Magio, mensaje del Rosario septiembre 8 de 2016
María Virgen
Mis hijitos y mis hijitas queridas muy buenas noches, soy María Virgen
madre de Dios y madre vuestra, reciban mis hijos amados mi bendición, y la bendición
de Dios Padre Todopoderoso, la de sus hogares, de sus familias, la de todos
ustedes mis hijos en la distancia.
Deben estar felices mis hijos porque están pudiendo contribuir a cambiar
el mundo. Cada uno cada uno de ustedes tiene la
responsabilidad de esa paz, de esa transformación del mundo.
Sé que le tienen miedo a que puedan ser una violencia más grande, que
pueda ser una actitud violenta, una actitud cínica la que pueda hoy imperar en
su país pero deben hacer una reflexión mis hijos sobre cuánta guerra, cuánta
sangre se ha derramado en su país no solamente en el tiempo reciente sino
también en tiempos remotos en que también hablaban de paz y también hablaban de
libertad; por eso hoy deben cada uno de ustedes pedirle al Padre Celestial que
les permita vivir en un país en paz, que les ayude a que haya otras
herramientas bajo las cuales puedan comprenderse, puedan entenderse y que no
sea una tiranía y no sea una indolencia de ningún actor sea cual sea el color,
el partido que pueda reinar en su país que los haga vivir cosas difíciles
sino que Dios los libere y les permita que
su voto de confianza a Dios y a la paz signifique la evolución de su país,
donde todos tengan posibilidades de trabajo; sueñen mis hijos con que el campo
se restaure, con que haya condiciones de equidad para todos en este país, donde
se mejoren esas condiciones laborales, donde cada uno de ustedes también pueda
soñar con un país donde haya una salud pública realmente comprometida con las
personas, donde haya una educación realmente dispuesta a que puedan los niños
crecer no en la obligatoriedad de una satisfacción productiva de unos padres
sino en la importancia de un aprendizaje, en la importancia que tiene sentir
que están haciendo algo que les gusta y que será lo que de aquí a mañana será
una labor de su vida, que el conocimiento pueda ser tomado no como un acto
obligatorio, que trabajen y que vivan en un mundo donde dejen de trabajar por
obligación y empiecen a trabajar haciendo posible que esos dones de ustedes,
que esos talentos que tienen se pongan al servicio de otros y que puedan servir
para el crecimiento y el bienestar de todos como una sola comunidad como
hermanos, donde todos tengan esa cabida de opinión, donde las personas de la
tercera edad tengan compañía, tengan el aprecio, el respeto de sus familias y
que el responder por esos seres frágiles dentro de las familias no sea una acto
obligatorio por una ley, sino que sea un acto voluntario en gratitud por todo
lo que significa ser familia.
Tienen derecho de soñar mis hijos con que se comprendan como parejas,
donde el núcleo del hogar vuelva a ser ese lugar de crianza de los hijos y que
la armonía pueda reinar y no el poder opresivo del uno sobre el otro, pidan un
país y sueñen con un país donde unos no tengan que robar a otros para tener
algo, donde haya una conciencia social lo suficientemente grande para que todos
puedan trabajar por los frágiles por los que están en las drogas, en los
vicios, por todos aquellos seres vulnerables en este mundo que han elegido caminos
difíciles y que como sociedad puedan sentir que no tienen que ser excluyentes,
que no tienen que armar muros, que no tienen hijos que crear diferencias
raciales de ninguna especie, diferencias de género porque pueden empezar a
entenderse y entender la libertad de cada uno, la libertad que Dios les dio,
pero entendiendo esa libertad como el respeto de la libertad de otros.
Sueñen en su vida personal mis hijos con que estos problemas
reiterativos de tanto tiempo puedan ser esos problemas que definitivamente se
solucionen; miren aquellas dificultades que se han prolongado por tiempo y
entréguenlas a Dios de tal manera en que el Padre Amado pueda solucionar
aquellos problemas que ustedes no han podido solucionar: sus problemas de
salud, sus problemas económicos, sus problemas de pareja, sus problemas
familiares con padres e hijos, sus problemas laborales; todas aquellas
circunstancias que son difíciles para ustedes entréguenlas a Dios y pídanle al
Padre que les permita tener un trabajo que le satisfaga, un techo digno, que
puedan tener para lo que necesitan, pero también para el esparcimiento, la
tranquilidad y especialmente mis niños pídanle a Dios que la preocupación del
futuro pueda desaparecer.
Hoy les entrego mi Manto Sagrado para que se llenen en la confianza del
Padre Amoroso que están conociendo para renunciar al padre del temor al padre
de la obligación, al que de alguna manera en su vida establece un castigo
porque así les han enseñado que es Dios, para renunciar a creer a Dios de esa
manera para verlo como su aliado, no como un tirano, no como un ser que
castiga, no como un enemigo.
Les entrego niños de mi alma mi Manto Sagrado e igualmente bendecimos
los alimentos que consumirán en esta noche para que los puedan proveer de esa
paz, de esa confianza, de esa fortaleza que necesitan para establecer un nuevo
camino y que de esa forma ustedes puedan sentir que ya no tienen que
preocuparse por sus problemas porque al dejarlos en las manos de Dios siendo
conscientes de que Él les está mostrando alternativas puedan seguir esos nuevos
caminos y puedan saber que Dios lo puede solucionar todo. Reciban todos ustedes
mis niños mi corazón mi bendición y la de Dios Padre Todopoderoso con todo mi
amor y el de Dios yo soy María Virgen muy buenas noches mis hijos hasta
siempre.
Jesús de Nazaret
Buenas noches hermanos, Jesús de Nazaret al habla.
¿Qué es la vida sino es un movimiento continuo de experiencias? A veces
ustedes quieren que en sus vidas no pase nada, pero cuando sienten que todo
está bien empiezan a alterarse, empiezan de alguna manera a llamar males a su
vida y de alguna manera a desconfiar si lo bueno que hoy están teniendo es lo
que se va a prolongar mañana o después.
Pídanle a Dios en el fondo de su corazón que se puedan ustedes llenar de
la confianza y puedan valer en su vida las oportunidades en que Dios ha hecho
algo bueno para ustedes; dejen de poner a
Dios a prueba en la duda de si Dios ya les dió algo, si aquello que le están
pidiendo ahora es demasiado grande o si aquello que le están pidiendo ahora es
conveniente, Dios lo quiere o si realmente Dios era capaz de hacerlo y
por eso vale la pena que ustedes hagan un compromiso con Dios, si alguno de
ustedes no ha recibido todavía la señal lo suficientemente clara para creer en
Dios, para creerle a Dios, por qué no se paran en el camino y le dicen a Dios:
“aún no has hecho algo lo suficientemente importante para mí”, puede
parecer prepotente hermanos, puede parecer injusto cuando todos ustedes pueden
decir: claro,me dió la vida me dió el aire que respiro, me dió, la familia
que tengo, pero todos ustedes de
alguna manera necesitan algo más allá y algo especial algo que rompa el esquema
normal de lo que significa creer en Dios para trascender a una confianza en Dios y díganselo a
Dios de esa manera: “Padre quiero que hagas algo más especial para
mí, algo lo suficientemente grande que yo pueda sentir que tú estás ahí y te
quiero prometer que voy a trabajar en mí para creer en ti, que una vez tu me
hayas dado esto que yo te estoy pidiendo y no porque yo te esté de alguna
manera comprando o de alguna manera esté haciendo un canje contigo yo quiero
prometerte y decirte que voy a llenarme de paz y voy a trasmitir mi historia
para que otros puedan crear su propia fe”.
La fe queridos hermanos se crea en las historias vividas de ustedes; a
veces cuando pasa algo particular que ustedes le pidieron a Dios aparece la
sensación en su mente que fue algo lógico o que fue una casualidad, pero cuando ustedesrealmente empiezan a
conectarse profundamente con el Padre y a hacer que esa conexión sea lo
suficientemente llena de amor, empiezan a darse cuenta que todo es mágico y
empiezan a darse cuenta que cada día Dios supera más su agobio, les va haciendo
encontrar esa tranquilidad lo suficientemente grande en su ser que hace que
incluso habiendo trascendido a esos problemas tan grandes puedan sentir a Dios
con señales también tan maravillosas y tan sutiles como el propio aire que
respiran.
Dios no se va a poner bravo si ustedes se paran
en un momento y le piden a Dios que Él los haga sentir especiales. Y para algunos que Dios los hace sentir
especiales es que los cure, para otros que Dios los haga sentir especiales es
que les pague sus deudas, para algunos que Dios los haga sentir especiales es
que tengan un hijo o encuentren una pareja, que puedan tener un techo, para
otros es que puedan recobrar la confianza que un día perdieron.
Cada uno de ustedes tiene algo hoy en su ser que le pueden decir al
Padre que sería en esa respuesta la razón para creer en Él y para hallar su
paz, por eso hablen con Dios, no teman hablar con Él, no teman a
decirle a Dios que están incómodos, que la vida los tiene aburridos de alguna
manera porque queridos hermanos, Dios como tantas veces les hemos dicho no los
mandó este mundo a sufrir, los mandó a ser
felices y si Dios los manda a esta vida y el viaje no está siendo
agradable para ustedes pueden parar y pueden decirle a Dios “así no me gusta
el viaje” y la promesa de Dios para venir a este mundo es precisamente
esa promesa de ver a sus hijos felices y de que si en un momento por alguna
razón el viaje se transformó en una experiencia difícil bien sea por su
responsabilidad o bien sea por responsabilidad de alguien más, pueden parar y
pueden decir “así no me gusta el viaje, así no lo quiero en adelante” porque para eso tienen la posibilidad de elegir,
siempre queridos hermanos tienen la posibilidad de elegir, son
ustedes los que se cierran a empequeñecer a Dios en su mente, a empequeñecer a
Dios en su corazón, a empequeñecer a Dios en sus actos y creer que ésa es la
única opción como Dios puede manifestarse. Díganle a Dios que ustedes le están
pidiendo que una situación particular se solucione pero que Él también
trascienda a sus propios límites y que les pueda mostrar que realmente Él rompe
todos esos obstáculos e incluso les puede dar algo más grande de lo que ustedes
le piden para callarles la boca en buena forma y para decirles “Hijos míos
tengo mucho más de lo que me piden, tengo amor para ustedes, tengo abundancia y
si me piden una cosa les puedo dar más de una, si me piden un hijo les puedo
dar dos, les puedo dar la oportunidad de encontrar el paraíso en la Tierra”
pero necesitamos que ustedes realmente entiendan que si no piden, que si no
llegan a una claridad interna, que si no encuentran su verdad interna de esos
bloqueos difícilmente van a poder dejar todo en las manos de Dios porque
siempre estarán hallando un argumento para sentirse víctimas, un argumento para
seguir sufriendo, un argumento para creer que así es como deben ser las cosas;
por eso aquellos y aquellas guerreras les pedimos que empiecen a bajar sus
armas, que empiecen a dejar de creer que todo les toca solos, hay momentos de
la vida donde es satisfactorio sentir que ustedes pueden hacer las cosas por sí
mismos y que son capaces, no dudamos de que lo son, no dudamos de que pueden
hacer muchas cosas en la vida sin codepender de alguien más y sentir el orgullo
de haber logrado muchas cosas por su propio esfuerzo; pero hacerlo de esa
manera también es una decisión y en un momento le pueden decir al Padre que ya
no quieren hacerlo solos, que ya no quieren una carga sobre sus hombros, que ya
no quieren sufrir como también en un momento pueden decirle al Padre que
también les de la conciencia a ustedes para no hacer sufrir a otras personas y
para no ser los victimarios de otras personas y los seres inconscientes que de
alguna manera procuren dolor, que de alguna manera procuren injusticia, que de
alguna manera hagan daño y si realmente pueden empezar a hallar esa paz del
corazón entenderán en un momento que renunciaron a ser víctimas y renunciaron a
ser victimarios que están trascendiendo a los extremos de la vida para ser
libres y actuar con los demás de la forma
como ustedes esperan que los demás actúen con ustedes pero también actuar de
una manera respetuosa ante ustedes mismos para no permitirles a otros que pasen
por encima de ustedes y les hagan daño.
Vuelvo y les digo queridos hermanos: si alguien les hace daño más de una
vez es porque la siguiente vez después de esa primera le permitieron a esa
persona que corriera sus límites aún más y tienen todo el derecho de decir ya
basta y tienen derecho de decir que las condiciones del juego de vida que
estaban jugando ustedes ya no lo quieren más porque si son capaces de pararse
frente a Dios a decirle que así la vida no les gusta y que les está doliendo
vivir, también pueden ser capaces de levantarse ante esas personas y esas
situaciones que les están haciendo daño para decirles “ya no juego más ese juego, ya no quiero ser más
tu víctima, ya no quiero sentir que para que me respetes tengo que ser tu
victimario, ya no quiero esa misma condición en mi vida” y pueden en última instancia poner a Dios por delante
pedirle al Padre que solucione todas esas situaciones y les permita trascender
a esos conflictos, a esas dificultades y a esa forma de llevarse a esa
forma de amar dolida y difícil; acuérdense que deben renunciar al sacrificio y
que renunciar al sacrificio es empezar a
tener una vida fácil sin que sea una vida mal habida, es dejar de creer
que de alguna manera tienen que sufrir para que alguien se beneficie o que de
alguna manera tienen que sacrificarse y llevar todo un peso sobre sus hombros
para merecer el amor de Dios, para merecer el cielo, para merecer una vida
buena, por eso háblense y con sinceridad y llámenme, yo les traigo la luz de la verdad, yo les traigo a
ustedes la posibilidad de encontrar sus verdades más profundas y más difíciles,
pero también les traigo desde Dios la posibilidad de arreglar esos problemas
que los tienen agobiados y hacer que su vida empiece a tener un nuevo sentido
para verlos felices, para verlos tranquilos y para verlos en paz.
Bendecimos también estos alimentos que simbolizan nuestra presencia como
sus hermanos el amor que tenemos por ustedes y la fuerza de Dios para hacer
posible que la verdad se muestre en su vida y que puedan ver con claridad todas
aquellas cosas que están siendo un obstáculo en su existencia. Reciban todos
ustedes mis queridos hermanos esta bendición de Dios y mi paz infinita, con
ustedes Jesús de Nazaret muy buenas noches.
LIU, meditación Soltar tensión del cuerpo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario