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sábado, 16 de septiembre de 2017

Rosario en Septiembre 14 de 2017
Arcángel Gabriel Martes 19 de septiembre 7 pm a 9:30 pm.

María Virgen
Mis hijitos y mis hijas muy buenas noches, soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra, reciban mi bendición todos ustedes los presentes y en la distancia, la bendición de Dios Padre Todopoderoso.

Es una inmensa alegría mis hijos poder saber que se puede unir todo un país en oración. Entender que el sueño de la paz es posible cuando hay voluntad para que eso suceda.Sólo basta empezar a hallar razones para vivir en paz, para vivir tranquilos, para vivir bajo la voluntad verdadera de Dios que es la de la comprensión como hermanos y no se preocupen mis hijos que aunque todavía haya unos pocos necios que sigan queriendo la guerra en este mundo, cada vez son más los que están despiertos y los que son conscientes de esa importancia que debe tener la reconciliación, el perdón y el poder ser responsables sobre el legado del mundo, lo que le están dejando a sus futuras generaciones.

Sigan siendo mis hijos de mi alma actores de paz y recuerden que cuando Dios llega a su vida, Dios establece que puedan disolverse todas aquellas mortificaciones y todas aquellas mentiras que estuvieron solidificando su mundo para que a partir de la verdad crezcan, a partir de la verdad evolucionen, a partir del amor puedan darse cuenta que todo puede mejorar, que todo puede sanar, que todo puede llenar su vida de una razón y de una esperanza para seguir.

Quiero mis hijos seguirles pidiendo que oren por la paz del mundo, sigo pidiéndole mis hijos que sigan estableciendo esa hermandad por los que sufren, con los que están mal y que en la comprensión de la Justicia Divina dejen que Dios se encargue de esas tareas que ustedesNO deben tomar en sus manos en forma justiciera. Sabemos que causa indignación que haya dirigentes que no lleven el camino del bien público, sabemos que causa indignación que haya personas injustas y personas que están haciéndole mal a otros, que siguen queriendo culpar a alguien más por sus decisiones de vida, pero ustedes no se pueden sumar mis hijos de mi alma al conflicto, a la guerra, ya conocen la historia del mundo, revísenla para darse cuenta de cuánto dolor y sufrimiento ha generado estar en un lado o en el otro, en un bando o en el otro no importa quién pudiera tener la razón.
Los bendigo mis hijos con mi Manto Sagrado y desde el Espíritu Santo de Dios bendecimos los alimentos que están consumiendo o que van a consumir en esta noche e igualmente queremos hacernos partícipes de esaimportancia que debe haber del volver a comer en familia, de volver a estar juntos, yo sé que la vida ha cambiado pero dense la oportunidad que no pase una semana sin haber encontrado ese espacio de familia para cenar alrededor de una mesa, para también reunirse como familia a bendecir y a dar gracias a Dios por la vida y porque se tienen mis hijos de mi alma los unos a los otros.

Reciban hijos de mi corazón mi bendición y la bendición de Dios Padre Todopoderoso la paz del Espíritu Santo, y la alegría que nos da el poder estar con ustedes acompañando sus vidas. Hasta siempre mis hijos de mi corazón, con todo mi amor yo soy María Virgen, muy buenas noches.

Jesús de Nazaret
Buenas noches hermanos Jesús de Nazaret.

Conversar con ustedes sabiendo que necesitamos que puedan sentir nuestra presencia, que puedan sentir nuestra compañía aunque podamos estar hablando para muchas personas en muchos lugares es muy importante y que sepan que les estamos hablando a cada uno de ustedes de corazón a corazón.

Hoy me voy a referir a muchos temas queridos hermanos que tienen que ver con la importancia de ser reflexivos en la vida. Es necesario que observen en este presente la forma como ustedes están actuando con ustedes mismos, con los demás, si se están dejando llevar por la rabia, si se están dejando llevar por la desilusión, por la tristeza, si sencillamente cuando están en grupo lo que dejan es que el grupo mande sobre ustedes y no poder decantar realmente de qué manera pueden actuar.

Quiero que revisen cómo se están comportando queridos hermanos en ese examen de conciencia primero con ustedes mismos, revisen si están siendo amorosos, si están siendo realmente compasivos con ustedes, si están escuchando su cuerpo, si están escuchando lo que su corazón, lo que su cabeza les está diciendo o sencillamente se están forzando a hacer cosas sin escuchar lo que llevan por dentro. Miren si realmente están siendo buenos hijos, si realmente están siendo buenos padres, si están siendo buenos empleados, si están siendo buenos amigos, hágan una reflexión no una crítica sino una reflexión amorosa sobre de qué manera ustedes se están portando con los demás, revisen queridos hermanos esos hábitos de hablar del que no está presente y no darse la oportunidad de cuando ven a esa persona decirle las cosas de frente, decirle esa persona qué les molesta o qué conclusión pudieron haber sacado al haber hablado con otra persona sobre de qué manera ayudarles, sobre de qué manera podría mejorar teniendo en cuenta que no son ustedes los que le van a cambiar la vida a otras personas sino que será ese acto reflexivo y amoroso el que les hará cambiar.

Recuerden que si hacemos una reflexión sobre la violencia, en los actos en que ustedes han sido violentos con alguien por las razones que sea, justificadas o no o alguien que ha sido violento con ustedes, el sentimiento de la violencia es realmente doloroso así a ti no te hayan pegado cuando ves que a alguien le pegan es doloroso, es difícil; es realmente triste ver que no se han podido establecer los caminos del diálogo para poder reflexionar, es triste ver a un padre y a un hijo peleándose a golpes, a unos hermanos, es triste ver a dos miembros de un mismo país y de una misma comunidad que se maten por un color de partido, por una camiseta o por una idiosincrasia. Por eso, es importante que ustedes al hacer esa reflexión de ver esa violencia se hagan el propósito y al mismo tiempo le pidan a Dios que no sean ustedes actores de esa violencia, que Dios les de la sabiduría y el don de la palabra para tratar a esos padres, a esos hijos, a esos hermanos, a esos amigos a esas parejas de la manera como ustedes realmente en forma amorosa esperarían ser tratados.

Pídanle a Dios que su capacidad de convencimiento sobre su propia protección de su cuerpo los lleve a cuidarse de todo mal y peligrose puede preveer queridos hermanos que no tengan que aprender de la vida en forma dolorosa, que puedan sentir que todo lo que van a ejecutar en adelante si representa para ustedes temor, si representa para ustedes algún tipo de dificultad ustedes puedan realmente llegar a mirar esa situación y decirle al Dios de los Cielos “Padre protégeme, protégeme de ese viaje que voy a hacer para no accidentarme, protégeme y muéstrame si esta relación que yo estoy empezando realmente es positiva para mí, muéstrame y guíame para que comprenda a mis hijos, para que los trate de la forma más amorosa y que yo sienta realmente en mi corazón que puedo ser una guía correcta. Padre protégeme de iniciar un negocio y de perder plata y de sentir que puedo ser plagiado en él, que me pueden robar, que puedo yo salir a la calle y golpearme con alguien, que alguien estrella mi vehículo, que alguien me robe, que alguien me quite mis cosas materiales, mi celular, protégeme que alguien me quite mi vida, o me haga daño, que yo pueda caminar tranquilo por el mundo con la confianza en tí y con la protección en tí en que no le voy a hacer daño a nadie y nadie me van a hacer daño”. Por eso cuando esos pensamientos malos lleguen a su vida tómense un momento de reflexión y díganle “Padre, no quisiera pasar por eso y siento que no necesito pasar por eso.” Cuando le piden a Dios con temor y le dicen a Dios “Dios mío por favor que no pase” pero están temblando de miedo, están descompuestos, están realmente dudando de si Dios lo puede hacer, realmente le están abriendo la puerta queridos hermanos a que esas cosas pasen.

Deben entender que si acuden a Dios, a su protección y su justicia, será porque realmente tienen la contundencia en su ser de creer queDios puede hacerlo y que Dios quiere protegerlos. Ahora, mientras todo eso sucede en su futuro permítanse vivir el presente con alegría y permítanse transformar el futuro con alegría. Parece increíble pensar en que el futuro puedan ustedes construirlo y como si fueran esos libretistas escribiendo en una hoja de papel pueden transformarlo mañana, no están condenados, no están no hay un karma ni un sentido de sufrimiento de su mañana, sólo son ustedes quienes lo albergan y en su capacidad limitada sienten que así es como tienen que ser las cosas. Les dijeron que envejecer era enfermar, deteriorarse y vivir una vida muy dura, por eso el ser humano en lugar de iluminarse al final de sus años se deteriora y retrocede hasta el punto de estar muchas veces como vegetal en la vida porque no se hicieron el propósito de terminar la vida con la luz suficiente en su camino.

Algunas personas viven relaciones de pareja supremamente dolorosas y difíciles porque así las trazaron sus padres y les hicieron creer que así era como deberían vivir, y algunas de ustedes sienten que si no es ése el camino el trazado por todas esas mujeres que desearon la libertad será la de caminar solas sin esperar que un hombre les de nada y sin esperar que un hombre las pueda someter y las pueda dañar.

Yo creo que es el momento queridos hermanos de dejar de estigmatizar a las mujeres como víctimas y a los hombres como violentos. Es el momento de entender que si los índices de violencia en su país han crecido frente al tema de los hombres agrediendo a las mujeres es que falta una convicción que eduque a las mujeres frente a que no sean unas víctimas y no que se armen frente a los hombres para volverlos a ellos unas víctimas y sentir que después serán los hombres los que serán agredidos por ellas. No se trata de equilibrar las cargas sometiendo a ningún hombre, se trata de entender que si hay cantidades de factores que educan tanto a hombres como mujeres en la violencia tendrán que ser reeducados desde las mismas instituciones pero aún antes, desde el mismo seno materno en que puedan respetarse, valorarse como hombres, no solamente le deben enseñar a un hombre que a una mujer no se le agrede ni con el pétalo de una flor como que él no debe permitir que nadie lo agreda y que él debe dignificar su sexo como hombre para sentir que ser hombre no es acostarse y tener sexo con cualquier mujer; deberán entender y educar a sus hijos en la proyección hermosa que es la convivencia de hombre y de mujer en el respeto y la dignidad propia.

Deben aprender las mujeres su propia dignidad y su propio valor para ser conquistadas y respetadas por un hombre sin creer que eso es retrógrado. Que dejen realmente que esos hombres como príncipes azules les muestren de lo que son capaces por ustedes y vuelvan a recibir el galanteo, el amor, el respeto que deben recibir para saber que ustedes son hermosas flores; vale la pena que sigan en la tarea de reconciliación en el mundo donde la paz también se da en ese principio amorosos, respetuoso de la diferencia que hay entre hombres y mujeres y el valor que debe haber por el respeto a la diferencia, mientras se empeñen en que los hombres sometan a las mujeres a ser como ellos creen que deben ser, ellas seguirán buscando un nuevo camino y seguirán deseando estar solas, seguirán sintiendo que no hay otra razón, que no hay una forma de cambiar las cosas.

Mientras las mujeres quieran seguir sometiendo a los hombres a su voluntad sin entender lo que realmente los hombres están buscando y no creer que todos buscan sexo seguirán sometidas en el proceso de sentirse utilizadas por un momento y después desechadas.

Es el momento queridos y queridas hermanos y hermanas de ser reflexivos sobre su vida, de ser honestos con ustedes mismos en qué es lo que están buscando de la vida, qué es lo que quieren y que dejen de refugiarse en el miedo como una excusa para no hacer las cosas que quieren hacer y para no recibir las bendiciones de Dios. Si lo que tienen en la vida es violencia, si lo que tienen en la vida es pobreza, si lo que tienen en la vida es sometimiento a unos padres, a una familia, al dinero, a un trabajo que no les gusta, pues llegó el momento queridos hermanos de decir “quiero que mi vida cambie y pongo a Dios por delante para que me cambie mi vida” porque sé que tienen miedo no solamente a las cosas malas que les puede pasar sino a las buenas porque muchas veces les dijeron que era mejor malo conocido que bueno por conocer. Es el momento en que puedan empezar a enarbolar sus causas, qué los tiene vivos, qué es lo que quieren hacer y que puedan dejar de usar la excusa del dinero que no tienen como la razón para no hacer nada en la vida porque si se tratara de plata, si se hubiera tratado de amasar fortunas, si se hubiera tratado de una certeza del futuro, a ninguno de ustedes sus padres los hubiera mandado a la vida porque el temor al futuro les hubiera hecho pensar que tal vez lo mejor era ni tener hijos como hoy muchos muchachos están pensando, por eso revisen hoy qué es lo que los está motivando y por encima del miedo al fracaso atrévanse a soñar con lo que les gusta, hacer lo que les gusta, a jugar por un momento con su ser y preguntarse si yo tuviera plata ¿qué sería lo que haría? sé que muchos de ustedes si tuvieran en este momento dinero no volverían al trabajo y renunciarían mañana porque muchos de ustedes no están en su trabajo porque estén realmente enamorados sino porque están por necesidad.

Los invito queridos hermanos a que le hablen a Dios con la claridad y la sinceridad que les estamos hablando en este momento, yo vengo a develar sus verdades ocultas, vengo a mostrarles no solamente sus puntos negros y oscuros sino todo lo lindo que tienen y de lo que son capaces porque nunca deben olvidar que ustedes son realmente excepcionales, únicos y maravillosos.

Reciban queridos hermanos la paz de mi Padre, con ustedes Jesús de Nazaret para bendecirlos y acompañarlos siempre.

Liú Meditación   “Muy buenas noches yo soy Liú, vamos a acomodarnos en silla y van a cerciorarse en que estén con la posición de su columna vertebral hacia la Madre Tierra, hacia ese imán maravilloso que es la tierra y van a empezar a estirarse y a permitir que como la luz de una vela su columna se estire hacia arriba como si quisieran ver algo que estuviera muy en lo alto y ustedes quisieran mirarlo como si estuvieran asomándose en una gran aglomeración de gente para ver qué es lo que hay aquí adelante, muy altos, ahora van a permitir como cuando quieren que nadie los vea recogerse, recogerse sobre su columna, dejar que sus ojos hombros bajen, y se van a entorchar más, más y más y más incluso van a dejar caer sus manos hasta el punto de caer con ellas como desgonzados con la cabeza hacia abajo hacia la tierra y nuevamente como esas marionetas suben, y suben como si esos hilos los levantaran poquito a poco, se van estirando nuevamente…”     (sigue)
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