María Virgen
Mis hijitos y
mis hijitas queridas, muy buenas noches. Reciban todos ustedes la bendición en
este recinto y en la distancia mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso. La
bendición de sus hogares, de sus familias, en el nombre del Padre del Hijo, del
Espíritu Santo, amén.
Hemos querido
hablar mis hijos de mi alma en las últimas charlas de la trascendencia del espíritu, queremos que
entiendan que el espíritu es mucho más grande que solamente el paso de la Tierra,
que a veces para poder hacer esa experiencia de la vida de una forma más
intensa los espíritus
deciden olvidar su pasado, deciden creer que la única opción es ésta en esta vida y que de pronto no
hay un futuro más grande que no hay una oportunidad de volver al
espíritu de la forma libre como se supone que debe ser y por eso se venimos
siempre a intervenir y a interceder por ustedes para que entiendan que la vida
en la Tierra no es lo único,
que ustedes pueden vivir este paso por la Tierra con un deseo enorme de
disfrutar tantas cosas, tantas maravillas y hacer uso de tantas experiencias
que Dios deja en el ramillete de posibilidades pero que también deben entender
que cuando logran esa
conexión con su espíritu superior cualquier dificultad, cualquier problema, por
más grande que sea, se minimiza frente a la comprensión de entender que todos
los problemas tienen solución y que todas las cosas pueden mejorar y que
cuando la tal vez la única opción que todo tiene en la vida pueda ser ese
final, puedan entender que nunca
hay un final vano, puedan entender que nunca hay una vida desperdiciada
y que tal vez si pudieran abrir un poco más su corazón sabrían que los seres
que los amamos así no nos vean siempre estamos con ustedes y que no solamente
estamos para decirles que todo va a salir bien después en el futuro, sino que
también venimos a traerles
también la paz, la luz de Dios, decirles que esos seres que ustedes han
amado y se han ido hoy más que nunca están cerca de ustedes regalándoles el
amor, que los acompañan tal vez en los momentos más difíciles, más solitarios y
que si pudieran recibir un consejo de ese ser querido amado que se fue, les
diría “estén tranquilos, disfruten más la
vida, desenfádense de tanta mortificación, no es necesario amargarse tanto para
poder lograr las cosas” y creo que al mismo tiempo ellos les dirán “aquí donde estoy, estoy bien, estoy contento,
aquí también estoy aprendiendo cosas nuevas y también estoy en paz” por eso
nosotros venimos siempre
desde el Padre Celestial a traerles la paz y especialmente traerles todo el
amor que Dios tiene por ustedes, pídanle a Dios que amplíe su comprensión.
Hoy llega bajo
esa comprensión de Dios el Espíritu Santo para que puedan dejar a un lado las
resistencias, las luchas, las batallas, las guerras, los enemigos, para que puedan fluir con la
vida y en ese fluir con la vida entender que no tienen que demostrar
nada, entender mis hijos de mi alma que todas esas noches oscuras, todos esos
problemas y conflictos tienen un final y que aunque puedan estar mortificados
en este momento por algo, todo será sanado y que los dolores más grandes, los dolores de las pérdidas más
grandes, se superan cuando ustedes abren su corazón a Dios y dejan que Dios los
sane, les ayude porque hay un momento donde la comprensión humana del
pensamiento, donde los emociones se confunden tanto, donde el cuerpo se cansa
tanto que lo único que necesitan es ayuda y por eso oren por las personas que están confundidas,
oren por aquellas personas que están en la noche oscura y necesitan
restablecerse y si ustedes mis hijos de mi alma están pasando por esa noche
oscura pidan por
ustedes, pidan que oren por ustedes, a veces muchas más de las que se imaginan,
una oración tiene el
resultado que no puede dar el dinero o tal vez que no puede dar una
palabra o tal vez que no puede dar la comprensión terrena, porque el alimento espiritual mis hijos
es muy valioso, es muy importante.
En muchos
lugares invito a las familias a la oración no sólo tal vez por lo que algunos
dicen que el que peca y reza empata
sino también porque quién ora entra luz a su vida, quien permite que la oración
llegue también hay una fuerza que nace en la conexión con el espíritu por eso
mi hijo amado enseñaba que no solamente
de pan vive el hombre y que necesita el ser humano llenarse de tranquilidad
y de Esperanza a partir no solamente de las palabras de que todo va a estar
bien, va a mejorar, de que todos tus problemas se van a solucionar o que se van
a sanar o que sus seres queridos lo van a hacer o que van a tener un empleo,
una familia, unos hijos o que esos problemas tan difíciles familiares se pueden
solucionar, sino también entender que a veces lo único que necesitan es
sentirse amados, sentirse queridos y no haber una razón porque para amar no hay razones
y sencillamente cuando ustedes se permiten ser, se permiten amarse y se
permiten sentir que todo lo que sucede en esta vida está revestido de amor por
más difícil que sea puedan realmente ver al final del camino que todo ha tenido
una razón y que están trascendiendo hacia algo más grande donde cuando se
vuelvan a presentar estos problemas o dificultades ya ustedes tendrán una
actitud diferente o incluso llegará un momento en que necesitarán ver cosas distintas
y ya no verán esas experiencias duras porque ya no las van a necesitar más.
Bendecimos mis
hijos de mi corazón los alimentos que van a consumir en esta noche, los
bendecimos en esta fría noche pretendiendo que en estos lugares donde los
climas son difíciles reciban esa compañía de Dios manifestada en el calor
humano, en las cobijas, en el fuego, y en tantas cosas que representan también
la satisfacción de las cosas sencillas de la vida.
Reciban niños
de mi corazón mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, con mi amor y el de
Dios yo soy María Virgen. Muy buenas noches hasta siempre.
Jesús de
Nazaret
Buenas noches hermanos. En la Gracia de mi Padre
Jesús de Nazaret.
¿Cómo están ustedes? Bueno, a veces pasan
cosas difíciles en la vida y se pregunta el ser humano de qué vale creer, de
que vale orar, de qué vale soñar, o portarse bien y resulta que el tema más
difícil es permitir que el corazón se corrompa porque cuando el corazón pierde
la ilusión, cuando el corazón empieza a vivir en la mortificación del ser
resulta que ese corazón empieza a padecer y empieza a sufrir y empiezan a
sentir que todo lo que han amado, todo lo que han querido pierde sentido y
pierde valor.
Pídanle a Dios que no pierdan ese corazón
noble, que cuando vayan a tomar una decisión acudan al corazón, acudan a la
comprensión desde el amor porque muchas veces en la mala hora cuando se deja
llevar de rabia no saben si ustedes se agreden a ustedes mismos o pueden
agredir a otra persona dejando que la violencia, dejando que igualmente las
cosas difíciles puedan llegar, pero cuando ustedes permiten que ese corazón está aflorando desde el amor el
seguro del amor también es una protección para que no les hagan daño;
porque a veces se piensa que para que no les hagan daño a los demás tienen que
endurecerse, enfriarse, gritar, tratar mal a las personas, empezar a hacer un
poco de estrategias duras y difíciles para que las personas puedan valorarlos,
puedan respetarlos, pero muchas veces es el miedo, muchas veces son los agobios,
las incertidumbres de la vida las que los llevan a actuar con desespero y a veces
sintiendo que el corazón se ha apagado y que han perdido la ilusión de la vida.
Pídanle a Dios que no pierdan esas
ilusiones, pídanle a Dios
que puedan también restablecer su confianza en Él, porque restablecer la
confianza en Dios es volver a ser como un niño y saber que Él sabe cómo hace
sus cosas pero no como aquella voz trinada o dolorosa y amarga sino que confiar
en Dios significa entender que las cosas que les están pasando hay grandes
regalos y no hay un castigo, que puedan aprender a decidir a vivir en la vida
con lo bueno de las cosas y que entiendan que cuando transforman las cosas
malas en buenas no para tragarlas de forma amarga sino para comprenderlas, esas
cosas terminan siendo un pilar de apoyo donde ya difícilmente como lo decía
ahorita Mi Señora podrán esas cosas volver a desestabilizarlos y por eso es
necesario que también puedan empezar a pensar diferente; muchas veces se
obsesionan con cosas en el fondo de su corazón ustedes no quieren tener, porque
no hay una sola cosa que
Dios no les de que no quiera darles en escencia o que no les convenga porque pasan en este
mundo concedidos por Dios tantas cosas que son duras y difíciles que pareciera
que Dios quisiera que ustedes aprendieran por dolor y sufrimiento. Cuando
ustedes realmente llegan a un estado de armonía y aceptan lo que les está
pasando entienden que hay que dejar que la vida fluya y nosotros también
podamos mostrarles el camino, puedan darse cuenta que esa ley resistente
desaparece al permitir que haya siempre la luz, tal vez la que menos se esperan
en el camino, tal vez la que no han planificado pero que indiscutiblemente
tiene unas bendiciones mayores y a veces el ser humano necesita perder pero no
necesita perder como un acto amargo impuesto por Dios o qué tengo que aprender
de forma difícil, sino como un acto de aceptación sobre transformaciones y
cambios de la vida, si ustedes quieren que la realidad cambie alrededor, que
los demás cambien con ustedes, que los demás tengan una actitud distinta ante
ustedes sean las personas más cercanas o lejanas, mírense por dentro en cómo
están actuando para que el mundo lo haga en forma agreste y violenta o
desinteresada, o imponente o amarga, qué es lo que ustedes le dan al mundo para
que éste reaccione de esa manera con ustedes y cuando abren su corazón en esa
comprensión del entendimiento de su propia verdad y de la de los demás pueden
elegir que esas situaciones y no tengan
cabida y que si lo vivieron ese sea un tema cerrado, finito, y siempre les
ayudamos a que al acabarse el ciclo empiecen otras cosas nuevas y en esa
aceptación del ciclo de la vida y de la voluntad de Dios adquieran nuevas
luces, nuevas ilusiones y adquieran
nuevas oportunidades que los hagan felices.
Ahora, si en eso que sucede ya hicieron
todo y así lo sienten, y sienten que hicieron todo porque sucediera y no fue
posible, que hicieron toda su fuerza humana para manifestarlo como querían,
dejen que Dios se encargue y ya no luchen más contra la corriente, que si lo
que Dios quiere es que yo pueda haber perdido las cosas porque yo necesité esta
experiencia o porque yo la pedí inconscientemente o porque yo la pedí
espiritualmente como quiera que sea, que ustedes digan “Bueno, bendito sea
Dios” porque miren por más mala que sea la vida para una persona hay muchas cosas buenas
y cuando una persona se prende de lo bueno de la vida desde lo bueno de la vida
cada vez hay más cosas, pero se han dado cuenta que cuando una persona se
prende de lo negativo se arma un hoyo en la vida y por ese hoyo se va todo y
todo termina siendo inútil y termina siendo amargo.
Y miren, así ustedes puedan agobiarse y
mirar qué puede tener de bueno todo eso pídanle a Dios que ilumine esas cosas y
esos recuerdos y esas personas o esas expectativas pero desde el amor y no de
la frustración, miren si
ustedes están pidiendo las cosas en forma amarga, miren si ustedes están
pidiendo las cosas de forma imponente,
miren si ustedes están pidiendo las cosas de forma orgullosa sintiendo que Dios
les debe algo o miren si realmente lo están haciendo con esa obediencia en el
corazón y miren cuántas veces ustedes son obedientes realmente ante la vida y
cuántas cosas las hacen por llevar la contraria, cuántos consejos no son
escuchados, cuántos consejos tienen en su vida la duda, la duda en ustedes
mismos, la duda en Dios, cuántas veces no están dispuestos a escuchar, porque así en momentos les
digamos lo que ustedes quieren escuchar en el fondo de su corazón miren si
realmente creen en lo que decimos
o miren si realmente están sintiendo que nada es verdad, porque la verdad como
la mentira reside en el corazón.
Los bendecimos y le traemos a ustedes
hermanos la luz del Espíritu Santo para abrir sus corazones, para que dejen que
la fuente del amor en todas sus manifestaciones llegue para que empiecen a
sentir cuántos regalos hay en su vida y se levanten dando gracias y se acuesten
dando gracias, que miren todas las cosas lindas de la vida y hagan a un lado
las culpas, hagan un lado los juzgamientos porque lo que suele pasar es que
ustedes juzgan muy duro y con la vara que mides serás medido, porque de la
misma manera como tú juzgas a los demás empiezan a juzgarte a ti, a ustedes y
nadie es perfecto queridos hermanos. Dios los bendiga y nos vamos con ustedes
desde su corazón para que sepan que no están solos y que los amamos
profundamente, con mi corazón y el corazón de Dios dispuesto siempre para que
puedan ser felices y lograr no solamente sus objetivos materiales sino aquello
que los hace felices, yo soy Jesús de Nazaret.
Liú Meditación “Muy buenas noches yo soy Liú, vamos a
respirtar profundo, permitir que la respiración amplíe nuestros pulmones y
darle la orden al cuerpo de recibir el aire bendito como primer acto externo
primordial de amor de Dios (sigue)…” sigue el ejercicio.)
Inscripcion abierta NUEVO CICLO DE ARCÁNGELES.
Escribe la historia que has vivido como encuentro
con tu ángel,
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