida, su propia verdad y
sería bueno que este año además de la carta a Santa o la carta al Niño Dios que
ustedes se hicieran una carta a ustedes mismos; háganse una carta a ustedes
mismos para decirse cuánto se aman, para pedirse perdón por la manera como se
han tratado, por la manera como se han insultado, se han ultrajado, se han
presionado, háganse una carta a ustedes mismos para recordarse lo grandes que
son, lo importantes que son, lo valiosos que son y empiecen a tomarse una foto,
una foto donde puedan darse su mejor sonrisa, abrazarse a ustedes mismos y
sentirse contentos. ¿Se acuerdan cuando eran niños y era navidad? Estaban
felices, estaban ilusionados con la ropa que les compraban, porque habían
pasado el año, porque podían ver a gente, familia que hacía tiempo no veían y
sencillamente porque la luz y los colores de la navidad los hacía sentirse
alegres y quiero que vuelvan a retomar eso y
es un propósito la luz de la navidad disuelve la tristeza, disuelve la
nostalgia, el dolor, disuelve todo lo que les hace sentir mal y una vez que se
han hecho esta carta llena de amor con todos sus mejores deseos para el ser que
más aman o que más deberían amar que es ustedes mismos ustedes podrán realmente darle gracias a Dios y
amando infinitamente por haber hecho su obra en ustedes y darles la vida,
por haberlos traído a este mundo, por haberlos hecho como varones o como mujeres
como son porque las personas que se
reconocen a sí mismos como seres valiosos tienen más posibilidad de ver esa
grandeza en los demás,
porque el que no ve la grandeza en sí
mismo está viendo en un complejo de inferioridad a los demásen una
condición que no le permite entender que ustedes también son cisnes y no patos
feos.
Por eso quiero hoy invitarlos a dejar salir toda esa tristeza de
ustedes, toda la preocupación, a que puedan empezar a permitirse el disfrute de
estas épocas, que se permitan bailar, cantar, disfrutar, pasarla bien, porque el sentido de venir a este mundo es que ustedes lo
pasen bien y creo que ya la han pasado mal demasiado tiempo y ahora
el objetivo es que empiecen a disfrutar su vida.
Les traemos a cada uno de ustedes queridos hermanoscomo un regalo inmenso de Dios la paz del espíritu,
les traigo mi amor como hermano, mi admiración porque no renuncian y porque
cada uno de ustedes está dispuesto a un milagro, están dispuestos a una
transformación y nos tienen a su lado para verlos crecer, para verlos encontrar
ese camino, para verlos perdonar, reconciliarse, volverse a unir como familia,
volverse a hablar con esas personas con las que un día decidieron estar
ofendidos, con los que un día decidieron estar bravos. Les entrego queridos
hermanos la paz de Dios y la fuerza del espíritu, con ustedes Jesús de Nazaret
al habla, los bendigo y bendigo lo que consumirán en esta noche que estará
lleno de además de energía, de la energía de la alegría no de la que engorda,
(risas) yo soy Jesús de Nazaret muy buenas noches.
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