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sábado, 27 de enero de 2024

 


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Rosario 25 Enero de 2024

 

María Virgen

Mis hijitos y mis hijitas buenas noches, yo soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra, reciban todos ustedes mi bendición los presentes y en la distancia, y la de Dios Padre Todopoderoso, la bendición de sus familias, de sus hogares, en Padre Hijo y Espíritu Santo.

Cuando les decimos mis hijos amados que bajen la guardia no es que renuncien a la vida o que permitan que el mundo venga a hacerles daño a las personas vengan a hacerles daño; es bajar de toda esa presión que tienen en su entorno para poder vivir internamente en armonía, para recibir el acompañamiento divino para que las condiciones cambien y puedan ustedes sentir esa paz de no tener un agresor, de no vivir en peleas continuas con personas del pasado, peleas mentales con seres que no tienen la oportunidad en un momento de hablar claramente con ustedes.

Poder llevar esa paz en su corazón hace que los diálogos se den diferente con las personas que hay a su alrededor, que sean conscientes que si hay personas que les han hecho daño así se adrede, esas personas no tenían la conciencia del respeto, del valor de su vida y que ustedes puedan saber que muchas veces también en sus hábitos de defensa están desquitándose con quien no deben, están dándole a otros el poder de su vida porque se pierden en el centro de su paz y de su tranquilidad y mi Manto Sagrado pretende restaurar ese afecto, ese amor, esa confianza, entender a esas personas pero especialmente confortarlos para que ustedes no se llenen en las culpas de cómo deberían de ser o actuar, en entender que incluso con las mejores intenciones o de la mejor manera, si se tratara de juzgar, saldrían castigados por aquellos que a su alrededor pueden sentirse sus jueces.

Hoy pueden sentir que se liberan del pasado y que aporta ese pasado a su experiencia y que cualquiera que fuera el camino que hubieran podido elegir este camino está guiado en Dios, está protegiéndolos en que la voluntad de Dios es lo suficiente para que ustedes puedan saber que todo están amparado bajo su gracia.

Venimos a llenarlos de una nueva energía para que restablezcan su camino en la paz y en la tranquilidad, para que se sientan más tranquilos con todo lo que viven y hacen, para que puedan vivir este momento con la tranquilidad de que aquellas cosas que son su conflicto, que son su problema, que son su preocupación y sobre lo que ustedes no pueden hacer más, es necesario entregarlo a Dios, es necesario confiar y es necesario visualizar que todos los problemas tendrán solución y que estos problemas lo tendrán no solamente como ustedes lo puedan pedir sino incluso en caminos que ustedes no pensaban que podían superar las expectativas de lo que ustedes podían querer o podían ustedes visualizar en forma negativa.

Hoy mis hijos de mi corazón les ofrezco igualmente mi Manto Sagrado para que puedan sentir en mi presencia toda mi comprensión de madre, toda mi alegría de poder compartir con ustedes una enseñanza nueva, de poder traerles la luz de Dios para que puedan sentir la complacencia del Padre frente a todo lo que viven e igualmente la tranquilidad.

Es el momento de que se observen a ustedes mismos para revisar como todo el tiempo están enfocados en lo que no quieren, en el qué dirán, como todo el tiempo están enfocados en su autocrítica o la crítica a otros o incluso la crítica sobre qué Dios no hace o qué no hacemos por ustedes en forma eficiente o de qué manera pueden sentir que no los oímos o no los acompañamos o no los ayudamos como ustedes esperan.

Cuando logramos entrar a su corazón y pueden sentir que este es un lazo puro de amor, todo empieza a ser mágico, sus lágrimas dejan de ser de amargura y de dolor y sus lágrimas se transforman en alegría porque saben que Dios les mostró que estaba ahí con ustedes y que les pudimos acompañar y ayudar en aquello que no fue posible en su vida, como sus hermanos del cielo, como quienes venimos a hacer más fácil su proceso de vida.

Reciban mis niños la bendición del agua, la bendición de sus alimentos, la bendición de sus nuevos proyectos de vida de este año maravilloso que está trayendo a ustedes la luz de una nueva esperanza, de todo lo que hay que confiar en que aunque dé miedo, aunque entristezca, está dado bajo un amparo divino en todo un proceso de transformación.

Reciban todos ustedes mis hijos de mi alma mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, con todo mi amor Yo soy María Virgen.

Jesús de Nazaret

Buenas noches en la Gracia de mi Padre Jesús de Nazaret .

¡Feliz de venir a quitarles todo ese peso que tienen en sus hombros! Que entreguen todas sus mortificaciones, que puedan también a veces dejar de pensar tanto y tanto, tanto, tanto, porque terminan con esa cabeza embombada y sin saber realmente cuál es la verdad, pero muchas veces encontrar su verdad hermanos se logra en el silencio, se logra en la autoobservación, se logra en lograr ver que siempre hay espejos a su alrededor que son muy importantes en su vida y que como les he dicho en otros momentos si alguien les molesta, si alguien los confronta, si alguna experiencia de la vida los amarga es importante mirar cuánto de esto hace parte de mí, cómo vibro con eso, cómo me conecto con eso, cómo me engancho con esto y empiezo a tener mucho de esto de mi representado en esas personas que puedo en un momento sentir como ser humano que no me caen bien, que me molesta la vida o en los eventos repetitivos que pueden como humano hacerme en forma individual sentir confrontado continuamente y pasar de problema en problema, de circunstancia en circunstancia, de mala racha en mala racha y si bien es cierto que hay momentos fuertes de la vida trascender de ellos es entender que se aprendió de ellos, tomar un aire para reflexionar sobre todo lo que pasó, sanarse de lo que pasó, porque el camino del perdón es saber que la vida deja heridas cuando esas condiciones son tan fuertes y necesitan un segundo aire para poder decir desde más arriba de lo que es la mente o más arriba de lo que es el corazón o el cuerpo yo puedo perdonar y puedo superar eso porque se necesita ayuda para comprender lo incomprensible, para perdonar lo imperdonable, para superar lo insuperable dentro del concepto terreno y por eso hoy la luz del Espíritu Santo está descendiendo para esto, está encendiendo para llenarlos de sabiduría.

Cuando hablamos de sabiduría hablamos de una experiencia más allá del conocimiento de un poco de información que puedan tener en su vida. La sabiduría es el poder ponerse en ambos lados de la balanza y poder entender todo lo que tiene este trasfondo de la vida en forma positiva y por eso el hombre sabio, la mujer sabia es aquella que puede trascender de lo que está bien o está mal a un punto de comprensión más cerca del Padre y el Padre les logra mostrar el sentido que ha tenido las experiencias más difíciles, más dolorosas, el sentido que ha tenido aquellas confrontaciones o aquellos momentos en los que se han sentido solos porque la voluntad del Padre es llevarlos de la mano a que esas experiencias que ustedes le han pedido vivir en forma intensa puedan realizarse pero también les digo que hasta el último instante de la vida se pueden arrepentir de una experiencia dolorosa y si bien ha sido entrenados para para creer que eso tan bueno no dan tanto y asustarse con las cosas buenas de la vida, también necesitan ayuda para todas aquellas cosas que ustedes necesitan mejorar en su vida.

Así que dejen de decir que ustedes no son materialistas. Ustedes están encarnados en la Tierra y el cuerpo necesita cosas materiales para su bienestar, necesitan conectarse con la vida en la Tierra, ¡claro! por supuesto que sin olvidar que su paso es transitorio, pero sí con una nueva intención hermanos y es que este paso sea un paso que valga la pena porque se sienten plenos en ello y se sienten felices pero que si la vida se vuelve dura y difícil es porque así lo han elegido ustedes y necesitan de alguna manera saber de lo que son capaces por sí solos, como el niño que no quiere que el padre le tienda la mano cuando comienza a caminar y que quiere saber que lo puede hacer solo y Dios hasta en eso los respeta.

Pero la demora que el hijo empieza a pedir ayuda y le tiende las manos, ese hijo tiene la confianza de saber que no va a caer porque ese padre cuidará y velará de él para que siga adelante sin tener que aprender en el dolor, en el sufrimiento, sin tener hermanos que aprender de formas difíciles y dolorosas y hoy nos vamos a unir todos en oración para restaurar la Tierra, para permitir que haya ese equilibrio, para entender que la Tierra puede restaurarse a través de un proceso de un deseo continuo de apoyar, de facilitar la vida, pero que el proceso no lo hagan en la culpa de si ustedes han dañado o en la culpa es si le están metiendo mano a algo que no deben sino en la licencia del amor para sentir que reverdecen los pastos, que los animales de los ecosistemas reciben esa recuperación, que la tierra después del fuego vuelve y se restaura a sí misma y que hay una recuperación de la naturaleza y del equilibrio de este clima.

Dios los bendiga queridos hermanos en la gracia de mi Padre Jesús de Nazaret muy buenas noches.

Meditación de Liú Buenas noches, muy buenas noches yo soy Liú.

Vamos a poner nuestras manitas en nuestras rodillas vamos a hacer Polo a tierra, nuestras manitas en nuestro regazo y vamos a permitir que la energía del vacío una nuestros dedos pulgares y ponemos en nuestro segundo chakra un poco más abajo del ombligo, descansamos nuestras manitas y empezamos a crear desde esa energía del corazón y de las oportunidades del vacío que como creadores, como hijos de Dios nos lleva a buscar estos propósitos de la vida; encontramos esos propósitos particulares en la confianza del mañana, en la comprensión del pasado y en la tranquilidad del ahora.

A partir de nuestra respiración, de nuestro aliento divino ponemos en nuestra pantalla mental el sol, nos reconciliamos con el sol, nos reconciliamos con el calor que llega a la Tierra y al ver al sol como nuestro amigo, no como nuestro enemigo, lo bendecimos; bendecimos todo lo que él en forma positiva hace incluso cuanto a nuestros ojos pueda no serlo.

Nos reconciliamos con la lluvia, con esas nubes que se van formando en el cielo y empezamos a ver en nuestra pantalla mental como se van recogiendo nubes a nuestro alrededor, como ese mismo sol calienta las aguas, las lleva al cielo y hace las nubes, cómo se activa el ciclo del agua y cómo el mismo sol evapora el agua, la sube al cielo y como esas nubes empiezan a ir hacia esas zonas donde hay incendios.

Empezamos a ver como ellas empiezan con el aire mismo como otro elemento de la naturaleza y de la vida a unirse una y chocar una con otra y empezar a caer en esos nubarrones el agua para empezar a apagar esos fuegos, comprendemos que en forma proactiva y destructiva la tierra continuamente está haciendo movimientos entre los cuatro elementos para generar el ciclo de la vida agradecemos a cada uno de los cuatro elementos, agradecemos al fuego, al agua, al viento, a la misma madre tierra por este proceso importante que estamos viviendo y ayudamos desde nuestra naturaleza consciente a permitir que se dé ese equilibrio y sentimos con una sonrisa cómo hemos podido participar bajo nuestra inteligencia en la restauración de los pastos, en la restauración de los frailejones, en ir a esas zonas elevadas de las cumbres donde esos nubarrones viajan y empiezan a permitir que esa agua empiece a llenar los embalses, empiece a llenar los suelos, como se humedece la tierra, los subsuelos de la tierra, empiezan a guardar esas aguas para que en aquellos momentos en que caliente esas plantas estén alimentadas, agradecemos lo que toda la madre tierra produce como alimento nuestro a partir de el visualizar los campos nutridos, cómo podemos visualizar los metales y todos los elementos que hacen como minerales que la tierra esté negra, que la tierra esté llena de nutrientes para que nuestros alimentos lleguen a nuestra mesa llenos de toda esa nutrición y toda esa comprensión de que necesitamos la protección de la Tierra, que la Tierra quiere cuidarnos,

Hacemos un convenio con la Madre Tierra de honrarla, de agradecerla, de respetarla y de permitir que la Madre Tierra igual nos honre, nos respete, nos cuide,  somos parte de ella. Entendemos cada uno de los ciclos de la vida, de los ciclos del movimiento de la Madre Tierra y somos respetuosos frente a toda esta creación hecha por Dios de una forma perfecta donde no hay un solo elemento que no corresponda a una grandeza donde ni una sola hoja se mueve sin la voluntad de Dios y donde al entender este amparo divino así no comprendamos desde nuestra naturaleza terrena lo respetamos y nos damos el permiso como hijos de Dios de permitir, apoyar esta creación de forma amorosa.

Llevamos nuestras manitas al frente en actitud de oración, sentimos como las temperaturas empiezan a bajar, cómo podemos preparar esta noche en alegría para permitir que bajo esta luz de la armonía de los acuerdos se logre esa lluvia que pedimos se logre ese equilibrio que pedimos también en nuestra vida individual, en nuestros ecosistema interno para que a nivel interno nuestro cuerpo funcione perfectamente, estemos sanos y de nuestra condición sana interna proyectemos esa condición sana a nuestra Madre Tierra.

Respiran profundo vuelven a este espacio.

Les dejo mi mejor energía me llevó la de ustedes yo soy Liú.

Mira los videos en el canal youtube….  magio ángeles ii



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