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miércoles, 20 de febrero de 2013

Rosario Febrero 14 de 2013


Rosario  febrero 14 de 2013

Mis hijitos queridos, muy buenas noches soy María Virgen Madre de Dios y madre vuestra. Reciban cada uno de ustedes mis hijos amados mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso. La bendición de todos ustedes mis hijos en la distancia en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo amen.

Hoy tengo mis hijos de mi alma una significativa alegría, porque noto que todos ustedes están recibiendo la iluminación de la fuerza de la oración. Que todos ustedes están pudiendo todos los días encontrar un bálsamo de cambio y de ilusión a través de la oración y a través de la intencionalidad de esas oraciones.

Estoy profundamente feliz porque aunque ustedes puedan ser los representantes de sus familias, también están orando por ellos. Y están uniéndose en esta oración en un solo ser, en una sola familia para hacer posible que sus vidas sean bendecidas en la fuerza del Dios de los Cielos.

A través de la oración mis hijos amados el mal se disuelve. A través de la oración convencida en la fuerza del Dios Superior y de su protección, el mal pierde poder frente a ustedes. No solamente mis niños de mi alma deben orar por aquellas personas que aman, por aquellas personas que aprecian, o por aquellas personas que sufren. También deben orar por sus enemigos, deben orar mis hijos por aquellas personas con quienes tienen complicaciones porque al orar por ellos la luz de Dios también les estará tocando su corazón para que ellos no sientan adversidad frente ustedes y sientan que pueden avanzar en su proceso de evolución en el camino del amor y de la reconciliación.

Orar por sus enemigos mis hijos es el acto más profundo de amor. Orar por aquellas personas que les hicieron daño es establecer el perdón como parte de su vida, pero no como lo han pensado muchas veces mis hijos para seguir recibiendo mal desde esa persona. Sino para establecer la protección del Dios de los cielos de esa persona frente a su propia energía y al mismo tiempo que ustedes sean protegidos de esas malas intenciones que esas personas tienen en pos de ustedes.
Quiero que sepan mis hijos que este alimento espiritual que reciben cada semana tiene de nuestra parte una intención muy importante que es la de darles cada día la fuerza de su espíritu como hijos de Dios, tiene la intención de escuchar sus oraciones, sus plegarias, de traer a ustedes la paz del Dios de los Cielos y la verdadera voluntad de Dios que es la de que ustedes puedan tener una buena creación y su vida pueda ser más fácil.

A través de la oración están alejando el mal, a través de la oración están alejando tener que aprender a partir del dolor, a través de la oración mis hijos están pudiendo sintonizarse con la paz interna de su ser y la alegría de la vida y de la misma manera están contagiando esa alegría de vivir y esa fuerza de vivir a cada persona alrededor de ustedes, porque cuando uno de ustedes empieza a cambiar se vuelve faro, se vuelve luz para todas las personas a su alrededor y empiezan a sentir mis hijos que se distancian un poco de los demás para integrarse más a ustedes mismos, a su propio ser y eso hace que les afecte mucho menos las actitudes de los demás, eso hace mis hijos que les afecte mucho menos los resultados que todavía no se han dado y dejen de aportar más a través de sus miedos, de su angustia, de su desesperación a una vida difícil, para obrar en la gracia de Dios una vida plena, una vida bonita.

Sabemos que todos ustedes mis hijos han hecho grandes esfuerzos por darles a los suyos lo mejor, que han dado su amor, su vida, que han entregado sus cuerpos, que han dado lo mejor de sí muchas veces para preservar en la vida de estas personas una mejor calidad de vida.

¿Quién no ha tenido una ilusión y el sueño por dar lo mejor a otros? Y queremos felicitarlos por eso y decirles mis hijos de mi alma que ustedes también están recibiendo del cielo y de muchas personas también estas oraciones y también esa protección; que de nuestra parte están recibiendo una continua intercesión para que todos los acontecimientos los lleven a sentirse que lo han logrado, a sentirse ganadores, a sentir que sus sueños se realizan y por eso hoy quiero pedirles hijos de mi alma que no renuncien a sus sueños, que no se cansen de pedir, que puedan comprender mis hijos que bajo la fuerza del Dios de los cielos y el tiempo perfecto del Dios de los Cielos no tendrán que esperar tanto aquellas cosas que están pidiendo.

Porque si pueden comprender que ese Dios de los Cielos es un Padre amoroso y pueden entender que la voluntad del Dios de los Cielos como Padre es la felicidad de sus hijos, Dios obrará a través de ese amor para que ustedes puedan tener esa felicidad y para que ustedes puedan lograr eso que ahora tienen como reto en sus vidas, esos sueños que tienen ahora entre sus manos, esos ideales que son en tantos aspectos de su vida terrena lo que Dios pueda obrar, una felicidad completa.

Cada día a través de la oración y de la conciencia de su poder espiritual creador, se están pareciendo menos al común de los humanos, están volviéndose más fuertes, se están volviendo menos reactivos, están volviéndose más conscientes y al mismo tiempo a través de su fuerza están convocando a todas esas personas que conocen a un camino espiritual más elevado; es cierto mis hijos que esta humanidad se está transformando en una humanidad más plena, más capaz, y creo que todos ustedes con esa petición completa y conjunta en que desaparezca el mal como fuente de enseñanza o de dominio, están pudiendo llamar un paraíso a sus vidas y poder confiar en que tienen la más grande semilla de Dios en su corazón, que puede obrar una creación más fácil porque todos ustedes lo merecen, que pueden obrar mis hijos una creación donde puedan sentir la alegría de saber que Dios ha escuchado sus oraciones.

Hay muchas cosas que han perdido valor tal vez en sus vidas a pesar de que Dios les ayudó a que fueran eso y consiguieran eso que habían pedido. Acuérdense mis hijos de esos momentos tan difíciles que Dios les permitió poder superar y organizar para que eso sea de lo que puedan aferrarse para saber que lo que viene para ustedes en la fuerza de Dios debe superar inclusive las expectativas de aquello que le han pedido. ¡Confíen! en que Dios pueda hacer más fácil su vida, confíen en que Dios puede proveer de muchas formas lo que ustedes requieren y que Dios los está llevando a una vida abundante en todos los aspectos mis hijos.

¡Miren mis hijos queridos los estoy escuchando en mi corazón! Y me uno a ustedes por sus peticiones de su unidad familiar, me uno ustedes por sus peticiones de salud, me uno a ustedes por la superación de los dolores del alma, del corazón, me uno a ustedes por su petición de sus proyectos económicos, laborales, me uno ustedes por sus peticiones afectivas, por sus peticiones de pareja, por sus peticiones de madres, de padres, me uno a ustedes mis hijos por la petición de un camino trascendente en su vida donde puedan encontrar su verdadera misión y puedan hallarse plenos frente a su trabajo, a lo que están estudiando, lo que están aprendiendo, a lo que están cerrando como ciclo en su vida para darle paso a una vida nueva. Me uno ustedes mis hijos y recibo con todo mi corazón sus peticiones hechas hacia sus hermanos, hacia su deseo de entregarme a sus hijos, a sus padres, a sus compañeros o compañeras, a su familia, y entregarse ustedes mismos.

Les entrego mi Manto Sagrado para que lo porten siempre y en todo lugar y a la vez puedan entregarlo a aquellos seres, aquellas personas que aman que les preocupan para que a su vez los entreguen a aquellas personas con quienes tienen conflicto; desciende desde el Dios de los Cielos el Espíritu Santo lleno de paz, de luz, de alegría, de comprensión, de esperanza, de progreso, de entrega, de todo lo mejor de la vida, desciende este Espíritu del Padre sobre cada una de sus seres queridos, padres, hijos, familiares, amigos, hermanos, esposos, novios, novias, desciende este Espíritu del Padre sobre cada una de los lugares donde permanecen, trabajan, habitan, desciende este Espíritu de Dios en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo amen.

Reciban todos ustedes mis hijos mi intercesión continua y mi agradecimiento por sus oraciones, hasta siempre mis niños, con todo mi amor yo soy María Virgen buenas noches.

Jesús de Nazaret
Hermanos muy buenas noches con ustedes Jesús de Nazaret al habla.
Me uno a la felicitación de mi Madre porque todos ustedes están levantados en pié de lucha, pero no es un pié de lucha queridos hermanos para confrontar el entorno o para sentir que están en una batalla de la vida sino que es un pié de lucha frente al compromiso espiritual que significa el reencuentro con ustedes, con su paz, con la tranquilidad frente a Dios.
Quiero que se recuerden a ustedes mismos cuando eran niños y recuerden esas épocas más hermosas y más tranquilas que hayan tenido donde nada les preocupaba, donde todo era fácil, donde tenían la suficiente confianza en que algo superior los estaba cuidando. Quiero que se acuerden del mejor y del momento más bello que hayan tenido para que se hagan el propósito del día de hoy en adelante de volver a sentirse de esa manera y poder adoptar en su vida nuevamente una posición de niños frente a mi Padre y que sientan que esa tarea de mi Padre y esa posición frente ustedes es la de procurarles todo lo que ustedes piden, todas sus necesidades y la tranquilidad que deben tener sabiendo que Él está obrando en la vida de ustedes. Porque si mi Padre no puede obrar lo suficientemente eficiente en la vida de ustedes, deben recordar que la voluntad de mi Padre fue dejarlos ser, por eso les dio la libertad.
La libertad queridos hermanos para sentirse tristes, la libertad queridos hermanos para sentirse víctimas, la libertad queridos hermanos para sentirse distanciados de Él o llegar a una etapa en la vida donde ustedes sintieran que ya esa responsabilidad no era de alguien más sino que era de ustedes mismos; pero hoy les estoy invitando queridos hermanos aunque puedan parecer muy fuertes mis palabras a ser más irresponsables, pareciera que es extraño que les dijera esta invitación frente a esa irresponsabilidad que no es otra cosa que el hecho de poder soltarse más a sus deseos y poderse soltar más a la confianza de la vida. Esa irresponsabilidad no es una irresponsabilidad donde ustedes van a perder realmente la cordura como tal sino que significará sentir que aunque ustedes no sean responsables, pero entregarse una fuente superior que responde por ustedes, esa fuente les guiará y esa fuente superior les llevará a poder sentir que todo lo que quieren puede ser realizado y pueden tener la protección para que eso suceda.
Incluso queridos hermanos, los actos que parecieran más responsables en la vida, pueden resultar actos muy irresponsables respecto a su compromiso espiritual porque cuando ustedes queridos hermanos se están cuestionando, se están sacrificando, llenando de tantas obligaciones más de las que pueden cumplir, no están siendo responsables con ustedes mismos. Están llenándose de un sentido de sacrificio que nadie les ha pedido y que creo que ustedes tampoco quisieran que alguien tuviera por ustedes. Si ustedes están pensando en que alguien se debería de sacrificar por ustedes queridos hermanos, están equivocados. Si ustedes están pensando que el verdadero sentido de la felicidad de esas personas es que ustedes se sacrifiquen, están equivocados. Entonces cuando yo les estoy hablando de una irresponsabilidad les estoy hablando de saber que vuelven a entrar como niños en el Reino de Dios para escuchar sus deseos, para escuchar la verdad de su corazón y empezar a ser libres de tanto prejuicio socia, de tanto dogma social, de tanto prerrequisito social que les hace creer que es la felicidad.
¿Cuántas veces queridos hermanos pensando que la felicidad es una pareja, siguen tristes porque hay otros elementos que no se dan? ¿Cuántas veces creyendo que el fruto de la felicidad es el dinero, siguen tristes porque eso ha significado que otras cosas les pueda hacer falta de la vida? porque razones para quejarse las pueden tener a mares.
Así como pueden tener a mares razones para quejarse, Dios podría tener miles de razones para juzgarlos, pero mi Padre no hace eso. Mi Padre los comprende, mi Padre los entiende y entiende sus quejas también. Lo importante es que cuando ustedes puedan dirigirse mi Padre queridos hermanos, lo hagan en forma sincera, en forma profunda inclusive en esas quejas sintiendo en su ser que ya no dan más si fuera necesario y que necesitan que mi Padre les muestre lo que ustedes no pueden hacer, lo que ustedes no pueden ver, lo que ustedes no pueden lograr.
La invitación de hoy queridos hermanos es a que vivan el presente y el día a día y se prendan a cada segundo de las cosas buenas, porque entre más se aprendan de las cosas buenas que tienen y más vean lo positivo de lo que ven malo, estarán haciendo posible que cada vez más cosas buenas sucedan. Algo bueno tiene que haber de estar solas queridas señoras. Algo bueno tiene que haber de estar inactivos y tener tiempo. Algo bueno tiene que haber de esa espera para permitir que ese tiempo útil tú lo uses no para preocuparte, ocuparte. No para vivir el mañana en angustia sino para fabricar ese futuro que no estás viviendo hoy a partir del deseo, a partir de la confianza y a partir de la alegría y de la plenitud en que lo que hoy es carencia, va a llegar a ser, y lo vas a lograr porque Dios siempre quiere.
Entonces cuando estás confiado, cuando estás relajado, cuando estás suelto, te haces menos responsable de tu vida como tal en el sentido de la preocupación y de la acción desesperada para dejar que Dios haga su obra y Dios te traiga lo que tú necesitas que llegue aquí y que golpee a tu puerta. Entonces cuando confías en mi Padre en y te sueltas en el momento que menos piensas te este están trayendo exactamente lo que tú le pides. Entonces como un niño en el momento en que tú necesitas comer, ese padre y esa madre te llevan el alimento a tu boca porque sin que tú lo pidas ese padre sabe que tú necesitas caricias, que tú necesitas abrazos, que tú necesitas validación.
Y mi Padre aprovecha este momento para decirles que los ama infinitamente, que los admira infinitamente porque ustedes hicieron un contrato con Él al venir a esta tierra sabiendo a lo que se exponían. Y se los advertimos, y se los dijimos y aún así su espíritu que necesitaba experimentar, decidió venir porque deben saber que esta plenitud de los sentimientos y esta plenitud de la carencia y esa plenitud de lo que está mal es algo que ustedes han pedido para poder después sentir que lo lograron y que lo hicieron porque no hay nada más hermoso en la experiencia de la vida que pasar de tener frío a estar calientes. Que pasar de tener hambre a saciarse. Que pasar de no saber a saber, de no poder a poder, de tantas cosas que hoy a cada uno de ustedes les debería hacer sentir hacia ustedes mismos profundamente orgullosos, porque por más malo que haya sido lo que pasó, como les he dicho en otros momentos, están vivos, ¡están contando el cuento!.
Entonces si puede ver el lado positivo de la vida entenderán esas cosas que han magnificado tanto, que esas situaciones que han visto en esa crisis tan grande, que esas personas que han visto tan endiabladas a su lado, simplemente son sucesos, son cosas que a través de su inexperiencia gestaron para poder superar y que esas personas que han visto tan endiabladas finalmente son también seres humanos profundamente agobiados, profundamente asustados, profundamente llenos de dolor que necesitan compasión.
Yo también queridos hermanos me uno a sus oraciones, a su comprensión, a su deseo de saber y entender qué es la vida y por qué esta compleja. Me uno a ustedes para traerles la paz y todo el amor de mi Padre para que lo puedan recibir a través de lo que consumirán esta noche, a través de la fuerza del Espíritu Santo, a través de mi amor y de mi dedicación infinita.
Reciban mis queridos hermanos en la fuerza de Dios de los cielos mi amor infinito, mi deseo de que puedan sentirme como uno de ustedes y puedan sentir la presencia del Padre como su Padre Salvador, como su Padre Proveedor. Hasta siempre queridos hermanos en la paz de mi Padre, Jesús de Nazaret al habla muy buenas noches.

domingo, 17 de febrero de 2013

Enseñanzas del Rosario Febrero 7 de 2013


Rosario, Febrero 7 de 2013

Mis hijitos, muy buenas noches soy María Virgen Madre de Dios y madre vuestra. Reciban cada uno de ustedes mis hijos amados mi bendición  y la de Dios Padre Todopoderoso.Reciban la bendición de sus familias y de sus seres queridos en la distancia la bendición de Dios Padre Todopoderoso.

No se disuelven las tinieblas mis hijos poniendo más tinieblas en el camino. No se cura la desesperación con mayor desesperación, no se cura hijos de mi alma la traición y el desconsuelo con más traición y más desconsuelo. Los antídotos de la vida se dan a partir del poder encontrar que hay unas formas diferentes de actuar y de ser en la vida y que pueden ustedes fortalecerse en el espíritu y conocerse a ustedes mismos en esa fuerza espiritual para que la maldad, para que la mentira, para que la adversidad, para que la pelea, para que la discordia, no haga parte de sus vidas.

Llega un momento en la vida mis hijos en que sus fuerzas humanas son menguadas y esas fuerzas humanas son menguadas y esas fuerzas humanas han hecho todo lo que ha sido posible para poder restaurar aquello que quieren, por eso cuando ustedes han hecho lo que humanamente pueden hijos de mi alma, llega un momento mis hijos en que es necesario entregarse a Dios, esa entrega a Dios tiene una convicción clara sobre lo que ustedes creen de Dios, sobre lo que están pidiendo. Dios no está pidiendo su sacrificio; Dios está pidiendo que ustedes crean en Él y que sepan mis hijos que Él tiene el poder para llevarlos por la vida, para levantarlos en sus brazos y empezar a hacer posible aquello que ustedes no están haciendo con esas fuerzas humanas posible.

Cuando ustedes mis hijos están angustiados, cuando están orando bajo la desesperación se han dado cuentas mis hijos que esa angustia y esa desesperación no permiten que las cosas fluyan; para que las cosas fluyan mis hijos deben entregarlas a Dios y entender y creer en ese poder superior de Dios que está obrando siempre a su favor.

Cuando se ponen bravos con Dios, cuando empiezan a temer a la maldad y a la adversidad y creen que el Dios de los cielos les está poniendo pruebas en el camino y les está mandando todas las situaciones difíciles mis hijos, están limitándose frente a ese Dios verdadero y están olvidando que todas esas situaciones que han estado pasando además de ser enseñanzas bajo su temor, bajo sus creencias de la vida, bajo la resistencia, las están haciendo mantener vivas en sus vidas; si lo que atraen a su vida mis hijos es pobreza, es porque ustedes se sienten pobres; si ustedes atraen a su vida mis hijos soledad es porque ustedes se sienten solitarios; si ustedes atraen a sus vidas mis hijos amados discordia, es porque dentro de su vida están vibrando bajo la discordia y están temiendo a ella.

Muchas veces mis hijos les hemos hablado del temor como un enemigo del hombre cuando ese temor les hace olvidar la fuerza espiritual que tienen para superarlo todo. El temor mis hijos amados ha sido creado por Dios como mecanismo de protección  para el hombre para cuidarlo de sí mismo bajo algunos elementos de la vida que vienen desde tiempos antiguos, que hacen garantizar la supervivencia del ser.

Es por eso mis hijos que deben empezar a evolucionar frente a la forma que tienen de actuar, que debe estar por encima de ese temor. Cuando ustedes actúan hijos con la fuerza del amor, inmediatamente esa fuerza del amor hace que todo peligro desaparezca, hace que toda situación adversa desaparezca, hace que todo problema se disuelva porque el antídoto para el temor siempre es el amor. Y para poder llegar a dejar de vivir en sus vidas el temor, la tristeza, la rabia, la duda, la desesperación, la discordia, deben mis hijos comprender y perdonar a todos aquellos actores que han venido a traerles más de esa situación para enseñarles el poder que ustedes tienen para poder superar esa situación.

El perdón mis hijos es la fuerza que los lleva de todas esas fuerzas negativas dominadas por el temor, a las fuerzas superiores dominadas por el amor, los lleva a la alegría, los lleva hijos amados a la paz, los lleva hijos amados a la justicia y los lleva mis hijos amados a poder sentir esa fuerza del amor de Dios que obra para crear milagros en sus vidas.

Llega un momento mis hijos en que lo único que ustedes pueden hacer es entregarse a Dios y dejar que se haga su Santa Voluntad, sabiendo mis hijos que esa Santa Voluntad del Dios que conocen no es la de la destrucción, no es la del final sino realmente esa entrega a Dios es la de mostrar su poder amoroso, su verdadera cara que ustedes necesitan conocer.

Muchas veces mis hijos les han mostrado en este mundo un Dios justiciero, un Dios que los castiga, un Dios que si se portan mal estará actuando y usando toda su fuerza en su contra; muchas veces les han mostrado mis hijos amados un Dios incomprensible y les han hecho creer durante mucho tiempo mis hijos que la humanidad es fruto del error, es fruto del pecado, es fruto del horror y la equivocación pero lo que hemos venido a decirles desde el cielo mis hijos es que ustedes son fruto del amor de Dios y han olvidado como hijos de Dios el poder que tienen.

Por eso mis hijos no se asusten ante esas adversidades de la vida, no se asusten ante esas responsabilidades y premios que Dios también les da, no se asusten ante el futuro,recuerden mis hijos que hay un poder superior de Dios que está obrando a su favor aunque ustedes no lo sepan, aunque ustedes no siempre lo acepten, porque créanme mis hijos que puede ser posible en la gracia de Dios poder encontrar la felicidad, encontrar esa estabilidad económica, poder encontrar ese amor, esa sanación del alma, poder encontrar ese progreso, poder encontrar mis hijos queridos esa unidad de familia.

Llegamos a ustedes mis hijos de mi corazón para que sientan y sepan de nuestro infinito amor hacia cada uno de ustedes. Lo único que les pedimos mis hijos es que hagan esa tarea de rendirse ante lo que lo que ya no pueden manejar con sus manos y que al entregarse a ese Dios, lo hagan en humildad, lo hagan en la convicción en que ya en esa entrega, no saben qué más hacer, no saben cómo obrar, ya hicieron todo lo que humanamente podían hacer para que esos problemas se solucionaran y lo único que pueden hacer es entregar esos problemas a Dios, entregarle sus sueños a Dios, entregar esos deseos a Dios para que sea ese Dios creador de los mundos, ese Dios que les dio la vida, para que sea ese Dios de amor el que les permita mostrarles y guiarlos hacia ese camino hacia la luz.

Cuando ustedes ya logran mis hijos llegar a comprender y saber que Dios siempre ha estado de su lado, que realmente nunca los ha tenido a prueba, que realmente nunca los ha castigado, que realmente nunca los ha dejado solos, ya nunca más mis hijos volverán a estar en las tinieblas porque sabrán de ese verdadero Dios bajo su experiencia de vida.

Créanme mis hijos que todos ustedes merecen un milagro, que todos ustedes merecen el amor de Dios, que todos ustedes merecen el perdón de Dios por sus equivocaciones, que todos ustedes merecen ser felices y que eso es lo que el Dios de los cielos quiere para cada uno de ustedes hijos amados.

Queremos entregarles la paz del Espíritu Santo que desciende sobre cada uno de ustedes por la fuerza del Dios Superior en acción, que es este espíritu que les permite llenarlos de paz, de vida, de amor, de luz, de amor de progreso, de esperanza, de alegría de vivir, de comprensión, de prosperidad, de unión familiar, de ayuda a otros, de fortaleza y de todo el progreso de la vida. Desciende este Espíritu del Padre sobre sus sueños sobre sus ideales, sobre todo lo que es importante para ustedes mis hijos, para llenar de luz su vida.

Reciban mi Manto Sagrado para que lo porten siempre mis hijos de mi corazón, reciban mi bendición y la bendición de Dios Padre Todopoderoso, con todo el amor de Dios, mis hijitos queridos, soy María virgen, la respuesta de Dios mis hijos es que SI. Lo único que tienen que hacer mis hijos de mi alma es dejar que el tiempo de Dios obre a su favor, porque cuando ustedes ya realmente sueltan y se entregan a Dios, los tiempos son perfectos y Dios va desatando los nudos y va sanando las heridas y va acercando las personas correctas y va alejando de su vida a las personas que han sido conflictivas.

Quiero que entiendan mis hijos que cuando se pone más oscuro, es porque va a amanecer. Y cuando las cosas se ponen más difíciles en el proceso de la vida, es porque hay allí que soltar y entender que ya no es tu tarea sino que en ese momento debes entregarte a Dios para que sea Él quien disuelva todo lo oscuro, todo lo difícil, todo lo complicado de su existencia.

Nos unimos desde el corazón mis hijos a sus sueños, a sus peticiones, a sus preocupaciones para ayudarles a disolverlas, a sus tristezas, a sus pesares, sus alegrías, a todo lo que es importante para ustedes porque deben saber mis hijos que lo que es importante para ustedes, también lo es para este Dios de los Cielos. Reciban mis niños esa bendición de Dios y mi amor incondicional, mi bendición y la de Dios Padre para todos ustedes los presentes y en la distancia, hasta siempre mis hijitos.

Jesús de Nazaret
Hermanos buenas noches, Jesús de Nazaret al habla.
He querido conversar con ustedes mis hijos sobre lo que es importante en la vida, hablaba ahora Mi Señora de todo aquello que es importante para ustedes, es importante para el Dios de los cielos. Ustedes son cada uno en forma individual, muy importantes para Dios de los cielos.
Toda la creación de mi Padre, desde la más pequeña hasta la más grande es importante para Él y está inspirada en su aliento.
Eso quiere decir que a Él le importa cada ser humano, le importa cada criatura, que lo que es importante para ustedes y lo que son y ustedes en esencia, en potencia y en acción queridos hermanos, es importante para mi Padre; entonces si empiezan a sentirse como esas personas importantes, como esas personas privilegiadas, como esas personas únicas queridos hermanos, dejarán de están probando ante el mundo qué tanto valen, estarán dejando de forzarse frente a la vida a hacer cosas que no quieren hacer, dejarán de estar corriendo sus límites frente la vida para que se les ame, dejarán de tomar decisiones angustiados o decisiones bajo la rabia, bajo la tristeza bajo el agobio para poder encontrar en ustedes la paz de su ser, y la paz de lo que son y de esa manera queridos hermanos saber que ustedes pueden obrar en su vida todo lo que quieran y que ustedes están en las manos de Dios y ustedes tienen ese aliento divino dentro de ustedes para bajo su aliento, bajo su fuerza de creación amparada en Dios, poder crear el mundo que ustedes quieren en sus propias vidas.
Si todo lo que les sale queridos hermanos está chueco, si todo lo que les sale queridos hermanos está cojo, está limitado, o sencillamente no sale y están bloqueados es queridos hermanos porque ustedes han actuado en su vida bajo la limitación de sentirse menos, menos que la situación que la situación que está pasando, menos que los demás, menos ante Dios y muchas veces obran en su vida bajo el complejo de la culpa, bajo los complejos de superioridad o de inferioridad que los separan los demás hermanos.
Son ustedes queridos hermanos los que estratifican en la vida qué es bueno y qué es malo, porque realmente queridos hermanos para el Dios de los cielos nada es malo incluso lo más malo porque mi Padre lo creó bajo las reglas del proceso de la vida.
Porque créanme queridos hermanos que si mi Padre no quisiera que las cosas se dieran de esa manera, ustedes no tendrían la potencia para poder hacerlo por eso deben entender que nunca tendrán la oportunidad o la fuerza para llegar a ofender a mi Padre y llegar a enfurecerlo.
Y ¿por qué no se enfurece mi Padre con ustedes?
Porque dentro del proceso de la creación se daba por sentado que ustedes puedan ir tan abajo, tan oscuro, tan lejos en su vida como quieran hacerlo, de Él.
Y ¿por qué lo hizo de esa manera Dios?, ¿por qué Dios creó esa dualidad, ¿por qué Dios creó esos retos,? ¿por qué Dios creó que ustedes olvidaran quienes son?
Porque ustedes quisieron que fuera de esa manera para poder recordar, porque no hay nada más hermoso que poder sentir que han podido recordar lo que son y han podido aprender lo que en otro momento no sabían.
Porque sienten que lo hicieron por el mérito propio de su espíritu y del reto que vinieron a hacer en este mundo que fue experimentarse y darle la oportunidad a mi Padre de que se experimentaran a través de ustedes queridos hermanos.
Entonces créanme que todos esos retos, que todos esos problemas, que todas esas situaciones ustedes las han pedido a mi Padre y las han creado porque pueden superarlas y porque tienen la fuerza para poderlo lograrlo. Y han oído ustedes queridos hermanos que Dios nunca envía un mal o nunca envían una situación que una persona no pueda superar.
Todo lo pueden superar, porque siempre dentro de cada reto, dentro de cada problema, dentro de cada situación adversa queridos hermanos hay una situación que les está mostrando y les está retando y les está recordando que ustedes pueden superar ese problema y que ustedes son más que eso, ustedes son más que la enfermedad, ustedes son más que la discordia, ustedes son más que la muerte, porque aunque mueran, la muerte es una experiencia que hace parte de este mundo finito que ustedes eligieron venir a vivir para después salir como espíritus a tener una vida eterna.
Todo lo que les está pasando queridos hermanos y les está complicando la vida son retos para que ustedes puedan usar su integridad propia mental emocional, física, y usen la fuerza de su espíritu para entender que siempre hay una salida a este problema y puedan empezar a actuar de la forma diferente a la que han actuado.
Si la vida les trae pobreza y mendicidad es porque han actuado como mendigos.
Si la vida les trae injusticia y les trae barbarie, es porque ustedes han actuado bajo los parámetros del sentirse víctimas, del sentir este mundo injusto y de no comprender las reglas de juego de la vida.
La vida es una estrategia queridos hermanos y está amparada bajo ese juego de la estrategia porque como todo juego tiene reglas y porque como todo juego cuando lo aprendes a jugar ¡te diviertes!, cuando lo aprendes a jugar ¡ganas!, cuando lo aprendes a jugar sientes que vale la pena y que no perdiste el tiempo.
Si estás aburrido con la vida querido hermano, es porque no has podido comprender las reglas del juego y siempre de una u otra manera estás sintiéndote como perdedor dentro de ella.
La regla básica de la vida está dada en el poder comprender que ustedes son de esencia de amor y que todo lo pueden bajo ese amor.
Y cuando empiezan a amar a su enemigo, cuando empiezan a amar lo que hacen pero especialmente cuando se empiezan a amar a ustedes mismos no actúan bajo la desesperación sino que actúan realmente bajo ese sentido de amor y de cuidado hacia ustedes y de dignificación de lo que son, porque si ustedes se dignifican, si ustedes se respetan, si ustedes se aman, si ustedes luchan por lo que quieren a través de ese amor y de la pasión de que eso es lo que quieren en la vida, eso es lo que lograrán traer y se disolverá todo aquello que ha venido a enseñarles en forma adversa, porque podrán atraer realmente lo que quieren y darse cuenta que son creadores de su realidad para siempre traer cosas mejores cada día.
Si su vida es un caos, si su vida es un infierno, si lo que están atrayendo son problemas todo el tiempo, es porque ustedes están vibrando bajo los problemas y están haciendo una resistencia en su vida que trae lo opuesto y les hace vibrar en lo mismo. Toda víctima atrae su victimario. Porque actúan de esa manera.
Dejen de actuar como víctimas, dejen de sentirse menos que los demás, dejen de sentirse víctimas de mi Padre que mi Padre no los mandó este mundo como una forma de castigo sino que les dió la vida queridos hermanos para que la puedan experimentar porque eso fue lo que le pidieron cuando decidieron encarnarse.
Tómense un segundo queridos hermanos para preguntarse si son felices, y que están haciendo para serlo.
Créanme que la verdadera felicidad no depende de las otras personas, esa verdadera felicidad de su ser queridos hermanos no depende de si tienen pareja o no, de si tienen empleo o negocios, no depende de si tienen estudios o no. La felicidad depende que disfrutar lo que sonDe ver en cada momento una oportunidad de enseñanza y de sentir que al haber nuevos retos en la vida están valorando y están agradeciendo lo que ya hay. Si empiezan a ver el lado positivo de cada una de sus situaciones queridos hermanos dejarán de vibrar con lo difícil en lo oscuro y estarán entendiendo que todo lo que está sucediendo tiene algo bonito, algo bueno.
Si están solos queridos hermanos es porque esa soledad está siendo su amiga y su consejera para encontrarse con ustedes mismos. Difícilmente una persona en medio de la multitud va a saber quién es. Y muchos seres humanos huyen de su soledad porque no se conocen, porque no se aman y porque no son una buena compañía para ustedes mismos. Y si no son una compañía para ustedes mismos queridos hermanos para quién lo van a ser y cuando salen a buscar a alguien desde el sentirse ustedes mismos mal o desde el desprecio hacia ustedes mismos, lo que encuentran son personas que tampoco se aman, que tampoco saben para dónde van y que también vibran a través de su propia soledad.
Entonces todo lo que ven afuera queridos hermanos y les molesta, es su creación y es con lo que ustedes están vibrando. Si les molesta la injusticia pregúntense hasta dónde son justos. Si les molesta la mentira, pregúntense hasta qué punto ustedes se hablan a sí mismos con la verdad y se la hablan a otros. Porque todo lo que viven queridos hermanos es un espejo de la realidad que ustedes llevan dentro y por eso les pido un minuto, un segundo, un segundo para que dejen tanto ruido de su ser y dejen de culpar a todo el mundo, asuman las condiciones en que están por más difíciles que sean por más tristes que sean, por más adversas que sean y desde su corazón le digan a ese Dios verdadero qué es lo que quieren y se entreguen para hacer la voluntad de mi Padre.
Cuando ustedes hacen la voluntad de mi Padre y se han entregado ya dejan de perder. Ya dejan de sentir que el éxito, que el dinero, que el triunfo, que el amor, que la justicia no es para ustedes. Yo les voy a regalar el día de hoy queridos hermanos mi paz, mi vibración frente lo que he hablado hoy para que lo puedan entender y puedan saber cuánto los amamos y puedan sentir el amor infinito que tenemos para ustedes para que ustedes empiecen a amar.
Pregúntense cuánto se aman. Pregúntense cuánto aman a mi Padre, o cuántas veces están llegando mi Padre ofendidos haciéndole exigencias a través de esa rabia. No del amor y del respeto, que ese ser que les ama tanto ha tenido por ustedes.
Pregúntense cuántas veces van hacia sus padres con recriminaciones y se les olvida que así se hayan equivocado y sean seres de este mundo, les dieron la vida y su elección fue haberlos traído a este mundo.
Cuántas veces queridos hermanos se voltean en recriminaciones contra sus jefes, contra las condiciones laborales que ustedes mismos aceptaron en el momento de firmar ese contrato; si no les gusta donde trabajan y las condiciones no son, renuncien y atrévanse a pedirle a Dios algo que les guste, algo con lo que ustedes estén vibrando, pero es importante por eso primero que todo que se reconcilien con lo que ya hay porque al reconciliarse con lo que ya hay queridos hermanos estarán haciendo un piso firme y armónico para más rápidamente acceder a lo otro. Si ustedes están sintiéndose pésimamente mal, ese piso en lugar de ser ese piso sólido para avanzar, se resquebrajará y será más fácil caer más hondo.
Venimos confrontarlos como siempre desde el amor infinito que les tenemos queridos hermanos porque yo no he venido a endulzarles el oído sabiendo que ese dulce se los puede tapar para nunca más oír.
Los amamos infinitamente pero por el amor que les tenemos, tenemos que recordarles su propio poder, tenemos que recordarles que esta vida aunque en apariencia sea en grupo, cada uno está tomando decisiones continuas sobre la creación que lleva afuera.
Si quieres dejar de sentirte perdedor, deja de sentirte perdedor.
Si quieres dejar de vivir la pobreza, deja de sentirte pobre.
Verás querido ser humano como muchas cosas están cambiando. Les dejo estas reflexiones para que escriban lo que quieren, que se centren en lo que quieren, para que le den aliento a sus sueños y para que vayan y lo desempolven de ese baúl oscuro lleno de murciélagos donde los tienen y sepan que todo lo que ustedes quieren así pareciera que es a destiempo, es posible para este Dios de los cielos.
Yo voy y les ayudo y les ayudo a limpiar y a poner relucientes esos sueños y a estimular que esos sueños se eleven y se realicen y al mismo tiempo se materialicen en su vida porque los amamos y porque creemos en ustedes.
Con ustedes queridos hermanos Jesús de Nazaret al habla, muy buenas noches, Dios los bendiga tienen la bendición de mi Padre, mi paz y mi amor en lo que consumirán esta noche.

viernes, 8 de febrero de 2013

Enseñanzas del rosario de enero 31 de 2013



Rosario  enero 31 de 2013

Mis hijos, mis hijitas, muy buenas noches soy María Virgen Madre de Dios y madre vuestra. Reciban cada uno de ustedes mis hijos amados mi bendición  y la de Dios Padre Todopoderoso. Reciban en la distancia la bendición de Dios Padre Todopoderoso.

Queremos mis hijos desde la primera oportunidad que hemos tenido de compartir con ustedes, no solamente por este medio, sino por otros tantos que puedan entender el verdadero sentido de la vida; la vida mis hijos es un regalo que Dios les ha dado, es un regalo mis hijos que Dios les da para que ustedes en la libertad que Dios les ofrece como espíritus pudieran venir a este mundo a ejecutar el camino de la vida.

Quiero que sepan mis hijos que como mi hijo lo hablado en anteriores oportunidades el Padre de los cielos tiene muchas moradas para sus hijos, hay muchos lugares que para el hombre son incomprensibles frente a la creación de Dios pero hay muchos lugares como la tierra, otros lugares muy especiales donde el espíritu vive, donde ustedes han tenido algunos la posibilidad de estar en tiempos remotos y tendrán también otros la posibilidad que estar en el futuro.

La Tierra mis hijos amados no es más ni es menos que otra de las moradas de Dios. Es única, es singular, es especial mis hijos; este tránsito mis hijos ustedes lo han presupuesto como espíritus de la forma como lo han creado precisamente para través de esa creación poder experimentar su misión espiritual de evolución en este mundo.

Algunos de ustedes mis hijos han elegido ciertas condiciones que para cada uno son retos, cosas que han venido a aprender a este mundo; algunos mis niños amados han elegido circunstancias de vida muy difíciles, circunstancias donde se ven limitados en sus capacidades físicas, en sus capacidades emocionales o mentales a nivel de su propio ser para poder tener de esa manera un reto frente la vida y una misión de amor para sí mismos y una misión de amor para quienes les rodean. Otro de ustedes mis hijos amados han escogido unas condiciones agrestes, unas condiciones mis hijos que hacen que ese entorno se muestre más difícil y que esas condiciones que tal vez no viven en limitación en sus cuerpos físicos, que no viven en limitación en su proceso interior de vida, si lo viven en las circunstancias externas, pero retos son retos mis hijos.

La libertad del espíritu está en poder elegir a través de el amor cuál es esa elección, cuál es esa misión, cuál es la enseñanza que viene a ser para su propia vida y la enseñanza que viene a ser para sus congéneres, para sus semejantes; no hay una sola vida que sea un desperdicio, no hay una sola vida que sea un castigo de Dios, todos los seres humanos, todas las personas son maravillosas, todos los espíritus de Dios lo son y queremos mis hijos que llegue un día donde la humanidad llegue a despertar a la realidad de la vida eterna, a la realidad del reconocimiento de ese proceso y de ese peregrinar de la vida espiritual que nunca termina porque son eternos porque son inmortales y el día en que lo lleguen a percibir mis hijos y lleguen a tener la certeza de esa realidad ya nunca más llorarán a sus muertos, nunca más se sentirán distanciados de esas personas que han amado y han partido como nunca más se sentirán distanciados de Dios como Ser Superior y como Padre amoroso.

Quiero niños y niñas de mi alma que puedan darse cuenta que ustedes han elegido esa experiencia de vida y que en el proceso de la vida siguen haciendo elecciones; los más valientes, los que sienten la fortaleza del espíritu como espíritu grande, eligen muchas veces una condición que pueda resultar más difícil que para otros, ¿para que? Para enseñarse a sí mismo el camino de la evolución, el camino del amor donde pueden evitar el sufrimiento; otros lo hacen para mostrarles a los demás ese mismo camino de la comprensión y ese camino del amor que libera los castigos, del amor que libera de los dolores, el amor que libera de las enfermedades y hace posible que ese amor restaure todo.

Quiero mis hijos que sepan que cada momento Dios está en ustedes, Dios les está acompañando para hacer posible y velar que esa experiencia de la vida en los lleve a una realidad superior, que pasen de no saber a saber, que pasen de no entender a entender y comprender, que pasen de las tinieblas a la luz mis hijos, que pasen de la incomprensión a la comprensión, que pasen de la enfermedad y el dolor a la salud porque todo lo que puede estar mal, todo lo que puede estar descompuesto se compone en la luz de Dios y en la fuerza del amor de Dios y cuando sienten mis hijos que en sus manos no está el poder componer aquello así lo hayan elegido en un momento como experiencia de vida, entreguen eso a Dios, entreguen los problemas a Dios, entreguen esas cosas que les genera dolor en la vida que les generan enfermedad que les generan aprisionamientos y les genera desconfianza y les genera falta de fe para que sea el Dios de los cielos el que desata nudos, el que arregla todo, el creador de mundos, el que pueda obrar en su vida para componer todo aquello que ha estado mal en su existencia; no se rindan mis hijos porque pueden estar muy cerca de lo que han pedido, no renuncien porque al renunciar están cediéndole espacio a un mundo que es un mundo que los presiona, es un mundo lleno de escepticismo donde las cosas difíciles se dan con mayor facilidad que esas cosas fáciles.

Es fácil en un mundo donde cuesta creer, llegar a creer, es fácil estar en un mundo donde éste mundo se lleva a través del escepticismo de la realidad a no poder creer en un mundo mejor, cada uno de ustedes mis niños son diferentes y son diferentes sencillamente porque ustedes saben algo sobre el poder de creación que tienen y el poder de creación de Dios sobre ustedes que muchos mortales no saben o que no quieren escuchar.

Ustedes mis hijos tienen la posibilidad a través de su fuerza espiritual y de la confianza en Dios de transformar su mundo y transformar todo su dolor en una razón y en una comprensión de vida; todo lo vivido mis hijos en su experiencia de vida por más difícil que haya sido tiene un por qué y tiene un para qué y tiene solución. Porque aunque pareciera que haya cosas que no tienen solución y pareciera que en su mundo lo único que no tiene solución es la muerte, el poder entender que la muerte es parte de un nivel del juego de la inmortalidad, entenderán que realmente nunca mueren y que realmente aquellas personas que han amado y que se han ido nunca realmente han dormido totalmente sino que han despertado en la fuerza del espíritu a la verdadera vida que es la vida espiritual.

Quiero mis hijos que no esperen a que la muerte llegue para despertar; quiero que despierten hoy a la conciencia de su camino espiritual a la fortaleza de su espíritu y a la razón y la comprensión que Dios siempre está dispuesto a darles para que puedan comprender por qué su vida ha sido o no ha sido hasta el momento.

Reciban mis niños de mi alma mi Manto Sagrado Protector, Mi Manto Sagrado Clarificador para que lo porten siempre, lo porten en todo lugar y a su vez mis hijos amados para que lo puedan entregar a cada una de esas personas que aman, a cada una de esas personas con quienes tienen mortificaciones, a cada una de esas personas que los asustan, que les quieren hacer dejar de creer, que los presionan frente a la vida para al entregarlos a nosotros y poder llenarlos del amor y la comprensión; desciende sobre todos ustedes mis niños el Espíritu Santo lleno de paz, lleno de luz, lleno de amor, de esperanza, progreso, de comprensión, de prosperidad, de alegría de vivir, de vida, de todo lo mejor de la existencia.  Desciende este Espíritu de Dios sobre cada uno de sus seres queridos, padres, hijos, esposos, novios o novias, familiares, amigos, hermanos, desciende este Espíritu del Padre sobre cada lugar donde permanecen, estudian, habitan, cada uno de sus bienes, muebles, enseres, y sus proyectos de vida. Gracias por escuchar, y por permitir que la paz de Dios descienda sobre ustedes.

Reciban mis hijos amados mi bendición  y la de Dios Padre Todopoderoso. Con todo el amor de Dios, soy María Virgen, buenas noches.

Jesús de Nazaret
Hermanos buenas noches, Jesús de Nazaret al habla.

Vengo a traerles queridos hermanos la comprensión y la paz de mi Padre, mi propia paz para cada uno de ustedes, mi hermandad y mi deseo continuo de que me puedan sentir muy cerca de sus vidas y puedan saber que muchas veces estamos hablando a sus oídos.

Hoy quiero hablarles queridos hermanos de algo muy importante que tiene que ver con el alimento. No solamente de pan vive el hombre queridos hermanos, porque ustedes no solamente están alimentando sus cuerpos biológicamente de aquello que consumen a diario; lo están alimentando queridos hermanos de las cosas que escuchan, de las cosas que ven, de las cosas que se permiten visualizar, de las que se permiten sentir en sus vidas.
Quiero recordarles queridos hermanos que el Templo de Dios está en su corazón. Que la semilla de Dios y el Dios que tanto buscan cada uno de ustedes, está en su corazón.

No tienen que ir a buscar afuera de ustedes queridos hermanos porque lo único que tienen que hacer es silencio, llegar a armonizarse lo suficientemente con ustedes mismos para saber que ese Dios creador y que ese Dios al que le imploran, que ese Dios al que les suplican, está dentro de cada uno de ustedes y ustedes son lo que Él ha creado. Porque han sido hechos a su imagen y semejanza queridos hermanos como aquellos seres que son su mejor creación.

Por eso cuando ustedes pueden ser conscientes de sus actos, conscientes de lo que alimentan su cuerpo, lo que alimentan su mente, su corazón, esa conciencia queridos hermanos les lleva a reconocer y a hacer ese acto de contrición que estamos hablando que les debe llevar a revisar y mostrarles que toda la panorámica de su vida queridos hermanos, ustedes la han armado incluso frente a las personas que han llegado en diferentes formas a su vida, en actos de amor y en esa interacción que han hecho en forma previa para poder traer a sus hijos como hijos, ha venir ustedes como hijos de esos padres, a hacer esas elecciones ya en el transcurso de la vida sobre sus amistades, sobre sus parejas y muchas de esas interacciones queridos hermanos son juegos de vida para permitirse cada uno de ustedes ser el maestro del otro y ser quien contribuya de muchas maneras a ese proceso evolutivo.

Cuando se dan cuenta queridos hermanos con el paso del tiempo que el juego de la vida los lleva al amor, se dan cuenta que finalmente a la hora de la verdad nadie dañó a nadie porque muchos se prestan dentro del juego de la vida para irse a los extremos de ella queridos hermanos para unos obrar como víctimas y otros obrar como victimarios.

Cuando les hablamos de ese equilibrio es para que puedan entender que hay herramientas de interacción y de aprendizaje que pueden ser evolutivos y constructivos para ustedes y también para la otra persona; que no tienen que aprender solamente a partir del dolor, del sufrimiento, o de la enfermedad sino que ese proceso evolutivo lo pueden hacer de una forma amorosadonde ustedes sienten que están conectados con una posibilidad de sentirse muy bien frente a la vida.

Hablo nuevamente queridos hermanos del cuerpo precisamente porque sin él no van a tener una posibilidad de seguir en este mundo y muchos reconocen el valor de su cuerpo cuando ya se han excedido en todo lo que han mostrado y de lo que lo han alimentado física, emocional mental, e incluso espiritualmente.

Cuando insistimos queridos hermanos en la oración, es porque ése es un alimento que los lleva hacia el espíritu y que trae la fuerza desde el espíritu.

La oración es la forma de poder retroalimentarse ustedes con Dios, saber que pueden traer esa conciencia espiritual a su vida y que pueden a través de ella lograr revisar sus caminos para saber hacia dónde quieren y y cuál es esa bitácora que ya han traído para hacer ese proceso de vida.

Nadie se va antes de tiempo queridos hermanos. Cada uno se va en el momento en que considera que ya ha cumplido con esa misión y algunos lo hacen antes otros lo hacen después; queremos que alimenten queridos hermanos su cuerpo de cosas sanas, pero no solamente la sanidad de lo que están comiendo, de lo que están alimentando biológicamente su cuerpo sino de las cosas que están pensando, de las cosas que están diciendo, de la forma como están interactuando con otras personas; cuando sus palabras son ofensivas hacia alguien queridos hermanos están permitiendo que de su boca salgan todas aquellas palabras que les ofende recibir de otras personas.

Siempre debes tratar a tu prójimo como tú esperas ser tratado así tu prójimo no te esté tratando de la misma forma porque cuando tratas a tu prójimo como tú esperas ser tratado, le estás enseñando que hay otros caminos para decir las cosas queridos hermanos.

Entonces lo que viene de su boca queridos hermanos es lo que pasa dentro de ustedes y es el alimento que llevan dentro de ustedes.

Entonces si ustedes despiden (el Maestro hace referencia a lo que sale del cuerpo) de ustedes mentira, es porque dentro de ustedes lo son, si ustedes están despidiendo en sus palabras y en sus actos temor, es porque ustedes lo son. Si ustedes están despidiendo en su vida rabia es porque ustedes están alimentados y están llenos de esa rabia y lo que van a entregar es lo que llevan dentro.

Pero cuando se logran alimentar de cosas positivas y logran aprender a manejar sus actos, manejar su cuerpo, manejar sus pensamientos, sus sentimientos, para entender que eso de lo que ustedes entregan, son cosas que ya les han venido haciendo daño a ustedes, entenderán queridos hermanos que por ustedes mismos, por su propia salud, por su propio bienestar, no deben permitir que esas fuerzas les ganen la partida y dejarse llevar por esas situaciones externas y por esas palabras que vienen y esos pensamientos que hacen que tú quieras atacar o que quieras responder al otro.

¡Alimenten sus espacios de paz! De tranquilidad, hagan de sus cuartos un sitio hermoso donde puedan descansar, alimenten sus mentes de cosas positivas, de cosas queridos hermanos que los construyan, que les enseñen más de la vida pero cosas que realmente los dignifiquecomo raza humana y no les lleve a magnificar la aberración de muchos seres, porque si están viendo tantas maneras de maldad queridos hermanos, no es porque el hombre de hoy sea más malo que el hombre de mis tiempos. Es porque hoy tienen la tecnología para reconocerlo, magnificarlo y repetirlo en sus pantallas de sus televisores, y de sus computadores más de una vez. No magnifiquen queridos hermanos ni procuren tanto todo aquello que está en discordia fuera de ustedes ni se alimenten de ello.

No se alimenten queridos hermanos de la pelea.
No se alimenten queridos hermanos de la maldad.
No se alimenten queridos hermanos del temor.
No se alimenten queridos hermanos de la mentira, el que no se alimenten de ello es el primer paso queridos hermanos para hacer que esas cosas no hagan parte de ustedes y no hagan parte ni de sus personas cercanas, ni de sus casas, ni de sus amigos, ni de su mundo.

Cuando les hemos hecho énfasis queridos hermanos en el proceso de paz (del País), es precisamente porque ese proceso de paz, es algo que ustedes sí tienen la fuerza como unidad y colectividad de crear y cuando ustedes pueden creer en la paz es porque viven la paz dentro de ustedes y ya no anhelan llevarse de una forma difícil con aquellas personas que algunos por los actos de la justicia y los actos de la verdad terrenas sienten que son unos cínicos y que deberían estar muertos, pero queridos hermanos cuando ustedes pueden procurar dentro de su fuerza espiritual interna que ustedes eligen un mundo diferente porque tienen la capacidad de elegir, ese mundo no solamente en su mundo interno, porque empiezas a ser un líder para contagiar esa paz, para contagiar la alegría, contagiar la confianza, para contagiar alegría y paz, el poder sentirte hermano del otro y no tener que cerrar todas tus puertas para que un hermano no venga y te robe. Porque puedes elegir querido hermano en forma previa que no venga un ladrón a tu supermercado, a tu lugar, a tu vida, a tu trabajo a quitarte lo que tú has trabajado y la seguridad no es poner un poco de guardias o de guardas también, para que no te vayan a hacer daño. La seguridad está queridos hermanos en su proceso de elección previa a cualquier situación para elegir en tu vida que no quieres una experiencia como ella y decides no aprender a través de ella y eliges no ser dañado y eliges que una experiencia tan difícil no llegue a tu mundo ni te haga incluso llegar a perder la vida a fuego.

Ustedes tienen la capacidad de elegir el mundo donde viven. Tienen la capacidad de elegir de que están alimentando sus cuerpos, de que están alimentando sus hijos, de que están alimentando sus parejas, de que están alimentando sus lugares de trabajo. Si sus lugares de trabajo son unos nidos de víboras y tú estás allí, o te conviertes en uno de ellos, o elige ser el antídoto para que ese lugar sea realmente aquel sitio en el que tú deseas trabajar.

Como muchas veces les hemos dicho queridos hermanos, este es un país intenso en el cual ustedes decidieron nacer pero tienen la oportunidad de mostrarse ustedes mismos y mostrarle al mundo que son muchos más los buenos, que son muchos más los que viven en paz, que son muchos más los que osan creer en la paz.

Hoy quiero queridos hermanos que cada uno de ustedes empiece a vivir la paz dentro de ustedes y se reconcilien con cada uno de ustedes. No se trata de castigarse por los errores o equivocaciones que todos han cometido, y pretender tal vez creer que la única forma de merecer el amor de Dios o merecer el perdón de Dios, o merecer una vida mejor, es tal vez y borrar de su vida eso que pasó, es comprender que este mundo ha sido creado de esa manera porque Dios quiere que los violentos dejen de serlo a partir de su comprensión, porque Dios quiere que ustedes como raza humana elijan amarse y elijan ser esa raza donde todos sus hijos sean sanos, todos ustedes lo sean y no hagan elecciones de dolor para poder evolucionar sino que hagan elecciones evolutivas para transformar su mundo y el de otros. Si realmente queridos hermanos ustedes creen que un karma se paga con dolor y sufrimiento, créanme que queda a un lado lo que realmente es el pagar el karma que es pagar mal con bien y es comprender queridos hermanos por eso que muchos seres humanos deciden en su limitación venir a este mundo en cuerpos limitados precisamente para poder entender en ese camino evolutivo que ese dolor no fue del todo necesario y que en el capítulo del amor hay otra forma de llevar al hombre a esa evolución y por eso muchos de esos que han venido en un momento limitados en sus vidas han podido comprender para volver como eminencias y como salvadores y como restauradores e inventores de este mundo porque siempre vuelven.

Los bendigo a cada uno de ustedes mis hermanos en su misión, los bendigo a cada uno de ustedes mis hermanos en sus cuerpos. En sus emociones. En sus pensamientos. En su voz, en sus actos. En sus mentes. Los bendigo en el nombre de mi Padre y les dejo hoy lo que simboliza mi cuerpo y mi sangre y lo que simboliza el amor de Dios en lo que consumirán para que puedan alimentar sus cuerpos con este alimento sagrado que viene de mi Padre y al mismo tiempo que puedan recibir el restaurar sus seres, cada uno de sus cuerpos, para que puedan tener la sabiduría del espíritu propio y del espíritu de mi Padre para sentir la alegría de la vida.

Reciban queridos hermanos mi paz y mi amor incondicional; con ustedes Jesús de Nazaret al habla muy buenas noches.