Rosario
5 DICIEMBRE de 2024
María
Virgen
En el nombre del padre del hijo del
espíritu santo amén. Mis hijitos y mis hijitas queridas muy buenas noches, soy
María Virgen madre de Dios y madre vuestra; reciban mis hijos amados presentes
y en la distancia mi bendición, la bendición de sus familias, de sus sueños de
sus hogares y la de Dios Padre Todopoderoso.
Hoy quiero recordarles mis hijos que
hacer los balances de la vida es ver que todas las experiencias son
maravillosas y conllevan siempre algo nuevo y a poder avanzar sintiendo que han
sido muy valientes, que han vivido muchos momentos en los cuales su disciplina,
su forma de actuar, de vivir, ha hecho que puedan servir a este mundo, que
puedan seguir encontrando caminos para hacer de este mundo algo mejor para sus
hermanos, pero también para ser servidos y permitir que en aquellos momentos en
que hay confusión, en que sus fuerzas no son tan grandes como antes reciban el
acompañamiento.
No vivan sus penas en solitario,
escondidos, para no molestar a nadie, es importante que cuando tengan un
sufrimiento lo expresen porque también vamos a buscar personas amorosas que van
a llegar en estos momentos a tocar su puerta para consentirlos, para ayudarlos
para llevarles un mercado, para ayudarles con un abrazo, con una sonrisa, con
un momento de reflexión para que piensen y vean la vida de otra manera
diferente; tocamos siempre esos corazones porque la vida está hecha como una
hermandad y a partir de ella es importante sentir que recibir ese afecto,
recibir ese acompañamiento, ese reconocimiento que a veces se espera de
personas que no lo dan, pueda llegar de otras personas que ustedes no esperaban
que pudieran ser tan bonitas amorosas y gratas con ustedes.
Muchas veces les decimos mis hijos que
cuando siembran en un terreno estéril pero sienten en su corazón que han hecho
lo mejor que han podido y que también ponen a Dios por delante, recoger en
terrenos que nunca han sembrado también es el regalo de saber que hicieron bien
su proceso su tarea y que empezaron a recoger en bendiciones maravillosas.
Hoy venimos a sanarlos de sus males
físicos, de sus males emocionales, de sus procesos mentales del pasado y
llevarlos en la luz del Espíritu Santo a que su espíritu ilumine el propósito
de estar en esta tierra; les ayudamos a que recuerden que vinieron de paseo a
esta tierra, que vinieron a disfrutarla, que no importa cuántas metas grandes
puedan tener en la vida es importante reflexionar en que nada vale lo
suficiente si les hace padecer, si les hace sufrir, que ninguna persona es tan
valiosa más que ustedes como para perder su calma, su alegría y su tranquilidad
y cuando pueden sentir esa claridad de que una persona ya cumplió su ciclo en
su vida, que ya les enseñó esa persona en el sufrimiento, en el dolor, lo
bendigan, lo dejen ir y le den la vuelta a la página para que pueda llegar
alguien que responda a los sueños y a las expectativas de lo que ustedes
esperan.
Todos los temas tratados en esta tierra
son temas que conocemos mis hijos, que no tenemos pena de tratar o de hablar y
podemos sentir que en muchos momentos hablar del amor más íntimo, del amor
sexual también es conectarse con Dios en el entendimiento de que dentro de ese
amor sexual se gesta la vida y se gesta el placer de estar en este mundo.
Los ayudamos a que no sientan miedo de
Dios o sientan que hay lugares o aspectos en donde Dios no esté; los conocemos
y sabemos que en momentos han tenido que tomar decisiones difíciles de
supervivencia en los cuales otras personas hayan podido salir afectadas, pero
el perdón personal es entender que en algún momento ustedes también necesitaron
hacer el papel de victimarios, necesitaron muchas veces la experiencia dolorosa
de sentir que alguien podía salir afectado por ustedes, pero también cuando
logran perdonarse ustedes mismos, pedir perdón y comprender que esas
consecuencias no van más allá de lo que ustedes puedan procesar en un momento
como una enseñanza, esos temas del castigo, esos temas dolorosos de vivir
sintiendo que pueden merecer una cárcel, que pueden merecer una muerte, se
superen en el hecho de sentir que nada eso es necesario ante Dios, sino que
puedan sentir que si quieren una experiencia más tranquila hasta de los errores más grandes
Dios los puede salvar y que si bien en un momento hicieron esas
equivocaciones, hacerse a ustedes mismos La promesa de no volver a pasar por lo
mismo, de no de tener que vivir nuevamente esos procesos dolorosos para ustedes
o para sus semejantes hará que no sientan que esas historias volverán a pasar.
Reciban todos mis hijos ustedes la
bendición de los alimentos que consumirán en esta noche, la bendición del agua,
la bendición de las luces de esas velas que iluminan el camino y mi gratitud
porque en estos corazones hermosos prender velas para agradecer, hacer que se
iluminen sus hogares y sus casas es vivir el símbolo del entendimiento en que
siempre los acompañamos en el camino y que aunque haya momentos grises,
dolorosos, oscuros, esa luz será también la esperanza de que en un momento esos
tiempos difíciles que están pasando, esas épocas dolorosas que algunos están
pasando también las superarán y que esa luz que ustedes están sirviendo también
está ayudando a esas personas que están en tinieblas, también los está
iluminando a sus hermanos porque es un tema amoroso de unos por otros.
Los agradezco, los bendigo y quiero que
sientan la tranquilidad de la compañía, que no se sientan como una carga para
Dios, para nosotros, que sientan el bienestar de tantas cosas bonitas que
cuando las contemplan saben que Dios las quiere también para ustedes y que de
la misma manera cuando contemplan dolor y sufrimiento también pueden respirar y
decir ya no necesito esto en mi vida y
así no lo haya vivido y alguien cercano lo haya vivido, tomo esa experiencia de
mis hermanos, de mis ancestros, como algo de lo que yo también aprendo y que no
necesito pasar yo en carne propia.
Los bendecimos con mi manto con la luz
del Espíritu Santo en Padre y en Hijo con ustedes María Virgen, muy buenas
noches mis hijitos.
Jesús de Nazaret
Buenas noches hermanos en la gracia de
mi Padre Jesús de Nazaret,
Como todo en la vida hay unos espíritus
muy contentos con la Navidad, muy dándole rienda suelta al niño interno, a la
alegría de estos tiempos y como lo decía mi madre pues hay otros que están
tristes porque están pasando dificultades, privaciones, porque están en
conflictos, en problemas por haber perdido relaciones, trabajos, seres amados,
pero estamos aquí para decirles que todo eso pasa, para ayudarles a sanar esas
heridas, para ayudarles a que tengan la esperanza de que en un momento todo ese
dolor, todo ese sufrimiento parará, para que puedan también disfrutar a los
seres con los que están ahora y entender que en este viaje, en la vida se puede
vivir la tristeza, las nostalgias del pasado de esas navidades en las que se
bailaba, se cantaba, de esas navidades en que las familias estaban unidas todas
o incluso ustedes eran niños pequeños como también el recordatorio de que han
llegado nuevas almas, de que han llegado nuevos espíritus, de que ustedes han
subido en la jerarquía para acompañar esos espíritus y que en ese
acompañamiento pues siempre estamos ahí ayudándoles a que se sientan bien y
esta época del año sea refrescante, sea una época para unirse en familia, época
de perdón de reconciliación, en que por más que tengan diferentes tipos de
discusiones o haya malos entendidos en familia o haya épocas de mucha distancia,
pues es un momento bonito de reconciliación y de amor y hacer un alto porque
hasta los guerreros que tienen unas dificultades de unos con otros por tierras
o por ideologías paran en Navidad, paran en año nuevo, para darse también un
espacio humano de reconciliación.
Hoy los acompañamos para reconciliarlos
con el propósito de la vida, pero también hermanos para iluminarlos en el
acompañamiento divino en que sigan sintiendo que ustedes son lo mejor, lo más
bello y lo único que Dios ha creado, porque aunque haya muchos hijos en esta
tierra para Dios son únicos y reconocer su propio valor como hijos de Dios es
entender que Él va a seguir solucionando todo aquello que hasta el momento ha
sido una desilusión, ha sido un problema, ha sido una limitación y que cuando
ustedes sienten que eso no funciona y que por más que sea no han podido
entenderlo, no han podido mejorarlo, no han podido comprenderlo, pues acceder
al tema de Dios como Maestro, de Dios como milagroso, de Dios como hacedor de
milagros pues hace posible que ustedes vivan sus cosas y no tengan que aprender
en los límites o en las formas más dolorosas del existir.
Les agradezco mucho mis hermanos su amor,
que puedan saber que estamos como lo ha dicho mi madre en las festividades, en
los símbolos que hay en esta tierra, porque estoy lleno de símbolos en las
diferentes corrientes espirituales, me ven de diferentes maneras y en todas
acudo para hacerles sentir mi presencia, para acompañarlos en mi amor infinito
y para enseñarles en un sentido más corto quién es Dios para ustedes y que
ustedes puedan reconocer que Dios
es realmente un ser muy amoroso que tiene todo dispuesto para que no haya
espacios donde él no esté.
Dios los bendiga hermanos en la gracia
de mi Padre Jesús de Nazaret, muy buenas noches.
Meditación de Liú Buenas noches, Yo soy Liú, muy buenas noches vamos a hacer este
Polo a tierra poniendo nuestros piecitos en la tierra para ponernos en modo
Navidad, en modo gratitud, sentir esta época de vivir en abundancia, de que si
reciben comida, reciben bebidas, reciben un techo, reciben un sueldo o una
mesada todo esto se multiplique en bendiciones y especialmente les dé la
confianza de que no les va a hacer falta nada.
Empezar a sentir que son como niños
frente a Dios hará que por los méritos de su propia infancia y de la infancia
de Jesús, puedan recibir milagros, recibir en forma amorosa todo lo que
necesitan en su supervivencia básica para estar en esta tierra, pero que
también esta es una etapa de poder sentir que los milagros van más allá de lo
que se puede necesitar para llegar a los gustos, para darles ese gusto de que
puedan tener todo lo hermoso y todo lo bonito que se merecen, en para poder
relajarse y saber que en esta época se cede de esos espíritus de pobreza, de
esa energía conectada a la espiritualidad con la pobreza, para dar paso a una
manera en la cual ya no sienten a Dios en la pobreza como una única manera de
ver a Dios, porque Dios es pobreza, es abundancia, es el contraste de la vida y
si en muchos tiempos han elegido los límites de la economía, las dificultades
materiales, es porque sintieron que ese era el único camino y porque incluso
Dios les mostró que había caminos diferentes y gente dadivosa que podía darles.
Hoy saben que tendrán épocas en las que
ustedes serán quienes recibirán, en que necesitarán el corazón abierto para
recibir humildad en el corazón de forma humilde, en el corazón que otros les
aporten, les regalen, les ayuden como también tendrán épocas en las cuales
ustedes serán quienes otorgarán, quienes entregarán a otros, quienes podrán
facilitarles la vida e igual sentirán momentos en que estarán tranquilos en
esta fuente de dar y el recibir sintiendo que están satisfechos y tranquilos.
Respiran profundo para empezar a dejar
ir con su respiración el peso de los hombros, el peso del pasado, los
pensamientos torturantes, se van yendo todos los conceptos de la angustia, de
las emociones represadas en su cuerpo que se vuelven enfermedad para declarar
su cuerpo en armonía, su cuerpo sano, para sentir que el regalo de la salud, el
regalo del amor, el regalo del dinero, el regalo de la vida, es la conciencia
de que todo lo que se obtiene en esta vida más allá de si han trabajado por él
o no, está en forma gratuita dispuesto para ustedes y es la forma como ustedes
también sienten que cada vez más reconocen la vida como un regalo y empiezan a
permitir que muchas cosas lleguen de una forma más fácil y más sencilla.
Llevan sus manitas enfrente en actitud
de oración para fijar los beneficios del ejercicio que han hecho hoy, para
dejar ir los padecimientos, las tristezas, para dejar ir el pasado doloroso,
para sentirse acompañados en estos momentos y ser revestidos en la luz amorosa
del Espíritu Santo para llenarse de calma, de armonía y de que aunque haya
argumentos y haya razones para estar tristes, aunque tengan razones de
preocupación, aunque tengan temas que no estén saliendo bien, puedan observar
todas las razones maravillosas y bonitas que siguen teniendo peso en su vida y
que les va a dar el soporte para permitir que a través de ellas aquellas
situaciones que no funcionen se solucionen rápidamente. (sigue el video)
Respiran profundo para volver a este
espacio les dejamos esta buena energía nos llevamos la de ustedes yo soy liu.
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