María
Virgen
Mis hijitos y mis hijitas queridas muy
buenas noches, soy María Virgen madre de Dios y madre vuestra; reciban mis
hijos amados presentes y en la distancia mi bendición y la de Dios Padre
Todopoderoso, la bendición de sus proyectos, de sus hogares, de sus familias,
en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, amén.
Hoy
les voy a hablar mis hijos sobre el amor; recuerden que el amor es la semilla y
es la esencia de todo porque Dios es amor, no hay un lugar donde puedan mirar
que no exista amor y aunque la dualidad sea parte de un proceso complementario,
aunque el miedo sea parte del amor, es importante poder encontrar esa energía
elevada de lo bonito que el amor significa.
En
este mes en que las parejas se celebran su amor, en que se permiten honrarse
unos a los otros, es importante que puedan mantener esos sentimientos bonitos
de la importancia que tiene honrarse como pareja, respetarse, poder sentir que
el juego que están haciendo dentro de sus relaciones es un juego limpio y sano
donde se estén comprendiendo y donde estén liberándose de esos entrenamientos
de las relaciones en conflicto, de las relaciones desleales y de esas
relaciones disfuncionales que les hacen sentir que todo tiene que ser bajo esa
lucha.
Hoy
bendecimos que el amor esté dentro de ustedes como algo que no se busca fuera
como algo donde por supuesto que tratan al prójimo como merecen ser tratados,
pero donde usan esa reflexión del amor propio para que esta energía en movimiento
signifique respeto de su parte a sus parejas, respeto de su parte a las
instituciones, respeto de su parte a sus emblemas, a todas sus creencias, pero
que también puedan respetar la de los otros.
Al
final de cuentas mis hijos no importa cuál religión o cuál creencia puedan
profesar ustedes, Dios está en todas esas creencias y poder respetarlas hace
que puedan sentir la tranquilidad de que todos los caminos conducen a Dios, de que en todas
las creencias está Dios, incluso en aquellas que ustedes puedan no compartir;
ese respeto mis hijos hará que no quieran destruir a quienes creen diferente, a
quienes piensan diferente y a quienes actúan diferente y por supuesto mis hijos
que en ese camino quienes no están bajo esa condición no serán castigados por
Dios, sino su propia actitud será la que generará que esa energía dolorosa
vuelva, porque el que
miente también recibe mentiras, porque el que teme y es agresivo también
recibe temor y agresividad, porque es como un espejo mis hijos, así que
respiren por un momento y vean de qué manera están alimentando las cosas.
Si
un día se amaron y se quisieron y ese amor ya no existe de forma igual al
pasado recuerden todo lo bonito que vivieron, pero no se fuercen a seguir en
algo que no les está dando la respuesta del respeto, del amor y de la lealtad,
primero ustedes y después a los otros los hijos mis hijos pueden crecer en
lugares donde sus padres se respeten sin necesidad de que tengan que vivir bajo
el mismo techo y por eso siempre les decimos que casarse, que prometer ante
Dios no es hasta que la muerte los separe como una obligación para estar juntos,
sino que hasta que ese amor sea válido y esté bajo esa condición de poder
trabajarlo continuamente.
Destruir
mis hijos es algo que se hace rápidamente; establezcan reglas y condiciones y
establezcan bases sólidas sobre las cuales quieren llevarse como parejas, sobre
las cuales quieren criar a unos hijos, sobre las cuales estarán proyectando su
economía porque se trata de dejar de sufrir por amor, dejar de sufrir por plata,
dejar de sufrir enfermedades o que cualquier fuente de su preocupación que
continuamente les esté quitando su paz, que continuamente los esté torturando
se vaya para volver a encontrar esos estados de armonía y de tranquilidad que
por supuesto que merecen y con el que Dios quiere que ustedes vibren en
adelante.
Hoy
los bendecimos, bendecimos sus alimentos, bendecimos el agua, bendecimos su
vida y recuerden que nuestro respeto hace que ustedes puedan ver su verdad pero
que no podemos tomar decisiones por ustedes ni obligarlos a nada; no mal
entiendan mis hijos en que las señales de Dios son una obligación para ustedes.
Ustedes
pueden ver lo que quieren ver como una señal del Padre en una forma de prueba,
pero también pueden entender que si el Padre manda cosas dolorosas es porque
antes ustedes las albergaron dentro de ustedes y las alimentaron con el miedo
durante mucho tiempo porque también fueron criados de esa manera, en el odio,
en el miedo, en la violencia, en todos esos elementos extremos que existen en
la vida, pero que por supuesto se pueden salir de esos conflictos para crear un
mundo en el cual ustedes se sientan bien y puedan hacer sentir bien a otros.
Les
entrego mis hijos de mi alma mi manto sagrado para que lo porten siempre mi
bendición y la de Dios Padre Todopoderoso y toda esa sabiduría que se requiere
para tomar decisiones en paz. Yo soy María virgen muy buenas noches mis hijos.
Reciban
todos ustedes mis hijitos de mi alma, mi bendición la bendición y la de Dios
Padre Todopoderoso, con todo mi amor Yo soy María Virgen muy buenas noches mis
hijitos hasta siempre.
Jesús de Nazaret
Buenas noches hermanos en la gracia de
mi Padre Jesús de Nazaret.
Hoy
también como hablamos del amor hay un hay un aliado del amor y hay algo que
complementa el amor profundamente que es la gratitud.
Cuando
ustedes revisan todo por lo cual agradecer empiezan a recordar todo lo que hace
que ese amor navegue en esa gratitud, hace que las cosas puedan funcionar mejor
desde recordar todo lo bueno que tienen, desde recordar lo bonito que vivieron,
desde poder establecer en esa gratitud que miren hacia atrás y que en el
momento en que puedan cerrar un ciclo en cualquier actividad, profesional, de
pareja, en cualquier cosa de la vida se vayan agradecidos.
Alivianen
su carga hermanos no porque se vayan a morir sino porque han estado guardando
en su ser demasiado dolor y sufrimiento que no les ha permitido gozar esta vida,
se han llenado demasiado de equipaje con personas que llevan con dolor en su
corazón, se han llenado de resentimientos y de razones para sentir que los
demás no los quieren o que ustedes no quieren a los demás y para que no se les olvide que un
día esas personas les hicieron sufrir, guardan entre ceja y ceja el agravio o
la forma con esas personas les pudieron haber hecho daño pero recuerden
hermanos que les he enseñado un camino liberador: el camino del perdón no es
una gracia para el otro es una gracia para ti, es un regalo que tú te das
para que mires hacia atrás y sientas que lo que algún momento te dolió ya no
necesita doler más, que puedes entregarte a ese concepto de la libertad que
significa que ya no te importe ese pasado, que ya no esté lleno de emociones
tortuosas y cuando te haces ese regalo recuperas tu alegría, recuperas tu Paz,
recuperas tu libertad, porque cuando retomas tu corazón y tu alegría de vivir y
empiezas a recordar que tu corazón te pertenece, ya no te quedarás en el pasado
divido en tu corazón por quienes un día amaste y no te amaron como lo
esperabas, o que de alguna manera ya no estén ahí. Recuperar el amor, la alegría, la paz es
retomar el verdadero sentido de la voluntad de Dios, les pregunto, ¿qué padre
podría sentirse feliz viendo mal a sus hijos? La voluntad y el objetivo
primordial de Dios al haber creado esta tierra para ustedes, no es su
sufrimiento. Y si bien existen condiciones extremas, como parte de una razón
justificada para que la hermandad se ponga en movimiento y evolucionen como
raza, por su puesto que Dios se complace cuando los ve contentos.
Dios
se complace cuando pueden encontrar nuevas razones e ilusiones para seguir, cuando evolucionan para entender cómo ha sido
creado este mundo a su favor y cómo pueden usar ese poder que Dios les ha dado
para hacer de este mundo algo mejor para ustedes y algo mejor para sus
generaciones que vienen; dejen
un bonito legado y aunque puedan sentir que se equivocaron y que
tuvieron en momentos malos, malos instantes, conserven esa ilusión de ser visto
como aquellos que desde su amor entregaron lo mejor que pudieron, trabajen en poder evolucionar
desde adentro en ser mejores personas entendiendo que en ustedes está una
naturaleza de Dios que es de bondad y aunque puedan irse a veces a los extremos
de la vida en que puedan sentir que no son tan buenas personas, que no han
actuado bien, su esencia de amor es una
esencia de bondad que todos los seres humanos tienen sin excepción,
no hay personas que dentro de su ser sean totalmente malas, malévolas, que no
puedan hacer una sola cosa Bien, dentro de cada persona hay lo mejor y lo peor
e incluso aquellos que pueden obrar de las peores formas posibles tienen un
corazón y tienen personas a quienes amar y con las que sí pueden ser leales.
Tal
vez por eso mismo es necesario que ustedes puedan ver que la evolución de la
justicia sumada al amor será no solo la compensación sino será la voluntad de
que todos ustedes se unan para que todos puedan trabajar en equipo para que
esta tierra siga evolucionando y si miran hacia atrás mis queridos hermanos,
por supuesto que lo han hecho, por supuesto que han trabajado dejando en su ser
una labor para este mundo de tal manera que otros tantos se beneficien y
aquellos que creen que solamente hicieron una labor insignificante, créanme que
también han sido importantes y valiosos para Dios, porque para Dios no hay
personas insignificantes, no hay personas desechables, no hay personas que no
deban existir, y creo que es
importante por eso empezar a sentir tu mundo entendiendo que cuánto es difícil
manejar a alguien, cuando una persona se sale de sus manos, cuando una
persona es difícil con ustedes o una institución, es importante entregarla a
Dios para que Él en su infinita en sabiduría, en su infinito amor pueda
darle iluminación a esa persona guiarlo en el camino y acompañarlo en los
procesos que esa persona ha elegido o esa institución también tiene como un
proceso conjunto de verdad para la humanidad.
Hoy
queridos hermanos quiero que sientan mi amor como su hermano mayor como aquel
que viene a mostrarles al Dios del amor, como aquel que les insiste
continuamente en que no deben temer a Dios porque si el objetivo de Dios fuera
que ustedes lo obedecieran sin criterio nunca les hubiera dado la libertad.
Dios
los bendiga queridos hermanos en la gracia de mi padre Jesús de Nazaret muy
buenas noches
Meditación
de Liú Buenas
noches, Yo soy Liú,
Vamos a respirar profundo, a permitir
que todo ese peso que tenemos, que todo ese equipaje que tenemos, una mochila a
nuestra espalda y vamos con este símbolo sencillo de la mochila a revisar que
lleva dentro de esa mochila; nos damos cuenta que está cargada de piedras, que
está cargada de ofensas, van a revisar en esa mochila qué es lo que les pesa ,qué
es lo que hace que ese ese cuello duela, esa espalda duela, que los tiene
atados hacia un pasado, porque esa mochila que se cuelgan a su espalda está
llena de recuerdos, está llena de eventos, está llena de situaciones que deben
limpiar de todas esas emociones de densa vibración, pueden empezar a sentir que
al liberarla y descargarla a un lado también estarán recibiendo el
acompañamiento para decantar que de eso sirve poder llevarlo no como peso…
…
(sigue en el video)
Les dejo mi mejor energía y me llevo la de
ustedes yo soy Liú