María
Virgen
Mis hijitos y mis hijitas queridas buenas
noches, yo soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra, reciban todos
ustedes presentes y en la distancia mi bendición y la de Dios Padre
Todopoderoso. La bendición de sus hogares, de sus familias, en el nombre del Padre,
del Hijo, del Espíritu Santo. Amén
Comprender
mis hijos de mi corazón que buscamos formas para que sepan que estamos a su
lado es vivir en la energía continua de que Dios siempre les está hablando; mi tarea como madre es venir a
envolverlos en luz, ayudarles a que puedan entender la vida de una nueva manera,
a liberarse del pasado y de la
forma de sentirse indignos frente a Dios.
Venimos a ayudarles a que puedan
liberarse del pasado y que como lo han escuchado el camino del perdón sea la comprensión de que todos se
equivocan de alguna manera y de que poder vivir de unas nuevas formas es
limpiar su corazón de odios y alivianar ese equipaje, no solamente
pensando en que un día no van a estar acá sino pensando en que mientras estén
en este mundo corresponder a la voluntad de Dios es vivir desde adentro en paz
y en tranquilidad.
No
pueden mis hijos de mi alma cambiar a ninguna persona pero sí tienen la
responsabilidad de ustedes poder cambiar su forma de vivir y de sentirse; es poder entender que en sus mejores
deseos no pueden ayudar a las personas desde una condición donde ellos no
quieran ser ayudados y donde ya después con el paso del tiempo se dan cuenta
que están cansados, agotados y que no siempre esas personas que ustedes aman
están dispuestas a escuchar, pero venimos a interceder para que ellos nos
escuchen desde el corazón. Hasta el corazón más duro, hasta el corazón más
violento, hasta el corazón más cerrado logra abrirse cuando se hace desde el
amor, cuando se hace desde la comprensión y a veces pueden sentir que los
argumentos son hablar con fuerza para que puedan ser escuchados y para poder
proteger a los que aman y también es válido; pero también saben que en muchos
momentos terminan ustedes movilizando un poco de energía donde esa fuerza
también vuelve en violencia y en descalificación para ustedes, así que
encontrar esos nuevos caminos será poder usar ese don de la palabra de una
nueva manera para que al hablar puedan sentirse acompañados y puedan hablar de
la forma como ustedes quisieran que pudieran ser escuchados, así que vamos a ayudarles a que esa
expresión de la verdad se amorosa.
Dios siempre escucha. Y queremos
decirles mis hijos que en ese amor de Dios Él está latiendo en sus corazones y
que no son ustedes indignos de su amor; recuerden mis hijos que son hechos en
forma única irrepetible desde Dios bajo la magia que significa venir a este
mundo y que la vida siempre ha sido, es y será un regalo.
Los
hijos siempre llegan como un regalo a los padres y nunca como en una
equivocación y tener esa
posibilidad de comprenderlo hará que nunca renieguen de los hijos que tuvieron
como nunca renieguen de los padres que Dios les dio, han tenido los padres y
las madres perfectas y los hijos perfectos porque se eligieron espiritualmente
y en esa elección juntos aprenden, pueden purificar el amor, venimos a ayudarles
a que el amor se pueda purificar, a que puedan perdonar lo imperdonable, sanar
lo incurable y liberarse de un pasado que ya no pueden cambiar; intercedemos
para que haya dentro de las familias el respeto y el diálogo que debe haber
entre todos los miembros de la familia, intercedemos para que puedan sentir que
donde hay armonía, hay progreso y puedan liberarse de sentir que en esas peleas
van a lograr algo.
Donde se pelea, donde hay una condición
de lucha hay enfermedades, hay falta de oportunidades y aparecen enemigos
gratuitos por cuenta de ese sentir que si están en guerra encuentran enemigos y
a veces son las guerras internas, las guerras donde no saben con quién están
peleando aquellas guerras que los llevan también a sentir que hay otras
personas que los ven a ustedes como sus enemigos, que hay otras personas que
los juzgan y los tratan mal y que poder salir de eso es decir yo ya no estoy en
una batalla.
Miguel Arcángel desciende mis hijos en
esa protección no solamente lo que hay afuera, de la innumerable cantidad de
cosas malas que pueden pasar. Dios los protege de una manera bonita en que
puedan sentir que ya no están hablando bajo ese lenguaje doloroso, sino que
ahora son agentes de paz y de tranquilidad; les daremos esa luz para que puedan
sentirse físicamente mejor, para que puedan sentirse anímicamente dispuestos a
amar y ser amados y que puedan sentir que ya no se están dejando llevar por
todo aquello que es una molestia continua.
Recuerden mis hijos que Dios no los
tiene aquí obligados en esta tierra, pero que es más fácil morir en paz cuando
encuentran esos puntos del perdón para poderse ir sin remordimientos sin
enemigos y sin luchas y es posible para Dios que eso suceda de una nueva manera.
Los ayudamos a que la luz del espíritu les permita reconciliarse con ustedes
mismos y con su entorno, bendecimos los alimentos que benditos Dios los hace
para ustedes para que les siente divinamente, para que acostumbren nuevamente a
bendecir los alimentos, para que acostumbren bendecir el agua con la que se
bañan, para que acostumbren bendecir un nuevo día y cuando se sienten
agradecidos en un nuevo día y empiezan a ver todo diferente la vida también les
da regalos y empiezan a pasar las cosas bonitas que han pedido y todavía no han
podido suceder.
Reciban mis niños y mis niñas mi
bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, con mi amor Yo soy María Virgen muy
buenas noches.
Jesús de Nazaret
Buenas noches en la Gracia de mi Padre
Jesús de Nazaret
¿Cómo están ustedes? Bueno, empezar a
ver al Padre de otra manera es importante; lo primero que hice cuando llegué a
esta tierra fue que dejaran de temerle a Dios, les enseñé a ver a Dios como un
padre y les enseñé a ustedes a verse como hijos de Dios y los hijos y los
padres se aman a pesar de todo y especialmente los padres aman a sus hijos
porque comprenden que ellos han estado adelante
de esos hijos. Pídanle a Dios la sabiduría para guiar a sus hijos no
importa cuánta edad puedan tener, pídanle a Dios que les dé la comprensión para
poder entender todo lo que sus padres han vivido de forma dolorosa, lo que
ellos han hecho en su mejor intención para honrar a papá y a mamá para poder
entender que si bien vieron, vivieron o pasaron hermanos condiciones difíciles
hoy están vivos y están contando el cuento y pueden decidir hermanos seguir
llorando lo que no pasó, seguir culpando a sus padres, seguir culpando a
aquellas personas que les hicieron daño o pueden darle la vuelta a la página y
decir “eso ya no tiene un poder conmigo,
eso ya no puede estar en mi contra”, porque liberarse del pasado no
solamente es aceptación, es qué les enseñó, cómo pudieron ustedes hermanos
haber aprendido tantas cosas de lo vivido y como ahora están resplandeciendo
para decir “Me uno a la voluntad de Dios y
a su luz para poder disfrutar este juego”.
Y no me cansaré de decirles que esta
vida es un juego, porque es más lo que no están aquí, porque es un ratico el
que vienen porque qué son 100 años hermanos en una eternidad. Y ustedes pueden
decidir que si hasta ahora este juego ha sido duro. ha sido injusto. ha sido
brusco. ha sido difícil ustedes digan “Ahora
te doy el permiso Señor de que me cambies la vida” y da miedo que Dios
cambie la vida porque están acostumbrados a lo malo del vivir, porque están
acostumbrados a actuar como víctimas, porque están acostumbrados a estar
revisando qué es lo que hacen o no dejan de hacer los demás sin realmente
apersonarse de su propia vida y ver en qué yo estoy contribuyendo para que esto
sea un caos o de qué manera yo estoy contribuyendo para que esta vida sea mejor
para mí y sea mejor para mí semejantes y por eso queridos hermanos poder
establecer de qué manera ustedes están molestándose su propia vida sino
fregándosela, como también sin saberlo están haciendo sufrir a otras personas,
como sin saberlo ustedes están agobiados sufriendo creyendo que el dolor
solamente es suyo pero heredando también ese dolor a quienes aman y los aman y
que no quieren verlos enfermos, que no quieren verlos sufrir y que mucho menos
necesitan verlos sacrificados.
Lo
que los saca adelante hijos no es el sacrificio hermanos, es el amor y Dios no se sacrificó para traerlos al
mundo. Dios creó este mundo perfecto lleno de toda la aventura que pueden ser
las trampas de una de una expedición o las trampas de ir como al África pero
también de ver las maravillas que son todas las cosas creadas por Dios y siempre tienen la oportunidad de
elegir, no tienen que seguir hermanos tomando tragos amargos, no tienen
que seguir dándole la vuelta a lo mismo para ver si otra persona cambia,
ustedes no van a cambiar a sus hijos, no van a cambiar a sus papás, no van a
cambiar a la gente y no van a salvar a nadie porque se darán cuenta que la
mayoría de las veces la gente no quiere ser salvada y no quieren ayuda.
Se trata de entender que hay una puerta
abierta a la persona que quiere hacerlo pero en los términos en que esa ayuda a
esas personas no termine haciéndoles perder a ustedes las ganas de vivir, que
no terminen recibiendo ingratitudes y que no terminen recibiendo daños.
Hoy ustedes les están enseñando a las
personas que ustedes aman un camino nuevo, están siendo factor de luz, están
siendo factor de reconciliación. Y si tienen una potestad importante dentro de
sus familias asuman ese rol, asuman ese rol y reúnan a sus hijos alrededor de
ustedes para decir: ¿Son felices? les pido perdón si me equivoqué, los perdono
porque a veces siento que no me quieren y reunir a sus padres y decirles
Gracias mamá, papá, por lo que me dieron y esto me dolió mucho y todavía estoy
dolido por eso, no importa si ese papá, no importa si esa mamá ya no están acá,
porque aunque físicamente no estén, espiritualmente siempre están y no están incomunicados, créanme que no.
Hoy los bendecimos hermanos en la
oportunidad de una renovación de adentro hacia afuera, a veces ustedes creen
que todo cambiaría mejoraría si se ganaran una
Lotería,
que todo mejoraría si tuvieran un hijo, si se casaran si se separaran, que todo
cambiaría si los ascendieran, si consiguieran un trabajo nuevo, si estrenaran
una casa y no desconocemos que estas cosas materiales son importantes pero
cuántas veces pasan todas esas cosas materiales que justifican su dolor y se
dan como una bendición y ustedes siguen sufriendo. Y ustedes siguen padeciendo,
siguen buscándole cinco patas al gato porque no importa qué puede pasar afuera
si ustedes adentro no encuentran un espacio de amor y de gratitud y de hablarse
ustedes mismos con cariño y hablarse ustedes mismos con la verdad será difícil
que afuera eso pueda suceder y sabemos que no quieren solos, sabemos que muchas
cosas las han hecho solitas y deben sentirse orgullosos de todo lo que han
hecho por ustedes mismos; ahora los acompañamos más que nunca porque muchas
veces nuestro acompañamiento ha sido silencioso, pero en cierta manera tocando
corazones de personas y a veces diciéndoles al oído aquí hay un cambio de vida para ustedes.
Los acompañamos y los bendecimos para
que empiecen una nueva historia, para que sientan de forma amorosa que estamos
para ustedes y de una manera bonita sientan que no vengo a regañarlos, muchas
veces hablo con la pasión de mi voz, con la pasión de mi verdad y de mi deseo
de verlos felices, pero también los acompaño en todo momento para transitar ese
camino nuevo donde su vida cambie, donde mejore, donde ustedes se sientan bien
y donde vuelvan a iluminarse para no sentarse en la vida a esperar a ver cuándo
se mueren.
Sentarse en la vida a esperar hermanos
cuándo Dios se acuerda de ustedes para sacarlos de aquí como si fuera un mal
baile, una mala fiesta, puede ser un proceso muy largo, muy aburrido, mientras
están en esta vida no importa la edad que tengan siempre hay algo nuevo que
aprender y Dios siempre busca razones e ilusiones y les manda razones para que
vuelvan a sentirse vivos y para que sientan que no son un estorbo, que no son
un problema, que no son la fuente de una discordia o la fuente de un problema o
de una preocupación, así que prepárense
para lo mejor y recuerden hermanos que puede dar miedo el cambio pero
que también los acompañaremos para que disfruten el proceso y sientan que lo
pudieron vivir de la manera plena porque han estado acostumbrados al fracaso y
es difícil para ustedes creer que la vida puede ser buena y que lo pueden tener
todo y que se asustan de pensar en todo lo bueno que pueda pasar, pero que
estamos trabajando con ustedes para que eso suceda.
Dios los bendiga en la gracia de mi Padre,
Jesús de Nazaret muy buenas noches.
Meditación de Liú Buenas noches, Yo soy Liú. Vamos a hacer
Polo a tierra, vamos a empezar a respirar profundo, a sentir este cuerpo
maravilloso, a recordar que este cuerpo físico está diseñado para vivir en el
movimiento, en el placer, que el cuerpo físico no está para quedarse quieto,
que es necesario con cariño empezar a hacer movimientos profundos.
Y fíjense que cuando empieza a doler
algún músculo empiezan a sentir que se quedó pegado y que se les olvidó que esos
músculos existían. Vamos a llevar nuestra cabecita delante de atrás en profundos
si, para poder liberar ese peso que tenemos en los hombros en el cuello, en la
espalda, dejamos nuestra cabecita atrás, estiramos el cuello, y por detrás
vamos derecha izquierda para liberar toda esa tensión para desmontar todos esos
micos que tenemos al hombro, volvemos al centro dejamos caer la cabecita
adelante y sentimos como esos dolores musculares se van disolviendo porque van
pidiendo una respiración más profunda.
Llevamos por delante nuestra cabecita
izquierda y derecha y sentimos como esos músculos que han estado pegados, que
nunca los movemos empiezan a estar más flexibles, dejamos la cabeza al centro,
la subimos para mirar el frente y llevamos nuestra cabeza en no profundo
izquierda y derecha, vamos a hacer todos los días esos ejercicios básicos de la
cabeza y se van a dar cuenta que el estar entumecido se va a quitar…(sigue)…
Mira
los videos en el canal youtube…. magio ángeles ii
Respiran profundo les dejo mi mejor
energía y me llevo la de ustedes yo soy Liú
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