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Magio, mensaje del Rosario octubre 13 de 2016

María Virgen

Mis hijitos queridos muy buenas noches, soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra, reciban todos ustedes todos ustedes presentes y en la distancia mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso.

Sentimos una inmensa alegría de poder conversar con ustedes todo el tiempo mis hijos, traerles la luz de la esperanza y recordar que los momentos más difíciles de su vida han sido en compañía nuestra,nunca los abandonamos aunque a veces pareciera que no estamos ahí, pero todos ustedes saben que en los momentos más difíciles han recibido en su corazón el poder comportarse de una forma que antes no podían tener, de una manera muy especial y muy particular.

Queremos mis hijos que sepan que en las épocas más difíciles de este país ustedes tenían un clamor por la paz y que hemos acompañado a este país y lo seguiremos acompañando en todos los procesos que vienen; hoy más que nunca les pido mis hijos por la paz no sólo de este país sino de esos lugares lejanos llenos de bombardeos, de esos países donde la hambruna está consumiendo sus hermanos. Pidan como siempre les he dicho porque despierten todas aquellas personas que tienen el poder todas esas personas que tienen la posibilidad de poner un alto en el camino para que las circunstancias de ese bienestar colectivo se den.

Igualmente mis hijos cuando ustedes tengan un problema tengan una dificultad con alguien, oren por ese oponente, oren por esa persona difícil, oren por sus enemigos y permitan que sus enemigos en la Gracia de Dios puedan despertar junto con ustedes a una conciliación, a una posibilidad de encontrar espacios de una comprensión diferente y ustedes puedan sentir que la paz y la tranquilidad entran a su vida por eso cada momento recuerden el poder que tiene convocar al cielo, convocar las fuerzas de Dios es convocar la verdad; les hemos enseñado que convocar a Dios no es solamente convocar la verdad de otras personas o la paz de otra persona, es convocar también su propia verdad, su propia paz y llevarlos a que se miren en un espejo para que ustedes puedan sentirse también como esos actores de paz y puedan ustedes empezar a perdonar, empezar a dejar el pasado atrás y puedan empezar a abrazar un nuevo futuro, una nueva esperanza.

En este mes mis niños de mi alma hay un permiso especial de Dios para que tengan conexión espiritual con aquellos seres que se han ido y están en el cielo; ellos los pueden sentir de muchas formas en sus recuerdos, a veces en recordar una foto, a veces soñando con ellos y realmente el sentido que tiene esta época de conexión con los muertos más que una conexión con la oscuridad es una conexión con la vida que sigue después de la vida y la oportunidad de poder sentir la alegría de saber que aquellos que se han ido están bien y que quienes aún permanecen en un proceso de no aceptar la luz, de no aceptar esa nueva condición espiritual al recibir esas oraciones de ustedes y al recibir también esa convocatoria nuevamente de Dios para ascender a la luz estamos llegando a ellos para recordarles que la vida sigue después de la vida, que no deben temer a dar ese salto hacia el ascenso y que bajo ningún punto de vista deben sentir ni en la vida de la muerte que no merecen el cariño y el perdón de Dios.

Si de alguien hay comprensión, si de alguien ustedes encuentran el perdón mis hijos es precisamente de Dios.

Dios los conoce, Dios los comprende, Dios los quiere, todo lo que se vive en este mundo está dentro de las posibilidades y está dentro de las reglas que el ser humano puede establecer en su libertad hasta lo más duro, hasta lo más difícil, las cosas más difíciles mis hijos, por eso aprovechen estos tiempos sin miedo para conversar desde el corazón con esos seres que se han ido del cielo y que han estado extrañando; no los van a atar, no los van a hacer que se devuelvan, cuando ustedes lloran por un ser querido su llanto los libera, su llanto es la respuesta de su espíritu de un sentimiento profundo que queda en su ser al sentir que ese ser ya no está con ustedes, al sentir ese desprendimiento de la vida que hace que una parte de ustedes también muera con ese ser, pero también el gran regalo que trae la muerte es el regalo de la vida que sigue, es el regalo de esa resurrección que significa volver a la luz del Padre, volver a la Casa Eterna y volver a hacer una reflexión sobre lo que pudieron aprender en la Tierra, sobre lo que pudieron entender de la Tierra y recordar que nunca el paso por la Tierra puede ser un examen para el merecimiento frente a Dios sino que es una experimentación distinta, es una experimentación que debe hacerlos sentir intensos, humanos, que los debe también hacer sentir en la claridad de que todo lo que vivieron aquí le aporta a su espíritu y de todo se aprende mis hijos; se aprende de los errores, se aprende de los aciertos, se aprende en lo bueno, se aprende de lo malo y por eso cada día deben festejar un año más de vida como esa posibilidad que han tenido de aprender.

Díganle a Dios que les de la fortaleza para dejar la culpa a un lado, dejar el resentimiento a un lado y para conectarse de nuevo con su comprensión espiritual de que si en algún momento se han equivocado, si en algún momento ustedes le han hecho daño a alguien o han herido a alguien no tenían en ese momento la conciencia de sus equivocaciones y que si en algún momento también permitieron que otras personas les hicieran daño tampoco tenían la conciencia de su propio valor y que ustedes podían levantarse no en armas, no en odios, sino en convicción para sentir que no tenían que permitir esas situaciones dolorosas en su vida.

Les entregamos mis niños de mi alma la bendición de lo que consumirán en esta noche, la bendición de sus casas, de sus hogares, de sus familias, les entregamos esta conexión espiritual con sus seres queridos que han partido a Dios y la posibilidad de sentirlos desde el corazón muy cerca de ustedes y en lugar de recordarlos con tristeza, empezar a recordarles con alegría y con la esperanza suficiente de saber que un día se reencontrarán con ellos. Reciban todos ustedes niños de mi corazón mi Manto Sagrado para que lo porten siempre en todo lugar, el Espíritu Santo lleno de sabiduría, de comprensión y de conexión con la luz de Dios; reciban mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso, con mi amor y el de Dios yo soy María Virgen muy buenas noches mis hijitos hasta siempre.

Jesús de Nazaret

Hermanos buenas noches, Jesús de Nazaret.

Como siempre venir a hablar con ustedes es una fiesta y las fiestas hay que vivirlas con la alegría del reencuentro, con la alegría de la compañía que también podemos significar para ustedes y que se puedan relajar un poco y puedan darse cuenta quetodo tiene solución. Siempre les hablamos de esa manera, incluso hay cosas que se solucionan queridos hermanos poniéndole encima la tapa del cajón (risas) y eso significa entender que todo finalmente en algún momento tiene un final y todo en algún momento en la luz del Padre puede elevarse hacia la comprensión y la paz que significa saber que Dios está y saber que todos los retos se pueden superar y se pueden solucionar, ¡no hay un problema más grande que ustedes! y venimos precisamente a facilitarles el camino; que la vida no sea una lucha, que la vida no sea un examen, que la vida no sea un cargar, un sacrificio, un olvido de ustedes mismos.

¡Qué mal se hacen a ustedes queridos hermanos cuando se mienten y empiezan a hacer cosas por obligación!. Aprendan a ser honestos consigo mismos y no se obliguen en la vida a hacer cosas que no quieren hacer; miren, las veces que ustedes han hecho cosas porque hay que sacrificarse o porque la sociedad lo dice o porque el mundo dice que es así de esa manera, por temor, porque lo se obligaron por una promesa a hacerlo esa manera pues fíjense que los resultados usualmente no son satisfactorios, no son buenos, porque se trata de que ustedes hagan las cosas totalmente convencidos, en el momento en que no estén convencidos de algo paren un momento, ¡paren un momento!, no pasa nada si echan para atrás una boda, no pasa nada si echan para atrás un negocio del que no se sienten convencidos, no pasa nada si dicen “no estoy seguro o no quiero que estés aquí, necesito tiempo” y vale la pena que puedan en esos procesos de duda pedirle a Dios que les de la claridad que ustedes requieren, todas las circunstancias tanto externas como principalmente internas para que ustedes sientan que en un momento están tomando la decisión correcta; porque a veces se piensa que la decisión correcta es la del sacrificio, que la decisión correcta es decirle a todo el mundo que si, pero a veces la decisión correcta es también poner los límites y decirle a una persona: “No”. “No quiero seguir contigo, no quiero que entres a mi casa, no quiero que me sigas haciendo daño, no quiero que me sigas hiriendo, no quiero que me sigas ofendiendo, no quiero que me sigas mintiendo”, tienen la oportunidad de poner un alto y decirle a esa persona: “hasta aquí llegamos, hasta aquí llegué contigo y yo ya no voy a permitir más que tú sigas haciéndome daño o que tú sigas siendo grosero conmigo” y a veces es difícil poder tener la convicción para decir ya basta porque aparecen sentimientos de culpa, a veces aparecen sentimientos de culpa por ejemplo con esos hijos que han entrado en la droga y no saben de qué manera manejarlos, no sabes si decirles que se vayan de su casa, no saben si obligarlos a que entren a una institución y lo mejor que pueden hacer por un hijo es entender esa libertad que el hijo tiene de vivir en ese camino y sopesar en la mano de Dios hasta qué punto esas decisiones que toman esas personas pueden afectar el bienestar de todos, porque en este mundo queridos hermanos por eso existen leyes y normas, existen cantidades de cosas que pueden enarbolar precisamente para que estas personas que han sido rebeldes, estas personas que no han hallado una forma diferente de vivir, pues puedan también elevarse a ese nivel de comprender que esas decisiones propias tienen unas consecuencias en la vida, que esas decisiones propias los llevan precisamente a que lo que se siembra también se recoge.

Si una persona siembra violencia y dolor pues tarde o temprano es lo que va a terminar recogiendo; si una persona se hace daño a sí misma llegará un momento en que enfermará, llegará un momento en que esas decisiones difíciles tendrán una consecuencia sobre su salud, sobre su integridad; una persona que se acostumbra a mentir es una persona que en algún momento empieza a ser aislada, empieza a perder la confianza de los demás, empieza a recoger el fruto de sus mentiras y sentir que en algún momento detrás de la mentira aparece pues que las personas no son tontas y se dan cuenta de esas mentiras y en algún momento las personas ponen un alto también sobre esas situaciones para decir “hasta aquí llegaste tú con tus mentiras, hasta aquí llegaste tú con tu violencia o hasta aquí llegaste tú conmigo frente a la manipulación” y acostúmbrese a no manipular, a no manipular porque son las mamás, a no manipular porque son los hombres que producen o porque el uno puede producir más que el otro o porque tiene más poder que el otro, vale la pena que puedan aprender a tener la humildad y el corazón para actuar en forma justa y cuando tengan dudas sobre eso pedirle al Padre Celestial que les de la sabiduría suficiente para actuar de forma amorosa y a partir de actuar en forma amorosa actuar en forma justa, de la forma como ustedes esperarían que los demás se portaran con ustedes porque ese es un medidor bien importante y si ustedes son personas que respetan, personas que valoran, personas que tratan bien a los demás pues también pueden exigir ese mismo respeto y ese mismo valor porque con la vara que mides serás medido y la vida es como un espejo: todo lo que tú proyectas pues es lo que realmente se muestra y en algún momento vuelve a ti como un bumerang también.

Los invitamos queridos hermanos a que se llenen de alegría, ¡está lloviendo!, que se llenen de alegría porque la lluvia tiene un mensaje bien hermoso, un mensaje particular; oren por aquellos que están en lugares de riesgo, oren por aquellos que no tienen el privilegio de tener un techo como ustedes, que están por las calles deambulando, por esas personas que mientras ustedes están durmiendo en la noche trabajan por su bienestar; oren por las personas que de alguna manera les están sirviendo, les están haciendo su camino más fácil, es cierto que hay muchas cosas que ustedes pueden pagar pero el dinero es simplemente una pequeña representación de la gratitud que ustedes pueden darle a alguien cuando esa persona les sirve de alguna manera, de alguna forma el trabajo que ustedes hacen, el dinero es una parte de la bonificación que pueden recibir pero ¡qué bonito es recibir por su trabajo también una sonrisa!, un “muchas gracias” un “estoy orando por ti” en un “pienso en cómo estás tú”, ¡qué bonito es volver a los modales no impuestos de una sociedad sino preocuparte por el otro, decirle al otro “buenos días, cómo amaneciste” llegar a un lugar y decir “buenas tardes, cómo estás”, aprender a despedirse, decir “muchas gracias”, decir “te quiero mucho”, decir “discúlpame” de aprender a tener esa oportunidad de emanar amor y qué bonito es sentir que estás recibiendo ese mismo amor, nos estamos después de esta época de conciliación entre la vida y la muerte acercándonos ya a un fin de año donde aprender a dar gracias es importante, dejar que el espíritu de la gratitud los invada; cuando la energía de la gratitud los invade queridos hermanos pasa algo muy bonito y son las sensaciones de conectarse con lo grato de la vida. Hay muchas cosas feas, y muchas cosas amargas pero ¡qué bonito es conectarse con lo dulce! por eso ustedes cuando vienen a esta casa toman chocolate que endulza la vida, permítanse disfrutar las cosas dulces de la vida queridos hermanos, permítanse llenarse de pensamientos gratos, de pensamientos bonitos, de pensamientos esperanzadores porque ya llevan demasiado tiempo preocupándose, demasiado tiempo llenándose de rabia, de odio, demasiado tiempo masticando las mismas cosas del pasado y temiendo las mismas cosas del futuro.

Venimos a ayudarles a que puedan endulzar su vida y este es un mes que también es dulce y es dulce porque significa también la cohesión que debe haber en ese proceso de la vida y la muerte con el valor de la vida y lo dulce que puede ser la vida. Les invitamos hoy queridos hermanos a que bendigan esta maravillosa noche, bendigan la lluvia, den gracias a Dios por un día más de vida. Hasta pronto queridos hermanos les dejo la paz de mi Padre y mi compañía incondicional; con todo mi amor, Jesús de Nazaret muy buenas noches.

Meditación de Liú, El sonido de la lluvia para aprovecharlo en nuestro ser.