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Magio, mensaje
del Rosario enero 20 de 2017
María Virgen
Mis hijitos y
mis hijitas presentes y en la distancia muy buenas noches soy María Virgen
madre de Dios y madre vuestra, reciban todos ustedes mis hijos amados mi
bendición, la bendición de Dios Padre Todopoderoso.
Hoy
quiero recordarles mis niños que familia que ora unida permanece unida y
muchas veces es necesario ir a Dios en los momentos más difíciles de la vida
para encontrar en Él las respuestas que la
vida normal no les puede dar y es pedirle a Dios que les dé esa sabiduría y esa comprensión para entender los momentos duros de
la existencia y que puedan trascender a lo duro de la vida, a lo
difícil de la vida para renacer en un nuevo concepto.
Ustedes han sido
preparados en la vida para el sufrimiento, para el dolor, para la guerra, para
estar a la defensiva, para que la vida se haga difícil, para la traición, para
amores que sufren, pero no han sido
preparados en la vida para tener bendiciones, para tener riqueza, para
tener abundancia, para tener salud y comprensión y por eso el miedo aparece
continuamente, porque el miedo les recuerda que el mundo está diseñado para
sufrir pero el amor también les recuerda
que el mundo está diseñado para experimentarlo y para que esa
experimentación les haga felices; hoy tienen la oportunidad mis niños de darse
cuenta de cuántas cosas han aprendido en los momentos más duros de la vida y
decirle a Dios que si ustedes han conocido ya el carácter que tienen o han
superado esos momentos difíciles y la vida se ha prolongado una y otra vez en
las mismas condiciones sea Él precisamente Él, quien les permita vivir lo
contrario, que les permita experimentar algo bonito algo nuevo, y algo
diferente.
Denle mis hijos
la oportunidad a Dios de que les cambie la vida, denle a Dios la oportunidad de
que les muestre el camino que ustedes ya no saben trazar, el camino que ustedes
ya no saben seguir porque ya han hecho humanamente todo lo que han podido.
Hoy vengo mis
niños a liberarlos de la tristeza, liberarlos de ese miedo y de esa duda y de
ese pasado mortificante, ya no hay que ir una y otra vez a intentar cambiar
cosas que ya no pueden cambiar, pueden hoy
llenarse nobleza y entenderse, entender las situaciones, entender las personas
que obraron en algún momento en su contra y entender también por qué Dios lo
permitió.
Hoy los envuelvo
niños de mi alma en mi Manto Sagrado para llenarlos de salud, para que puedan
sintonizarse con su cuerpo y entender que su cuerpo les está hablando todo el
tiempo, que el cuerpo les está recordando cuándo están cansados, cuándo estén
tristes, cuándo están aburridos, cuándo se sienten impotentes, cuándo se
sienten maniatados, cuándo están cansados de pensar y pueden darse cuenta que
cuando su cuerpo habla pueden ir prontamente a entender que su cuerpo les está
mostrando algo más profundo, les está mostrando unas emociones dentro de
ustedes o unas formas de pensamiento dentro de ustedes en discrepancia con lo
que viven, en discrepancia con sus emociones que hace que su cuerpo esté en
crisis; no hay una sola enfermedad bajo
ese orden que realmente sea heredada o adquirida y bajo ese orden no hay una
sola enfermedad que ustedes no hayan permitido en esa fragilidad que pudiera
manifestarse; hoy les decimos mis hijos que las enfermedades son
maestras y les permiten parar para poder atender su cuerpo e interiorizar
obligadamente en ese alto en lo que deben liberar, no solamente en su cuerpo,
sino también a nivel emocional, a nivel mental y espiritual.
Venimos
ayudarlos a que se desahoguen, a que se permiten parar entendiendo que puede
haber momentos en que no hay una energía SOS que les está diciendo “para”, que
les está diciendo “recupérense” que les está diciendo “miren dentro
de ustedes” y dejen que su cuerpo les siga mostrando ese camino.
Reciban todos
ustedes mis hijos la sabiduría de Dios para entender lo que su cuerpo les está diciendo
al dolerles algo, al estar enfermos de algo, pídanle a Dios que les de la
sabiduría de poder trascender a esas situaciones, sacar el aprendizaje y
superar esto y seguir adelante y que lo puedan perdonar, lo puedan comprender y
que Dios les lleve a entender que si algo tenía que enseñarles ese dolor o esa
enfermedad ya fue un maestro de ustedes y ya pueden elegir que se vaya de su
vida.
Reciban mis
niños igualmente el Manto Sagrado de Dios para que puedan empezar a planificar
en sus manos su futuro y que si les cuesta ver un futuro claro y que si el
futuro que ven es un futuro doloroso le digan a Dios “sorpréndeme y
muéstrame algo diferente”.
Reciban todos
ustedes hijos de mi alma mi bendición y la bendición de Dios Padre Todopoderoso
y mi compañía incondicional, con mi amor y el de Dios yo soy María Virgen muy
buenas noches, hasta siempre.
Jesús de Nazaret
Hermanos buenas
noches, Jesús de Nazaret.
Bueno, vale la
pena que se desenfaden un poco y se permitan entender qué es lo que los ha
tenido mortificados últimamente, con quien han estado peleando, cuál es esa
situación que los tiene mortificados y que se den la oportunidad como lo decía
mi Madre de entregarle a mi Padre todas esas mortificaciones porque
realmente de qué sirve agobiarse, de qué sirve desesperadamente buscar el
futuro si ustedes están armando un futuro usualmente con esa incredulidad y esa
desconfianza porque a ustedes les cuesta trabajo creer en un futuro mejor y en
un futuro más completo y fíjense que cuando ustedes sueñan con algo y en ese
soñar hay una voz interna que les dice “estás pidiendo mucho, estás volando
muy alto”, o “estás pidiendo demasiado a Dios” ahí entienden que
ustedes tienen límites y repetir esas situaciones de visualización y de pedido
sobre lo que quieren pues empezando porque si ustedes oran de esta manera y
antes de dormir en lugar de ver la situación complicada ven la solución, así
sea utópica pueden empezar a conciliar el sueño.
¿quién concilia
el sueño después de empezar a hacer cuentas y que esas cuentas no les den y
terminen sintiendo que la plata no les va a alcanzar?, ¿quién puede contemplar
el sueño si su último pensamiento fue cómo les pudo traicionar su última
pareja? para pensar en que realmente pueda haber un hombre o una mujer en quien
confiar, porque se van a dormir mortificados; la forma de irse dormir en la cama tranquilos es con esperanza,
es con ideas que, créanme que si han estado durmiendo mal no van a llegar
claras, a veces la mente les muestra muchas posibilidades pero cuando ustedes
ya han dormido al otro día desechan el 90% de ellas pues muchas de ellas eran
¡más absurdas que confiar en Dios!, porque a
muchas personas les parece absurdo confiar en Dios. ¿Cuántos de
ustedes pueden decirle alguien: “mira, yo no tengo con qué pagarte esta
deuda, cóbrale a Dios porque yo no te voy a pagar, hoy no tengo con qué
pagarte, le he pedido a Dios que me la envíe pero hoy no tengo y entonces ya
hice un endoso de esta deuda Dios y yo ya no te debo el que te debe es Dios”?.
¿Cuántos de ustedes
han sido así de cínicos para decirle eso a alguien? Y para ustedes eso es
cinismo porque resulta que Dios no hace eso, que Dios no es quien paga sus
deudas, que Dios no paga el agua, la luz, el teléfono de su casa, que eso les
toca es a ustedes y cada día lo que van aprendiendo más es a ir entendiendo
que ustedes necesitan darle esa potestad a
Dios para que Él les muestre. A veces tienen que llegar a las
situaciones más extremas donde no hay otra opción para ahí sí conocer a Dios
entonces ¿cómo saber si Dios los puede curar de una enfermedad incurable?, pues
¡teniéndola!. ¿Cómo vas a saber que Dios va a pagar sus deudas?, pues no
teniendo ya más opción de cómo pagarlas. ¿Cómo van a saber si Dios les va
conseguir un techo a ustedes si no están viviendo en el techo de alguien más o
están en la calle?, pero a veces necesitan llegar a ese extremo para enseñarle
al mundo que sí se puede y créanme que si un día ustedes viven eso también
después sabrán que no necesitarán una
condición extrema para creer en Dios y un pié en su cuello donde ya
no hay opción ni de respirar en ese famoso “Dios aprieta pero no ahorca” para
realmente permitir que Dios haga su obra y Dios solucione lo que ustedes no
pueden solucionar; ahora, muchos de ustedes ni siquiera saben qué quieren, ni
siquiera saben qué es lo que les pueda hacer felices.
Ustedes viven en
una estructura social que les dice oiga, trabajen, tengan dinero, viajen,
consíganse el marido, consigan una mujer, tengan unos hijos, compren una casa,
compren un carro que éso es la felicidad y cuántos de ustedes pueden
realmente sentir que sí son felices con algunas de esas cosas o con todas esas
cosas. Entonces pídanle Dios que les
permita encontrar la fuente de la felicidad.
La
fuente de la felicidad proviene de Dios y de una sensación de que todo está
bien, que no hay razón para estar preocupados, que si
hoy no la están pasando chévere y no lo están pasando bueno en algún momento lo
van a pasar bueno porque si hoy están con hambre mañana pueden comer hasta
saciarse y díganme si la comida no sabe más rica cuando tenían hambre, si entre
más aguantan hambre, más una comida se vuelve un manjar pero a veces las
personas necesitan ese extremo.
Ahora, dile “Padre,
ayúdame que sin llegar a esa situación extrema, a mí me sepa la vida. Que yo
encuentre razones para vivir y yo me retroalimente de la vida y me sienta
contento, que yo vea el amanecer y diga, uff, otro día de vida ¡qué rico!, que
yo me mire las manos y me levante y escuche a mi corazón y diga ¡qué bueno ser
lo que yo soy!” que hagan una sintonía y den gracias por esa cama que tienen
y que si esa cama no está tan cómoda le digan a Dios “yo sé que esta cama no
está siendo cómoda, para yo generar una nueva cama en mi vida y que tú me des
una nueva cama y yo puedo empezar a tener una cama rica”, porque a veces
como se los dije el contraste es la oportunidad para soñar con algo nuevo.
Levántense y
sintonícense con los alimentos de la mañana y cómanselos con gusto, si dejan de
pensar en que lo que van a comer les va a sentar mal o quien murió por lo que
ustedes están comiendo, comer se va a volver un acto agradable, un acto bonito;
no martiricen cuando coman, si se levantan y se van a su trabajo con la
disponibilidad de hacer algo nuevo, de entregar esa mañana lo mejor de ustedes,
de brindar una sonrisa a la gente que pasa, de no dejarse afectar si esa
sonrisa no es correspondida, créanme que tendrán un día muy bonito y mientras
van al trabajo disfruten del paisaje, incluso el paisaje citadino tiene cosas
muy bonitas: la gente corriendo a sus trabajos, las ropas que se ponen, las
diferencias de caras, los más altos, otros más bajitos, otros más jóvenes,
otros más viejos, sintonícense en amor con
todo, hagan un día el ejercicio de dejar de sintonizarse con miedo con
todo y sintonícense un día con el amor.
Miren, si les
queda difícil, háganlo por cosas: háganse propósitos, me voy a conectar con el
amor a la comida, me voy a conectar con el amor al sueño, me voy a
conectar con el amor al trabajo o me voy a conectar con el amor a mis hijos y
si se conectan con amor a sus hijos no les van a fastidiar, no les va a
fastidiar si el niño amaneció pataletoso, si amaneció agripado, si amaneció
malgeniado el joven, sencillamente le
amarán y le podrán dar consejos con amor y si una persona viene a
ustedes mortificada y les trata mal, con amor le van a decir “¿por qué me
estás tratando mal? ¿qué es lo que te está mortificando tanto y te tiene tan
agobiado que me tratas a mí de esta manera que te brindo una sonrisa y que te
trato bien?” y créanme que en un momento esa actitud amorosa en lugar
de la misma energía, hará que esa persona recapacite y diga “no me había
dado cuenta que te estaba tratando mal”.
Sintonícense con
amor a las personas, sintonícense con amor al hombre de la calle y entiendan
que si ustedes le abren la puerta de su corazón a ese vagabundo con amor, el
amor los desbarata para que ese ladrón, ese vagabundo no los robe, no les quite
y si aún así, ustedes habiéndose sintonizado con amor con una persona porque le
abrieron la puerta de su casa, le abrieron la puerta de su confianza, le bajaron
el vidrio de la ventana, porque le abrieron la puerta de su corazón y esa
persona los robó, los engañó, si esa persona les mintió, créanme que en la ley natural de Dios ustedes no son los que
pierden, los que pierden son esas personas, porque Dios siempre compensa y si un día alguien te roba tu
casa Dios te dará de nuevo la casa, si una persona te roba tus joyas,
entra a tu casa y te roba tus muebles Dios te permitirá estrenar los muebles
iguales o mejores a los que un día perdiste.
Hoy los invito queridos
hermanos a que se sintonicen con el amor aunque sea un ratico en el día y si les cuesta trabajo sintonizarse con el amor,
¡llámenme y yo les ayudo! porque
créanme que donde hay amor hay justicia, pero donde hay justicia no
necesariamente hay amor y quiero que lo
contemplen hoy para que más que pedir justicia a Dios para que el mundo cambie
o los violentos puedan desaparecer, pidan
amor, den amor a esos violentos, imagínense a esas personas
amargadas, complicadas, que les han hecho daño y entréguenles su amor por que
el amor desbarata esas personas en su actuar.
Me quedo con
ustedes como siempre queridos hermanos y me encanta vivir en sus casas, me
encanta acompañarlos, escucharlos, ¡nosotros siempre escuchamos! pero pídanle
Dios que también nos puedan escuchar y que no solamente nos puedan escuchar
aquí o de esta manera sino que nos puedan escuchar diariamente, de otras formas
distintas. Dios los bendiga queridos hermanos con ustedes Jesús de Nazaret muy
buenas noches.
Liú
meditación fortalecer los ojos, la visión. “Muy
buenas noches yo soy Liú, vamos a permitirnos sobar con una manito el dorso de
la otra mano y haciendo uso de ese amor acariciar esa mano, como si esa mano
fuera la mano de un hijo, de una pareja, de una mamá o de un papá; acaricien
esa mano como si fuera la mano de la persona que más amor le tienen, ahora van
a permitirse lo mismo con la otra mano y sientan, sientan su piel…”
Se puede
apreciar en Youtube buscando por Liú
meditación.
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