SHAMUEL ARCÁNGEL en Marzo, Inscripción
Habla por teléfono con tu Ángel de la Guarda.
María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas buenas noches, reciban
todos mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, la bendición de sus hogares,
de sus familias, de sus cuerpos, en el nombre del Padre del Hijo, del Espíritu
Santo, amén.
Inmensamente felices mis hijos de poder
entrar a sus hogares y compartir este momento espiritual tan importante;
felices porque podemos sentirlos más cerca que nunca y porque aunque siempre
estamos ahí en los momentos más lindos y más difíciles de su camino también
estamos en aquellos momentos en que necesitan de esa compañía celestial
necesitan de poder entender todo lo que sucede en su mundo para poder sentirse
en un orden más conectados con la voluntad de Dios.
Dios
mis hijos de mi alma deja que todo suceda porque para Dios hasta las cosas más
difíciles, hasta las cosas más malas representan en la vida una oportunidad de
transformación, una hermosa oportunidad de aprendizaje de crecimiento y cuando logran ver que detrás de cada
cosa difícil hay un gran regalo empiezan también a trascender de ello y
empiezan también a sentir nuestra presencia. Venimos a abrazarlos mis hijos
desde esa luz divina, venimos a recordarles este acompañamiento que hacemos y
estamos hoy entrando en su ser más profundo para restablecer su confianza y con
ese inmenso amor de Dios empezar a sanarlos, sanarlos mis hijos de esas
molestias físicas que han estado manifestando, que puedan sentir que su sistema
de defensas va creciendo y que bajo este amor infinito que Dios tiene empiezan
a sentirse mejor, empiezan a respirar mejor, empiezan a sentir en su ser toda
la tranquilidad de esa seguridad y esa confianza en que van a mejorar, en que aquellos que están sanos no
necesitan esa experiencia difícil y dolorosa y quienes están pasando por ella
pueden conectarse con la vida en la certeza de que respetamos su libertad pero
también los acompañamos para que puedan tomar esa decisión de sanar
y puedan sentir que en esa
decisión espiritual están dejando que el Padre Celestial haga su tarea.
Los estoy bendiciendo cada uno de ustedes
mis hijos con esa sanación superior, los estamos envolviendo en esa luz
divina para poder fortalecerlos y al mismo tiempo acelerar esos procesos
difíciles que han estado pasando y que puedan sentirse en paz y tranquilidad,
que puedan aprender a controlar esos pensamientos difíciles y puedan residir en
la paz del corazón sabiendo que nos tienen a su lado; tenemos la enorme ventaja
de estar más que nunca conectados en una nueva vibración donde pueden
percibirnos y donde toda esa oscuridad, donde toda esa maldad, donde todo ese
temor desaparece para que sólo
exista en su ser la confianza, para que solamente exista en su ser la
certeza de ese acompañamiento y de ese cariño que tenemos por ustedes.
En momentos como estos mis hijos más que
estas palabras que podamos decir queremos que nos sientan en su corazón queremos que cierren sus
ojos y perciban que esta oración es el alimento que su espíritu necesita y que
reconforta, reconforta su ser porque la oración no solamente es el alimento del alma, la oración es también
ese regalo que los hace conectarse con esa fuente divina y recordar de dónde
vienen recordar mis hijos hacia dónde van y sentir ese acompañamiento.
Hoy bendecimos mis hijos los alimentos que
consumirán esta noche, bendecimos ese mercado que tienen en su casa, limpiamos
cada espacio de su casa para que se llene de luz, para que en cada espacio de
su casa haya amor; los bendecimos a todos desde ese bebé que está ahí en el
vientre de mami, hasta ese ancianito de la casa para que todos puedan recibir
esta bendición del Padre manifestada en salud, manifestada en recuperación.
Hoy mis hijos de mi alma este Rocío de la
noche está invadiendo todo su ser en esa serenidad del Padre y en esa certeza
de su presencia; el aire se está purificando y se está bendiciendo en el nombre
de Dios para que cada vez que respiren el aire se purifique y puedan sentir que
lo que están respirando ya no es toda esa fragilidad de un entorno que los
ataca, de un microorganismo que los ataca, sino que tienen esa respiración ya
limpia donde no necesitarán esa experiencia de una enfermedad.
Les hablo mis hijos de mi alma a cada uno
de aquellos que están en este momento en una cama de hospital, aquellos que
están resguardados en su casa enfermos de este virus o temiendo de tenerlo para
que en el nombre de Dios puedan darnos y darse esa orden de recuperarse y
puedan sentir que tenemos toda la voluntad de que ya obren sanos, de que ya se
sientan sanos; hoy mi Manto Sagrado y la bendición del agua que tienen y que
van a tener en sus mesas de noche en sus bidones de agua, en sus jarras de agua,
en sus botellones está bendecida en el nombre del Padre porque están rodeados
de todos los ángeles del cielo, están rodeados de todos los guías y los
maestros espirituales que estamos acudiendo a sus casas, a todos los médicos
celestiales que les estamos llevando la sanación que requieren, la recuperación
e igualmente estamos llegando a todos sus rincones y a todas aquellas personas
que están en esta hermandad obrando en el beneficio de otros haciendo cada vez
más su trabajo por el amor de hacerlo que por la necesidad.
Reciban todos ustedes mis hijos mi gratitud
por permitirme entrar a su vida y por permitirme como madre de ustedes darles
ese confort, darles esa confianza y que este momento sea un momento de gozo y
que cada momento en adelante tenga esa alegría de estar vivos y la confianza en
que la vida seguirá siendo mejor y que todo se recuperará y que todo se podrá
tener en unas condiciones mejores para todos.
Reciban mis niños de mi corazón mi
bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, la luz del Espíritu Santo llena de
recuperación y de luz con todo mi amor Yo soy María Virgen muy buenas noches
mis hijitos hasta siempre.
Jesús de Nazaret
Buenas noches hermanos. En la Gracia de mi
Padre Jesús de Nazaret.
Como siempre muy contento de poder hablar
con ustedes llevándolos a que puedan vibrar en un orden superior, llevándolos
en esta noche a que ustedes puedan recuperar esa confianza, que puedan sentir esa seguridad de
estar en sus casas pero también esa certeza de que estamos acompañándolos a
todos en esos lugares distantes, en esos lugares remotos, en esos lugares donde
también están trabajando en pos de que todos puedan recibir el acompañamiento,
que todos puedan recibir la guía y yo como su hermano mayor como aquel ser que
viene del Padre me doy hoy la licencia
de traerle al mundo la luz, la luz de la sanación, me permito y ayudarles a
todos ustedes mediante esta voluntad divina a que puedan recuperar esa confianza
y al mismo tiempo recuperar esa salud.
Vengo especialmente hermanos a que
recuperen la alegría perdida y que se vaya de su ser la tristeza, la nostalgia
de la misma vida; hoy muchos están llorando en diferentes lugares por la
tristeza de aquellos que se han ido, otros por el temor que tienen a perder a
sus seres amados, pero quiero
decirles queridos hermanos que todo esto que está pasando no está excedido a la
voluntad del Padre.
Existen
dentro de la libertad del hombre límites y si todo esto ha pasado es porque
detrás de esto que sucede Dios sabe que en la inventiva del ser humano hay
muchas cosas que pueden llevar al fortalecimiento del ser; estamos envolviéndolos con esa luz y esa
vibración superior que tal vez es difícil entender en momentos como éste en que
están gobernados por una mente escéptica o una mente temerosa o un concepto de
lo que es la realidad, pero cuando logran ascender a esa luz empiezan a entender que son más poderosos
de lo que se imaginan y que ustedes queridos hermanos tienen la capacidad de
unirse a partir del amor para poder sanar a todos, para poder decirle a
su cuerpo hoy estoy sano para poder decirse a ustedes mismos que no
requieren una enfermedad para reflexionar, para cambiar, que no necesitan una
enfermedad para hacer un alto, que están aprendiendo a hacer este alto en la
vida para poder conservar su tranquilidad y el concepto verdadero de la vida que es poder sentirse
felices haciendo esa tarea, es el momento queridos hermanos en que la
humanidad debe bajar la guardia frente a luchar, es el momento en que el ser
humano debe entender que ha sido demasiados siglos de guerras, demasiados
siglos de imposiciones de unos frente a otros y de pequeños poderes sometiendo
a otros.
Hoy estoy hablando desde la luz del padre a
todos aquellos que tienen el poder y la responsabilidad de pensar en lo que
significan aquellas personas que le han sido otorgados como parte de un sistema,
aquellos que los siguen y que en ese poder que tienen pueden elevarse al poder
del servicio, al poder de la sabiduría, del bienestar común y de esa
responsabilidad que hay frente al hacer las cosas bajo la luz del amor y bajo
la luz del bienestar de todos, por eso así como este cambio hoy está
representando para el mundo una oportunidad de transformación frente a todo lo
económico y lo material créanme que nos estamos sirviendo de esto que su cuerpo está teniendo en su ser
para elevarlos a un nivel más potente
para que de esto salgan totalmente fortalecidos y donde puedan salir inmunes no
solamente en un futuro a este virus sino a cualquier tipo de enfermedad para
que se declaren en sanidad y cada vez más pueden vibrar en el poder de moverse
en la vida en la recuperación y que los altos de la vida que lleguen a hacer no
sean esos altos obligados por que sometieron su cuerpo a excesos porque no
supieron cuidarlo y valorarlo sino que los altos en la vida lleguen porque
realmente han decidido escuchar su cuerpo para darle la recuperación y el
bienestar que él requiere y que no sean las condiciones extremas las que los
hagan parar.
Venimos con toda nuestra disposición a
decirles que los amamos
profundamente y que queremos que nos abran su corazón; cuando nos aman,
cuando logran sentir lo importante que son para nosotros, cuando logran entender por qué la
vida funciona esta manera en que la libertad lo permite todo pueden realmente
entender que hay un ser superior infinitamente sabio y amoroso que está
preservando y va a seguir preservando este mundo y que va a seguir en ese
enamoramiento del ser humano y de la tierra.
Créanme queridos hermanos que estamos
totalmente enamorados de ustedes y que no hay una sola persona en esas
condiciones de estas situaciones que están pasando no hayan querido como
espíritus decidir irse en conjunto para también dejar un mensaje, para volver a
la luz del Padre, para recordarles el valor de la vida sintiendo que realmente
es de cara la muerte donde se logra valorar la vida, donde se logra valorar a
quienes hay al lado, donde se logra realmente comprender el sentido de esta existencia
de cómo se los he dicho hoy, no es la lucha, no es la venganza, es realmente el experimentar
este mundo como una hermosura como una maravilla donde todos caben
queridos hermanos y donde créanme que pueden funcionar y vivir de forma
maravillosa porque la voluntad del Padre es que la Tierra se expanda, que pueda
multiplicarse pero que en forma responsable bajo su propia voluntad decidan
también proteger a otras a esas pequeñas especies y darse la oportunidad de
crecer en forma responsable no en forma impuesta de unos sobre otros y de quién
tiene el derecho de vivir o quién no tienen derecho de vivir porque hoy están
entendiendo que todos tienen el derecho y que cuando alguien decide que ya es su
momento de irse en esas condiciones establecidas por Dios donde difícilmente
queridos hermanos alguien dura más de 100 años, puedan entender que la voluntad
del Padre de que no sean eternos es también la posibilidad de poder entender
que hay unos límites seguros y amorosos y que para muchos la experiencia espiritual
de un siglo es suficiente y que puedan sentir que en el momento en que estén
preparados para nuevas cosas seguirán habiendo avances, seguirán habiendo
inspiraciones para que puedan lograr muchas cosas y que puedan seguir creciendo
como una comunidad amorosa porque la evolución de una humanidad no es
principalmente la tecnología sino la fuerza del amor y la responsabilidad que
hay para crecer en esa protección de unos frente a los otros, porque así es cómo crecen los mundos y
así es cómo crecen las grandes hermandades.
Los bendecimos queridos hermanos y los
convocamos a que cierren sus ojos, se conecten con esa luz de Dios en su
corazón y dejen que se expanda esa luz sanadora del Padre en su ser Dios los
bendiga con mi amor, mi respeto mi cariño y mi compañía incondicional, en la Gracia
de mi Padre Jesús de Nazaret muy buenas noches.
Liú Meditación
Muy buenas noches yo soy Liú, vamos a movernos,
giramos hombros hacia atrás, hacia adelante, incorporamos codos, remamos hacia
atrás, incorporamos las manitas las giramos atrás como si fuéramos en el agua,
hacia delante; llevamos los hombros arriba, tomando aire soltamos.
Frotamos las manos y las visualizamos de
color verde, las vamos a llevar a nuestros pulmones, a nuestro pecho, vamos a
darle todo ese cariño a nuestros pulmones, vamos a equilibrar desde nuestros
pulmones nuestra respiración, vamos a fortalecer a lo largo de nuestro cuerpo
nuestro sistema de defensas a partir de la médula espinal, a partir de esos
glóbulos rojos, blancos, esas plaquetas, en total armonía. Imaginamos todo ese
sistema de ganglios tranquilos, hemos estado angustiados y nuestro sistema de
defensa ha estado alterado ante cualquier cambio de clima y le decimos a
nuestro sistema de defensas que nos proteja pero que esté tranquilo, que todo
está bien, asimilamos todo lo que recibimos del entorno sin agresión, vamos por
nuestra casa confiados, seguros de que todo está bien, nos envolvemos en una
luz que transmuta y nos llenamos de esa confianza de esa luz violeta que nos
hace si debemos salir a la calle, si debemos comprar algo expandir nuestra luz
y transmutar cualquier energía negativa, cualquier virosis, cualquier actitud
también de desconfianza y transmutamos en amor nuestra energía para expandirnos
y darle a cada persona que conocemos a nuestro alrededor por la que pasamos en
la calle a 2 metros, todo
nuestro amor y nuestra confianza en que nada va a pasar y que desde
nuestra energía ellos también van a estar bien y nos empoderamos y los
empoderamos en esa confianza.
Llevamos nuestra cabecita delante y atrás
en un profundo sí para liberar toda esa tensión que hemos tenido del cuello, de
mantener una misma postura, decimos no a lado y lado para liberar la tensión
del cuello, de la espalda, decimos quizás a lado y lado y dejamos caer nuestra
cabecita delante para hacer círculos de cabeza por la derecha, círculos de
cabeza por la izquierda, ponemos nuestras manos a la altura de las axilas y
como si fuéramos gallinas aleteamos arriba y abajo nos quedamos arriba duele un
poquito y abajo; ahora llevamos adelante esos codos y los unimos para estirar
esa espalda y atrás… llevamos nuestras manos en dirección a la tierra o tocamos
la tierra si podemos y le entregamos a la Madre Tierra que es maravillosa que es
fuerte, que es nuestra madre, todas esas tensiones, todas esas preocupaciones, equilibramos nuestro campo
electromagnético y empezamos a sentirnos con una mayor energía, nos
sentimos con más ganas, sé que hemos estado con pereza, con cansancio, como en
un agotamiento raro que se va a empezar a ir en esta conexión con la tierra
para dormir tranquilamente, plácidamente en la noche y poder estar con buena
energía con buena vibra en el día, con ánimo, con ganas de hacer cosas, pasamos
de modo S.O.S. a modo de paz y tranquilidad,
a modo de creatividad, llevamos nuestras manitas enfrente en actitud de oración
para fijar el ejercicio para seguir haciendo ejercicios de estiramiento, hagan
esos ejercicios en su cama, hagan esas posturas diferentes respirando y
contando hasta 45 para que en esas duras diferentes utilicen y lleven oxígeno
hacia zonas del cuerpo que habitualmente no mueven y no ejercitan.
Hasta pronto les dejo mi mejor energía me
llevo la de ustedes yo soy Liú.
Escribe o cuéntanos de tu anécdota con tu
Ángel, la envías al correo unahistoriadeangeles@gmail.com y
la publicaremos en el blog
unahistoriadeangelesparati.blogspot.com