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viernes, 2 de octubre de 2015

Magio, enseñanzas del Rosario Octubre 1 de 2015

María Virgen
Mis hijitos queridos muy buenas noches yo soy María Virgen, madre de Dios y madre vuestra; reciban mis niños mis hijos amados mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso.

Sabemos mis hijos que la vida tiene momentos tristes, momentos difíciles que son un reto en la vida. Cada nueva enseñanza cada nueva situación por más difícil que sea, por más complicada que sea puede ser sorteada en la luz de Dios y al poder sentir mis hijos esta compañía de la oración no solamente hace llevadera la vida, no solamente los llena sobre la ilusión de la vida eterna sino también sobre el merecimiento de un paraíso en la Tierra, de una vida donde esos problemas y esas dificultades que hacen que su vida sea agónica, sea tan complicada puedan ser superadas. por eso no dejen de mirar mis hijos con todo su corazón a sus seres amados, no dejen de mirar mis hijos las razones que tienen para seguir adelante, las ilusiones que aparecen en el camino como una forma de fortalecimiento y como una manera de aferrarse la vida en lo que ya tienen de bueno en la esperanza de lo que ha de llegar a su camino.

Nunca dejen mis hijos que puedan ser gobernados por esa voz oscura en su cabeza que les hace sentir que no hay una salida, que les hace agobiarse incluso dudar de si Dios existe y dudar de si la voluntad de Dios está puesta en ustedes. Todos los días mis hijos llénense de la paz del corazón para pedir esa paz dentro de ustedes y seguir trabajando como una sociedad en la paz de este país, en la paz que hace que un corazón malvado se desarme, que hace que hasta el enemigo más grande, la persona más difícil pueda cambiar esa actitud frente a ustedes y pueda obrar a partir de los cánones espirituales del respeto y del amor de la comprensión hacia ustedes.

Queremos mis hijos invitarlos a que sigan entendiendo que cada situación que aparece es esa posibilidad de transformarse y de dejar en la mano del Padre lo que ya no pueden hacer con su tarea humana. Entreguen esas enfermedades, esa soledad, esa tristeza, esas deudas, esas dudas, sus agobios, esas mortificaciones, esas tristezas a Dios y permitan mis hijos que sea este Dios quien les ayude a encontrar un nuevo amanecer. Por más difícil que sea la noche por más complicado que pueda ser el problema en el que viven siempre hay una oportunidad de que las cosas empiecen a ser diferentes; revístanse de esperanza y hoy en este momento especial de conexión con los arcángeles (Día de los Arcangeles, 28 sept.) les traemos la fuerza del Arcángel Zadquiel para que con su luz transformadora les permita ver la vida a partir del positivismo rompiendo esa visión limitada ante esta vida y permitiéndoles de la misma manera que puedan ustedes ver y recibir del mundo una actitud y una energía diferente donde esos obstáculos y esas dificultades puedan ser superadas.

Les entregamos al Arcángel Miguel para que puedan asegurarse en él de la protección y de la fuerza que Dios tiene para hacer posible que ustedes sean en el nombre de Dios vigilados frente a aquella maldad que pueda llegar, cuidados y puedan también sentir que Miguel los lleva al fortalecimiento del espíritu. Cada vez que el pánico llegue a ustedes, que la duda llegue a ustedes, que esas voces en su cabeza torturantes lleguen pidan esa asistencia de Dios, respiren digan “Señor en tí confío” y oren a Miguel Arcángel para que él con su infinita protección y su Corte Celestial ahuyente de su camino esa oscuridad, ahuyente esos pensamientos difíciles, ahuyente ese pánico y ese temor de la vida hacia el futuro que siempre los está agobiando. Recuerden que cada vez que tengan un conflicto con alguien, que cada vez que decidan hablar con alguien desde el orden espiritual pueden enviar a Gabriel Arcángel y su corte para que hable por ustedes, pueden enviar mis hijos también a este Arcángel Gabriel para que lleve ese perdón a todas esas personas y a todos esos momentos de la vida donde las situaciones ustedes hubieran querido que fueran diferente; la aceptación es la comprensión de lo que no pueden cambiar no como una frustración humana frente al poder de Dios sino es la libertad y la posibilidad que tienen de entender que superaron esos momentos, que hoy tienen vida para poder seguir y que hoy han fortalecido más su espíritu a partir de una experiencia que aunque ha sido difícil no ha podido con ustedes.

Hoy por eso mis hijos también les entrego la luz del Arcángel Rafael para que pueda ayudarlos en esa sanación que no solamente es la sanación de sus cuerpos; muchas veces sus cuerpos están manifestando muchos años de preocupaciones, muchos años de luchas, muchos años de peleas donde sienten que ya no hay una fuerza mayor en ustedes y su cuerpo está representando esa fatiga, esas situaciones que emocionalmente los ha torturado durante tanto tiempo y esos pensamientos y esas creencias de la vida que los tortura por eso mis niños dejen en la mano de la Corte Médica todas esas enfermedades y pídanle a Dios que guíen a sus médicos que guíen a la ciencia terrena hacia dar esos resultados y sentir que encuentran esa sanación que tanto requieren por eso no duden en pedir al mundo por su salud, no duden de pedir al mundo por ustedes, a los que aman, cuentenle a aquellas personas que aman cómo se sienten y pídanle oración no para que esas personas se revistan de lástima, de pesar frente ustedes o incluso de una actitud juzgadora sino para poder recibir esas oraciones y poder sentir que esas oraciones obran como luz y como sanación en su camino.

Quiero hoy mis niños bendecirlos traerles la alegría de esta conexión espiritual de este trimestre que comienza con la bienvenida en los arcángeles que los lleva a hacer una conexión de reflexión con lo malo con lo oscuro con el miedo como una forma de saber que pueden superarlo, que sientan que pueden gobernar toda esa oscuridad y que esa fuerza oscura no tiene cabida frente ustedes cuando se revisten de la fuerza del Espíritu Santo.

Los bendecimos mis hijos en la luz de Dios para que puedan sentir hoy tranquilidad y confianza en el Padre, para que puedan entregar todo esto que les preocupa, que les angustia sobre su salud, sobre sus negocios, sobre sus problemas y dejen que este Padre actúe por ustedes diciendo “Señor en ti confío”.

Reciban mis niños de mi alma mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, con mi amor y el de Dios, el Espíritu Santo para bendecirlos y para acompañarlos siempre, yo soy María virgen recuerden: crean en una paz que no es la paz de los hombres sino la paz de Dios sobre los hombres para que despierten en los hombres ese corazón de buena voluntad y esa actitud de buena voluntad de unos frente a otros como hermanos, hasta pronto mis hijos con mi amor, yo soy María virgen hasta siempre.


Jesús de Nazaret

Hermanos buenas noches,  Jesús de Nazaret al habla.

Hoy quiero reflexionar con ustedes sobre cosas que pueden confundirlos en la vida, ¿quién es el que obra en ustedes?, ¿es Dios?, ¿son ustedes unas marionetas en las manos de Dios? o tal vez tienen una fuerza lo suficientemente grande para vivir las cosas que viven. Son ustedes esos libretistas de una historia triste, son ustedes los libretistas de un drama de vida o de un juego del temor y de pánico o son ustedes aquellos seres que están permitiendo que su vida se llene de plenitud y felicidad.

Hay conexiones de ustedes con su espíritu en lo que vinieron a aprender en esta vida, a veces para sus hermanos es mucho más fácil poder ver qué es lo que ustedes tienen que aprender y por qué reiteradamente las cosas se han dado de esa manera. Algunos han puesto como un reto alto casi que imposible el poder tener dinero en la vida y encontrar una estabilidad, otros han puesto como un reto imposible el poder tener una compañía a su lado y tener una pareja, otros han puesto como un reto inmenso el poder ser padres o madres y poder dar a la alegría de la vida a un hijo, otros han puesto como reto la enfermedad como una manera de aprender y de vivir a través de ella la vida sintiendo que eso es lo que los hace más valientes (¡!) en medio de esas dificultades. Ahora, lo que les voy a pedir es algo muy importante mírense de nuevo con su espíritu y permítanse revocar la sentencia; el revoque sentencia queridos hermanos significa levantar el castigo que ustedes han podido hacerse para aprender.

Hay dos formas de aprender en la vida una misma circunstancia desde el amor o desde el miedo. Pueden aprender el valor de la vida quitando la vida o perdiéndola, ustedes pueden aprender de la libertad perdiendo su libertad u obrando en la libertad de otros como esclavos de sus propios conceptos. Díganle a ese espíritu suyo que es el que está dirigiendo su camino de una forma que les está haciendo daño que revoque esa sentencia, que levante el castigo, que les permita poder comprender qué fue lo que vinieron a aprender y si realmente al haber sido un acto repetitivo que créanme que se ha presentado más de una vez en esta vida puedan romper y levantar el veto que tienen al respecto para poder sentir que su vida es diferente.

Muchas veces ustedes creen que Dios los está presionando y les está enseñando a partir del dolor y del sufrimiento tal vez humildad, tal vez el valor del ser humano por el ser humano por encima de las clases sociales, tal vez Dios les está enseñando a partir de la pobreza, de la falta de oportunidades el valor del ser por el ser mismo, tal vez a partir de la enfermedad les está hablando del valor de la salud y de la vida pero no es Dios el que sentencia y no es Dios el que toma la decisión, es su espíritu en libertad; pídale a su espíritu que es el que permite que las cosas sucedan o no que puedan levantar esa sentencia y puedan ustedes sentir que su camino se hace diferente a partir de ese diálogo con su espíritu; miren todas esas situaciones repetitivas y miren qué han tenido que aprender ahí y qué todavía les hace falta por aprender para levantarlo; a veces lo que más falta para poder entender esas situaciones repetitivas es dejarlo en las manos de Dios para que Él les muestre y obrar desde su espíritu en una conexión con el Padre para tomarse de su mano con su Espíritu Superior y decirle a Dios “renuncio a aprender de forma dolorosa, renuncio a seguir buscando desesperadamente una respuesta a algo que he vivido reiteradamente y que lo único que tengo que hacer es empezar a comprender” y es comprender que ya fue suficiente y es comprender que ya es el momento de empezar a ver en el contraste la posibilidad de aprender de ello y si tu sentencia ha sido aprender de la soledad para que nadie se quede contigo ahora la libertad del veto para vivir en el lado contrario es la de vivir en una compañía donde ya el abandono y la soledad y la codependencia de alguien más nunca te asuste y nunca tengas que vivir lo más.

A veces es necesario levantar ese veto frente al dinero para que la oportunidad de vivir en abundancia se dé y las condiciones materiales puedan ser posibles en esos buenos deseos que leemos en su corazón para ustedes mismos, para sus hijos, para sus hermanos; díganle a Dios que convenza a su espíritu de levantar esa decisión de sufrir y creer que merecen un castigo; aquí el único que está convencido de que ustedes merecen un castigo y que merecen aprender con sangre y dolor son ustedes mismos y saben qué es lo que hay que decirle a ese espíritu de ustedes “perdónate”, ¡perdónense!, miren, en el paso de la vida quedan muchos temas inconclusos y han podido hacer daño y han podido ustedes también recibir daños y creo que es bueno liberar esos procesos adoctrinados de volver a la vida para sentir que hay una cuenta que pagar, un karma que pagar, una sentencia que pagarle a alguien; créanme que ante Dios ustedes no le deben nada a nadie y que si de alguna manera quieren resarcir el daño que pudieron haberle hecho a alguien, el dolor es absurdo y es de lo que deben convencer a su espíritu todos los días, háblense a ustedes mismos. A veces es necesario sentarse en la cima de la montaña y sencillamente observar el panorama de su vida y decir si son felices y la forma de levantar el veto es preguntarle al espíritu de ustedes ¿qué más falta?, ¿cuánto más les falta castigarse?, ¿cuánto más les falta sufrir?, ¿cuánto más les falta mortificarse? y desesperarse en la vida para que puedan realmente decir ¡Ya!.

Créanme queridos hermanos que si algo tienen que pagar no es para satisfacer a Dios, es para satisfacer a su espíritu limitado que cree que merece un castigo y que de esa manera equilibran las cargas… “ojo por ojo, diente por diente” y qué absurdo es creer que su dolor pueda servirle a alguien. ¡Claro que pueden aprender del dolor en carne propia! ¿qué fue lo que pudo sufrir otra persona si ustedes le hicieron mal? pero ¿de qué sirve? Y no tiene que ser así, por eso que existe  el PERDÓN. ¡Perdónense!, perdonen a su espíritu por lo implacable, duro, dominante, fuerte que es con ustedes para que ni siquiera en su clamor Dios pueda romper ese esquema que se plantearon de vida, para Dios poderlos bendecir y darles la abundancia, el progreso, la prosperidad, la alegría, la salud y la felicidad que ustedes merecen.


Dios está dispuesto y créanme queridos hermanos que tengo que felicitarlos a cada uno de ustedes porque sé que cada uno de ustedes está haciendo lo mejor que puede y están reflexionando como muchos de sus hermanos no quieren hacerlo para asumir su responsabilidad y para poner su vida en las manos de Dios y decir “Yo ya no doy más”. Los felicito queridos hermanos porque sentarse en la vida a reflexionar sobre la vida misma, sobre la razón de estar aquí y sobre Dios, sobre las reglas de juego de la vida sobre todo lo que les ha pasado no es fácil; no es fácil porque a nadie le gusta sentirse responsable y muchas veces es más fácil responsabilizar a alguien más y sentir que sencillamente ustedes son unas víctimas en las manos de Dios o en las manos del destino para darle otro nombre.

Me voy con cada uno de ustedes queridos hermanos a convencerlos, a convencer a su espíritu que no necesitan sufrir, que Dios ya los perdonó, que Dios no tiene una sola razón para castigarlos; Dios no está absolutamente por ninguna razón bravo con ustedes, no tiene una razón, porque Él los ama, los comprende los entiende y Él hizo el juego de la vida y sabe cómo es y lo único que quiere para ustedes es que puedan evolucionar en Él  y sentir que ya nada más les preocupa, que nada más los tortura y que nada más los distancia de lo que quieren porque éso que más quieren ustedes y éso que más le piden a Dios, Dios también lo quiere para ustedes porque qué padre puede darle una piedra a un hijo cuando éste le pide un pan.

Los bendigo queridos hermanos y los acompaño en la Gloria de Dios para que puedan levantar el veto de su vida y puedan perdonarse y puedan elegir un camino diferente que sabemos plenamente que será transformador. No necesitamos la promesa de qué van a hacer cuando su vida cambie porque sabemos que tan pronto su vida cambie ustedes serán un canal de multiplicación para otros y decirles a otros que Dios es la solución.


Reciban mis queridos hermanos la Gracia de Dios, la bendición de lo que van a consumir y la liberación que requieren en Padre, Hijo y Espíritu Santo, con ustedes queridos hermanos Jesús de Nazaret al habla, muy buenas noches.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Gracias y mil gracias MAGIO por entregarnos estos mensajes de Amor,y de Paz y poder darnos cuenta que Dios,siempre responde nuestras dudas todos los dias,sin importar donde estemos.
    Mil Bendiciones.

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  3. Gracias por tanta bendición que nos llega a través de estas enseñanzas.

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